8 – Ives
Es el primer compositor que escribe de una forma típicamente americana. Sus ideas de realizar una renovación total de la música no fueron comprendidas en su época. Influenciado por las ideas de su padre siempre ha buscado nuevas formas de expresión, investigando sobre complicadas armonías, llegando hata el empleo de la microtonalidad. Su trabajo independiente, sin tener que vivir de la música le proporcionó la deseada libertad.
Charles Ives (1874-1954) nació el 20 de octubre de 1874 en Danbury, en el estado de Connecticut, perteneciente a la antigua Nueva Inglaterra. Su padre Georges Ives, era un director de banda militar formado durante la Guerra Civil en el ejército de la Unión. Terminada la guerra continuó su trabajo en bandas locales. Pero no era un director habitual. Intentaba buscar nuevos caminos en la música, realizando raras mezclas de melodías. Le gustaba realizar experimentos con nuevos tonos, con extraños instrumentos para reproducir cuartos de tono. Era un investigador de tipo popular, al carecer de formación académica. Estas ideas las transmitió a su hijo.
Charles empezó tocando el tambor en una de las bandas de su padre. En 1888 escribió su primera obra para la orquestra del teatro de Danbury, el Holiday Quickstep, un baile de salón con pasos cortos y rápidos. En la misma época actuaba como organista en la iglesia cercana a su casa. Al año siguiente obtuvo el cargo de organista en la Second Congregational Church en Danbury, convirtiéndose en el organista más joven del estado de Connecticut. En esta época compuso su famosa obra ”Variations on a National Hymn” para órgano en el año 1891. Esta obra se conoció mas tarde con el nombre de ”Variations on ‘America’”. El compositor americano William Schuman realizó una versión de la obra para orquesta en 1963. Una composición que había sido rechazada cuando Ives intentó publicarla en 1892.
Ives empezó sus estudios en 1893 en la Hopkin´s Grammar School en New Haven. Luego en octubre de 1894 ingresó en la Yale University situada también en New Haven, pero tuvo la desgracia de que su padre muriera un mes mas tarde. Allí pudo estudiar con el famoso compositor en aquellos tiempos Horatio Parker, cabeza del nuevo Departamento Musical. Un hombre de sólida formación germánica, había estudiado en Munich con Rheinberger, con estética romántica y conservadora. Ives que desde su juventud le gustaba experimentar nuevos derroteros en el campo musical discutía frecuentemente con su maestro. Durante esta época de estudiante compuso su primer cuarteto y su primera sinfonía.
Posteriormente la influencia de su maestro no se notó demasiado en sus ideas musicales. Durante sus estudios se volvió indispensable a su hermandad Delta, Kappa, Epsilon que cada año montaban una comedia musical.
La “Sinfonía Nº 1” fue compuesta principalmente entre los meses de agosto de 1897 y mayo de 1898, pero sus primeras ideas provienen de poco antes de entrar en Yale. Una obra fuertemente influenciada por los ideales románticos de su maestro, que no quería oír hablar de la nueva estética de su alumno, hablando de politonalidad, armonía libre o música espacial. Ives presentó los movimientos segundo y cuarto como tesis de composición a su maestro. Como se comprenderá el polémico compositor había escrito una obra de estética claramente romántica para lograr su finalidad. Su obra original la retocó contra su voluntad para no ser recriminado.
La sinfonía no se estrenó hasta el 26 de abril de 1953 en Washington D. C. , interpretada por la National Gallery Orchestra dirigida por Richard Bales.
El primer movimiento allegro con moto nos presenta su primer tema mediante el clarinete, en un estilo que hubiera podido ser de Dvorak. Es un tema en forma de vals clásico. En la parte final del desarrollo encontramos un momento mágico de suaves cambios de armonía. Después de la formal recapitulación, termina con una solemne coda.
El segundo movimiento adagio molto, es una página lírica de romántico sentimentalismo. Antes había compuesto otro movimiento, largo, que finalmente lo eliminó, debido a las críticas negativas de su maestro. Mas tarde se convertiría en la base del tercer movimiento de su segunda sinfonía. La melodía principal del adagio molto es amplia y cantabile, recordando a la de Dvorak. Utiliza el corno inglés de un modo especialmente efectivo y colorista. Tanto su orquestación como las múltiples variaciones del tema, nos demuestran que Ives dominaba la técnica de la sinfonía clásica. Pero sus ideas musicales no iban por el sendero conservador. Esta sinfonía es una obra obligada por las circunstancias escolares.
El tercer movimiento corresponde al scherzo. Empieza con una forma canónica, según el contrapunto aprendido con su maestro. El trio es lírico con un vital frescor, recordando el vals del primer movimiento. Finalmente se repite la primera parte.
Termina con un allegro molto de gran espíritu rítmico reflejado en su primer tema. El romanticismo reaparece en el segundo tema lírico. Acaba con una gran coda de opulencia casi de Tchaikovsky, después de una aparición del tema del primer movimiento para cerrar una estructura cíclica.
Cuando Ives abandonó la Universidad de Yale en 1898 se dirigió a New York. Allí decidió que no podía vivir de la música y se empleó en una compañía de seguros la Mutual Life Insurance Company.
Comprendió que para vivir de la música debería doblegarse a los dictados de la moda y de la crítica. Su estilo de investigador era demasiado libre para ello. Un principio fundamental que había heredado de su padre decía, “un hombre puede cultivar su amor por la música y este amor se hará más ardiente, mas fuerte, más grande, mas libre, si el hombre no intenta ganarse la vida con su música”. Como hombre práctico pronto comprendió, como el mismo declaró, que “podía morirme de hambre por mis disonancias”.
