2 - La Música en Paraguay
Sus orígenes se encuentran en la América precolombina con los pueblos tupíes, hasta la llegada de Alejo García en 1524, un punto de inflexión que abriría paso al periodo colonial en 1537 con la fundación de Asunción. La historia y evolución de la música paraguaya tiene como principal referente a las misiones jesuíticas guaraníes, sin embargo, a pesar de la reproducción e imitación de la música barroca en las reducciones, éstas eran limitadas debido a la insuficiente instrucción en teoría musical impartida, aunque sí se destacan los significativos avances en la fabricación y mejora de instrumentos musicales, como el arpa paraguaya.
El arpa paraguaya, en guaraní Paraguái ysapu, es el instrumento musical característico del Paraguay, fruto de la confluencia de las culturas musicales europea y guaraní. Derivada del arpa angular clásica introducida durante la colonización española en las misiones jesuíticas guaraníes. Los sacerdotes de la Compañía de Jesús introdujeron este instrumento a fines del siglo XVII y junto con los guaraníes modificaron el arpa clásica para que resultara algo más pequeña, con el fin de ser interpretada por un músico sentado, construida íntegramente de madera y con el agregado de cuerdas, generalmente 36 cuerdas, aunque las hay de 32, 38, 40 y 43.
El arpa paraguaya es el instrumento nacional de Paraguay, debido a la especial importancia cultural que la misma adquirió, no solo en el diseño del instrumento, sino también por la especialización de los luthiers, el estilo propio de ejecución, que incorpora formas de arpegios y glissandos que no eran usuales en el arpa llanera; la popularidad y masividad de los ejecutantes y la creación de temas compuestos especialmente para ser interpretados en arpa paraguaya, como el célebre "Pájaro campana".
La música folclórica surge a partir de la suma de influencias de los diferentes componentes raciales, que se integran a partir de la instalación de las primeras colonias españolas. La forma de música nacional nace debido al ingenio del criollo que logra dotar al país de un lenguaje musical con características propias e inconfundibles. La forma más difundida de música nacional es la polka paraguaya, cuyo ritmo no es igual que la originaria polca de bohemia. La polka paraguaya presenta a su vez numerosas variantes, sobre un patrón rítmico similar, entre las que se encuentran la galopa, la polka canción, la polka fusión, la polka rock y la danza paraguaya.
Durante la época virreinal, la música introducida por los misioneros jesuitas tuvo alguna difusión. La música paraguaya vería su apogeo hacia el último cuarto de 1800 y primera mitad del siglo XX. Las principales manifestaciones musicales se dan en la música folclórica, música popular, música docta, rock, heavy metal, pop, cumbia, rap y hip-hop. Los primeros vestigios musicales fueron los ritmos tribales, especialmente la guaraní y más tarde, con la paulatina imposición de la instrumentación europea, se dio origen a géneros autóctonos como la polka paraguaya, la guarania y la avanzada. En Paraguay tienen cierto grado de popularidad otros géneros musicales sudamericanos como el chamamé, el cuarteto, el vallenato, la chacarera, la cumbia, el nuevo cancionero y otros más.
En el siglo XX los máximos representantes de la música paraguaya fueron Agustín Pío Barrios, José Asunción Flores y Juan Carlos Moreno González. Flores se formó en el extranjero y reprodujo, en la forma vocal guaraní, la música indígena, basándose en la técnica europea. Moreno por su parte compuso obras inspiradas en temas populares en forma clásico romántica. Agustín Barrios Mangoré destacó por composiciones en guitarra clásica y es denominado, el Paganini de la guitarra de la selva paraguaya.
Existen varias instituciones que se dedican a conservar las expresiones artísticas académicas, entre los cuales se puede mencionar al Conservatorio Nacional de Música (CoNaMu), el Ateneo, el conservatorio del Instituto Municipal de Arte (IMA) y muchos otros salones e instituciones públicas y privadas.
Han existido numerosos organismos musicales oficiales, desde la época del Dictador Francia en el Siglo XIX, principalmente bajo la forma de bandas militares. La primera referencia a una Orquesta Nacional es la que fue formada hacia el año 1890 bajo la dirección de Cantalicio Guerrero, pero dado el escaso material de referencia sobre las características de la misma, no existe la seguridad de que ella haya sido un organismo sinfónico.
Aun cuando el país era frecuentemente visitado por pequeños organismos sinfónicos itinerantes que representaban óperas y operetas, la historia registrada de los organismos sinfónico nacionales propiamente dicho, se inició en el Paraguay cuando el Maestro Remberto Giménez por iniciativa propia, formó una fugaz orquesta que dio su único concierto en 1928.
La siguiente iniciativa se dio en la década de 1950 cuando la Asociación de Músicos del Paraguay, como fruto de un sólido trabajo de conciencia gremial de sus asociados, dio creación a un organismo sinfónico que bajo la dirección de Carlos Lara Bareiro y Carlos Dos Santos se presentó con regularidad hasta 1957.
Esta actividad fue acompañada por un fuerte trabajo de concientización de la ciudadanía respecto a la necesidad de una formalización de una sinfónica estatal estable, trabajo que fue respaldado por los más grandes artistas e intelectuales de la época. El proceso culminó felizmente en 1957 con la puesta en marcha de la actual Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción, organismo sinfónico municipal que actuó bajo la dirección de Remberto Giménez, músico de sólida formación musical europea.