La música romántica llega a su máximo grado de expresividad. Parece que la sinfonía ha alcanzado su límite de desarrollo y que no es posible seguir por este camino. Esto lo comprende su admirador Schönberg, que si en sus primeras obras sigue el camino marcado por Mahler, pronto da un giro extraordinario llevando la música a un nuevo siglo.

Sin romper con la tonalidad, pero llegando a sus límites, Mahler compone una música que siempre busca lo trascendente, como expresión de sus ideas más profundas difícilmente resueltas. Podemos decir que pertenece a un periodo de transición.

El empleo de melodías sublimes junto con otras surgidas del pueblo, al parecer más triviales o grotescas en muchos casos, lo abre a las ideas que imperarán en la música del siglo XX, durante el cual se separarán las diferentes tendencias. Por una parte la música vuelve al pueblo, llegando a una etapa de predominio puramente comercial, mediante una música ligera la mayoría de veces poco imaginativa y por otra los compositores más progresistas y según ellos más cultos, se separan del público, escribiendo una música atonal de difícil comprensión para los melómanos que llenan las salas de concierto.  

Nota informativa

Estas páginas son una separata del artículo sobre Mahler del propio autor, corregido y completado con una serie de ilustraciones.

Presentada el 1 de junio de 2012, con motivo del concierto de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, interpretando “Das Lied von der Erde”