La “Sinfonía Nº 2” fue compuesta entre 1897 y 1901. Mas adelante realizó algunas revisiones durante los años 1909 y 1910. Se estrenó el 22 de febrero de 1951 en el Carnegie Hall, interpretada por la New York Philharmonic dirigida por Leonard Bernstein. Una obra en la que finalmente pudo desarrollar libremente sus ideas musicales. Pero cuando se estrenó no quiso acudir a la audición, asistiendo solo su mujer Harmony. La escuchó a través de su retransmisión radiofónica, en su casa. Se trataba de una de sus obras llamadas por él soft. Por poseer pocos elementos disonantes y tratarse de una música de su juventud con demasiadas influencias clásicas. Debido precisamente a ello, el estreno resultó un éxito, convirtiéndose en la obra mas aclamada de su autor.
El primer movimiento andante moderato está basado en su “Sonata para órgano”, una obra que se ha perdido y una obertura igualmente desaparecida. El tema principal aparece interpretado por los violoncelos, acompañados después por las violas y finalmente por los violines. Una melodía que recuerda el estilo de Bach. Sigue el desarrollo en forma de variaciones temáticas. En la obra de Ives se mezclan sus propios temas con las citas de melodías populares americanas. Mencionaremos las más evidentes. Sobre la melodía de la cuerda las trompas interpretan Columbia, Gem of the Ocean, el tema mas conocido. Al final del movimiento el oboe interpreta el tema principal a modo de recapitulación.
El segundo movimiento, allegro, se enlaza sin pausa con el anterior. Aquí los protagonistas son las maderas. El tema principal recurrente es una simple frase repetida de tres notas, ti, to, ta. Después de un crescendo la cuerda cita el himno protestante Bringing in the sheaves. Después del decrecendo, aparece el segundo tema, de carácter de canción popular americana negra, interpretado por las flautas y el oboe. Seguramente se trata de la cita de otra canción popular en aquella época. La fase de desarrollo empieza con la cita nuevamente de las referidas tres notas. Acaba con un crescendo con influencia de Wagner y finalizando con una figura contrapuntística, con acompañamiento del bombo y la caja, que da paso a la recapitulación. Aquí Ives sigue la académica forma sonata, sin olvidarse de citar nuevamente el himno protestante. El segundo tema es repetido de forma triunfal, entrando el primero de forma contrapuntística que nos llevará hacia la gran coda final. El segundo tema es interpretado solemnemente por el metal, acompañado por disonancias de flautas y clarinetes. Una frase rápida interpretada por los trombones y clarinetes, que recuerda el estilo de Gershwin, da paso a la conclusión.
El tercer movimiento, adagio cantabile, proviene del abandonado en su primera sinfonía debido a la crítica negativa de su maestro. El movimiento es interpretado por la cuerda pero con el apoyo de las maderas y puntuales del metal. La forma es la de lied tripartito o sea A, B, A. El tema es lírico de una suave y contenida belleza. Destaca un emotivo solo del violonchelo contestado por las trompas, que nos conduce a la parte central del movimiento. Tiene una fuerte influencia wagneriana, especialmente en el crescendo final. Se retorna al lirismo de la primera parte, que repite hasta llegar a la cita del himno patriótico America the Beautiful en los violines, antes de la coda de delicada textura.
El breve cuarto movimiento, lento maestoso, empieza con las trompas y trombones anunciando su tema principal, que es el mismo del primer movimiento. Repite la cita de Columbia, Gem of the Ocean, empleada aquí como segundo tema, de modo contrapuntístico. Se repite el primer tema en fortissimo llegando al climax del movimiento. Un decrescendo protagonizado por las maderas nos lleva sin interrupción al movimiento final.
Termina con un allegro molto vivace. Las cuerdas presentan el movido primer tema, apoyadas por los timbales. Entran las trompas con la cita de The Camptown Races del popular compositor de canciones norteamericano Stephen Foster (1826-1864), que se hizo famoso después del éxito conseguido por su canción “Oh! Susanna”. Mas tarde aparece una nueva cita en los flautines y percusión, una marcha que se supone de la guerra de Secesión. Regresa la cita de The Camptown Races en los trombones. Un solo de trompa nos presenta el segundo tema, una cita según algunos expertos de Old Black Joe, una nostálgica melodía. Luego entra la flauta con el tema de Long, long ago. El breve desarrollo empieza con la entrada bastante brusca de las maderas con una estructura contrapuntística, que terminará llegando a un crescendo que enlaza con el comienzo de la recapitulación. Esta se realiza de forma variada. Así aparece una nueva cita en los violines de un tema de baile, Turkey in the Straw con los trombones interpretando The Camptown Races. Después de un crescendo contrapuntístico se llega a una brusca pausa. Entonces reaparece el segundo tema en el violonchelo. Una nueva entrada brusca de la madera inicia la delirante coda final donde se mezclan todos los temas de la obra. Así las trompetas nos recuerdan el tema de la marcha de la guerra de Secesión, mas tarde escuchamos el toque de diana y los diversos temas y citas de la obra, terminando con la última cita de Columbia, Gem of the Ocean, antes de llegar al acorde final que presenta una gran cadencia disonante. Mucho se ha escrito sobre esta nota, pero parece que lo hizo como reacción contra su maestro Horatio Parker rechazando las teorías académicas.
Como comentario final, podemos considerar a la obra dividida en tres movimientos. El primero sería un allegro con una introducción lenta adagio, al estilo de muchas obras clásicas. Sigue un adagio y termina con otro allegro con una breve introducción lenta. La obra posee una forma y estilo clásico, aprendidos en sus años de estudio en Yale, pero aderezado con citas americanas que le dan un fuerte sabor del Nuevo Mundo. Podemos decir que es la primera sinfonía puramente americana. Una obra que a pesar de influencias de Brahms, Dvorak o de Wagner, no suena nunca como la música de estos autores. Al escucharla notamos que es una obra auténtica de Charles Ives y suena como tal. Recogiendo un símil culinario, se trata de una obra compuesta por muchos ingredientes sencillos, que perfectamente manipulados y mezclados, dan lugar a un delicioso plato.
