Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) hijo de Leopold Mozart nació en Salzburg, siendo en aquella época su arzobispo-príncipe Sigismund von Schrattenbach, que gozaba del privilegio de su poder temporal, además de ser la cabeza de los obispados bávaros. Su propio padre ejerció de maestro y muy pronto reveló sus extraordinarias dotes para la música.
Al comprobar que se trataba de un niño prodigio su padre lo llevó a Viena en 1762 en una larga gira, fundamentalmente para ganar dinero. Recibido por la propia emperatriz Maria Teresa en Schönbrunn, junto con su hermana y su padre, provocó gran admiración.
En Salzburg había sido nombrado Michael Haydn director de orquesta. El trabajo para el padre de Mozart era mínimo, por lo cual pudo emprender un largo viaje con sus dos hijos a través de Europa. Una gira que duraría tres años por Alemania, Bélgica, París y Londres. Empezaron con una visita a Munich que continuó con un recorrido por Alemania, pudiendo escuchar a la famosa orquesta de Mannheim.
En octubre de 1763 llegan a Bruselas sin lograr el apoyo económico deseado. De allí fueron a París donde permanecieron hasta mediados de abril de 1764. Esta estancia fue de gran importancia para el joven Mozart, pues contactó con la cultura francesa y descubrió las obras de Johann Schobert que estaba establecido en París.
El 10 de abril la familia Mozart abandona París para dirigirse a Inglaterra, donde permanecerían hasta julio de 1765. En Londres no lograron el éxito esperado, además Leopold enfermó y hubieron de retirarse a Chelsea para que se repusiera.
Antes de empezar la descripción de las sinfonías de Mozart es necesario realizar, como en el caso de las de Haydn, una aclaración sobre su catalogación. Para estudiar las obras de un autor es muy importante conocer el orden en que han sido compuestas y su correcta datación. Con esto se puede evaluar la influencia de los acontecimientos externos sobre el autor y la evolución de su estilo. Mozart no colocaba números de Opus a sus obras y nunca realizó una catalogación.
La primera acción que llegó a buen término en este campo, fue realizada en 1862, cuando el botánico, mineralogista y educador Ludwig Ritter von Köchel (1800-1877) nacido en Viena, publicó el catálogo de las obras de Mozart. Su concepto de numeración de las obras, en teoría era muy simple. A la primera obra, una sencilla pieza para clave, le puso el número 1 y a la última, el inacabado Requiem le tocó el número 626. La identificación era fácil KV 626, que significa Köchel Verzeichnis Nº 626 o sea Köchel Catálogo Nº 626. Desde la publicación del catálogo se han realizado cinco revisiones, la última en 1964, siendo la sexta edición.
En la primera edición, Köchel incorporó obras dudosas atribuidas a Mozart y otras incompletas. En las posteriores ediciones se corrigió. La eliminación de un número en el catálogo es fácil. El problema es cuando se descubre que una obra está mal datada. Su número no corresponde al orden numérico. Otro de los problemas ocurre al descubrirse nuevas obras. En este caso se colocan en el orden cronológico, entre las que corresponden, añadiendo una letra en orden alfabético. Por ejemplo “Sinfonía en re” KV 66c, significa tercera obra entre las 65 y 67. El problema estaba resuelto. Pero cuando se cambiaba la fecha de datación surgía un nuevo problema. Así la “Sinfonía Nº 11 en re mayor” KV 84 en la sexta edición del Köchel se convierte en la KV 73q. En nuestro caso para no crear confusión usaremos las notaciones originales de la primera edición. La solución es poner los dos números, KV 84 / 73q. Cuando se terminan las letras se recurre a una segunda en mayúscula. Así la “Sinfonía Nº 25 en sol menor” KV183 / 173dB.
Después de seis décadas desde la última actualización, el catálogo Köchel, que documenta la totalidad de la obra de Mozart, ha sido revisado y ampliado en una nueva edición. Esta actualización se ha realizado a partir de las más recientes investigaciones y ha sido publicada en septiembre de 2024 por Breitkopf & Härtel en colaboración con la Fundación Internacional Mozarteum. La presentación del nuevo volumen ha tenido lugar en la ciudad natal del compositor, Salzburgo.
Uno de los aspectos más destacados de esta nueva edición es la inclusión de más de noventa obras que no habían sido catalogadas anteriormente. Entre ellas, se encuentran composiciones que hasta ahora habían permanecido olvidadas o no identificadas.
Ejemplos de estas nuevas entradas incluyen el aria Per la ricuperata salute di Ofelia, KV 477a, y el Trío en Do mayor para dos violines y bajo, KV 648. Esta última, compuesta por siete movimientos breves, ha sido identificada como una obra temprana del joven Mozart, escrita posiblemente para su hermana Nannerl.
Desde su primera aparición en 1862, el catálogo Köchel se ha consolidado como la principal referencia para la música de Mozart. Sin embargo, la última revisión, realizada en 1964, quedaba desfasada respecto a los avances en la investigación mozartiana. La nueva edición, que abarca casi 1.400 páginas, incorpora los últimos descubrimientos y estudios, y más de 1.800 libros y artículos académicos sobre la vida y obra del compositor.
La edición revisada del catálogo Köchel ha añadido las composiciones descubiertas al final del catálogo, a partir del número KV 627, sin seguir un orden cronológico estricto. Además, se ha reorganizado el contenido de los apéndices, incluyendo una nueva clasificación de los arreglos que Mozart realizó sobre obras de otros compositores, como J. C. Bach o Haendel.
Continuando con Wolfgang Amadeus Mozart, lo habíamos dejado en Chelsea y allí compuso su primera sinfonía
Los comentarios de las sinfonías han sido redactados por nuestro colaborador Sergio Cánovas.
La “Sinfonía Nº 1 en mi bemol mayor” KV 16 está construida en tres movimientos copiando el estilo de Johann Christian Bach. La mayoría de las sinfonías de Mozart son obras de niñez y de juventud, por ello carecen de la importancia que tienen las primeras de Haydn.
Fue compuesta en septiembre de 1764, cuando el compositor tenía apenas ocho años. La pieza fue escrita en Londres durante el Gran Tour de Europa de la familia Mozart (1763-6), cuando tuvieron que mudarse a Chelsea durante el verano debido a la infección de garganta de Leopold Mozart. El joven prodigio fue ayudado por su hermana María (Nannerl), que se sentaba a su lado y copiaba las partes a medida que escribía. Juntos habían mostrado su virtuosismo en muchas ciudades de Austria, Alemania, Bélgica, Francia e Inglaterra. La Sinfonía fue probablemente estrenada en Londres en un concierto dado por Wolfgang y Nannerl en el Little Theatre de Haymarket el 21 de febrero de 1765.
Si bien esta gira no trajo a la familia riquezas sustanciales, el desarrollo musical de Mozart fue asombroso, en gran parte gracias al estudio y la absorción de la música de diferentes compositores y tradiciones nacionales. De hecho, el desarrollo de Mozart habría sido mucho más menguado y limitado si no fuera por esta gira y los viajes posteriores a otros países. La obra muestra la influencia de varios compositores, entre ellos su padre Leopold, Johann Christian Bach, un importante sinfonista temprano que trabajaba en Londres y a quien Mozart había conocido durante su estancia allí, y Carl Friedrich Abel, un compositor alemán cuyas partituras Mozart estudió y copió. Está presentada en una forma de tres movimientos, rápido-lento-rápido, reflejando los orígenes del género en la obertura italiana, y típica de la sinfonía clásica temprana.
El primer movimiento, allegro molto, está estructurado en forma sonata. Comienza con un amplio y majestuoso tema principal en mi bemol mayor, al que se hace referencia mucho más tarde en el principio de su Sinfonía Nº 18 y el Concierto para piano Nº 22 (1785). Le sigue una serie de acordes sostenidos en piano. Un segundo tema rítmico y animado en si bemol mayor es introducido por los violines. Esta exposición se repite como era costumbre de la época. El desarrollo comienza con el tema principal en si bemol mayor, modulando a un dramático do menor, do mayor y si bemol mayor. El material de transición nos lleva a la recapitulación de los temas en la tonalidad principal de mi bemol mayor, terminando el movimiento con una repetición opcional.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un tema principal austero y solemne en do menor para bajos sobre un acompañamiento de medias notas de oboes y trompas, prontamente repetido. Un motivo de cuatro notas en las trompas (do, re, fa, mi) también es un elemento clave. A continuación, el material modula a sol mayor, mi bemol mayor, si bemol mayor y fa menor. El resto de las cuerdas interpretan una figura en tresillo a lo largo del movimiento, que crea un ritmo cruzado de 2 por 3. La segunda sección es una ligera variación, rompiendo la repetición de tono uniforme de los violines con tríadas descendentes. A continuación, el tema principal se recapitula en la tonalidad inicial de do menor, terminando el movimiento con una repetición opcional.
El motivo de cuatro notas reaparecería más tarde en varias obras; las Sinfonías Nº 33 y 41, así como en la Missa brevis en fa mayor y la Misa en do mayor "Credo". También se puede encontrar en otros compositores (por ejemplo, en el Gradus ad Parnassum de Johann Joseph Fux y en el movimiento final de la Sinfonía Nº 13 de Haydn).
El tercer movimiento, presto, está escrito como una sonatina. Comienza con un tema principal ligero y alegre en mi bemol mayor, que parece recordar la tradición de la ópera bufa, en la que el propio Mozart desempeñaría más tarde un papel fundamental. Le sigue un segundo tema más cromático y descendente en si bemol mayor. Los violines en cascada y las trompas dominan la textura, Mozart también hace un gran juego de contrastes entre pasajes tranquilos y fuertes, y las partes tocadas solo por los violines y las de toda la orquesta. No encontramos ninguna sección de desarrollo, sino que se recapitulan los temas. Después de una breve pero florida transición, el tema principal termina la obra de modo alegre.
La “Sinfonía Nº 2 en si bemol mayor” KV 17 es una obra muy cándida de un compositor de ocho años, con mucha influencia de su padre, siendo posible que lo hubiera ayudado. Por ello esta obra se considera apócrifa en el último catálogo Köchel.
Fue supuestamente escrita en 1765, y durante mucho tiempo se creyó auténtica después de que sus obras se publicaran en el "Alte Mozart-Ausgabe" (1877-83). Sin embargo, un análisis detallado de la naturaleza estilística de la obra reveló muchas diferencias con el resto de las sinfonías de Mozart, lo que llevó a los musicólogos a atribuirla a su padre Leopold Mozart, y fecharla alrededor de 1765-71. Las sinfonías de Leopold Mozart fueron frecuentemente atribuidas erróneamente a su hijo Wolfgang, y algunas piezas atribuidas a Leopold fueron posteriormente demostradas como obra de Wolfgang. El experto Alfred Einstein llega a negar la autoría tanto a Wolfgang como a Leopold.
Leopold Mozart, un violinista que había hecho carrera en Salzburgo tocando, enseñando y componiendo, sacrificó intencionalmente su carrera para enseñar a sus prodigios musicales Maria y Wolfgang. Llevó a la familia a extensas giras de conciertos, actuando tanto para la aristocracia como para el público en toda Europa central y occidental. María afirmó más tarde que "abandonó por completo tanto la instrucción de violín como la composición para dirigir ese tiempo no reclamado al servicio del príncipe a la educación de sus dos hijos". Después de 1762, sus esfuerzos compositivos parecen haberse limitado a revisar su trabajo anterior, y en 1771 había dejado de componer por completo.
Un hábito del joven Mozart era copiar partes de la música de otros compositores para sus propios fines de estudio. Los descubrimientos posteriores de partituras musicales, o fragmentos de la mano de Mozart, a veces llevaron a la creencia de que la obra era suya. Esto no solo contribuyó a la confusión entre las obras de Wolfgang y Leopold, sino con otros compositores como Carl Friedrich Abel o Michael Haydn. A esto no ayudó la laxitud de los métodos de publicación y distribución musical en el siglo XVIII, con versiones manuscritas de la música que circulaban libremente. Todo esto podría llevar fácilmente a confusión sobre la autoría y a frecuentes atribuciones erróneas.
