SINFONÍA PATÉTICA

4 - “Sinfonía Nº 6 en si menor” (Patética)  Op.74

En 1890 Tchaikovsky había escrito una carta al Gran Duque Constantino de Rusia en la que le comunicaba, que tenía un enorme deseo de escribir una gran sinfonía, que se convertiría en la pieza fundamental de toda mi obra. Pero en 1892 rompió las páginas de la sinfonía que estaba escribiendo, actualmente recuperada parcialmente como séptima, y que luego empleó alguno de sus temas en su aparente inacabado “Concierto para piano Nº 3”[1].

Durante el mismo periodo escribió una nota diciendo que era un esquema de su próxima sinfonía. Vida sería el primer movimiento, lleno de ímpetu, confianza, sediento de acción. Tendría que ser corto. El finale, muerte, el resultado de una destrucción. El segundo movimiento, amor. El tercer movimiento, desilusión. El cuarto movimiento, arrastrando hacia la muerte, también corto. Este planteamiento no lo conservó en su próxima sinfonía, pero nos indica sus personales pensamientos sobre la obra.

En una carta escrita el 10 de febrero de 1893, al volver de un viaje a París, dirigida a su sobrino Vladimir Davidov escribe, en el pasado diciembre tuve la idea de escribir una nueva sinfonía con programa. Cuando estaba iniciando mi viaje, la idea para una nueva sinfonía, vino a mi mente, esta vez una sinfonía programática, pero con un programa que permanecería desconocido para todos. Dejemos que intenten descubrirlo. La sinfonía se llamará simplemente “Una Sinfonía Programática” (Nº 6) El programa de la misma es totalmente subjetivo, y durante mi viaje mientras la componía en mi mente, llegaba muchas veces a las lágrimas.

Cuando regresé y me puse a trabajar sobre los bosquejos mi trabajo avanzó tan rápidamente que el primer movimiento fue totalmente terminado en menos de cuatro días y el esquema de los movimientos restantes estaba bastante claro en mi mente. Será muy novedosa desde el punto de vista formal. Por ejemplo, el final no será un gran allegro sino un extenso adagio.

Como muchos músicos Tchaikovsky componía desde el piano, realizando una versión a cuatro manos del esquema de su sinfonía. Entre el 4 de febrero y el 9 de febrero compuso el primer movimiento. Alrededor del 15 de julio acabó el resto de movimientos en su versión para piano. Luego se tomó unos días de descanso en Ukovo con su hermano Nicolás. A su regreso a Klim realizó su orquestación.

El 15 de agosto de 1893 escribe nuevamente a su sobrino. La sinfonía está progresando. Estoy muy contento con lo que he escrito, pero no estoy totalmente satisfecho con la orquestación. Parece que no toma suficientemente la forma que había imaginado. No estaría sorprendido si mi sinfonía recibiera malas críticas y fuera poco apreciada. Estoy acostumbrado a ello. Pero confidencialmente considero que es la mejor, y sobre todo, la más ‘genuinamente sincera’ de todas mis obras. La estimo como nunca he amado a ninguna de mis otras creaciones musicales.

Fue compuesta entre febrero y agosto de 1893. Se estrenó en San Petersburgo el 28 de octubre de 1893 dirigida por el propio compositor. El nombre de Patética fue sugerido por su hermano Modest pocos días antes de su estreno. Exactamente el nombre propuesto en ruso es el de papetichesky, que significa ampuloso, apasionado, emocional, no correspondiendo exactamente al significado de nuestro vocablo patética. Aunque en principio el subtítulo gustaba al compositor, dos días más tarde pidió a su editor que lo suprimiera. Sin embargo la obra fue publicada con el nombre de Symphonie pathétique.