A pesar de que Ives había renunciado a su carrera musical dedicándose a los negocios, nunca abandonó su amor por la música. Así durante su tiempo libre se dedicaba a la composición. En 1900 se convirtió en el organista de la Central Presbyterian Church en New York, pero en 1902 pidió la dimisión de su cargo. Compuso muchas obras para la iglesia, pero por desgracia la mayoría se han perdido.
En 1905 conoció a Harmony Twichell, la hija del influyente Reverendo Joseph Twichell de Hartford. El amor fue naciendo entre ellos y Harmony terminó entendiendo la música de Ives. Se casaron en el mes de junio de 1908, después de un romance que duró dos años. Esto fue una gran ayuda para el ansia de Ives como compositor. Había encontrado a alguien que creía en su música. Este fue el principio de su etapa de mayor fuerza como compositor, etapa que se desarrolló entre 1908 y 1920.
La “Sinfonía Nº 3” (The Camp Meeting) fue compuesta entre 1904 y 1911. Ives raramente trabajaba en una sola obra. Antes de terminarla sus ideas se desplazaban hacia una nueva. Para su construcción empleaba obras que había compuesto con anterioridad, uniendo diversos movimientos. Así en su tercera sinfonía, empezada en 1904, empleó obras que había escrito en 1901, obras compuestas para órgano que se han perdido. La última revisión de la sinfonía la realizó entre 1909 y 1911.
La obra se estrenó el 5 de abril de 1946 en el Carnegie Chamber Music Hall de New York, interpretada por la New York Little Symphony Orchestra dirigida por Lou Harrison. Después del estreno la obra fue nominada por el New York Music Critics Circle, lo cual le llevó a ganar el Premio Pulitzer en el mes de mayo de 1947. Era el único premio que el compositor recibía en su vida, declarando en una entrevista que “los premios son símbolos de mediocridad”. Pero en la realidad se sentía orgulloso con su premio que enmarcó y colgó en la pared de su casa. El premio en metálico lo regaló a dos compositores amigos suyos, John Becker y Lou Harrison.
Esta obra, como muchas de Ives, sigue un programa. Su subtítulo The Camp Meeting, nos indica que trata de contarnos los acontecimientos durante una asamblea en un campamento, siguiendo la progresión de una ceremonia de gospel. Cada movimiento posee un título explicativo. Para dar mas información de lo que la palabra gospel significa le dedicaremos el siguiente apartado.
La palabra gospel deriva del inglés antiguo, de, good, buena, y spel, palabra gótica que significa narración. Lo podemos traducir como good news o sea buena nueva, una traducción de la palabra griega evangelion o sea que gospel significa evangelio. En su sentido amplio comprende todos los evangelios, tanto los cuatro canónicos, aceptados por la Iglesia, como los denominados apócrifos.
La música Gospel se refiere esencialmente a la música religiosa que apareció en las iglesias afro-americanas en la década de los años 1930. Esta música llamada propiamente Gospel negro, deriva de la música religiosa anterior, el gospel blanco. Es la llamada música country religiosa, que apareció en las diversas iglesias protestantes del sur de Estados Unidos a principios del siglo XX. Esta música al ser adoptada por las comunidades de raza negra dio lugar a una separación de la misma, formando dos ramas. El White Gospel que sigue la orientación de la música popular americana, el country, para ser interpretada en las iglesias y el Black Gospel, en el cual se introducen los elementos de la música africana que darían paso al blues y al boogie woogie, introduciendo instrumentos de jazz en la iglesia.
La ciudad de Hartford en Arkansas se conoció durante un tiempo como el oasis del Gospel blanco. De esta ciudad provenía el suegro de Ives.
El primer movimiento andante maestoso, se subtitula Old Folks Gatherin, reunión de ancianos y proviene de una obra para órgano de 1901 llamada Prelude que como el resto se ha perdido. En este movimiento encontramos una fuga basada en la música gospel “Oh, for a Thousand Tongues to Sing” conocido también como el himno Azmon. La música es meditativa, profundamente espiritual. Aunque el lenguaje empleado es tonal, se usa de una forma muy personal. Empieza en forma de himno religioso. El tema principal aparece en varias entradas en forma de canon, con sensación de movimiento. Solos de flauta y oboe interrumpen momentáneamente este movimiento en la parte central del mismo. Se retorna al carácter contemplativo del inicio. Llegamos a una forma de recapitulación en la que retorna el solo de flauta que nos lleva a la tranquila coda final.
El segundo movimiento corresponde al allegro subtitulado Children’s Day. Procede de otra pieza para órgano que se titulaba Postlude. Es un movimiento de distensión dentro de la ceremonia religiosa. Se trata de una representación de los juegos de los niños. El primer tema es vivo, con acordes de tres notas que se trasladan de la cuerda a las trompas y fagots. El segundo tema tiene forma de marcha. Ambos temas se van intercambiando en una especie de desarrollo y recapitulación conjunta. Después de llegar a un último climax la música va calando hasta la tranquilidad de la coda.
El tercer movimiento, largo, se subtitula Communion. Se regresa a la religiosidad del primer movimiento, usándose también el mismo gospel. Su origen es la obra para órgano Piece for Communion Service de su época de organista, también perdida. Empieza con el enunciado del himno religioso Just As I Am, que todavía concluye muchos oficios religiosos de la Iglesia Evangélica. Un movimiento intenso y meditativo interpretado por la cuerda. Los dos temas del movimiento son presentados en calma por la cuerda. Las variaciones armónicas son constantes, acompañadas de variado contrapunto. Después del segundo climax la melodía de la flauta nos vuelve a la serenidad del principio del movimiento, terminando con una sosegada cadencia. En la primera versión de la obra, Ives había añadido el sonido de unas campanas lejanas, representando a la Iglesia. Pero cuando la revisó dudaba de su inclusión. Los directores son libres de usar la que crean que sea su mejor opción.