El primer movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con un tema principal brillante y animado en si bemol mayor, seguido de un segundo tema más galante y melódico en fa mayor. Después de una transición, el material se vuelve a exponer como era habitual en la época. El breve pero dramático desarrollo consiste en una modulación en sol menor del tema principal, haciendo un uso efectivo de los silencios y los contrastes de forte-piano. El desarrollo también se puede volver a exponer, como en la grabación adjunta. El material de transición nos lleva a la recapitulación de los temas en la tonalidad inicial de si bemol mayor. Una breve coda derivada del material principal cierra el movimiento.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria, siendo una partitura para cuerdas solistas. Se abre con un tema principal lírico en mi bemol mayor, introducido por los primeros violines y apoyado por violas y bajos. Como curiosidad, aparece en el famoso libro de texto de violín de Leopold Mozart "Versuch einer gründlichen Violinschule" (1756), originalmente en la tonalidad de fa mayor. Después de volverse a exponer, la segunda sección es una variación muy ligera, que también se vuelve a exponer. Una tranquila coda cierra el andante.
El tercer movimiento, menuetto, es una danza de origen francés muy utilizada en la música instrumental de la época. Está estructurado en forma ternaria, también para cuerdas solistas. Comienza con un tema principal rítmico a dos voces en si bemol mayor, presentado por los primeros violines acompañados por el resto de cuerdas. Después de su repetición, un segundo tema de minueto en mi bemol mayor es introducido por los violines. Al igual que el primero, se divide en dos partes que se vuelven a exponer. A continuación, el primer minueto se repite en su totalidad, terminando el movimiento con gracia.
El cuarto movimiento, presto, está escrito en forma sonata. Se abre con un tema principal rítmico y alegre en si bemol mayor, presentado por las cuerdas en forma de llamada y respuesta. Le sigue un segundo tema en fa mayor más melódico que también imita dicha técnica. Después de una transición, el material se vuelve a exponer. El desarrollo posterior también se centra en el tema principal, modulando a sol menor pero sin abandonar su elegante encanto. Al igual que en el primer movimiento, cada parte se puede volver a exponer a voluntad. Una transición nos lleva a la recapitulación de los temas en la tonalidad inicial de si bemol mayor. Una breve coda derivada del material principal cierra la obra.
La "Sinfonía Nº 3 en mi bemol mayor” KV 18 no es de Mozart. Como era habitual en la época, copió la “Sinfonía Op.7 Nº 6” de Carl Friedrich Abel, que estaba establecido en Londres, al cual nos hemos referido por su relación con uno de los hijos de Bach, Johann Christian. A pesar de copiar una obra de Abel, la gran influencia que recibió Mozart en Londres fue de Johann Christian Bach, como se puede comprobar en las siguientes sinfonías.
Fue supuestamente escrita en 1765, y durante mucho tiempo se creyó auténtica después de que sus obras se publicaran en el "Alte Mozart-Ausgabe" (1877-83). Sin embargo, un análisis detallado de la naturaleza estilística de la obra reveló muchas diferencias con el resto de las sinfonías de Mozart. En realidad fue escrita por el compositor alemán Carl Friedrich Abel en 1764, publicada más tarde como Op.7 No.6. Mozart copió la partitura con fines de estudio en Londres, durante la gran gira familiar por Europa, reemplazando los oboes por clarinetes, tal vez porque los clarinetes se usaron en la actuación a la que asistió Mozart.Carl Friedrich Abel fue un reconocido compositor de la época. Fue director musical de la corte de Dresde, y se trasladó a Londres en 1759, convirtiéndose en músico de cámara de la reina Carlota en 1764. En 1762, Johann Christian Bach, hijo de J. S. Bach, se unió a él en Londres, y la amistad entre él y Abel llevó, en 1764-5, al establecimiento de los famosos conciertos Bach-Abel, los primeros conciertos de abono de Inglaterra. En esos conciertos, aparecieron muchos artistas invitados célebres, entre ellos Mozart. Las sinfonías compuestas por Abel y Bach fueron de gran influencia para el joven Wolfgang, quien junto con Haydn, expandiría el género hasta convertirlo en una base seria y ambiciosa para algunas de las mejores músicas de la época clásica.
El primer movimiento, molto allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con un rítmico y galante tema principal en mi bemol mayor, presentado por toda la orquesta. Le sigue un segundo tema melódico en si bemol mayor, introducido por clarinetes y fagots. No encontramos la habitual reexposición del material, sino que una transición nos conduce al desarrollo vigoroso del material, con una modulación dramática a do menor. La recapitulación retorna los temas en la tonalidad principal de mi bemol mayor. Una elegante coda cierra el movimiento.
El segundo movimiento, andante, está escrito en una forma ternaria ampliada. Se abre con un tema principal lírico, algo melancólico, en do menor. Expuesto por las cuerdas con breve intervención de los vientos, que luego se repite en su totalidad. La sección central es una ligera variación de la melodía, que modula entre mi bemol mayor y do menor, aportando una profundidad más expresiva a la sinfonía. A continuación, se repite tanto el tema principal como su variación. Una breve coda cierra el movimiento.
El tercer movimiento, presto, está estructurado en forma sonata. Comienza con un brillante y vivaz tema principal en mi bemol mayor, presentado por las cuerdas. Le sigue un segundo tema rítmico, similar a una danza en si bemol mayor, introducido por clarinetes y fagots y pasando a las cuerdas. A continuación, se repite esta exposición. La breve sección de desarrollo transforma ambos temas, modulando también a do menor pero sin abandonar el elegante encanto de la música. A continuación, el material se recapitula en la tonalidad de mi bemol mayor, terminando la obra con una elegante coda.
La “Sinfonía en fa mayor” KV 19a fue compuesta en Londres a principios de 1765, cuando el compositor tenía apenas nueve años. La pieza fue escrita en Londres durante el Gran Tour de Europa de la familia Mozart (1763-6). Al igual que con el resto de las primeras sinfonías londinenses, probablemente se estrenó en un concierto público en el Little Haymarket Theatre de Londres, una ocasión perfecta para mostrar el prodigio de Wolfgang. La razón por la que no está numerada es que se perdió cuando se estableció el catálogo de Mozart entre 1877-83, no encontrándose hasta 1980 en una copia de la mano de Leopold Mozart. A diferencia de otras sinfonías, la autoría de Wolfgang está firmemente establecida.
El primer movimiento, allegro assai, está estructurado en forma sonata. Comienza con un brillante y animado tema principal en fa mayor, introducido por los primeros violines sobre el acompañamiento del resto de cuerdas y notas pedal de trompas y oboes. Le sigue un segundo tema en do mayor, más melódico, también presentado por los primeros violines. Una transición conduce a la repetición de la exposición, algo habitual de la época. El desarrollo subsiguiente modula a través de do menor, re mayor, sol menor y fa mayor, al mismo tiempo que el tema principal se establece en forma de canon. A continuación, el material se recapitula en la tonalidad principal de fa mayor, terminando el movimiento con una firme coda.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un tema principal melódico y elegante en si bemol mayor, expuesto por violines y apoyado por violas y trompas. Después de repetirlo en su totalidad, la segunda sección ofrece una ligera variación en fa mayor, modulando rápidamente a sol menor en un toque dramático, antes de volver a fa mayor. Esta parte también se repite, llevándonos a una serena coda.
El tercer movimiento, presto, está estructurado como un rondó. Comienza con un tema principal animado y rítmico en fa mayor para violines, que se repite. El segundo tema también es rítmico, introducido por violines y oboes en la tonalidad de do mayor. El tema principal regresa pero en sol menor, lo que lleva a la recapitulación del segundo tema antes de modular a fa mayor. El tema principal parece repetirse, pero se detiene después de un giro cromático a do, después de una breve pausa, el segundo tema reaparece en fa mayor en un vigoroso forte. Mozart volvería a estos efectos sorpresa para los finales del Concierto para violín Nº 1 o en la Sinfonía Nº 29. Toda esta sección se repite antes de que una brillante coda termine la obra.
La “Sinfonía Nº 4 en re mayor” KV 19 es la última compuesta en Londres. El estilo continúa siendo el galante de Johann Christian Bach, escrita en tres movimientos y con la simple orquestación de dos trompas, dos oboes y cuerda.
La Sinfonía fue compuesta en el verano de 1765, cuando el compositor tenía apenas nueve años. La pieza fue escrita en Londres durante el Gran Viaje por Europa de la familia Mozart (1763-6), aunque algunos afirman que fue terminada en La Haya, en los Países Bajos. Al igual que la primera, probablemente se estrenó en un concierto público en el Little Haymarket Theatre de Londres (o más tarde en La Haya), una ocasión perfecta para mostrar el prodigio de Wolfgang. A pesar del número, la cuarta sinfonía es en realidad la segunda de Mozart. Las dos anteriores fueron escritas por Leopold Mozart y Johann Christian Bach.
El primer movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con un solemne y majestuoso tema principal en re mayor, presentado a través de una fanfarria al unísono de toda la orquesta. Le sigue un segundo tema lento rítmico en la mayor, introducido por los violines, alterando las expectativas al comenzar en mi mayor. Una transición audaz y sincopada presenta una modulación repentina a la menor. No hay reexposición, un elemento esperado en ese momento. El desarrollo es extremadamente conciso, centrado en el segundo tema y dominado por el trémolo. La recapitulación trae de vuelta el material en la tonalidad de inicio de re mayor. Una firme serie de acordes cierran el movimiento.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un tema principal lírico en sol mayor, presentado por violines y apoyado por violas, bajos y una nota de pedal de trompa. Está propulsado por un ritmo de tresillo de semicorcheas, que se repite en su totalidad. La segunda sección es una variación del tema, con una modulación dramática a mi menor, luego a re mayor y finalmente a la tonalidad inicial de sol mayor. Después de que esta parte también se repite, el movimiento termina repentinamente sin una coda real.
El tercer movimiento, presto, está estructurado en forma sonata. Comienza con un tema principal vivo y animado en re mayor, presentado forte por toda la orquesta, sostenido por un ritmo punteado que recuerda a una giga. Aparece entonces un segundo tema en la mayor, más moderado y galante, introducido canónicamente por los violines. Este movimiento en su conjunto se caracteriza por un rápido cambio de dinámica (forte-piano). Después de repetir esta exposición, comienza el desarrollo con modulaciones de los temas a mi menor y si menor. A continuación, los materiales se recapitulan en la tonalidad de re mayor. Después de repetirse también la segunda sección, una decidida coda termina la obra.
La familia Mozart cruza el estrecho con destino a Calais para llegar a Holanda, donde sufrieron varias enfermedades tanto el padre como sus dos niños.
La "Sinfonía Nº 5 en si bemol mayor” KV 22 continúa en el estilo de sus obras anteriores. Fue compuesta en diciembre de 1765, cuando el compositor tenía apenas nueve años. Fue escrita en La Haya (Países Bajos) durante el Gran Viaje por Europa de la familia Mozart (1763-6). Ese mismo año, Mozart y su hermana María fueron atacados por una enfermedad letal similar a la fiebre tifoidea, que era endémica en la Europa del siglo XVIII. El joven Wolfgang probablemente escribió esta composición mientras se recuperaba. La sinfonía fue estrenada el 22 de enero de 1766, interpretada en un concierto público ofrecido por Wolfgang y Nannerl en la sala Oude Doelen de La Haya. Está presentada en una forma de tres movimientos, rápido-lento-rápido, reflejando los orígenes del género en la obertura italiana, y típica de la sinfonía clásica temprana.
La obra, como las anteriores, muestra la influencia de varios compositores, entre ellos su padre Leopold, Johann Christian Bach, a quien Mozart había conocido durante su estancia en Londres, y de Carl Friedrich Abel, cuyas partituras Mozart estudió y copió. La escuela de Mannheim también tiene una influencia particularmente prominente en esta sinfonía.
El primer movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con un acorde de tónica seguido de tema principal rítmico en si bemol mayor, que se eleva en un crescendo al estilo de Mannheim. Le sigue un segundo tema más melódico en fa mayor, introducido por violines. A diferencia de otras sinfonías de Mozart, no hay una sola repetición de ninguna sección, algo habitual de la época. Una transición nos lleva al desarrollo del material, con una modulación dramática a fa menor y do menor. La sección de recapitulación es inusual, no alcanzando la tonalidad inicial de si bemol mayor hasta que aparece el segundo tema, tal vez una sorpresa de Mozart para el público de la época. Una firme serie de acordes cierra el movimiento. La ausencia de repeticiones y el abundante uso de emociones acercan el movimiento a una obertura de aquella época.