Tchaikovsky envió la partitura dos días después de su estreno a su editor Jurgenson, confesando, realmente al público no le ha disgustado mi obra, pero estaba algo desconcertado por la misma. Por lo que a mí me concierne, estoy más orgulloso de ella que de cualquiera de mis obras. Tchaikovsky no pudo componer nada más, pues una semana después de escribir estas frases, murió víctima de una epidemia de cólera.

La obra fue dedicada a su sobrino Vladimir Davidov, conocido como Bob, hijo de su hermana Alexandra, fallecida poco antes del viaje de Tchaikovsky a América. Aunque no dejó escrito ningún comentario sobre el significado de la obra se puede comprender que se trata de una obra programática, que refleja sus propios sentimientos.

En esta obra Tchaikovsky logró reunir las dos tendencias imperantes en la música sinfónica a finales del siglo XIX. Por una parte se trataba de una obra de música pura y por otra programática. Es posible que se trate de una autobiografía del propio compositor, en la que narra sus comienzos, sus luchas, triunfos y su caída final. En la descripción de la obra daremos nuestra versión personal del significado de la sinfonía.

Este capítulo es una ampliación del artículo publicado en la “Historia de la Sinfonía”, en el volumen dedicado a Rusia, escrito por el mismo autor de estas páginas. Añadimos seguidamente unas líneas sobre lo que ha significado esta obra en su vida personal, en forma de auto confesión.

Durante mi juventud cuando solamente era un oyente pasivo de música clásica, una de las obras que más me impresionó fue la Sinfonía Patética de Tchaikovsky. Quizá por ello, cuando ha transcurrido más de medio siglo desde entonces, ha sido también uno de los motivos para escribir este trabajo.

Recuerdo haber realizado mi propia versión del significado programático de estas páginas sinfónicas, la primera de mis obras comentadas y podríamos decir la única de mi juventud. En una época lejana, en que escribíamos cartas a nuestras amigas internacionales. Cartas manuscritas, en ocasiones en alemán o más modernamente en inglés. Algo que nos traslada al periodo romántico, en que las ilusiones estimulaban nuestra imaginación, esperando durante semanas las respuestas. Una cosa que actualmente se ha perdido dada la inmediatez buscada en el mundo actual.

Expliqué la versión personal de esta sinfonía en diversas cartas enviadas a mis amigas corresponsales, compartiendo una afición por la gran música también perdida por la juventud de nuestros días, aficionada por temas banales. Pero olvidemos la nostalgia de aquellos románticos tiempos pasados y continuemos con la descripción de la obra.

El primer movimiento, adagio, allegro non troppo, empieza con una sección lenta en modo menor. Un lúgubre solo de fagot acompañado por la cuerda grave abre la obra. Escrito en forma sonata un motivo nervioso expresando cierta angustia dará lugar al primer tema del allegro.

El segundo tema es una sentida melodía, absolutamente romántica, presentada por la cuerda con apasionado lirismo. La música va girando alrededor del tema lírico, hasta que se produce un fuerte decrescendo, terminando con un solo de fagot tan débil que casi no es audible.

Un fuerte estallido de la orquesta inicia la sección de desarrollo. Los acentos tutti rompen el silencio y provocan que el tema principal se convierta en una lucha salvaje. Este evento extraordinariamente efectivo y altamente dramático, tanto en estructura como en instrumentación, culmina con los instrumentos de viento citando una melodía de la Liturgia Ortodoxa una especie de Réquiem.

El desarrollo vuelve a la vida mientras se prepara para la recapitulación modificada del atormentado tema principal, sin que se permita que tenga lugar. Sólo cuando vuelve el tema secundario, repetido en si mayor pero sin su parte central, el movimiento puede volver a la secuencia tradicional. Solo superficialmente, apoyado en las cuerdas que se hinchan en el fondo y en los trémolos de los timbales, no nos queda más que una vana ilusión, que después de la agitación emocional del desarrollo, ya no tiene ninguna fuerza real de persuasión. El movimiento termina por extinguirse en el registro grave en la coda. Los vientos entonan una coral mediante nuevo material y una frase del himno ruso Dejémoslos descansar. Un tema de Réquiem que prefigura la muerte.

