Manuel Oltra (1922-2015) nació en Valencia el 8 de febrero de 1922. Su familia se traslada a Barcelona cuando el niño apenas tenía un año, realizando toda su labor en esta ciudad. En 1936 empezó sus estudios musicales con el maestro Josep Font i Sabaté. Pero la Guerra Civil y un servicio militar en Marruecos retrasaron su trabajo musical.
Durante su estancia en Ceuta logra una plaza de profesor en el Conservatorio Hispano-marroquí de Tetuán entre los años 1944 y 1947. A su regreso a Barcelona es nombrado director de la coral del Club Excursionista de Terrassa y de la Institución Folclórica Montserrat de Barcelona.
Profesor en el Instituto de Rítmica Joan Llongueres y director musical del Esbart Montseny desde 1955 hasta 1961. Durante este período tiene mucha relación con el mundo de la cobla y de la danza folclórica catalana, componiendo muchas obras destinadas a estas agrupaciones.
La “Rapsòdia per a piano i cobla", escrita en 1953 se estrenó en dicho año interpretada por la Cobla Barcelona con el pianista Miquel Farré. Puede ser considerada como la primera partitura conocida de este género.
Con esta obra se demuestra la capacidad sinfónica de la cobla y sus posibilidades de combinación con instrumentos solistas. Debemos olvidarnos de los prejuicios que condenaban a la cobla a ser un conjunto folclórico al servicio exclusivo del baile de la sardana.
En esta obra el piano se combina con la cobla interpretando diversos temas con algunas referencias a la música popular catalana, alternando temas rítmicos con melodías de tipo lírico. Los temas folclóricos empleados se basan en el Ball de Bastons del Penedés. La obra fue coreografiada en 1992.
La “Suite per a orquestra de corda i flauta", escrita en 1953 está dividida en cinco breves movimientos. No se trata de una obra para lucimiento del solista, que solo aparece cuando es necesario, sino de una obra poética con un carácter optimista. El primer movimiento, Preludi, nos presenta un ambiente idílico pastoral, mediante suaves melodías y ritmos que evocan la naturaleza.
El segundo movimiento, Cançó, continúa dentro del mundo bucólico del movimiento anterior, en forma de una canción dividida en tres partes, con un tema soñador de la cuerda que abre y cierra el movimiento. En la parte central la flauta presenta diversas figuraciones.
El tercer movimiento, Intermedi, tiene la forma de un scherzo, un juego musical de ritmos alegres y desenfadados. La flauta solista realiza diversos adornos sobre la base rítmica.
El cuarto movimiento, Dansa, después de una breve introducción, la cuerda nos presenta una suave sección rítmica en forma de habanera, que añade una brisa marinera a la obra. La flauta no interviene en esta sección.
El quinto movimiento, Marxa i Fuga, empieza mediante una marcha de carácter modal desde el registro grave, como un canto de épocas lejanas, que va creciendo en intensidad, hasta que la flauta inicia una fuga mediante un tema enérgico, retornando al sabor pastoral inicial.
Manuel Oltra convalida sus estudios de música entre 1957 y 1958 en el Conservatorio Superior de Música de Barcelona con los maestros Toldrà, Zamacois, Ricart i Matas y Joan Gibert.
En 1959 entra como profesor en el citado centro, donde permanecerá hasta su jubilación en 1987. Nombrado catedrático de armonía, contrapunto, fuga y formas musicales en 1969 y subdirector entre los años 1973 y 1981.
La “Doble 5 Suite", compuesta en 1962 para quinteto de viento y quinteto de cuerda, de donde proviene su nombre, fue posteriormente arreglada para quinteto de viento y orquesta de cuerda. Se estrenó en 1974 en el Conservatori Superior Municipal de Música de Barcelona. Está compuesta, jugando con el cinco, en cinco movimientos de forma circular con danzas que abren y cierran la obra.
El primer movimiento, Pastoral, es de carácter rítmico con una sección melódica en su parte central, antes de regresar a los ritmos de danza pastoral iniciales.
El segundo movimiento, Infantil, nos presenta un tema lento de carácter sencillo, que evoluciona hacia un tema rítmico antes de regresar al melancólico tema inicial.
El tercer movimiento, Burlesca, iniciado por la madera con un tema satírico actúa como un breve scherzo central de la obra.
El cuarto movimiento, Elegíaca, es un fragmento lento con un tema pensativo, en el que se alternan los dos grupos de músicos en la interpretación del tema principal y combinándose en un atractivo contrapunto.
El quinto movimiento, Festiva, cierra la obra con aires alegres de danza. Una sección rítmica más lenta es iniciada por la madera seguida por el ritmo de un vals, terminando con una alborozada coda.
Durante el período 1964-65 compone las breves piezas para coro "Eco" y "Preludio" sobre textos de Federico García Lorca, que forman parte de "Tres Canciones de Amor", recreando la atmósfera poética del sur de España.
"Psalmus Brevis" fue compuesta en 1967 para doble coro mixto y orquesta. Se basa en el texto en latín del Salmo XCV. Los dos coros, uno grande y otro pequeño, se van alternando a modo de antífona o cantan juntos en los momentos más brillantes, acompañados por una orquesta con piano, percusión e instrumentos de viento pero sin violines.