El segundo movimiento, andante, está escrito como un rondó (A-B-A-B-A-B-Coda). Se abre con un expresivo tema principal en sol menor, expuesto entre cuerdas y oboes. Un elemento barroco presente en este movimiento es el bajo lamento (una línea de bajo que desciende en medios tonos). Un segundo tema más lírico y esperanzador se presenta en si bemol mayor, ofreciendo contraste. A continuación, los temas se repiten con ligeras variaciones y ambos en si bemol mayor. Una segunda recapitulación recupera el tema principal en sol menor, y la segunda en do menor, dando lugar a una coda residual en la que se alternan ambas tonalidades.
El tercer movimiento, molto allegro, es un rondó muy compacto (A-B-A'-C-A''-Coda). Se abre con un animado y alegre tema principal en si bemol mayor. Al parecer, fue tomado del final de un concierto para teclado de Johann Christian Bach, que también recuerda la introducción del cuarteto "Signore, die fuori son già i suonatori" del final del segundo acto de la ópera bufa de Mozart "Le nozze di Figaro" (1786). El primer intermezzo es un inicio lento muy corto antes de volver al material principal. El segundo intermezzo es más lento y majestuoso en sus ritmos de minueto. A continuación, vuelve el tema principal. Una coda que se deleita en los fuertes contrastes pone fin a toda la obra.
La “Sinfonía en sol mayor” KV 45a fue compuesta en 1766, cuando el compositor tenía apenas diez años. Fue escrita en La Haya (Países Bajos) durante el Gran Viaje por Europa de la familia Mozart (1763-6). Probablemente se estrenó en un concierto público en la ciudad, como ocurre con la mayoría de las primeras sinfonías de Mozart. Fue revisada en 1767, después de que la familia regresara de la gira. La pieza tiene una larga y complicada historia de debates sobre la autoría, al igual que varias de las sinfonías sin numerar de Mozart encontradas mucho después de su muerte. Las sinfonías de Leopold Mozart fueron frecuentemente atribuidas erróneamente a su hijo Wolfgang, y algunas piezas atribuidas a Leopold fueron posteriormente demostradas como obra de Wolfgang.
En 1769, la familia Mozart se detuvo en la Abadía de Lambach en Austria, que ofrecía habitaciones y comidas para los viajeros y mantenía una pequeña capilla, tanto para la liturgia como para el entretenimiento. Como agradecimiento por la hospitalidad, la familia regaló a la abadía manuscritos de dos sinfonías en sol mayor, una de Wolfgang y otra de Leopold. Se presumieron perdidas hasta que las partituras fueron descubiertas en 1923, siendo inspeccionadas por los musicólogos Alfred Einstein y Anna Abert. La primera (K. 45a), en tres movimientos y de estilo más arcaico, se subtituló "Old Lambach" y se supuso que era de Leopold. La segunda (G16), en cuatro movimientos y más avanzados, se subtituló "New Lambach" y se asumió que era de Wolfgang. Sin embargo, después de una exhaustiva investigación por parte de Neal Zaslaw, se descubrió que la "New Lambach" fue escrita por Leopold y la "Old Lambach" fue escrita por Wolfgang.
El primer movimiento, allegro maestoso, está estructurado en forma sonata. Comienza con un animado tema principal en sol mayor, presentado por violines sobre acordes de trompa y oboe. Un segundo tema en re mayor más gallardo también es introducido por violas y bajos, pasando al resto de la orquesta. Después de una transición, toda la exposición se repite desde el principio, algo habitual en la época. El desarrollo se abre con el tema principal en re mayor, modulando rápidamente a un mi menor mucho más oscuro. A continuación, los materiales se recapitulan en la tonalidad principal de sol mayor, con una repetición opcional al final del movimiento.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un tema principal lírico en do mayor, presentado por los violines con sordina, acompañados por violas y bajos, con notas de pedal de instrumentos de viento. Se desarrolla como una serenata tranquila, casi nocturna, con un ritmo suavemente mecedor. Toda la exposición se repite. La segunda sección presenta modulaciones del tema principal a sol mayor, mi menor y sol mayor de nuevo, siendo también transformado. Luego se recapitula en la tonalidad inicial de do mayor, terminando con una serena coda.
El tercer movimiento, presto, está estructurado en forma ternaria. Comienza con un tema principal rítmico y animado en sol mayor, presentado por violines y trompas. Se repite desde el principio, seguido de una sección central que consiste en una variación del material principal. Una recapitulación del tema principal en su forma original termina el movimiento de una manera animada, con una repetición opcional desde la sección central hacia adelante.
La “Sinfonía en fa mayor” KV 76 fue compuesta entre diciembre de 1766 y marzo de 1767, cuando el compositor tenía diez u once años. Fue escrita después de que la familia Mozart regresara a Salzburgo de su gran gira de tres años por Europa Occidental. Al igual que con varias de las sinfonías sin numerar de Mozart, la autoría es objeto de debate. El manuscrito original se perdió, la única fuente para esta sinfonía fue un conjunto de partes en los archivos de la editorial Breitkopf & Härtel. Se publicó como suplemento del catálogo principal en 1881, pero el conjunto de piezas fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial.
La fecha aproximada de la composición fue deducida por Téodor de Wyzewa y Georges de Saint-Foix por motivos estilísticos, cuando se comparó con otras sinfonías tempranas y la obertura de "Die Schuldigkeit des ersten Gebots". Hermann Abert y Alfred Einstein cuestionaron dicha fecha y señalaron el estilo más avanzado del minueto, sugiriendo que era una adición posterior de Mozart cuando estaba en Viena, y que la obra estaba originalmente en tres movimientos como el resto de las sinfonías tempranas (sin contar la Nº 2), derivada de la obertura italiana. Por otro lado, Gerhard Allroggen y Cliff Eisen sospechan que el verdadero autor de la sinfonía fue Leopold Mozart debido a sus características estilísticas. Hoy en día, generalmente se asume que fue escrita por Wolfgang, pero en ausencia del material de origen, el problema probablemente seguirá sin resolverse.
El primer movimiento, allegro maestoso, está estructurado en forma sonata. Comienza con un tema principal grácil en fa mayor, introducido en piano por los primeros violines acompañados por violas y bajos, sobre acordes de trompas, fagots y oboes. Le sigue un segundo tema rítmico en do mayor, también introducido por los violines sobre figuraciones de los vientos. A continuación, se repite toda esta exposición, como era habitual en la época. El desarrollo comienza con el tema principal en do mayor, modulando a re menor y luego de nuevo a fa mayor, mientras todo se transforma a través de disonancias y síncopas. La recapitulación muy comprimida trae de vuelta el material en la tonalidad inicial de fa mayor. Una coda firme termina el movimiento con una repetición opcional a partir del desarrollo.
El segundo movimiento, andante, también está escrito en una forma sonata modificada. Se abre con un elegante y melódico tema principal en si bemol mayor, expuesto por el acompañamiento de violines sobre viola, bajos y fagots. Un segundo tema en fa mayor es introducido por los fagots, seguidos por los violines. A continuación, se repite esta exposición. El desarrollo presenta el tema principal en fa mayor, modulando a sol menor antes de un pasaje sustancial dominado por fagots acompañados por cuerdas. A continuación, el tema principal vuelve a la tonalidad de si bemol mayor, seguido de una repetición del desarrollo hasta la coda.
El tercer movimiento, menuetto, es un minueto en forma ternaria. Comienza con un tema principal rítmico de dos partes en fa mayor, cada sección se repite. El trío central consiste en una variación del minueto en re menor, similar a la "Canción del vigilante nocturno" de la República Checa, que también es citada por Joseph Haydn en su Sinfonía Nº 60. El avance de Mozart se muestra en el cromatismo y la alternancia entre el unísono y el piano. El minueto a dos voces se repite en su totalidad, terminando el movimiento con encanto.
El cuarto movimiento, allegro, está estructurado en una forma sonata modificada. Se abre con un rítmico y galante tema principal en fa mayor, extraído de una gavota de "Le Temple de la Gloire" de Jean-Philippe Rameau (tercer acto, tercera escena). Se despliega en un delicado contrapunto entre violines, que conduce al brillante y animado segundo tema en do mayor. El desarrollo consiste en una serie extendida de modulaciones del material; la mayor, re menor, sol mayor y do mayor. No encontramos ninguna recapitulación, sino que un trémolo comienza en sol menor y conduce a través de fa mayor, re menor y sol mayor a do mayor. Una coda, derivada del tema principal, termina la obra en fa mayor.
El viaje por Europa continuaba. De Holanda regresaron de nuevo a París, continuando las exhibiciones de los niños. De allí se dirigieron a Suiza y pasando por el sur de Alemania volvieron finalmente a Salzburg. Pero en septiembre de 1767 partieron de nuevo hacia Viena, considerando que el ambiente de Salzburg era demasiado pueblerino para sus ambiciones.
La “Sinfonía Nº 6 en fa mayor” KV 43 contiene un interesante andante que destaca en la producción del joven Mozart. La influencia de la escuela de Viena se empieza a notar.
Fue compuesta en 1767, cuando el compositor tenía apenas once años. Después del regreso del Gran Viaje de Mozart por Europa Occidental en 1766, la familia se trasladó a Viena en busca de oportunidades musicales. La sinfonía probablemente se comenzó en la ciudad y se completó en Olmütz (Olomouc), una ciudad de Moravia a la que la familia Mozart huyó para escapar de una devastadora epidemia de viruela en Viena, que no impidió que el joven Mozart y su hermana Nannerl contrajeran la enfermedad. Se estrenó en Brno el 30 de diciembre de 1767, en un concierto organizado por el conde von Schrattenbach, hermano del arzobispo de Salzburgo.
Las primeras sinfonías de Mozart fueron escritas en el estilo de la obertura tripartita italiana, influenciada por su padre Leopold Mozart, Johann Christian Bach y Carl Friedrich Abel. Después de su regreso a Austria, Wolfgang adoptó rápidamente el modelo de cuatro movimientos de la sinfonía vienesa, enriquecido por los muchos estilos y tradiciones que absorbió en sus viajes. La evolución del compositor también fue asombrosa en estos años, mostrando una creciente sofisticación en la orquestación, la invención melódica, la forma y la textura. Por ejemplo, las sinfonías anteriores de Mozart contaban con partes prominentes de trompa y fagot, y con la número seis agregó partes de viola divididas independientes, así como flautas.
El primer movimiento, allegro, está estructurado en una forma sonata modificada. Comienza con un solemne tema principal en fa mayor, expuesto in forte por toda la orquesta. Es posible que Mozart se inspirara en la Sinfonía en sol mayor Op. 6 Nº 1 (1764) de Johann Christian Bach para componer el comienzo del movimiento. Se desarrolla inmediatamente a medida que modula a do mayor, alcanzando un clímax. Un segundo tema melódico en do mayor es expuesto por las cuerdas. A continuación, se repite toda esta exposición, como es habitual en la época. El desarrollo se abre con el tema principal en la mayor, modulando a re menor, sol mayor y do mayor a medida que se transforma. La recapitulación trae de vuelta los temas en la tonalidad principal de fa mayor, terminando el movimiento con una coda firme y una repetición opcional.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un tema principal lírico y pastoral en do mayor, expuesto por violines con sordina, violas divididas y flautas sobre bajos en pizzicato. Está extraído del dúo "Natus cadit, atque Deus" de "Apolo y Jacinto" de Mozart, escrito en la primavera de 1767 en Salzburgo. A continuación, esta exposición se repite en su totalidad, lo que nos lleva a la segunda sección, que es una ligera variación del tema. El movimiento termina de repente sin una coda real.
El tercer movimiento, menuetto, es un minueto en forma ternaria. Comienza con un galante tema principal a dos voces en si bemol mayor, caracterizado por sus tresillos ascendentes y descendentes. La sección de trío a dos voces es para cuerdas solistas, y también se caracteriza por alegres tresillos ascendentes. Los violines lideran la primera parte y el bajo lidera la segunda parte. Para romper este patrón, al final del trío aparece un pasaje cromático al unísono con síncopas. El tema principal se recapitula de forma abreviada, terminando el minueto en un tono grácil.
El cuarto movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Se abre con un tema principal en fa mayor vivaz y rítmico, presentado por toda la orquesta al estilo de una giga. Después de una breve transición, se introduce un segundo tema más melódico en do mayor en piano, construido sobre tríadas rotas parcialmente disminuidas en los violines, apuntaladas por tríadas o acordes múltiples en la viola. Esta exposición se repite, conduciéndonos al desarrollo avanzado. En el cual el tema principal reaparece en do mayor, pero luego introduce nuevo material en una continuación con suspensiones enfatizadas y el martilleo de corcheas al unísono. El segundo tema también aparece en re menor. A continuación, el material se recapitula en la tonalidad inicial de fa mayor, terminando la obra con una repetición opcional.