La “Holidays Symphony” fue construida hacia 1917, uniendo cuatro obras anteriores dedicadas a cuatro festividades americanas, correspondiendo cada una a las cuatro estaciones. La parte más antigua corresponde al último movimiento, Thanksgiving and Forefathers’ Day. La empezó en 1903, terminándola en 1904. Según las memorias del propio Ives, al terminar esta parte concibió una sinfonía en cuatro partes, de las cuales formaría parte la composición recién escrita. El estreno de la obra completa se produjo el 9 de abril de 1954 en Minneapolis, Minnesota, interpretada por la Minneapolis Symphony Orchestra dirigida por Antál Doráti, casi un mes después de la muerte del compositor.
Las cuatro partes se pueden interpretar separadamente, pero en las memorias escritas por el propio compositor afirma que se trata de una sinfonía. “Mas tarde la llamé como suite porque estaba cansado de escuchar a los lily boys, como llamaba a los músicos y críticos conservadores, diciendo ¿Dónde está el primer tema, el desarrollo?, y otras tonterías por el estilo”.
El primer movimiento se titula Washington’s Birthday, representando el invierno. Esta parte se compuso entre 1909 y 1913, instrumentándola para orquesta de cámara. Se estrenó en San Francisco en 1931 por la New Music Society Orchestra dirigida por Nicolas Slonimsky.
Representa el invierno en Nueva Inglaterra. El aniversario de Washington corresponde al 22 de febrero. Está dividida claramente en dos partes. La primera expresa la crudeza y soledad del invierno mediante calmadas armonías disonantes. Un ambiente soñador que refleja frío y soledad, una monotonía que quiere mostrar la austeridad de los ancianos Puritanos. Pero para la generación joven la fiesta significa acción y a pesar del frío y la nieve salen a la calle para celebrarla, reuniéndose en el centro de la ciudad bailando una danza campesina. Escuchamos una banda con sus violines, pífanos y trompas que interpreta un popurrí de bailes populares unidos en el estilo característico de Ives. Al terminar la música, las parejas se despiden con sentimentales canciones de amor, hasta que el silencio del invierno invade de nuevo las calles.
El segundo movimiento se titula Decoration Day. Corresponde a la fiesta del Memorial Day que se celebra en los Estados Unidos en honor a los veteranos de guerra. Se conmemora el 9 de abril, celebrando el final de la guerra de Secesión. Este movimiento representa la primavera. A partir de una obra anterior para violín y piano, Ives arregló esta partitura para gran orquesta en los años 1912 y 1913. Se estrenó en La Habana (Cuba) en 1931 por la Orquesta Filarmónica de La Habana dirigida por Amadeo Roldán.
La gente se reúne para ofrecer las flores a las víctimas de la guerra. La música empieza con suavidad, de modo contemplativo. Al mediodía, delante del ayuntamiento donde se produce la ofrenda floral, empieza lentamente el desfile, encabezado por las ilustres autoridades, hacia el Wooster Cemetery. Una música solemne acompañada por el tañido de las campanas, anuncia la ceremonia fúnebre, escuchándose finalmente la llamada de las trompetas cerrando el acto. Luego empieza una marcha triunfal. La marcha se detiene bruscamente y regresa el silencio de la tarde.
El tercer movimiento se titula The Fourth of July y representa el verano. El 4 de julio es el día en que se celebra la independencia americana. Esta parte fue compuesta entre los años 1911 y 1912. Se estrenó en París en 1932 interpretada por la Orquesta Sinfónica de París dirigida por Slonimsky.
La fiesta empieza con tranquilidad la noche anterior. Crece a la salida del sol. Empieza un desfile de sonidos representando los diferentes estamentos sociales celebrando la fiesta. En su peculiar estilo de medley o sea mezcla de melodías, aparecen llamadas militares, bailes populares junto con el himno americano. En la parte final se produce una explosión sonora que dura cinco compases. En ellos se mezclan trece esquemas rítmicos con trece líneas de percusión superpuestas, con clusters de piano y cuerdas divididas en veinticuatro partes. Debido a su gran dificultad requiere un director auxiliar.
El último movimiento Thanksgiving and Forefathers’ Day corresponde a la fiesta de acción de gracias, en homenaje a los primeros Puritanos desembarcados en suelo americano. Se celebra el cuarto jueves de noviembre y por ello esta es la parte correspondiente al otoño, en el ciclo de cuatro estaciones al que hace referencia la sinfonía.
Como hemos dicho este fue el primer movimiento que compuso Ives en 1903, completado en 1904. Se trata de una composición basada en dos obras para órgano que Ives había compuesto e interpretado en la Center Church de New Haven, Connecticut, Prelude and Postlude for a Thanksgiving Service. Este movimiento se estrenó en 1954 en Minneapolis, Minnesota por Antál Doráti. Requiere la participación de un coro.
El compositor no escribió ningún programa para esta parte. La música sigue la línea politonal de Ives, empezando de modo lento. Las llamadas del viento aumentan su intensidad. Música meditativa con un ritmo anguloso. Después de llegar a un climax, la música va apaciguándose. Una lenta plegaria nace de las profundidades. La música presenta una tonalidad más definida. El himno crece, presentándose como una canción popular americana. Luego vuelve a caer dulcemente. Instrumentos de viento interpretan partes de la melodía. Después de un nuevo climax politonal, interviene el coro interpretando el himno solemnemente, acompañado por la orquesta con campanas, dando fin a la ceremonia de acción de gracias, que termina diluyéndose lentamente.