El director Albert Argudo que dirigió la obra en febrero de 1982 con la Orquestra Ciutat de Barcelona, el Orfeó de Sants y la Coral de Cambra del Conservatori le preguntó al maestro Oltra porqué no había puesto violines y le contestó de modo salomónico, No n'hi vaig posar, perqué no em va fer falta. No puse porque no me hizo falta.
Las "Cinc cançons tradicionals" compuestas en 1968 para soprano y orquesta contiene temas catalanes tan característicos como el de Rossinyol que vas a França. El uso del oboe le da también un toque popular.
La "Simfonía esparsa" compuesta en 1989 para orquesta sinfónica ha sido estrenada por la Orquestra Ciutat de Barcelona en el año 2002. En dicha ocasión cuando los músicos se extrañaron de que hubiera escrito una sinfonía el propio maestro les contestó, Sí, però només una. Per aixó es diu esparsa. Sí, pero solo una. Por esto se llama única.
La primera audición interpretada por la OBC tuvo lugar en el Auditori de Barcelona, bajo la dirección de Edmon Colomer el 6 de enero de 2012.
Como no disponemos de ninguna grabación de la misma incluimos la nota que acompaña la partitura editada por la empresa Boileau.
Esta sinfonía tiene sólo tres tiempos, pero el segundo y el tercero están entrelazados y, por lo tanto, se deben interpretar sin interrupción.
A pesar de que la frase inicial de la introducción, de la que deriva el tema principal, aparece también en el bajo ostinato del segundo tiempo, Passacaglia y en alguna pincelada del tercero, no se trata de una obra de estructura cíclica. La mencionada frase consta de los doce sonidos de la escala cromática, pero no es atonal en sentido estricto, ya que el atonalismo es ajeno a la manera de hacer del autor.
El tercer tiempo se aproxima bastante a la forma rondó, con algún estribillo variado y estrofas muy contrastadas. Esta composición es del año 1989, y fue estrenada el 21 y el 22 de septiembre de 2002 en el Teatro Principal de Sabadell y en el Palau de la Música Catalana de Barcelona respectivamente.
Mi colaborador Josep Maria Serracant i Clermont es uno de los promotores de la obra de su amigo Manuel Oltra, produciendo grabaciones de sus obras. Me ha comunicado recientemente que la sinfonía será interpretada en Bergen, Noruega próximamente.
“Montmagastre", es una estampa sinfónica escrita en 1970. Jordi León ha realizado una transcripción para banda. Combina delicados temas líricos con ritmos pastorales y de danza, terminando de modo solemne.
El castillo de Montmagastre situado en la cumbre de un montículo en el municipio de Artesa de Segre, de la provincia de Lleida, fue un referente durante la Edad Media en su lucha contra los árabes.
“Rondeauval", compuesta en 1980 para flauta y orquesta de cuerda, es una obra de carácter impresionista escrita en forma de rondó, combinando el tema que se repite con una danza ternaria.
“L'Alimara", escrita en 1983 es un poema sinfónico de ecos medievales escrito para dos coblas y percusión. Se estrenó en la Plaça del Rei de Barcelona en el mes de julio de 1983 dirigida por el propio compositor. Años más tarde realizó una versión para orquesta y en 2014 su discípulo Jordi León, instrumentista de oboe de la Banda Municipal de Barcelona, realizó una transcripción para banda.
El nombre de alimara se refiere al fuego que se encendía en lugares elevados, para dar avisos al territorio de carácter defensivo sobre incursiones enemigas, especialmente durante la época de las invasiones sarracenas.
Un tema de carácter épico inicia la obra seguido por un segundo tema lírico de ambiente pastoral. Una música evocadora que nos traslada al pasado, alternando ritmos festivos con delicados fragmentos bucólicos.
“Pastoral d'hivern", compuesta en 1998 para flauta y orquesta de cuerda es una pequeña pieza de carácter impresionista. Una obra que nos presenta un ambiente bucólico con algún momento de tensión, mediante un tema compuesto por cinco notas que proporciona unidad a la obra.
Entre sus últimas canciones destaca el ciclo "La Amante" compuesto en 2005 sobre textos de Rafael Alberti con colores flamencos. Del mismo año son sus canciones "Niño" con texto de Gerardo Diego adornada por característicos melismas y "Danza" sobre un texto de Federico García Lorca con su ritmo andaluz.
“Quatre Miniatures", escritas en 2008 es una suite para cobla y percusión compuesta por cuatro breves movimientos. El primer movimiento, Els putxinel-lis, nos ofrece una simpática danza que contrasta con el segundo movimiento, La calma, de carácter soñador.
El tercer movimiento, La cuita, es notable por sus aceleraciones como nos sugiere su título que significa la prisa. El cuarto movimiento, Dansa de gnoms, cierra el ciclo con una danza de sabor popular.
Manuel Oltra murió de una neumonía en Barcelona. el 26 de septiembre de 2015. Como compositor escribió para gran variedad de géneros, especialmente para cobla con unas treinta sardanas, música de concierto para cobla, música coral, canciones y armonización de canciones populares. En el año 1994 recibió el Premi Nacional de Música y en abril de 2010 fue galardonado con la Creu de Sant Jordi otorgada por la Generalitat de Catalunya.