PYOTR TCHAIKOVSKY (1840-1893)
El "Concierto Nº 1 para piano y orquesta en si bemol menor" Op.23 fue compuesto entre noviembre y diciembre de 1874, completando su orquestación en el mes de febrero del siguiente año. Esperaba que lo estrenase Nicolás Rubinstein pero su interpretación realizada por el compositor en el Conservatorio de Moscú fue muy mal recibida y criticada por el pianista.
Finalmente fue estrenado el 25 de octubre de 1875 en Boston, interpretado por Hans von Büllow con la orquesta dirigida por Benjamin Johnson Lang. La primera interpretación en Rusia fue realizada por Serge Taneïev.
El primer movimiento, allegro non troppo e molto maestoso - allegro con spirito, empieza con una introducción en la que aparece un tema majestuoso, que de modo enigmático desaparece de la obra sin que vuelva a repetirse. El concierto continua con la entrada del primer tema del allegro, un tema de carácter optimista. El clarinete presenta el segundo tema de modo contrastante con un carácter lírico y soñador.
La orquesta inicia la sección de desarrollo, en la que el piano introduce un nuevo tema en tono menor. La recapitulación empieza con la versión del tema principal. Después de recordar el segundo motivo temático se produce un crescendo que se interrumpe al iniciarse la cadenza del solista. La conclusión se inicia con un recuerdo del segundo tema por la orquesta dando paso a la coda.
El segundo movimiento, andantino semplice, prestissimo, tempo I, empieza con el tema principal interpretado por la flauta que luego pasa al piano, una inocente melodía pero que recibe un meritorio tratamiento. Un par de violoncelos reexponen el tema pasando luego al oboe. La sección central cambia a prestissimo con una melodía rítmica agitada en la cuerda. Termina con la recapitulación del tema inicial que es repetido por el oboe, antes de llegar a la coda conclusiva.
El tercer movimiento, allegro con fuoco, está escrito en forma de rondó con un tema agitado, una vigorosa danza de origen ucraniano. Un segundo tema melódico de carácter lírico sirve como contraste. Regresa el tema principal del rondó en la orquesta contestado por el segundo tema. Después de un poderoso crescendo orquestal, el piano interviene en un corto solo seguido por una solemne versión en tutti del segundo tema, que nos conduce a la conclusión.
Se trata de uno de los conciertos más interpretados. Una lucha entre la orquesta y el piano, que se lleva la victoria en las frases finales, especialmente si es defendido por un gran intérprete.
Gabriela Montero, piano
Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya
Jaime Martín 17-18-19 Marzo 2017