Mientras, su empresa de seguros Ives & Co. lograba el éxito, asociándose en 1907 con Julian Myrick para formar la sociedad Ives & Myrick, que se convertiría en la mayor agencia del pais. Fue notable no solamente a causa de sus grandes beneficios, sino por las nuevas ideas que Ives introdujo en el negocio. El matrimonio Ives dejó la ciudad de New York en 1911 y después de pasar un año en Hartsdale, se instalaron en West Redding, cerca de su pueblo natal Danbury. Esta fue la época mas creativa de Ives en el campo de la composición.
En el mes de octubre de 1918 Ives sufrió un ataque de corazón del cual nunca se recuperó totalmente, a pesar de vivir durante muchos años más. Al parecer fue a causa de sufrir diabetes. Las complicaciones de esta enfermedad ocasionaron que su salud no fuera demasiado buena el resto de su vida.
La primera consecuencia de su estado de salud fue asegurar económicamente a su familia y presentar su música al público. En 1921 publicó su segunda sonata para piano y en 1922 sus 114 canciones con gastos a su cargo. Pero su periodo compositivo casi había terminado en 1920. A partir de entonces solo se dedicó a corregir y adaptar obras anteriores.
La “Sinfonía Nº 4” fue terminada en su versión definitiva en 1929. Pero como la mayoría de las obras de Ives tiene una larga historia. Emplea material previo compuesto entre 1898 y 1911. El último movimiento lo terminó en el verano de 1915, pero la fuga final no se acabó hasta finales de 1916. Una primera versión fue estrenada por la New York Philharmonic dirigida por Eugene Goossens el 29 de enero de 1927 en el Town Hall. En 1929 varia el orden de los movimientos. El segundo que contiene la fuga se convierte en el tercero, con lo cual el originalmente tercero pasa a ser segundo. La primera interpretación de la fuga del segundo movimiento, reorquestada con la supresión del órgano, se realizó en New York en 1933, dirigida por Bernard Herrmann.
El estreno íntegro de la sinfonía tuvo lugar el 26 de abril de 1965, en New York con la American Symphony Orchestra dirigida por Leopold Stokowski, con David Katz y José Serebrier como directores asistentes.
La orquesta empleada contiene dos piccolos, tres flautas, dos oboes, tres clarinetes, tres fagots, un saxo que es opcional, cuatro trompas, seis trompetas, tres trombones, timbales y varios instrumentos de percusión. Además utiliza en el ultimo movimiento un grupo de percusión separado de la orquesta. Contiene un tambor, un timbal pequeño, platillos, un bombo y un gong. Otro grupo separado contiene cinco violines y dos arpas. En algunos movimientos participa un coro además de un piano solista. Para terminar, la orquesta principal está acompañada por dos pianos o un piano a cuatro manos y un órgano. Esta instrumentación varía según los movimientos.
La versión original necesitaba dos directores asistentes, pues había una orquesta fuera del escenario y también el grupo de percusión oculto. Gunther Schuller preparó una versión para un solo director que es la utilizada normalmente.
El primer movimiento consiste en un corto Prelude: Maestoso. En parte procede del tercer movimiento de la Primera Sonata para violín y de la canción Watchman, tell us of the night, un himno escrito por Lowell Mason en el siglo XIX. La orquesta empleada es reducida. Trompeta, trombón optativo, piano, celesta, cuerdas, timbales, platillos y bombo. Otro grupo situado fuera del escenario se compone de flauta, arpa y cuerda. Además se emplea un coro.
Trágicas notas graves inician la obra. Los músicos fuera del escenario interpretan el himno ”Nearest, My God, to Thee”, independientemente del resto de la orquesta. Es el mismo himno que tocaban los músicos del Titanic mientras se hundía. Luego el coro entona el himno “Watchman, Tell Us Of The Night” mientras los violines siguen interpretando el himno del Titanic. Termina dulcemente.
El segundo movimiento allegretto, subtitulado Comedy, se basa en parte en el movimiento Hawthorne de su “Sonata para piano Nº 2” (Concord). Comentaremos brevemente esta obra pianística para clarificar posteriores ideas. Hacia 1910 Ives decidió hacer una serie de obras en honor a sus escritores favoritos de Nueva Inglaterra. Su primera obra fue la Emerson Overture for Piano and Orchestra. Está dedicada al poeta, moralista y ensayista americano Ralph Emerson (1803-1882) nacido en Boston de ascendencia Puritana. Separándose de la Iglesia tradicional se convirtió en el centro de la corriente filosófica conocida como Transcendentalismo.
Otra de las obras de Ives fue el Hawthorne Piano Concerto dedicado a la figura de Nathaniel Hawthorne (1804-1864), otro escritor de familia emigrante, nacido en Salem. Famoso como novelista, cuya obra maestra es The Scarlet Letter, famosa por pasar al cine en el film “La letra Escarlata”, obra que condena la intransigencia de los primeros Puritanos en Norteamérica. Recordemos que los Puritanos son una secta religiosa surgida del Calvinismo, contraria a sus ritos y buscando la primitiva pureza. Fueron perseguidos en Inglaterra y muchos de ellos emigraron a América, estableciéndose en Nueva Inglaterra.
Finalmente Ives compuso la Alcott Overture dedicada a Amos Alcott (1799-1888), un educador y filósofo establecido en Boston. Ives abandonó la idea inicial de componer una suite dedicada a escritores de Nueva Inglaterra, reelaborando la música y convirtiéndola en tres movimientos de una Sonata para piano. Añadió un movimiento final dedicado a Thoreau formando su “Sonata Nº 2 para piano” (Concord, Mass. 1840-1860). Henry Thoreau (1817-1862), es un escritor nacido en Concord (Massachussets) que se convirtió en un gran seguidor de Emerson.