La “Sinfonía Nº 7 en re mayor" KV 45 fue compuesta en enero de 1768, cuando el compositor tenía apenas once años. Fue escrita en Viena, después de que la familia Mozart huyera de Brno, en Moravia, para escapar de una devastadora epidemia de viruela, que fracasó cuando el joven Mozart y su hermana Nannerl contrajeron la enfermedad. La obra fue posiblemente estrenada en un concierto ofrecido por el príncipe von Galitzin, el embajador ruso, en su residencia a finales de marzo de 1768. La sinfonía sería más tarde reutilizada como obertura para la ópera bufa "La finta semplice", que debido a una elaborada intriga no se representó en Viena sino en Salzburgo en 1769. Para la ópera, Mozart eliminó el menuetto y se modificó la orquestación.
La evolución del compositor también fue asombrosa en estos años, mostrando una creciente sofisticación en la orquestación, la invención melódica, la forma y la textura. A modo de ejemplo, las sinfonías anteriores de Mozart presentaban destacadas partes de trompa y fagot, y con la número siete añadió timbales y trompetas.
El primer movimiento, molto allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con una serie de acordes enfáticos, seguidos de un tema principal rítmico y animado en re mayor, expuesto por los violines y haciendo uso de contrastes forte-piano. Un segundo tema igualmente animado en la mayor es introducido por violines y violas. No encontramos ninguna reexposición, a diferencia de la mayoría de las sinfonías anteriores de Mozart. Una transición más tranquila y melódica nos conduce al desarrollo, que transforma los temas a la vez que insiste en los contrastes forte-piano. Mientras tanto, la música modula a re mayor, si menor, mi menor y la mayor. La recapitulación recupera el material en la tonalidad inicial de re mayor, terminando el movimiento con tres firmes acordes.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un tema principal melódico y galante en sol mayor, introducido por los violines y apoyado por un ritmo constante de tresillos. La música se basa en la interacción de la figura ascendente de corcheas en la melodía y los tresillos arpegiados en el acompañamiento, así como en su partitura solo para cuerdas. A continuación, esta parte se repite, dando lugar a la segunda sección, que consiste en una variación de la melodía mientras se modula a través de las tonalidades (la menor, sol mayor, do mayor y de vuelta a sol mayor). La segunda sección también se repite, antes de que una conclusión repentina pero serena termine el movimiento.
El tercer movimiento, menuetto, es un minueto en forma ternaria. Comienza con un tema principal en re mayor a dos voces. Se caracteriza por sus cuartas y quintas descendentes y acentuadas, así como por la figura de tresillo que responde. En la segunda parte, las síncopas y los ritmos punteados aligeran el ambiente. El trío central introduce un tema más sostenido y melódico en sol mayor, expuesto en piano por las cuerdas. A continuación, el menueto se repite en su totalidad, antes de que una solemne coda termine el movimiento.
El cuarto movimiento, molto allegro, está estructurado en forma binaria. Se abre con un tema principal rítmico en re mayor, presentado por toda la orquesta y sostenido por un ritmo punteado. Se basa en una melodía transmitida oralmente, que se puede encontrar de manera similar en la introducción del "Paseo en trineo musical" de Leopold Mozart y que se hizo muy popular en Londres alrededor de 1800 bajo el título de "La flauta de Del Caro". Le siguen varios pequeños motivos rítmicos, antes de repetir esta exposición. La segunda sección es un desarrollo que comienza con el tema principal en la mayor, modulando a si menor y luego retorna a la mayor, combinado con los motivos escuchados anteriormente. A continuación, el tema se recapitula en la tonalidad inicial de re mayor, terminando la obra con acordes enfáticos. La versión de la obertura de la ópera, por otro lado, no tiene repeticiones y va directamente al coro introductorio de la ópera. Se han señalado similitudes con el primer movimiento de la Sinfonía en mi bemol mayor Op. 3 de Johan Christian Bach (publicada en 1765).
La “Sinfonía en si bemol mayor" KV 45b fue supuestamente compuesta a principios de 1768 en Viena (no en Salzburgo como algunos afirman), pero la partitura se perdió durante mucho tiempo. El experto en Mozart Alfred Einstein descubrió un conjunto de partes en la Biblioteca Estatal de Berlín, fechado a principios de 1768 por motivos estilísticos. Sin embargo, algunos estudiosos cuestionan la autoría de la obra por parte de Mozart, un problema que afecta a varias de estas primeras sinfonías sin numerar, compuestas en el momento en que las habilidades compositivas y la notoriedad del joven Wolfgang comenzaban a eclipsar claramente a las de su padre Leopold. Además, la fecha también es incierta, Neal Zaslaw fechó la sinfonía cautelosamente en Salzburgo en 1767, y la partitura de las partes lleva la fecha de noviembre de 1769.
Las sinfonías anteriores de Mozart presentaban destacadas partes de trompa y fagot, y con la número siete añadió timbales y trompetas. La Sinfonía en si bemol mayor es una especie de excepción en esta progresión, siendo más bien un retroceso a sus primeras sinfonías.
El primer movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con un tema principal rítmico y animado en si bemol mayor, expuesto por los violines. Un segundo tema más melódico en fa mayor es introducido también por los violines, con un motivo de cuatro notas en los bajos que ya apareció en el segundo movimiento de la Sinfonía Nº 1 (y que reaparecería en el final de la Sinfonía Nº 41). No encontramos ninguna reexposición, sino que una transición cromática y en trémolo nos lleva al desarrollo. Comienza con el tema principal en fa mayor, pronto transformado. Se reintroduce el segundo tema, modulando a sol menor, fa mayor, mi bemol mayor (cada uno con el motivo de cuatro notas en el bajo). La misma transición que la anterior nos lleva a la recapitulación del material en la tonalidad principal de si bemol mayor. Una firme coda cierra el movimiento.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un elegante y melódico tema principal en mi bemol mayor, presentado en piano por toda la orquesta. Se desarrolla de forma cromática, empleando ritmos sincopados y cambios dinámicos repentinos para dar forma a sus contornos melódicos. A continuación, se repite esta exposición. La música es algo similar a la del dúo "Crudel! perchè finora" del Acto 3 de la ópera bufa "Las bodas de Fígaro" (1786). La segunda sección consiste en una breve variación en si bemol mayor, seguida de una recapitulación del tema principal en la tonalidad inicial de mi bemol mayor. Una tranquila coda termina el movimiento con una repetición opcional.
El tercer movimiento, menuetto, es un minueto en forma ternaria. Comienza con un elegante y majestuoso tema principal a dos voces en si bemol mayor, presentado por violines y caracterizado por el énfasis insistente en la nota principal si y una figura de tríada descendente. Cada parte se repite como es habitual en los minuetos de esta época. El trío central se abre con un segundo tema en fa mayor, más melódico y cantabile a dos voces, introducido por los primeros violines apoyados por un ritmo sincopado en los segundos violines. La segunda parte presenta saltos interválicos y contrastes de forte-piano. A continuación, se repite el minueto, dando paso a una firme coda.
El cuarto movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Se abre con un tema principal vivo y animado en si bemol mayor, presentado por los primeros violines con articulación decisiva y ritmos "escoceses" punteados inversos. A continuación, se introduce un segundo tema en fa mayor, igualmente animado, con intercambios entre el primer y el segundo violín. A continuación, se repite esta exposición. El desarrollo subsiguiente comienza con el tema principal en fa mayor, modulando a re mayor, sol menor, sol mayor, do mayor y de vuelta a fa mayor. Todo ello empleando el cromatismo y los trémolos como recursos dramáticos. La recapitulación lleva el material a la tonalidad principal de si bemol mayor, terminando la obra con una serie de acordes.
La “Sinfonía Nº 8 en re mayor” KV 48 es la última compuesta en Viena. Su estilo es parecido a las anteriores. Fue compuesta en diciembre de 1768, escrita en Viena cuando tenía doce años. Se desconoce la fecha de estreno y los artistas involucrados. No hay registros de una comisión, cuentas de una actuación o correspondencia que mencione la obra. Puede haber sido escrita para un cliente privado, un concierto de despedida en Viena o para un concierto planeado inmediatamente después del regreso a Salzburgo. Finalmente, el viaje a Viena fue una decepción, ya que Mozart no logró un puesto oficial y los intentos de representación de "La Finta Semplice" se vieron frustrados por las intrigas de la corte. La familia regresó a Salzburgo en enero de 1769.
Las sinfonías anteriores de Mozart presentaban destacadas partes de trompa y fagot, y con la número siete añadió timbales y trompetas. A esta orquestación ampliada le sigue esta sinfonía, que representa un gran salto adelante para Mozart.
El primer movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con un tema principal solemne y expansivo en re mayor, expuesto por toda la orquesta. Hace un uso efectivo de los contrastes forte-piano y los saltos interválicos. A continuación, se introduce un segundo tema más rítmico y agitado en la mayor por los oboes y las cuerdas, seguido de un flujo continuo de rápidas semicorcheas en los violines. A continuación, se repite toda esta exposición, como era costumbre en la época. La sección de desarrollo sustancial comienza con el tema principal en la mayor, transformando los temas mientras modula a fa sostenido, luego a si mayor, la mayor y sol mayor. La recapitulación recupera el material en la tonalidad inicial de re mayor, con sutiles variaciones de la exposición inicial. El movimiento termina con una repetición opcional.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria para cuerdas solistas. Se abre con un tema principal melódico y cantabile en sol mayor introducido por los violines, que se desarrolla con saltos de intervalo más grandes y algunas appoggiaturas. A continuación, se repite esta exposición. La segunda sección consiste en una variación del tema primero en re mayor, modulando a mi menor, comenzando con un salto de octava en el círculo de quintas hacia abajo a través de la, re, sol y do mayor. Esta segunda parte también se repite, terminando el movimiento con calma.
El tercer movimiento, menuetto, es un minueto en forma ternaria. Comienza con un pomposo y majestuoso tema principal a dos voces en re mayor, con negras de movimiento lento contrastadas con rápidas semicorcheas. Cada parte se repite. La sección de trío, para cuerdas solistas, presenta un segundo tema a dos voces más melódico en sol mayor, expuesto en piano y apoyado por un ritmo punteado. Cada parte también se repite. A continuación, se repite el minueto, terminando con gran solemnidad.
El cuarto movimiento, molto allegro, está estructurado en forma sonata. Se abre con un tema principal animado y rítmico en re mayor, presentado en forma de giga y que reitera los contrastes del forte-piano. Un segundo tema en la mayor es introducido por violines y bajos. A continuación, se repite toda esta exposición, lo que lleva a un breve desarrollo del material, con el tema principal en la mayor antes de modular a si menor y volver a la tónica re mayor. A continuación, los temas se recapitulan en la tonalidad inicial de re mayor, terminando el movimiento con una repetición opcional marcada en el compás final.
En enero de 1769 los Mozart regresan a Salzburg. De su estancia en Viena Mozart sacó un balance positivo, tanto en el campo de la ópera como en el de la música instrumental. Pudo escuchar las obras de Haydn, Gassmann y Dittersdorf.
Leopold Mozart consideraba indispensable, para completar la educación musical de su hijo, realizar un viaje a Italia, como lo hacían la mayoría de músicos centroeuropeos. Así en diciembre de 1769, esta vez Leopold solo con su hijo, parten hacia Italia. En Milán dio un concierto en presencia del famoso Sammartini, que emocionado abrazó al niño prodigio. Luego continúan hacia Bolonia, Florencia y en el mes de abril llegan a Roma.
La “Sinfonía Nº 9 en do mayor” KV 73/75a fue compuesta aproximadamente entre 1769 y 1770, justo antes o al principio del primer viaje a Italia. Es posible que se iniciara en Salzburgo, antes de que comenzara el viaje, y se completara durante el viaje. Se desconoce la fecha de estreno y los artistas involucrados. La pieza muestra el estilo ecléctico de Mozart, absorbiendo elementos de todas las tradiciones nacionales y compositores que estudió. Adaptó conscientemente su música al país y a las ocasiones en las que escribía. Las sinfonías Nº 1-5 fueron escritas en el molde de obertura italiana de tres movimientos, mientras que las Nº 6-9 fueron compuestas en el estilo vienés de cuatro movimientos. Esta adaptabilidad y absorción muestra el rápido desarrollo de la maestría de Mozart en la composición, mejor representada en su Sinfonía Nº 9.