La sinfonía empieza mostrándonos el triste destino de nuestro héroe mediante el solo de fagot. Pero aún es joven y piensa en un alegre futuro. Busca el amor y parece que lo encuentra. Nos expresa la dulzura del ser querido, pero con la melancolía que le produce la idea de poder perderlo. Sentimos las luchas que le aporta la vida, de las que en un principio logra salir triunfante. Pero también siente los fracasos, llegando a sentirse abatido. Pero nuevamente le despierta el amor, llevándolo a momentos de gran intimidad y dulzura. Nuestro héroe parece haber triunfado, pero solo será una ilusión.

El segundo movimiento, allegro con grazia, está escrito en forma de scherzo, A, B, A. La primera sección tiene forma de un elegante vals, pero con un ritmo de 5/4, diferente del típico ternario bailable. La parte central correspondiente al trío, contrasta con su forma intimista, utilizando notas melancólicas y escalas descendentes. Luego se reanuda el vals, terminando con una tranquila coda en la que aparecen dolorosos suspiros.

Parece que el amor ha triunfado y nos presenta a nuestro héroe bailando en un elegante e iluminado salón con el ser de sus sueños. En un intermedio del baile se confiesan íntimos sentimientos, expresando su necesidad de amar. Se reanuda la danza pero a su final le asaltan las dudas, temiendo que su felicidad pueda terminar.

El tercer movimiento, allegro molto vivace, corresponde a una marcha scherzo. Está compuesto por un tema en forma de marcha salvaje, que pasa por diversos clímax, cada vez más intensos, hasta culminar en un largo crescendo, que nos lleva a una serie de adornos. Luego se reanuda solemnemente la marcha que lo conduce a su clímax final. Una brillante coda cierra el movimiento.

Nuestro héroe ha llegado a su punto de máximo esplendor. Arrastrado por la fuerza del amor parece que nada ni nadie podrán detenerlo. Su marcha es potente, arrolladora, dominando al mundo. El amor lo empuja al desarrollo de grandes obras.

El cuarto movimiento, finale, adagio lamentoso, andante, termina la sinfonía de manera trágica. El primer tema, recuperando el modo menor inicial del primer movimiento, muestra su amargura mediante escalas descendentes que terminan en un bajo profundo. El segundo tema, aunque está escrito en modo mayor, también expresa tristeza, pero con un sentimiento de resignación. La llamada del destino lo va arrastrando hacia la muerte.

En la recapitulación el segundo tema modula hacia el modo menor, con lo cual aumenta el efecto de aflicción. En la coda final las notas van descendiendo, cada vez más abajo de un modo desolador, hasta terminar únicamente con las notas de los violonchelos y contrabajos.

Pero de repente todo ha cambiado. Nuestro héroe ha perdido lo más apreciado, el amor. El sentimiento de soledad le invade. Se siente destruido, sin fuerzas para nada. Una visión consoladora se le presenta, pero se encuentra incapaz de salvarse. Sus lamentos son cada vez más intensos. Los recuerdos de su felicidad pasada lo llevan a la desesperación. El destino lo arrastra hacia su fatal desenlace, del que no puede escapar. Lentamente va introduciéndose en las enigmáticas sombras de la muerte.

Pocos días después del estreno de la obra, Tchaikovsky moría de cólera, el 6 de noviembre de 1893, según la versión oficial de los hechos. Pero durante mucho tiempo se ha creído que la verdad fue otra, ocultada por la biografía que realizó su hermano Modest, encubriendo los hechos reales.

Sobre este polémico tema, todavía no resuelto totalmente, se hará una amplia referencia en la biografía del compositor, correspondiente a la sexta parte de esta obra.


[1]  Obra acabada según el Profesor Carlos Luis Nuez. Véase su razonaniento en el correspondiente apéndice.