Volviendo al comentario de la cuarta sinfonía, nos encontramos con un movimiento totalmente libre, por lo cual musicalmente es muy difícil de analizar. Según Ives, muestra la progresión a través de la vida como en una Comedia, en el sentido de algunas obras de Hawthorne. Emplea una extensa orquesta que además de la cuerda, necesita un piano solista, dos pianos orquestales, piccolo, dos flautas, tres clarinetes, dos fagots, saxo, dos cornetas, cuatro trompetas, cuatro trombones, tuba, celesta, timbales, tambor, tambor militar, tambor indio, bombo, triángulo, platillos, campanas agudas y graves y dos gongs.
A lo largo del movimiento podemos escuchar pequeños fragmentos de obras americanas conocidas, como el famoso “Columbia”, “Red, White and Blue”, “Yankee Doodle” o “Turkey in the Straw”. Empieza con sonidos de la percusión y melodías distantes de la cuerda. Entradas de la madera e intervenciones cortas del piano. Una melodía apenas es esbozada por la flauta. En este movimiento utiliza cuartos de tono, lo cual le da una sonoridad netamente atonal. Ritmos maquinistas iniciados en el piano y la percusión, que son seguidos por la orquesta, nos llevan al primer climax. La cuerda continúa suavemente con su melodía. Entra la orquesta superior cubriéndola con notas atonales. Escuchamos fragmentos de “Turkey in the Straw” y de “Red, White and Blue” hasta oír claramente las notas características de “Columbia, Gem of the Ocean”. Entra el piano solista tocando libremente, mientras el violín acompañado por campanas continúa con otro ritmo, la viola más lenta y luego el bombo acompañando al piano. Escuchamos la melodía de “Long, Long Ago” antes de llegar a un gran climax, donde se mezclan diversos ritmos y líneas melódicas. Después el violín solista interpreta dulcemente “Beulah Land”. Según la explicación del propio Ives, este momento relata la sensación que se tiene cuando provenimos del ensordecedor ruido de la calle y entramos en la iglesia, escuchando al órgano suavemente interpretar un himno religioso. Continua con la explosión del “Fourth of July”. Diferentes combinaciones aparecen a continuación, llegando la apoteosis final con “Long, Long Ago” en las cornetas. Termina con una brusca bajada de volumen.
El movimiento es una extensa pintura de América, mostrando la mecanización como un ruidoso aspecto de la civilización. Es una parodia de la sociedad moderna. En ella escuchamos sonidos repetitivos mecánicos, música de salón de las respingadas Damas, por cierto de una forma burlesca. Una música que forma parte de la gran comedia humana. Encontramos momentos ásperos junto a instantes dulces y sentimentales. Momentos llenos de misterio. Finalmente llega el viento barriendo todos los sonidos, quedando solamente las violas intentando desesperadamente tocar algo.
El tercer movimiento, andante moderato, está construido en forma de fuga. Después de tanto ruido nos llega el esperado descanso, mediante una fuga de carácter religioso. Está escrito para orquesta de cuerda, flauta, clarinete, trompa o trombón y órgano. Se basa en la orquestación del primer movimiento de su Primer Cuarteto de cuerda. Consiste en una doble fuga combinando los temas melódicos de “All Hail The Power” y “From Greensland’s Icy Mountains”. La fuga sigue la construcción clásica, terminando de forma solemne, mediante la intervención del órgano, con la contribución final del tema de Haendel “Joy to the World”.
El último movimiento lleva la indicación, Very slowly, Largo maestoso. Aquí usa el completo grupo orquestal, formado por la orquesta base ampliada, el grupo de percusión y un segundo grupo distante, consistente en cinco violines y dos arpas. Además en la parte final participa el coro. Este movimiento proviene en parte de una de sus obras para órgano perdidas, la “Memorial Slow March”.
Ives vuelve a utilizar fragmentos de temas americanos. Empieza con la intervención tranquila de la batería. Una especie de himno surge de las profundidades. La orquesta entra con sonidos disonantes. De nuevo emplea cuartos de tono. Aparecen temas conocidos como “Nearest my God to Thee” en el grupo de violines o “Martyn” en las trompetas, “Missionary Chant” y “Westmister Chimes”. Mientras, el conjunto de la batería va marcando sin inmutarse el tiempo del reloj universal. En la parte final entra el coro susurrando la segunda parte de “Bethany”, finalizando con los distantes sonidos de la batería.
Aunque con estilos muy diferentes, encontramos una similitud entre Ives y Mahler, querer crear obras trascendentes. Esta sinfonía intenta responder a la pregunta eterna, sobre cual es el significado de nuestra existencia. Esto es lo que Ives se pregunta al principio de la obra, con un tema casi agresivo. El resto de la sinfonía intenta contestar a esta interrogación. En el primer movimiento la respuesta se basa en la filosofía del Transcendentalismo, formulada por Emerson, estar cerca de Dios, formar parte de Dios. En el segundo movimiento nos ofrece otra respuesta distinta. La comedia humana, el mundo. Nos ofrece un retrato de la sociedad americana en su aspecto materialista. En este caso la respuesta a la trascendental pregunta sería, todas las cosas son tal como se manifiestan. En el tercer movimiento reina el misticismo. El espíritu de congregación, que mediante el culto y la contemplación se logra la unión espiritual del hombre, lo cual está reflejado musicalmente mediante la doble fuga. En el último movimiento el grupo de percusión representa el tic-tac del reloj universal. Ives realiza una mezcla de elementos, simbolizando las ideas de los anteriores movimientos, realizando una especie de síntesis final. La procesión, que representa la vida humana, ha llegado a su fin, todo el planeta se funde en una última canción, desapareciendo de nuestra vista para lograr su objetivo final, estar cerca de Dios, expresado por las palabras del coro Nearest, My God, to Thee..., lo mas cerca de ti, Dios mío.
