Osvaldas Balakauskas (1937-) nació en Miliünai el 19 de diciembre de 1937. Se graduó en la Facultad de Música del Instituto Pedagógico de Vilnius en 1961. Después de prestar el servicio militar obligatorio en el ejército soviético entre 1961 y 1964, asistió a las clases de composición de Boris Lyatoshinsky y Myroslav Skorik en el Conservatorio de Kiev hasta el año 1969.
Entre sus primeras obras se encuentra el "Concertino para piano" compuesto en 1966 mientras estudiaba en Kiev. Está escrito en un estilo progresista que en momentos se acerca al free jazz.
Durante sus años de estudios musicales fue influenciado por las corrientes modernistas musicales por Stockhausen, Pierre Boulez, Xenakis, Webern y Messiaen. A partir de ello desarrolló su propio sistema armónico.
Se basa en una nueva tonalidad denominada como tonalidad Balakauskas, claramente diferenciada del serialismo atonal y del dodecafonismo desarrollado por la Segunda Escuela de Viena. Emplea subconjuntos de doce notas con el uso simultaneado de la tercera mayor y menor, lo cual le da una sensación de jazz libre, que en realidad se trata de pura coincidencia.
"Ludus modorum" compuesta en 1972 para violoncelo y orquesta de cámara es de carácter poliestilístico. En forma de variaciones sobre una obra anterior para piano, pasa por diversos estilos, desde formas atonales al jazz.
La “Sinfonía nº 1" fue compuesta en 1973 empleando su propio sistema atonal. La obra fue grabada en 1978 en un LP del sello soviético Melodiya, interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional de Lituania.
Música atonal de difícil escucha e interpretación. Un primer movimiento de carácter vivo con momentos bastante agresivos. El segundo movimiento de carácter lento emplea sonoridades aéreas, que nos llevarán a una sección de gran fuerza rítmica en su clímax, para luego regresar a la música aérea inicial con intervención de un solo de órgano.
El tercer movimiento empieza mediante pizzicatos rítmicos de la cuerda, que nos conducen a una sección más agresiva, para luego volver a la sección rítmica, llevándonos a una coda dominada por el sonido de la flauta.
La "Sinfonía Nº 2" fue compuesta en 1979. Se interpretó en las Jornadas de Música del Mundo de Varsovia en 1992 y en Múnich en 1993. Una obra casi minimalista dotada de vigorosos ritmos y brillante coloración.
El "Concierto para oboe, clave y cuerdas" compuesto en 1981 posee melodía y armonías basadas en un modo diatónico de nueve tonos, una invención propia del compositor que le da un cierto aire impresionista.
La “Sinfonía concertante" fue compuesta en 1982 para violín, piano y orquesta. Obra abstracta de carácter atonal dotada de espacios muy transparentes y de delicada sonoridad. Gran domino de los elementos concertantes.
La “Sinfonía nº 3" (Sinfonia Ostrobothnian) fue compuesta en 1989 para orquesta de cuerda. Su nombre se refiere a una región costera de Finlandia situada en su costa central. La música es atonal y abstracta, no teniendo ninguna relación descriptiva con su título.
Música atonal sin ninguna concesión que hace difícil su audición, produciendo un sentimiento continuo de inquietud.
Desde 1992 a 1994 Balakauskas ejerce como embajador de Lituania para Francia, España y Portugal, residiendo en París. En 1996 recibe el Premio Nacional de Lituania, la más alta distinción cultural y artística del país.
El compositor decide abandonar su línea experimental de absoluta atonalidad buscando nuevos recursos, que la hagan más reconocible y familiar.
En 1995 compone el "Réquiem en memoria de Stasys Lozoraitis" (1995), dedicado a este político lituano fallecido en 1994. Emplea un estilo neo medieval siguiendo los pasos modernistas de Messiaen.
La “Sinfonía nº 4" fue compuesta en 1998 para el inicio de la nueva temporada de música sinfónica de la Sala de la Filarmónica Nacional Lituana. Los títulos de cada movimiento corresponden a las escalas inventadas del compositor, formadas por ocho, once y diez notas respectivamente.
El primer movimiento, Octa, basa sus elementos armónicos en una escala formada por ocho notas. Sus progresiones armónicas funcionan frecuentemente como melodías o motivos. El uso de estas nuevas escalas dentro del campo atonal hace que la música sea menos agresiva, proporcionando un sonido más parecido al de la música tradicional. Un movimiento de carácter lento reflexivo y soñador. Diversas intervenciones de la madera le dan un aspecto casi impresionista.
El segundo movimiento, Hendeca, usando una escala formada por once notas posee un sonido menos armónico que el anterior movimiento. El tempo es más rápido utilizando complejas estructuras rítmicas.
El tercer movimiento, Deca, que utiliza una escala formada por diez notas es de carácter lento como el tiempo inicial. La elección de las escalas hace que la música sea más parecida a la tradicional, con unas disonancias menos destacadas.
La sinfonía refleja el nuevo trabajo experimental del compositor, buscando una forma más suave del atonalismo mediante unas texturas más transparentes y un estilo neoclásico con contenida expresión, para un acercamiento a las formas tradicionales.
El "Concierto Brio para violín y orquesta de cámara" compuesto en 1999 usa un pentatonismo cromático y el modo del blues, con lo que consigue una armonía parecida a la del jazz con alusiones al swing.
La “Sinfonía nº 5" fue compuesta en 2001 para el Festival de Vilnius.
El primer movimiento, como todos no posee título específico, presenta un tema que parece ser el mismo en todos los movimientos. Utiliza una forma libre que es imposible predecir. El material musical realiza subidas y bajadas de manera persistente, pareciéndose a los modelos indios del Raga o del gamelan indonesio.
El segundo movimiento continua en el mismo estilo, como si realizara una nueva pintura usando los mismos elementos temáticos. En los momentos de mayor fuerza rítmica parece imitar el sonido jazzístico de una big band. Destaca el empleo de la trompeta como elemento solista.
El tercer movimiento empieza lentamente con el sonido del oboe para la realización de un nuevo cuadro. El movimiento es más lineal que el anterior aumentando progresivamente su intensidad. El oboe reaparece en la coda.
El cuarto movimiento posee un carácter rítmico más intenso. La fuerza rítmica se incrementa en la sección final con nuevas aproximaciones a la música de jazz.
Balakauskas ha sido catedrático de composición de la Academia Lituana de Música y Teatro. Además de su música sinfónica ha compuesto música de cámara y para la escena.