Enrique Iturriaga (1918-2019) nació en Lima en el mes de abril de 1918. Estudió de forma privada entre 1934 y 1939 piano con la profesora Lily Rosay y teoría de la música con el maestro Andrés Sas. Cuando se constituyó el Conservatorio Nacional de Música en 1946 ingresó en dicha institución para estudiar composición de manera profesional.
Estudió en el Conservatorio con el maestro Rodolfo Holzmann. Durante sus estudios en 1947 recibió el Premio Nacional Luis Duncker Lavalle por su obra "Canción y Muerte de Rolando para voz y orquesta", sobre un texto del poeta Jorge Eduardo Eielson. Fue estrenada por la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por Theo Buchwald y la soprano Gloria Colmenares.
Después de conseguir una beca del gobierno francés se trasladó a París, donde tomó clases de composición con Arthur Honneger entre 1950 y 1951. Compone la obra coral a capella "Las Cumbres" en 1950 con texto de Sebastián Salazar Bondy. A su regreso a Perú se dedicó a la composición, a la enseñanza y a la dirección de coros.
Compone música para piano de la que destaca "Pregón y Danza" de 1954. Entre sus obras orquestales se encuentra la "Obertura para una comedia" compuesta en 1964 y las "Tres Canciones para coro y orquesta" sobre textos quechuas compuestas en 1956.
Consigue el Premio Juan Landaeta en 1957 con su obra "Suite Orquestal" con ocasión del II Festival Latinoamericano de Caracas, donde es dirigida por Carlos Chávez. Inicia su actividad docente en el Conservatorio Nacional de Música del Perú donde ha dictado cursos de armonía, análisis musical y composición.
Viaja a los Estados Unidos en 1963 para conocer la labor de Universidades e instituciones superiores en el campo de la música. En el mismo año es invitado por la Universidad de Chile para participar en el Congreso Interamericano de Educadores Musicales.
El Comité para el III Festival Interamericano de Washington le encargó una obra sinfónica en 1965. Compuso para ello "Vivencias", cuatro piezas para orquesta de carácter atonal, que fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Buffalo bajo la dirección de Lukas Foss.
En 1971 obtuvo por segunda vez el Premio Luís Duncker Lavalle por su obra "Homenaje a Stravinski" para orquesta con cajón solista.
Dirigida por Simón Bolívar la batalla de Junín fue un enfrentamiento del ejército realista español con los patriotas independistas el 6 de agosto de 1824, que significó el principio del final del dominio español y de la liberación del Perú. La batalla de Ayacucho puso punto final al Virreinato del Perú el 9 de diciembre de 1824.
La "Sinfonía Junín y Ayacucho: 1824" compuesta en 1974 obtuvo el primer premio del concurso convocado para conmemorar el sesquicentenario de la Batalla de Ayacucho, que selló el proceso de Independencia en Sudamérica. Se estrenó en el mismo año interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú dirigida por Armando Sánchez Málaga.
Una sinfonía de carácter programático, que al estilo de la Sinfonía Fantástica de Héctor Berlioz sugiere la lucha por la independencia que tuvo sus momentos cumbres y determinantes en las Batallas de Junín y Ayacucho.
El primer movimiento, solemne, allegro, escrito en forma sonata presenta como idea dramática el enfrentamiento en Junín entre los Húsares del Perú y las tropas realistas. Movimiento de carácter épico escrito en forma sonata con su tema principal derivado de intervalos del himno nacional peruano. Empieza con una introducción lenta de carácter solemne seguida por los dos temas del allegro, el primero épico y el segundo más lírico.
El segundo movimiento, muy lento y expresivo, adagio molto. en forma de lied expresa el dolor de los patriotas sacrificados en la lucha. El tema principal posee giros melódicos propios del Yaraví, un tipo de cantar dulce y melancólico que entonan los indígenas de algunos países de América meridional. Construido en forma tripartita, en la parte central un solo de la madera le añade un sabor andino.
El tercer movimiento, allegro enérgico, trío, corresponde al scherzo. Es una danza con ritmos derivados de las danzas folclóricas marinera y joropo expresando la alegría por la victoria. La marinera es un género musical peruano que adquiere su nombre después de la Guerra del Pacífico (1879-1884), en homenaje a la marina peruana. Es un baile de pareja donde los danzantes utilizan un pañuelo como un simple pero elegante accesorio. El joropo es un baile tradicional nacido en Venezuela, cuyos orígenes se remontan al flamenco español. El movimiento termina con una sombría coda.
El cuarto movimiento, lento, allegro, empieza con una introducción lenta representando el amanecer en los Andes, antes de la batalla definitiva en los campos de la Quinua en Ayacucho. Toques de trompeta representan el despertar de las tropas dando paso al allegro en forma sonata con el primer tema de carácter épico y el segundo representando a las tropas realistas. En la recapitulación el tema español no aparece, pues se entiende que han sido derrotados. El carácter épico se refrenda al final del allegro con la cita culminante y majestuosa del Himno Nacional Peruano.
Entre sus últimas obras se encuentran las cuatro "Canciones de la Lírica Campesina" de 1991, para mezzosoprano y orquesta y la "Obertura en Do-Mi-Nus-Do" de 1998 encargada por la Orquesta Sinfónica Nacional con motivo de su octogésimo cumpleaños, estrenada por José Carlos Santos.
Iturriaga fue director del Conservatorio Nacional de Música del Perú entre 1973 y 1976 y por segunda vez desde 1999 hasta su jubilación. También ejerció como profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El 23 de noviembre de 2019 el compositor falleció a los 101 años.