La “Universe Symphony” corresponde a la “Sinfonía Nº 5”, la última obra de Ives, que no logró terminar. Empezó esta sinfonía en 1911 y estuvo trabajando intermitentemente en ella hasta 1951, sin poder llegar a terminarla. Larry Austin, nacido en 1930 realizó una versión ejecutable, completándola, trabajando en ello a partir de 1974, finalizando la obra el 30 de enero de 1993. Se estrenó el 28 de enero de 1994 por la Cincinnati Philharmonia dirigida por Gerhard Samuel.
Larry Austin es un compositor norteamericano nacido en 1930 en Oklahoma. Trabaja en el campo de la música experimental y electro-acústica. Desde 1958 a 1972 ha sido profesor de la Facultad de Música de la Universidad de California. Luego desde 1972 a 1978 de la Universidad del Sur de Florida y finalmente de la del Norte de Texas entre 1978 y 1996, año en que tomó su jubilación. Pero actualmente continúa su carrera como compositor. Interesado en el aspecto novedoso de la música de Ives, se ha convertido en un especialista de dicho compositor, encontrando en ello inspiración para varias de sus propias obras.
Ives empezó su última sinfonía en 1911, trabajando en ella hasta 1915. Reemprendió varias veces el trabajo en los años 1927, 1928 y 1932. Tres años antes de su muerte volvió a interesarse en el trabajo pero le fue imposible dejarla acabada.
En 1974 con motivo del centenario del nacimiento de Ives, Larry Austin empezó a estudiar los manuscritos de la inacabada sinfonía, conservados en la Universidad de Yale en Connecticut. En las memorias escritas por Ives, pide que si no puede acabar la obra haya alguien que lo realice, lo cual justifica el trabajo de Austin.
El esquema de la obra formulado por Ives comprende un preludio y tres partes.
Preludio Nº 1 : Life Pulse Prelude
1ª- Pasado – Formación de las aguas y de las montañas
2ª- Presente – La tierra, evolución en la naturaleza y en la humanidad
3ª- Futuro – El cielo, elevación de todos hacia lo espiritual
Austin trabajó con los diferentes fragmentos e indicaciones dejadas por Ives, algunos terminados, otros apenas esbozados. Intentó trabajar de forma lo mas parecida a la de Ives para no desvirtuar la obra, pero a pesar de todo no sabemos exactamente lo que hubiera realizado el propio Ives. La obra final ejecutable, aunque sigue las ideas dejadas por Ives, tiene gran parte de realización de Larry Austin. No podemos conocer si esto es lo que deseaba Ives.
La obra es de una gran complejidad orquestal. Requiere nueve conjuntos orquestales. Una orquesta de instrumentos de percusión, dos orquestas de cuerda, una orquesta de cuerdas graves, llamada del acorde terrestre, una orquesta de metales y maderas graves, llamada de la formación de las rocas y cuatro orquestas idénticas, llamadas de los cielos, compuestas por maderas agudas, cuerdas agudas, piano y percusión. Además intervienen un piano y un órgano. Para todo ello es necesario disponer de una amplia sala de conciertos o una catedral para su correcta interpretación. Además del director principal, requiere la colaboración de cuatro directores asistentes. Según Ives es una sinfonía espacial, como si pudiera ser interpretada en un modelo espacial infinito. Una obra fuera de nuestro mundo.
El Preludio Nº 1 está interpretado por el conjunto de percusión, formado por 19 instrumentos de percusión y un piccolo. Titilado Life Pulse Prelude, representa los latidos del Universo. Es posible que fuera lo primero que compuso de esta obra. Ives dejó 34 páginas manuscritas de la sinfonía, de las cuales ocho pertenecen a este Preludio. En el año 1984 se pudo escuchar por primera vez el Life Pulse Prelude.
La orquesta formada por cuerdas graves, llamada del acorde terrestre, empieza la obra tocando durante dos minutos tranquilamente un acorde. Entonces poco a poco entra el conjunto de percusión, empezando el primero de sus diez ciclos. A partir de una célula base los instrumentos van entrado en el conjunto, todos con diferentes tempos, encontrándose en fase cada ocho segundos. En este momento suena una campana grave. Cuando han entrado todos los instrumentos del conjunto, se van retirando uno a uno, hasta volver a quedar solo la unidad base. Cada ciclo corresponde a cuarenta compases 4/4. La duración de los diez ciclos es de 24 minutos. Esto puede tomarse en sentido metafórico, como la pulsación de un día de 24 horas. Cada uno de los diez ciclos va aumentando su complejidad y su intensidad. Durante los ciclos pueden desarrollarse cadencias libres de los instrumentistas. El climax se alcanza a los 16 minutos en el ciclo VI, un ciclo con variaciones. Los percusionistas llegan al fortissimo al iniciar el ciclo VII, un ciclo de cadencia libre, improvisado por los músicos. Es una forma de la música aleatoria que aparecerá posteriormente. Entonces entran las cuatro orquestas del cielo y la llamada de la formación de las rocas en una unión discontinua de sonidos variados. Al principio son tapadas por los percusionistas, pero en el ciclo VIII el conjunto de percusión va desapareciendo poco a poco a través de ritmos variados.
La primera parte es la mas completa y orquestada por Ives. 1ª- Pasado – Formación de las aguas y de las montañas. Empieza en el ciclo IX del conjunto de percusión, que está terminando el Preludio, cuando ha pasado un tiempo superior a la mitad del de la sinfonía. Esta primera parte tiene una duración de cinco minutos. El ciclo IX se encadena simultáneamente con la primera parte. Mientras la percusión va desapareciendo, las otras orquestas aumentan su intensidad y su complejidad. En el ciclo X apenas se puede distinguir la batería, mientras los orquestas alcanzan su punto álgido. El Life Pulse Prelude ha durado exactamente 24 minutos.