Entre 1769 y 1773, el joven Mozart y su padre Leopold realizaron tres viajes a Italia. El primero, una larga gira de 15 meses, fue financiado por actuaciones para la nobleza y conciertos públicos, y recorrió las ciudades italianas más importantes. El segundo y tercer viaje fueron a Milán, para que Wolfgang completara las óperas que le habían encargado allí en la primera visita. Desde la perspectiva del desarrollo musical de Wolfgang, los viajes fueron un éxito considerable, y su talento fue reconocido con honores que incluían el título de caballero papal y el de miembro de las principales sociedades filarmónicas. Los triunfos italianos de Wolfgang resultaron efímeros; no consiguió un puesto en la corte, y a pesar de los éxitos críticos y populares de sus óperas de Milán, no fue invitado a escribir otra, y no hubo más encargos de ninguno de los otros centros que había visitado.
El primer movimiento, allegro, está estructurado como una sonatina. Comienza con un tema principal rítmico y solemne en do mayor, introducido como una fanfarria in forte pero respondido por frases de la cuerda en piano. Un segundo tema en sol mayor igualmente animado es introducido por las cuerdas, que recuerda bastante al estilo de Mannheim. A diferencia de otras sinfonías de Mozart, no encontramos reexposiciones. Tampoco encontramos una sección de desarrollo, sino una transición caracterizada por su punto de pedal en sol, sobre el que violines y oboes tocan un motivo de cuatro compases con trinos. A continuación, los temas principales se recapitulan en la tonalidad inicial de do mayor. En general, el movimiento tiene un carácter de obertura, debido a los largos pasajes de forte y trémolo y a la falta de repetición.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un lírico y grácil tema principal en fa mayor, introducido mediante intercambios entre los primeros violines y las flautas. Estos dúos entre violines y flautas nos conducen a modulaciones en sol mayor y do mayor. A continuación, se repite esta exposición. La segunda sección consiste en una variación del tema, modulando brevemente a sol menor antes de volver a la tonalidad inicial de fa mayor. Esta parte también se repite, terminando con una suave coda.
El tercer movimiento, menuetto, es un minueto en forma ternaria. Comienza con un gallardo y majestuoso tema principal a dos voces en do mayor, caracterizado por su movimiento de negras y una figura conmovedora. Cada parte se repite. La sección de trío (para cuerdas solas) presenta un segundo tema más melódico a dos voces en fa mayor, introducido en piano por las cuerdas y con un ritmo suavemente oscilante. A continuación, el minueto se repite en su totalidad terminando con una solemne coda.
El cuarto movimiento, molto allegro, está estructurado como un rondó (A-B-A-C-A-Coda). Se abre con un vivo y animado tema principal en do mayor, presentado por toda la orquesta en forma de contradanza y luego repetido. El primer episodio está dominado por un motivo de cuatro notas, seguido de acordes rotos que alternan entre sol mayor y re mayor. A continuación, se recapitula el tema principal, seguido del segundo episodio en do mayor con frases de la cuerda respondidas por acordes de los vientos. A continuación, se repite el tema principal. El tercer episodio es el más sustancial, con una modulación dramática a do menor, construida sobre una variación del ritmo de contradanza inicial. Después de una recapitulación final del tema principal, una coda rítmica cierra la obra. En general, este rondó es más al estilo francés que al alemán o al italiano.
La “Sinfonía Nº 10 en sol mayor” KV 74 fue compuesta probablemente entre enero y marzo de 1770, durante el primer viaje de Wolfgang a Italia con su padre Leopold. Al mudarse de Viena a Italia, Mozart hizo un esfuerzo consciente para adaptarse al estilo italiano, como se muestra en el regreso a la forma de obertura italiana temprana, en lugar de la vienesa de cuatro movimientos. Se desconoce la fecha de estreno y los artistas involucrados. En realidad, la obra está escrita en dos movimientos, siendo el andante la segunda parte del primer movimiento, seguido inmediatamente después de un compás doble. Esta obra, así como las subsiguientes (pero dudosas) cuatro sinfonías en re mayor, fueron obviamente escritas para los gustos del público italiano, influenciadas por la ópera bufa. A diferencia de éstas, la décima es claramente de Mozart.
Los dos movimientos iniciales están encadenados, como era típico en las oberturas de ópera italianas. Por ello se pensó que en un principio Mozart la había compuesto como obertura de su ópera Mitridate. La estructura del allegro es muy sencilla sin presentar desarrollo de sus temas, igual ocurre en el andante. El allegro final es un rondó, cuyo segundo episodio contiene el primer uso en Mozart de lo que se llamará música turca con sus ritmos característicos.
Entre 1769 y 1773, el joven Mozart y su padre Leopold realizaron tres viajes a Italia. El primero, una larga gira de 15 meses, fue financiado por actuaciones para la nobleza y conciertos públicos, y recorrió las ciudades italianas más importantes. El segundo y tercer viaje fueron a Milán, para que Wolfgang completara las óperas que se habían encargado allí en la primera visita. Desde la perspectiva del desarrollo musical de Wolfgang, los viajes fueron un éxito considerable, y su talento fue reconocido con honores que incluían el título de caballero papal y ser miembro de las principales sociedades filarmónicas. Sin embargo, los triunfos italianos de Wolfgang resultaron efímeros; no consiguió un puesto en la corte, y a pesar de los éxitos críticos y populares de sus óperas de Milán, no fue invitado a escribir otra, y no hubo más encargos de ninguno de los otros centros que había visitado.
El primer movimiento, allegro, andante, está estructurado como una sonatina. Comienza con un elegante tema principal en sol mayor, construido sobre secuencias de acordes al unísono forte y corcheas ascendentes y descendentes de los violines, separadas por silencios, continuadas en los instrumentos de viento. También se pueden encontrar inicios similares en las K. 95 y K. 97. La transición de trémolo subsiguiente también es muy similar a la de la K. 95 y la obertura de la ópera "Artasere" de Johann Christian Bach. Un segundo tema más melódico en re mayor es introducido por los violines en piano, caracterizados por las síncopas del segundo violín. No encontramos una sección de desarrollo real, en su lugar una transición presenta un diálogo entre dos oboes sobre el punto de pedal de las trompas en re (similar al primer movimiento de la Sinfonía K. 73). A continuación, los temas se recapitulan en la tonalidad inicial de sol mayor. En lugar de una coda, una transición en ritardando sin interrupciones nos lleva al andante.
En general, el movimiento toma la forma de una obertura italiana, sin repeticiones, con abundante uso de la dinámica del forte y las emociones. El andante es de naturaleza monotemática. Comienza con una modulación a Do mayor, seguida de un tema principal lírico en los violines, construido sobre varios pequeños motivos. Tiene un carácter cantabile con su tranquilo movimiento de corcheas en las cuerdas en legato, que luego se repite antes de terminar el movimiento con una serena coda.
El segundo movimiento, allegro, está escrito como un rondó compacto (A-B-A-C-A-Coda). Se abre con un vivo y animado tema principal en sol mayor, dividido en dos partes y expuesto por los primeros violines en piano. El primer episodio secuencia una tríada ascendente a través de Sol mayor, Mi menor y Do mayor, pero luego se mueve con virtuosas carreras y acordes a través de La mayor a Re mayor. Después de repetirse el tema principal, el segundo episodio comienza en sol menor en piano, al que se le da un timbre algo exótico ("turco") mediante "figuras deslizantes" y cromatismo. Otros ejemplos de este tipo se pueden encontrar en el Concierto para violín Nº 5 en La mayor, y en la Sonata para piano Nº 11 en La mayor. A continuación, se recapitula el tema principal, dando lugar a una coda apresurada derivada de dicho material, terminando la obra con emoción.
La “Sinfonía en re mayor” KV 81 es acabada en Roma el 25 de abril de 1770. También con una sencilla estructura en tres movimientos, destaca su andante con delicados juegos de eco entre violines y oboes.
Fue compuesta probablemente en Roma en abril de 1770, durante el primer viaje de Mozart a Italia con su padre Leopold. No existen autógrafos de las cuatro sinfonías en re mayor de Mozart escritas durante este primer viaje a Italia (K. 81, K. 84, K. 95 y K. 97), por lo que su autenticidad es dudosa. La autoría se debate entre Wolfgang y Leopold, quien copió la partitura y la envió a Breitkopf & Härtel, que inicialmente tomaron como una composición de Leopold, lo que aumentó aún más la confusión. Hasta el día de hoy, los expertos han estado divididos sobre este tema. En esta pieza, Mozart volvió a la forma de obertura italiana de tres movimientos, más en boga en Italia que la estructura vienesa de cuatro movimientos de sus sinfonías anteriores. Se desconoce la fecha de estreno y los artistas involucrados.
Leopold Mozart, un violinista que había hecho carrera en Salzburgo tocando, enseñando y componiendo, sacrificó intencionalmente su carrera para enseñar a sus niños prodigio musicales Maria y Wolfgang. Llevó a la familia a extensas giras de conciertos, actuando tanto para la aristocracia como para el público en toda Europa central y occidental. María afirmó más tarde que "abandonó por completo tanto la instrucción de violín como la composición para dirigir ese tiempo no reclamado al servicio del príncipe a la educación de sus dos hijos". Después de 1762, sus esfuerzos compositivos parecen haberse limitado a revisar su trabajo anterior, y en 1771 había dejado de componer por completo.
Un hábito del joven Mozart era copiar partes de la música de otros compositores para sus propios fines de estudio. Los descubrimientos posteriores de partituras musicales, o fragmentos de la mano de Mozart, a veces llevaron a la creencia de que la obra era suya. Esto no solo contribuyó a la confusión entre las obras de Wolfgang y Leopold, sino con otros compositores como Carl Friedrich Abel o Michael Haydn. A esto no ayudó la laxitud de los métodos de publicación y distribución musical en el siglo XVIII, con versiones manuscritas de la música que circulaban libremente. Todo esto podría llevar fácilmente a confusión sobre la autoría y a frecuentes atribuciones erróneas.
Entre 1769 y 1773, el joven Mozart y su padre Leopold realizaron tres viajes a Italia. El primero, una larga gira de 15 meses, fue financiado mediante actuaciones para la nobleza y conciertos públicos, y recorrió las ciudades italianas más importantes. El segundo y tercer viaje fueron a Milán, para que Wolfgang completara las óperas que le habían encargado allí en la primera visita. Desde la perspectiva del desarrollo musical de Wolfgang, los viajes fueron un éxito considerable, y su talento fue reconocido con honores que incluían el título de caballero papal y miembro de las principales sociedades filarmónicas. Sin embargo, los triunfos italianos de Wolfgang resultaron efímeros; no consiguió un puesto en la corte, y a pesar de los éxitos críticos y populares de sus óperas de Milán, no fue invitado a escribir otra, y no hubo más encargos de ninguno de los otros centros que había visitado.
El primer movimiento, allegro, está estructurado como una sonatina. Comienza con un tema principal vivo y animado en re mayor, interpretando acordes tutti en forte contra frases de violín en piano. Un segundo tema en La mayor, más gallardo pero aún rítmico, es introducido por violines y maderas. No encontramos reexposiciones, ni una sección de desarrollo real. En cambio, una transición en piano nos lleva a la recapitulación de los temas en la tonalidad principal de Re mayor. Una coda firme pone fin al allegro. En general, el movimiento toma la forma de una obertura italiana, sin repeticiones, con abundante uso de la dinámica del forte y las emociones.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un tema principal lírico, casi pastoril, en sol mayor, expuesto en piano por las cuerdas en diálogo con los oboes, que dominan todo el movimiento. A continuación, se repite esta exposición. La segunda sección es una ligera variación del tema principal, haciendo uso también de la emoción. Esta parte también se repite, terminando el andante con una tranquila coda.
El tercer movimiento, allegro molto, se estructura de nuevo como una sonatina. Comienza con un tema principal vivo y rítmico en re mayor, presentado por una orquesta completa en forma de giga. Su carácter rústico se ve reforzado por las señales de tríada de los cuernos de caza, un elemento que se puede relacionar fácilmente con la música de Leopoldo. A continuación, se introduce en piano un segundo tema de danza en La mayor con breves frases en staccato de los violines. Una vez más, no encontramos ninguna reexposición ni desarrollo, sino que nos lleva directamente a la recapitulación del material en la tonalidad inicial de Re mayor, con algunas ligeras diferencias. Una brillante coda cierra la obra.