La segunda parte es la que Ives dejó menos acabada. 2ª- Presente – La tierra, evolución en la naturaleza y en la humanidad. Después de un progresivo descenso de la tensión, la primera parte se acaba, encadenándose con la segunda que dura unos seis minutos. Las siete orquestas ejecutan una mezcla de tonalidades, con acordes de cuartos de tono, con lo cual aparecen 24 notas diferentes. El metal añade sus entradas propias atonales, mientras la percusión realiza ruidosas improvisaciones. Esta parte termina de manera tranquila mediante un solo de viola con una cadencia, seguida de una pausa.
La tercera parte se encontraba parcialmente orquestada por Ives. La orquesta llamada del acorde terrestre realiza un acorde en glissando durante tres minutos. Mientras, el resto de orquestas de los cielos interpretan acordes a cuartos de tono de forma superpuesta. El ciclo X de la percusión se reemprende con toda la energía de sus ritmos cruzados, empezando la coda final. Las orquestas de los cielos van aclarándose hasta llegar a la tonalidad del la mayor y las trompetas con sordina van debilitándose lentamente hasta desaparecer. La percusión también se ha ido apagando, quedando al final solamente dos latidos o golpes de la campana grave que terminan la obra.
Un tipo de música hasta ahora nunca escuchado. Pero podemos meditar sobre si esto es realmente música o son unas ideas de tipo filosófico expresadas en irreales sonidos. Como música, se basa exclusivamente en ritmos primarios de la percusión, sin implicar ni melodía ni armonía. En algunos momentos puede identificarse con la música minimalista que estudiaremos mas adelante. Los que piensen que esta obra tiene relación con la anterior música de Ives, se encontrarán ante una gran sorpresa. Los que creen que Ives era un músico progresivo anticipándose al futuro, en esta obra encontrarán los mejores argumentos para su tesis. ¿Pero hasta donde llega lo que es música o como queramos llamarla de Ives?.
Algunos críticos con la música de Ives, lo acusan de ser un aficionado. Para ellos esta obra confirmaría su teoría. Pues no todo lo presentado como novedoso puede ser considerado como bueno.
La idea filosófica que envuelve la obra, dejando los comentarios estrictamente musicales, es la contestación a la eterna pregunta, relativa al papel que juega el hombre en la tierra. En sus respectivas partes, a partir de los latidos del reloj universal, que siguen a través de toda la obra hasta la campana final, nos presenta el nacimiento de la tierra, que surgiendo del caos inicial nos lleva a la formación de los mares y de las montañas. Esto es lo que nos cuenta en la primera parte, con la turbulenta naturaleza, representando mediante irregulares motivos musicales su formación. Nos ha narrado el pasado.
En la segunda parte nos muestra el presente. La tierra y el firmamento en primer lugar y luego la evolución de la naturaleza humana. Finalmente en la última parte nos presenta el futuro. El cielo, hacia el cual van todas las almas. Es la elevación de lo material a lo espiritual. La orquesta del acorde terrestre en su glissando nos conduce hacia lo espiritual.
Basándonos en unas reflexiones de forma totalmente especulativa, creemos que Ives no supo expresar claramente sus ideas. La sinfonía mas que música es una forma de expresión. Durante toda su vida activa, el compositor no llegó a una verdadera finalización de su obra. La idea de expresar la espiritualidad del cielo es muy difícil para un simple humano. Por ello pidió la ayuda al compositor Henry Cowell, la cual no pudo conseguir. Era, según Cowell, una misión imposible de realizar.
Una obra también difícil de escuchar, pues no busca la belleza en sí, sino como un modo de reflexión, en el cual nos debemos implicar. Necesita que nos convirtamos en parte de la obra, en fin que colaboremos con Ives para poder comprender su dificultosa forma de expresión.
La obra de Ives ha tenido un reconocimiento muy tardío. Téngase en cuenta que sus primeras obras de cámara empezaron a escucharse a partir de 1925. Su primer estreno de una obra orquestal, “Three Places in New England,” se realizó en 1931, interpretada por la Orquesta de Cámara de Boston.
El compositor Henry Cowell (1897-1965), contribuyó a dar a conocer la música de Ives. Cowell era el editor de la revista New Music y muchas composiciones de Ives fueron publicadas en ella. Esta revista estaba subvencionada por la fortuna personal de Ives. Cowell junto con su mujer Sidney escribieron una biografía de Ives
John Kirkpatrick estrenó la versión completa de la Segunda Sonata para piano en 1938 y luego se convirtió en un estudioso de su obra, catalogándola en la Universidad de Yale. Lou Harrison y Leonard Bernstein también han contribuido a divulgar su obra.
Cuando se estrenó finalmente su Segunda Sinfonía en 1951 ya se encontraba muy enfermo. En 1954 después de una intervención quirúrgica murió en New York. Su vida la dedicó principalmente al mundo de los negocios, agencias de seguros y gracias a ello murió millonario. Pero siempre tenía la música en su mente, dedicándole todo su tiempo libre. Gracias a estas circunstancias su estilo no se doblegó nunca a los caprichos de la moda, ni siguió ninguna escuela determinada. Siempre pudo hacer lo que deseaba.
Contemporáneo de Arnold Schönberg (1874-1951), su visión de la música fue muy distinta. Ambos desearon una renovación total de la misma. Schönberg decidió seguir un camino académico. Se basó en la atonalidad, pero le marcó unas reglas totalmente académicas, creando la música dodecafónica. En el apartado dedicado a este compositor se analizará este tema. Ives siguió un camino diferente, el de la total libertad. Fundió la música tonal con la atonal libre, mezcló las diferentes tonalidades y ritmos. Creó la poliritmia y la politonalidad. Trabajó en cuartos de tono para obtener mas notas musicales. Pero todo lo hizo de una manera diríamos popular, sin reglas ni academicismos. Esto es lo que le reprochan los ilustrísimos miembros de las academias y conservatorios, considerándolo un compositor poco digno. Algunos le han acusado de escribir tonterías. Pero el tiempo lo colocará en su debido lugar, como pasa con todas las personas realmente ilustres.