La “Sinfonía en re mayor” KV 95 fue compuesta probablemente en Roma en abril de 1770, durante el primer viaje de Mozart a Italia con su padre Leopold. No existen autógrafos de las cuatro sinfonías en re mayor de Mozart escritas durante este viaje (K. 81, K. 84, K. 95 y K. 97), por lo que su autenticidad es dudosa. Mozart mencionó dos sinfonías en una carta a su hermana el 25 de abril de 1770, que podrían ser la K. 95 y la K. 97 consideradas como "sinfonías gemelas", debido a las similitudes de estilo y estructura. No está claro si las sinfonías K. 95 y K. 97 estaban originalmente en tres o cuatro movimientos, ya que Mozart podría haber añadido un minueto más tarde. Por lo demás, estas obras fueron escritas obviamente para el gusto del público italiano, especialmente en ópera bufa. Se desconoce la fecha de estreno y los artistas involucrados.
Entre 1769 y 1773, el joven Mozart y su padre Leopold realizaron tres viajes a Italia. La primera, una larga gira de 15 meses, fue financiada por actuaciones para la nobleza y conciertos públicos, y recorrió las ciudades italianas más importantes. El segundo y tercer viaje fueron a Milán, para que Wolfgang completara las óperas que se habían encargado allí en la primera visita. Desde la perspectiva del desarrollo musical de Wolfgang, los viajes fueron un éxito considerable, y su talento fue reconocido con honores que incluían el título de caballero papal y el de miembro de las principales sociedades filarmónicas. Sin embargo, los triunfos italianos de Wolfgang resultaron efímeros; no consiguió un puesto en la corte, y a pesar de los éxitos críticos y populares de sus óperas de Milán, no fue invitado a escribir otra, y no hubo más encargos de ninguno de los otros centros que había visitado.
El primer movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con un unísono en forte, seguido de un ritmo en piano de corcheas en violines y una serie de motivos rítmicos que componen el tema principal en re mayor. También se pueden encontrar comienzos similares en las K. 74 y K. 97. Esta sección se repite antes de que una transición nos lleve al segundo tema en piano en La mayor, derivado de la figura de corcheas del tema principal. Una breve pero audaz modulación a una tonalidad menor inicia una transición a la siguiente parte, con una sorprendente similitud con la obertura de la ópera "Artaserse" de Johann Christian Bach. El desarrollo comienza con el tema principal que oscila entre el fa sostenido mayor y el menor, lo que conduce a si menor, mi mayor y la mayor, ya que el segundo tema también se transforma. A continuación, los materiales se recapitulan en la tonalidad inicial de re mayor, terminando de repente en un acorde de séptima abierto, posiblemente para un attacca no anotado. En general, el movimiento toma la forma de una obertura italiana, casi sin repeticiones, con abundante uso de la dinámica forte y emociones.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria. Se abre con un tema principal lírico y cantabile en sol mayor, introducido por violines y flautas (que sustituyen a los oboes). Se despliega en un tono pastoral suavemente oscilante, con similitudes con el quinto movimiento de la Serenata Nº 5 en re mayor, así como con el minueto de la Sonata para violín Nº 4 en sol mayor. Esta parte se repite desde el principio. La segunda sección comienza con un breve pero encantador cuarteto entre primer violín y flauta con segunda flauta y violín. El tema principal es la recapitulación por los violines, seguido de un dúo entre primera flauta y violín. Finaliza con una variación dominada por la flauta mientras acompañan las cuerdas. Esta segunda parte también se repite.
El tercer movimiento, menuetto, es un minueto en forma ternaria. Comienza con un tema principal en re mayor a dos voces, elegante y grácil, basado principalmente en figuras de tríada y acordes ascendentes. Cada parte se repite antes de que el minueto comience desde el principio. La sección de trío contrasta mucho con un segundo tema en re menor, a dos voces, expresivo y melancólico, expuesto en piano por violines y oboes y con movimientos oscilantes, ascendentes y descendentes. A continuación, el minueto se repite en su totalidad, terminando el movimiento de forma elegante.
El cuarto movimiento, molto allegro, también está estructurado en forma sonata. Se abre con un tema principal fuerte, brillante y animado en re mayor, seguido de un segundo tema más melódico y grácil en la mayor, expuesto por las cuerdas en piano. A continuación, se repite toda esta exposición. El desarrollo es muy conciso, con el tema principal modulando a La mayor y Si menor. A continuación, el material se recapitula en la tonalidad inicial de re mayor, excepto por un breve e inesperado giro a mi menor. Toda esta segunda parte (desde el desarrollo en adelante) se repite, terminando la obra con una animada coda.
La “Sinfonía en re mayor” KV 97 también está fechada en Roma el mes de abril. Escrita en cuatro movimientos, siendo posible que el minuetto fuera añadido posteriormente, su orquestación incluye trompetas y timbales. Posee un tono ceremonioso y en el presto final encontramos un elaborado contraste entre los dos temas, escritos en modo mayor y menor.
Entre mayo y junio los Mozart se trasladan a Nápoles donde entre otras cosas visitan Pompeya. Pero pronto regresan a Roma, siendo recibidos por el papa Clemente XIV, el 8 de julio. Luego prosiguen el viaje hacia el norte, pasando por Bolonia, para volver a Milán el 18 de octubre.
Fue compuesta probablemente en Roma en abril de 1770, durante el primer viaje de Mozart a Italia con su padre Leopold. No existen autógrafos de las cuatro sinfonías en re mayor de Mozart escritas durante este viaje (K. 81, K. 84, K. 95 y K. 97), por lo que su autenticidad es dudosa. Mozart mencionó dos sinfonías en una carta a su hermana el 25 de abril de 1770, que podrían ser la K. 95 y la K. 97 consideradas como "sinfonías gemelas", debido a las similitudes de estilo y estructura. Tampoco está claro si estas sinfonías estaban originalmente en tres o cuatro movimientos, ya que Mozart podría haber añadido un minueto más tarde. Por lo demás, estas obras fueron escritas obviamente para el gusto del público italiano, especialmente en ópera bufa. Se desconoce la fecha de estreno y los artistas involucrados.
Entre 1769 y 1773, el joven Mozart y su padre Leopold realizaron tres viajes a Italia. La primera, una larga gira de 15 meses, fue financiada por actuaciones para la nobleza y conciertos públicos, y recorrió las ciudades italianas más importantes. En el segundo y tercer viaje fueron a Milán, para que Wolfgang completara las óperas que le habían encargado allí en la primera visita. Desde la perspectiva del desarrollo musical de Wolfgang, los viajes fueron un éxito considerable, y su talento fue reconocido con honores que incluían el título de caballero papal y el abono en las principales sociedades filarmónicas. Sin embargo, los triunfos italianos de Wolfgang resultaron efímeros; no consiguió un puesto en la corte, y a pesar de los éxitos críticos y populares de sus óperas de Milán, no fue invitado a escribir otra, y no hubo más encargos de ninguno de los otros centros que había visitado.
El primer movimiento, allegro, está estructurado en forma sonata. Comienza con un unísono en forte, seguido de un ritmo en piano de corcheas en los violines y una serie de motivos rítmicos que componen el tema principal en re mayor. También se pueden encontrar comienzos similares en las K. 74 y K. 95. Un trémolo y modulación a Mi mayor nos lleva al segundo tema más melódico en La mayor, introducido en piano por violines mediante frases cortas. Las alternancias entre Re mayor y La mayor nos llevan a la siguiente parte. El desarrollo comienza con un Do al unísono, seguido de una serie de modulaciones a Sol mayor, Mi menor y Si menor en el segundo tema. A continuación, el material se recapitula en la tonalidad inicial de re mayor, terminando con una animada coda. En general, el movimiento toma la forma de una obertura italiana, sin repeticiones, con abundante uso de la dinámica del forte y las emociones.
El segundo movimiento, andante, está escrito en forma binaria, escrito para cuerdas solistas. Se abre con un tema principal lírico y cantabile en sol mayor, expuesto por violines al piano. También se introduce un segundo tema más rítmico (también en sol mayor), caracterizado por tresillos de semicorcheas en staccato de violines. Después de repetir esta exposición, la segunda sección es una ligera variación de una versión abreviada del tema principal, modulando a Sol mayor, Mi mayor, La mayor y Re mayor. Esta segunda parte también se repite, terminando el movimiento con serenidad.
El tercer movimiento, menuetto, es un minueto en forma ternaria. Comienza con un pomposo tema principal en re mayor a dos voces, basado principalmente en figuras de tríada en forma de fanfarria y acordes ascendentes. Cada parte se repite antes de que el minueto comience desde el principio. La sección del trío ofrece un segundo tema en sol mayor, moderado, similar a la danza, anotado para cuerdas solistas y con una alternancia abrupta de acentos. A continuación, el minueto se repite en su totalidad, terminando el movimiento de forma elegante.
El cuarto movimiento, presto, también está estructurado en forma sonata. Se abre con un solemne y animado tema principal en re mayor, compuesto por acordes al unísono de re y la mayor y corcheas en staccato de los violines. Una transición en trémolo nos lleva al segundo tema en La mayor, más melódico y cantabile, introducido por los primeros violines al piano y luego repetido en una tonalidad menor. Tiene un parecido sorprendente con el motivo principal del primer movimiento de la Séptima Sinfonía de Beethoven. Seguramente una coincidencia, ya que Beethoven no pudo tener acceso a la partitura. El desarrollo es extremadamente conciso y audaz a la vez, con modulaciones ágiles, gran contraste dinámico y la aparición de nuevos motivos. A continuación, usa el material en la recapitulación en la tonalidad de re mayor, terminando la obra con firmeza.
Entre mayo y junio los Mozart se trasladan a Nápoles donde entre otras cosas visitan Pompeya. Pero pronto regresan a Roma, siendo recibidos por el papa Clemente XIV, el 8 de julio. Luego prosiguen el viaje hacia el norte, pasando por Bolonia, para volver a Milán el 18 de octubre.
La "Sinfonía Nº 11 en re mayor” KV 84 fue compuesta en Bolonia e interpretada en el mes de julio de 1770. De estructura parecida a las anteriores, el allegro final recuerda el clima de la ópera bufa, con una cabecera del tema inicial, el cual se va repitiendo, que recuerda el principio del tema de los “sanfermines”, tema típicamente mozartiano que repite en otras obras como en la coda de la Sinfonía Nº 33.
Mozart estrena en Milán con gran éxito su ópera “Mitridate, Re di Ponto”, con lo cual empieza su carrera como operista, una faceta en la que, al contrario de Haydn, destacó más que con sus sinfonías. En realidad solo las últimas sinfonías de Mozart son trascendentes. De Milán viajan a Venecia y vuelven a Salzburg, llegando el 28 de marzo de 1771.
En Salzburg escribe entre otras cosas tres nuevas sinfonías. La emperatriz María Teresa le encarga una serenata teatral para la boda de su hijo, el archiduque Fernando, con María Beatriz de Este, que se debía celebrar en Milán el 15 de octubre. Debido a ello Mozart y su padre vuelven a viajar a Milán, donde llegan el 21 de agosto. La serenata era “Ascanio in Alba” que alcanzó un éxito rotundo.
La “Sinfonía Nº 13 en fa mayor” KV 112 está fechada el 2 de noviembre de 1771 en Milán. El allegro construido en la forma sonata, contiene reminiscencias de Haydn. En esta obra se observa el principio de la evolución de Mozart, hacia la consecución de un estilo propio, aunque solo tenía 15 años.
Mozart y su padre regresan a Salzburg el 16 de diciembre, el mismo día en que moría el príncipe-arzobispo Sigismund von Schrattenbach.
La “Sinfonía Nº 14 en la mayor” KV 114 fue escrita catorce días después de la muerte del arzobispo. Marca un nuevo período en las sinfonías de Mozart en el que aumentan los contrastes temáticos, más intensos que en la obra de Haydn, el cual se centraba más en los contrastes armónicos. La sinfonía respira un ambiente de tristeza y resignación. En el adagio intervienen dos flautas. En el molto allegro final ya encontramos las típicas melodías mozartianas.
Hieronymus von Colloredo (1732-1812) es nombrado nuevo arzobispo-príncipe de Salzburg. Favorable a la música italiana pone a un músico italiano al frente de su capilla, no pudiendo promocionar Leopold. Wolfgang Amadeus logra su primera compensación económica en su cargo de Hofkonzertmeister. En su estancia en Salzburg durante el año 1772 Mozart escribe ocho nuevas sinfonías. Es una de sus épocas más fecundas en el campo sinfónico.
De esta época destacamos la “Sinfonía Nº 18 en fa mayor” KV 130. En su orquestación sustituye los dos oboes por dos flautas y añade cuatro trompas. Se encuentra un sentimiento de unidad entre los diversos movimientos.
En la “Sinfonía Nº 19 en mi bemol mayor” KV 132 de julio de 1772, escuchamos un tema, en el allegro final, muy parecido al empleado en el rondó de la futura “Serenata en sol mayor” KV 525. En esta sinfonía también usa cuatro trompas.
El 24 de octubre de 1772 Mozart junto con su padre vuelven a Milán, para cumplir el contrato que habían firmado en su anterior viaje para escribir una ópera. Se trata de “Lucio Silla” que se estrenó el 26 de diciembre, sin el éxito que había acogido a las anteriores óperas. No logrando Wolfgang ser contratado en Milán, el 13 de marzo de 1773 regresa a Salzburg. Sería su tercer y último viaje a Italia.
En el mes de julio, aprovechando la ausencia del arzobispo Colloredo, que no deseaba que salieran de Salzburg, Mozart y su padre viajan a Viena. A pesar de la visita a la emperatriz Maria Teresa, no logran tener éxito sus aspiraciones para conseguir un buen empleo en la capital. A fines de septiembre vuelven a Salzburg.
La “Sinfonía Nº 25 en sol menor” KV 183 está fechada en Salzburg el 5 de octubre de 1773. Escrita para dos oboes, dos trompas y dos fagots, además de la cuerda, es la primera escrita en tono menor. Una obra más expresiva que las anteriores con algunos acentos de melancolía.
Durante el año 1773 Mozart completa siete nuevas sinfonías. A sus 18 años tiene en su haber 39 sinfonías, según consta en el último catálogo Köchel.
La “Sinfonía Nº 29 en la mayor “ KV 201 puede considerarse como la primera gran sinfonía de Mozart. Escrita en Salzburg el 6 de abril de 1774. Con ella empieza un periodo de gran inspiración, pero en esta época dará más importancia a otros géneros que al sinfónico. El primer tema del allegro moderato inicial es uno de los mayores hallazgos mozartianos. Después de un reposado andante sigue un minuetto de sutil gracia, terminando con un allegro con spirito.
El arzobispo Colloredo no permitía a los Mozart salir de Salzburg, una ciudad donde nada ocurría. El príncipe elector de Baviera Maximiliano III encargó una ópera cómica a Mozart para el próximo carnaval. Colloredo no pudo negar el permiso para que los Mozart fueran a Múnich, para no ofender al soberano bavarés. A finales de año padre e hijo salen hacia Munich y el 13 de enero de 1775 se estrena con un notable éxito “La finta giardiniera”. Colloredo que también se encontraba en Múnich ni asistió a su audición, despreciando a Mozart. El 7 de marzo de 1775 Mozart regresa a Salzburg donde permanecería hasta el año 1777. Durante este periodo no escribió ninguna sinfonía.
Mozart no podía quedarse en Salzburg, necesitaba buscar el éxito en Europa. Después de múltiples súplicas al arzobispo para que los dejara marchar, lograron que Mozart partiera pero acompañado solo por su madre. Leopold debería quedarse con su trabajo en la orquesta del arzobispo.
Madre e hijo salieron de Salzburg con destino a París el 23 de septiembre de 1777. La primera etapa del viaje fue Múnich, en cuya corte no encontró el apoyo necesario. Salió hacia Augsburg, la ciudad de su padre, en la que estuvo poco tiempo. El 26 de octubre partieron hacia Mannheim. Aunque su destino era París, la fama de la orquesta de Mannheim atrajo a los Mozart, siempre dirigidos mediante cartas por Leopold. Cuando llegaron fueron muy bien acogidos por los músicos allí congregados.
Cannabich era el director de la orquesta y Holzbauer el Kapellmeister. Pero en la época en que llegó Mozart, el trono de Baviera se une con el del Palatinado, por dicho motivo la corte se traslada a Múnich. Aquello significaba el final de la orquesta de Mannheim. Mozart descubre entusiasmado el uso de los clarinetes, durante esta visita a Mannheim.
La estancia en Mannheim se prolongó, a pesar de no haber podido conseguir ningún cargo en la orquesta, debido a que Mozart se enamoró de Aloysia Weber, una jovencita cantante de ópera, hija de un copista del teatro de la ciudad. Se encaprichó tanto de ella que planeó acompañarla a Italia, ella como cantante y él como compositor. Pero las cartas de su padre Leopold lo convencieron de que aquello sería una locura y el 14 de marzo abandonaba Mannheim hacia París. Años más tarde Mozart se casaría con Constanza Weber, hermana de Aloysia.
Varios de los músicos de Mannheim ya estaban establecidos en París cuando llegó Mozart, los cuales le pusieron en contacto con el mayor organizador de conciertos en la capital gala, Jean Le Gros, del cual dependían los Concerts spirituels. Para esta orquesta Mozart compuso su famosa sinfonía París.
La “Sinfonía Nº 31 en re mayor “ (París) KV 297 se compuso en París en el mes de junio de 1778. Utiliza los clarinetes, que tan buen efecto le habían producido en Mannheim, componiendo una sinfonía para gran orquesta, como las que había escuchado en la gran ciudad alemana. Mozart escribió dos versiones distintas para el movimiento lento. Normalmente se escucha la primera, aunque el propio compositor prefería la segunda. El estreno de esta obra en París fue un absoluto éxito.
En París Mozart, al hacer amistad con el compositor Gossec, consolidó sus lazos con la masonería, pues Gossec era también masón, relacionado como se ha visto también con Haydn. Pero el hecho más doloroso fue la muerte de su madre a consecuencia de una fiebre tifoidea en el mes de julio. Por primera vez Mozart se encuentra liberado, dueño de su vida. Intenta continuar los contactos con la familia Weber, pero su padre le dice que vuelva a Salzburg. El arzobispo Colloredo lo ha perdonado y tiene un puesto para él. Pero quizás la causa principal para que el joven Mozart tomara la decisión de volver, fue que Colloredo deseaba escuchar a Aloysia Weber, pudiendo vivir en la casa de los Mozart durante su visita.
Mozart abandona París a finales de septiembre de 1778, llegando a Salzburg a mediados de enero de 1779. Durante el viaje hizo múltiples paradas, ya que no estaba demasiado conforme con el deseo de su padre de dominarlo. De Estrasburgo donde se encuentra con Richter y da algunos conciertos sin demasiado éxito, vuelve a Mannheim, instalándose en la casa de los Cannabich. Pero la ciudad no era entonces la capital musical que había sido y además la familia Weber había abandonado su residencia. Requerido de nuevo por su padre emprende el viaje, pero al enterarse de que Aloysia se encuentra en Múnich, se detiene de nuevo en la capital bávara. Entonces tuvo la gran desilusión. Aloysia había cambiado, se había convertido en una primadonna que no deseaba a un músico sin empleo. Vuelve a Salzburg, una ciudad que despreciaba. Durante su nueva estancia en la ciudad compuso tres sinfonías.
La “Sinfonía Nº 33 en si bemol mayor” KV 319 está fechada en Salzburg el 9 de julio de 1779. No usa los clarinetes debido a que la orquesta de Salzburg era más modesta y no disponía de ellos. Empieza con un fino allegro assai, seguido de un sereno andante moderato. El minuetto es alegre y radiante con su movimiento de danza. Parece que en su forma original esta sinfonía estaba construida en tres movimientos, siendo el minuetto añadido en Viena tres años más tarde. Termina con un optimista allegro assai.
La “Sinfonía Nº 34 en do mayor” KV 338 está compuesta en Salzburg el 29 de agosto de 1780. En un principio esta sinfonía tenía tres movimientos, terminando con un allegro vivace. Como en la anterior sinfonía el minuetto se añadió más tarde, en 1782 en Viena. Es el KV 409, separado en el primer catálogo Köchel. En el manuscrito original de 1780 aparece el comienzo de un minuetto tachado a continuación. El allegro que da fin a esta sinfonía es particularmente vivaz, lleno de burbujeante alegría.
Un nuevo acontecimiento cambiaría su vida. El encargo de una ópera seria para Múnich por Carlo Teodoro, el nuevo príncipe Elector de Baviera. El 5 de noviembre de 1780 parte Mozart para Múnich. La ópera sería “Idomeneo, Re di Creta”. A pesar de la muerte de la emperatriz María Teresa el 29 de noviembre, no se impide el estreno de la ópera. En cambio el luto decretado en Salzburg y la ausencia del arzobispo llamado a Viena para el coronamiento de José II, permiten al padre y a la hermana de Mozart viajar a Múnich. El estreno de la ópera en el mes de enero de 1781 fue un éxito.
Mozart no vuelve a Salzburg con su familia. El 16 de marzo llega a Viena donde apoyado por sus amigos da un importante concierto. Pero Colloredo lo reclama, amenazándolo para que vuelva a Salzburg. Mozart se niega y a pesar de las súplicas de su padre se queda en Viena. Vive de alquiler en la casa de la familia Weber, que se había trasladado a la ciudad. Aloysia se había casado con un famoso actor y mantenían a toda la familia, pues su padre había muerto. El 9 de mayo se presenta ante el mayordomo del Arzobispo, discuten y Mozart presenta su dimisión. Mozart ha logrado su independencia en Viena. Rompe con la tradición centroeuropea de la protección real y siente los aires de la próxima revolución.
El músico vive dando clases y conciertos. En Viena se encontraba Salieri, orgulloso de sus éxitos franceses en el campo de la ópera y protegido por la corte imperial. Empieza una rivalidad entre ellos, dominando Mozart en el aspecto musical, pero Salieri tenía más cualidades mundanas y vendía mejor su música. De esta rivalidad nace la leyenda según la cual Salieri habría envenenado a Mozart.
Desde hacía tiempo acariciaba el proyecto de componer una ópera alemana con parte recitada, lo que se llamaba un Singspiel. En 1778 se había inaugurado en Viena un teatro para este tipo de espectáculos. Le propusieron a Mozart que escribiera una obra. El resultado fue “El rapto en el serrallo” estrenado 16 de julio de 1782.
Como se ha dicho anteriormente, Mozart alquiló una habitación a la familia Weber. La madre viuda, vivía con sus tres hijas solteras que intentaron consolar la soledad de Mozart. La madre tramó un plan para casar a su hija Constanza con Mozart. La muchacha no poseía la voz de su hermana Aloysia, ni tenía su gracia y era tratada con dureza por su madre, diciendo que no servía para nada.
Mozart sintió ternura por la situación de la hija y cayó en la trampa que la madre y su tutor habían preparado. En definitiva el 4 de agosto de 1782 Mozart se casa con Costanza Weber sin el permiso de su padre, que no quería que su hijo se casara con una Weber.
La “Sinfonía Nº 35 en re mayor” KV 385 (Haffner) fue compuesta en el mes de agosto de 1782, pero su historia es más compleja. El 20 de julio es encargada una serenata por el burgomaestre de Salzburg, Sigismund Haffner, para el cual en 1776 había compuesto su famosa Serenata KV 250. En un principio constaba de seis movimientos en forma de serenata y con una orquestación de dos oboes, dos fagotes, dos trompas, dos trompetas, timbales y cuerda. La obra está terminada el 3 de agosto, un día antes de su boda.
Cuando la obra se estrena en Viena, el 23 de marzo de 1783 sufre una revisión. Desaparecen dos movimientos, la marcha inicial y uno de los minuetos. En la orquestación se añaden dos flautas y dos clarinetes. Mozart ya no se acordaba de la obra original, pues los momentos de su composición habían sido muy intensos en su vida privada. Al redescubrir la partitura la convierte en una sinfonía para poder estrenarla en Viena. Con esta sinfonía llegamos a las seis últimas, las cuales son las realmente importantes en la producción de Mozart.
El primer movimiento Allegro con spirito muestra el dominio que tenía Mozart de la armonía, notándose el influjo que la audición de las obras de J.S. Bach, escuchadas recientemente en Viena, habían hecho sobre él. Esto se observa en las diferentes partes fugadas. Otra característica es que no repite la exposición, apareciendo tachada en la revisión de la obra. En el presto final, en forma de rondó, también encontramos secciones fugadas.
Mozart vive un periodo feliz sin problemas económicos. Sus clases y especialmente sus conciertos en las llamadas academias o sea reuniones para escuchar música pagando entrada, le producen bastantes beneficios. En una de estas academias estrena su “Sinfonía Haffner”, junto al “Concierto para piano” KV 415 y diversas arias cantadas por su ahora cuñada Aloysia, que junto con su marido participan en el negocio de estas academias.
Durante el verano de 1783, después del nacimiento de su primer hijo, los Mozart viajan a Salzburg para presentar a su mujer, pero la acogida no fue calurosa. Mozart no volvería a ver más a su hermana y la relación con su padre estaba muy deteriorada. Para más desgracia muere su hijo que habían dejado en Viena.
Uno de los encuentros que ofrecieron consuelo a Mozart fue el de Michael Haydn, que enfermo se encontraba forzado por Colloredo a cumplir sus obligaciones como compositor. Mozart lo ayudó escribiéndole dos duetos.
La “Sinfonía Nº 37 en sol mayor” KV 444 atribuida en un principio a Mozart, pero compuesta por Michael Haydn, que estaba arruinado físicamente y moralmente por su afición a la bebida. Mozart compuso los veinte compases de la introducción para ser interpretada en Linz.
El matrimonio regresa a Viena pero se detienen en Linz, donde el 4 de noviembre da un concierto en el cual presenta su nueva sinfonía Nº 36 y la completada de Michael Haydn.
La "Sinfonía Nº 36 en do mayor” KV 425 (Linz) fue compuesta a principios de noviembre con una gran rapidez, pues se supone que fue estrenada en el concierto del 4 de noviembre. Está orquestada para dos oboes, dos trompas, dos fagots, dos trompetas y timbales. En esta sinfonía se observa la influencia de Haydn, iniciando el primer movimiento con un tiempo de adagio, precediendo al allegro.
Se puede pensar que la gravedad de este comienzo pueda deberse a la muerte de su hijo. El segundo movimiento poco adagio está en ritmo de siciliana y posee un dulce segundo tema. En el minuetto destaca el trío en el cual intervienen el oboe y el fagot, que establecen un sugestivo canon. Termina con un presto en forma sonata con influencia de Haydn.
La vuelta a Viena se produjo a finales de noviembre. Mozart adquiere gran fama como pianista y en especial de sus propios conciertos para piano. El 21 de septiembre de 1784 nace su segundo hijo, que viviría hasta 1858, pero que no se dedicó a la música. El 14 de diciembre Mozart ingresa en una logia masónica, la llamada de la Beneficencia.
Introducimos en esta parte una pequeña explicación sobre la importancia que desempeñaron las logias masónicas a finales del siglo XVIII, para comprender mejor la relación con Mozart.
El origen de la masonería se remonta al gremio medieval de los albañiles, de aquí su nombre, francs maçons en francés y sus distintivos. Empezaron guardando los secretos de las técnicas constructivas y luego fueron ampliados al campo de la ética y al teológico. De constructores de edificios pasaron a ser constructores del espíritu. Las reuniones se celebraban en el edificio de la logia, que significa el barracón construido a pie de obra cuando se erige un edificio. Con el tiempo se desliga de las técnicas constructivas de albañilería, conservando los rasgos esotéricos y sus rituales secretos.
Los temas ideológicos principales eran la fraternidad universal, la tolerancia y la solidaridad. Estos temas concordaban con los ideales del Iluminismo, de los cuales estaban impregnadas las clases intelectuales burguesas.
Hacia 1760 las logias masónicas atrajeron a los intelectuales y artistas de Austria. El príncipe Esterházy, el emperador Francisco I, marido de María Teresa y muchos más seguían las sendas del iluminismo masón. De aquí surgieron las ideas revolucionarias contra la tiranía y la estrechez de miras de la época. Así no es de extrañar que ideólogos revolucionarios americanos como Franklin, Jefferson y Washington fueran masones.
Durante su estancia en Viena en el verano de 1773, el barón Tobias Philipp von Gebler le encarga a Mozart, la música de escena para su “Thamos, Re di Eggitto”. Parece que entre ambos había mediado Franz Mesmer, viejo conocido de la familia Mozart. Como la mayoría de los científicos de aquella época Mesmer estaba afiliado a la masonería. Gebler sería el responsable de una gran logia masónica en Viena.
La música de escena encargada era para un drama, en el cual se rendía homenaje a la masonería, a través de sus presuntos orígenes en la casta sacerdotal del antiguo Egipto. Esta sería la primera aproximación de Mozart a la masonería que se culminaría con la composición de “La flauta mágica”.
Cuando a principios de 1785 su padre Leopold llega a Viena para comprobar las condiciones de vida de su hijo, es convencido también para entrar en la logia.
Los amigos de Haydn, entre ellos Leopold y Wolfgang Amadeus Mozart habían discutido mucho con él sobre el tema de la masonería. El 11 de febrero de 1785 el propio Haydn solicitó oficialmente su ingreso en la logia. También su alumno Pleyel era masón. La Loge Olimpique de París encomendó a Haydn la composición de las llamadas sinfonías de París entre 1785 y 1786.
El 20 de abril de 1785 Mozart dirige la cantata “La alegría de los masones” en un concierto organizado por la logia de la Esperanza Coronada, la más importante de Viena.
Leopold puede observar los éxitos de su hijo, tanto musicales como económicos. En una reunión con Haydn le confiesa que su hijo es el compositor más grande que conoce. Incluso come en casa de los Weber, encontrando bella la voz de Aloysia. El 25 de abril Leopold regresa a Salzburg, siendo la última vez que vería a su hijo.
La próxima gran obra de Mozart sería la ópera “Las bodas de Fígaro” estrenada en el Burgtheater de Viena el 1 de mayo de 1786 con gran éxito. En diciembre terminaba una nueva sinfonía.
La “Sinfonía Nº 38 en re mayor” KV 504 (Praga) fue datada por el propio Mozart el 6 de diciembre de 1786. El sobrenombre lo recibió más tarde al ser estrenada en Praga. Escrita en tres movimientos, al parecer según indicaciones masónicas sobre en número tres. Los tres movimientos están compuestos en forma de sonata, llegando a la perfección clásica de la sinfonía.
Se inicia con una gran introducción lenta que recuerda el principio de la obertura del “Don Juan”, a la que sigue un allegro de ritmo agitado que también recuerda la obertura de “La flauta mágica”. El segundo tema es más melódico presentado por los primeros violines. El segundo movimiento es un andante de tono idílico, pero mostrando motivos de tensión. El presto final tiene grandes contrastes dinámicos y ritmos enérgicos. En toda la sinfonía se puede comprobar la gran importancia que tienen los instrumentos de viento.
A finales de año Mozart recibe la invitación de viajar a Praga, donde se representarían “Las bodas de Fígaro”. El 9 de enero de 1787 parte hacia la capital de Bohemia junto a su mujer. Allí encuentra viejos conocidos como el compositor Franz Dussek que es su anfitrión. El 19 de enero estrena en Praga su “Sinfonía Nº 38”. El éxito de “Las bodas de Fígaro” es rotundo y por ello le encargan una nueva ópera. Será “Don Giovanni”.
Vuelven a Viena y la salud de su padre empeora. Leopold Mozart muere el 28 de mayo de 1787 sin poder ver a su hijo. Aquel mismo año entre los alumnos de Mozart se encontraba el joven Beethoven, pero nunca llegaron a comprenderse. Además pronto regreso a Bonn y cuando volvió a Viena, Mozart había muerto.
En septiembre de 1787 los Mozart regresan de nuevo a Praga. Allí termino la composición de “Don Giovanni”, con tanta prisa que la víspera de su estreno todavía se encontraba componiendo su obertura. La ópera no tuvo el éxito conseguido con su anterior obra.
A su regreso a Viena las cosas no terminaban de ir demasiado bien para el compositor. Durante el verano de 1788 compuso sus tres últimas sinfonías, sus verdaderas obras maestras.
La “Sinfonía Nº 39 en mi bemol mayor” KV 543 está fechada el 26 de junio de 1788. En su orquestación encontramos un clarinete, dos fagots, dos trompas, dos trompetas, timbales y la cuerda habitual. Después de una solemne introducción llegamos al primer allegro de carácter dulce, cuya fuerza rítmica ya anticipa al propio Beethoven. El andante con moto está basado en un único tema de gran poesía. El menuetto es de construcción sencilla, con un trío contrastante en el cual participa el clarinete. El allegro final es un rondó pero tratado en forma sonata con espíritu de Haydn.
La “Sinfonía Nº 40 en sol menor” KV 550 es la sinfonía más popular de Mozart. Compuesta el 25 de julio de 1788 está escrita para flauta, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, dos corno ingleses y cuerda. El primer movimiento allegro molto presenta directamente el primer tema, ágil y ligero, uno de los más conocidos de Mozart y el más recordado de todos los temas de sus sinfonías. En contraste con el primero, el segundo tema es más triste. Siguiendo la forma sonata, contiene un desarrollo de gran expresividad, terminando con la reexposición de los temas.
Continúa con un andante, también en forma sonata, que en su desarrollo aumenta la atmósfera dramática. El menuetto que se separa ya de la música de danza, contiene el clásico trío para viento de estilo vienés. Termina con un allegro assai también en forma sonata. El primer tema es muy característico, explotando el contraste entre piano y forte, con alternancia entre soli y tutti. El segundo tema contrastante no logra detener el ímpetu de la música. El desarrollo empieza con una visible deformación del tema principal. Siguen las cuerdas con un episodio en forma de fuga, que va incrementando la tensión hasta llegar a la reexposición.
La “Sinfonía Nº 41 en do mayor” KV 551 (Júpiter) es la última de Mozart. Compuesta en Viena como las anteriores y con escaso margen de separación en el tiempo, está fechada el 10 de agosto de 1788 y orquestada para una flauta, dos oboes, dos fagots, dos trompas, dos trompetas, timbales y cuerda.
El allegro vivace contiene dos temas contrastados, uno en forma de fanfarria de carácter brillante y enérgico, y un segundo de carácter más dulce, presentado por los primeros violines. En el desarrollo aparece un tercer tema de carácter alegre derivado de la ópera bufa.
Le sigue un andante cantabile lleno de emoción con una delicada melodía. El segundo tema contrasta por su oscuridad y su escritura en modo menor. Finalmente se expone un tercer tema por los violines. El desarrollo se basa en el segundo tema de ritmo sincopado, que se vuelve cada vez más sombrío. En la reexposición aparece de nuevo el primer tema. Sigue un menuetto de naturaleza sencilla, basado en un único tema. El molto vivace presenta sus tres temas en forma contrapuntística, terminando con una coda que combina los elementos temáticos en una gran fuga.
El nombre de “Júpiter” proviene del empresario Salomon, un título comercial con el que deseaba presentar a Mozart en Londres mediante esta sinfonía, como anteriormente había hecho con Haydn.
Un nuevo viaje de Mozart se inició en abril de 1789, con su alumno el príncipe Lichnowsky, pasando por Praga y Dresde se dirigió a Leipzig para ver los manuscritos de Bach. Finalmente fueron a Berlín y a la sede de la corte prusiana Potsdam. Durante su regreso se peleó con el príncipe en Leipzig, continuando el viaje solo.
A su vuelta a Viena el 4 de junio, después de que sus conciertos no habían dado los frutos esperados, encontró a su mujer enferma y sin recursos. La única alegría fue el encargo de una nueva ópera “Così fan tutte”, estrenada el 26 de enero de 1790 sin demasiado éxito. En febrero moría el emperador José II.
En la primavera de 1791 le fue encargada por un empresario teatral su penúltima ópera “La flauta mágica” y el 30 de septiembre se estrenaba. Su última ópera fue “La clemenza di Tito”, encargada por el director del Teatro Nacional de Praga, pero que se representó anteriormente, el 6 de septiembre. Estas óperas fueron patrocinadas por sus amigos masones y alcanzaron gran éxito. Pero Mozart se encontraba cansado y débil.
El último hijo que consiguió vivir nació el 26 de julio, Franz Xaver Mozart. El también compositor que firmaba con el nombre de Mozart, murió en 1844.
La última obra de Wolfgang fue su inacabado "Requiem". Moría en Viena el 5 de diciembre de 1791, siendo enterrado en la más absoluta miseria.