Hugo Alfvén (1872-1960) nació en Estocolmo el 1 de mayo de 1872. Su padre era sastre pero además era el director de coro de una iglesia local. Después de su muerte en 1881 su esposa tuvo que mantener a su familia dirigiendo una tienda de ultramarinos. Hugo empezó a estudiar piano en 1883 y luego violín. Estudió en el Conservatorio de Estocolmo entre los años 1887 y 1891 y luego privadamente con Johan Lindegren. Al mismo tiempo estudió pintura.
Trabajó como violinista en la Orquesta de la Opera Real entre los años 1890 y 1892. Decide abandonar la pintura para dedicarse plenamente a la música. Actúa como violinista en varios conciertos. En 1896 recibe una beca del estado para compositores.
La “Sinfonía Nº 1 en fa menor” Op.7 fue terminada en enero de 1897. Se estrenó el 14 de febrero de 1897 interpretada por la Hovkapellet, la Orquesta de la Opera Real dirigida por Conrad Nordqvist. La obra fue revisada en el invierno de 1903-04 y más tarde aconsejado por Kurt Atterberg reorquestó la obra para un conjunto más reducido. A pesar de una buena acogida por parte del público la obra no llegó a la popularidad.
Es la primera sinfonía realmente sueca que cambió el clima musical. Un género musical que pronto sería seguido por otros compositores como Stenhammar, Natanael Berg, Rangström, Atterberg y Peterson-Berger entre otros autores.
El primer movimiento grave, allegro con brio empieza con un grave redoble de tambor. Le sigue un solo de violoncelo presentando un tema sin pasión. El estilo es moderno acercándonos a Sibelius. Después de una larga introducción lenta aparece el primer tema del allegro con gran ímpetu. El segundo tema es melódico de carácter popular. En el desarrollo se nota la influencia de las técnicas de Brahms.
El segundo movimiento es un andante. El ambiente se vuelve sentimental mediante un tema lánguido. El tercer movimiento allegro molto scherzando, corresponde como indica su nombre al scherzo. Contiene una viva sección interrumpida por el trio de carácter soñador. Luego se repite el scherzo con sus dos partes contrastadas.
El final allegro, ma non troppo, empieza con un acorde al que sigue un pegadizo tema a la manera de Britten en su “Guía de orquesta para jóvenes”. Un segundo tema más serio aparece a continuación. El desarrollo es interesante, conteniendo un solo del piccolo iniciando una especie de marcha y luego pasando el tema principal de la cuerda al viento y luego a las trompetas. Después de la recapitulación termina con una coda victoriosa.
La “Sinfonía Nº 2 en re mayor” Op.11 empezada en Berlín en 1897, nofue terminada hasta 1899. Los tres primeros movimientos fueron diseñados en el verano de 1898 junto al mar, en el archipiélago de Estocolmo. Estos primeros apuntes los envió a la Academia de Música con objeto de que prolongasen su beca de estudios. Vuelve a Bruselas para continuar sus estudios de violín con el profesor César Thomson. Allí recibió la noticia de que su beca no sería prolongada. Esto le llenó de rabia y desesperación. No podía creer que su obra había sido rechazada. Meses mas tarde se enteró de que solo se aceptaban obras completas.
Alfvén terminó la obra con el movimiento final en forma de preludio y fuga. La sinfonía se estrenó en la primavera de 1899 en la Royal Opera con un importante éxito tanto de público como de la crítica. Sus profesores decidieron devolverle la beca.
El primer movimiento, moderato, con sus temas amables expresa un momento de felicidad, como era la intención del compositor al empezar su obra. Un intenso perfume romántico emana de su luminoso segundo tema. Después de alcanzar cierto dramatismo, pronto resuelto en el desarrollo, termina con la recapitulación dando énfasis al romanticismo.
El segundo movimiento, andante, es totalmente opuesto al anterior. Negros nubarrones enturbian el ambiente. El tema principal es sombrío, desarrollándose dramáticamente en forma fugada en el centro del movimiento. La obra termina con un pequeño rayo de esperanza. El compositor se vio influenciado por dos accidentes de navegación durante sus vacaciones en el mar que casi le cuestan la vida.
El tercer movimiento, allegro, continúa el dramatismo de la parte anterior. Una música tormentosa nacida de un corazón atormentado. Es el scherzo de la obra. La parte central que correspondería al trio es más melódica y apasionada. Termina repitiendo la primera parte de forma abreviada.
El movimiento final está compuesto por un preludio y fuga. El preludio, adagio, es sombrío expresando su rabia por no haber apreciado su obra. Decidió terminar su composición para demostrar lo que era capaz de realizar, consiguiendo la sinfonía mas profunda de las compuestas hasta entonces en Suecia. En la fuga final emplea el coral “Jag går mot döden, var jag går”, (Todos los caminos conducen a la muerte),como un nuevo tema de una triple fuga de carácter virtuosístico. Finalmente la muerte es vencida y la vida renace fortificada.
Alfvén recibe en 1900 la beca Jenny Lind, permaneciendo fuera de su patria durante tres años, en los cuales visita París, Viena, Budapest, Italia y España. En 1902 durante una visita a Taormina en Sicilia conoce a Maria Krøyer, esposa del pintor danés Peder Severin Krøyer. Dada la importancia de esta relación en la vida del compositor, daremos unos cuantos detalles biográficos de Maria, que se convertirá mas tarde en la primera mujer de Alfvén.
Maria Triepcke (1867-1940) cinco años mayor que el compositor, que vivía en aquel tiempo sus primeros triunfos, era una famosa pintora danesa. Profesión difícil para una mujer de su época. A los 21 años se fue sola a París. Allí entró en un café frecuentado por artistas nórdicos, encontrándose con el pintor Peder Krøyer, que ya había conocido en Copenhagen en 1887, haciendo de modelo para uno de sus cuadros y recibiendo clases de pintura en su estudio. Pero en aquel nuevo encuentro su belleza cautivó al maduro pintor. Peder Krøyer (1851-1909) era uno de los pintores más conocidos de la comunidad de Skagen en Dinamarca. Se enamoraron y después de un apasionado romance, se casaron el 23 de julio de 1889.
La sencilla Maria pronto se transformó en la elegante y sofisticada Marie, la frecuentemente escandalosa mujer de uno de los más famosos pintores daneses del momento. La enamorada pareja viajó por Europa hasta el año 1891 que se establecieron en Skagen. Aunque después de su matrimonio su producción artística decayó, encontró un nuevo arte en la decoración de interiores. Vibeke, la única hija del matrimonio nació en 1895. A finales de siglo la salud de Krøyer empezó a deteriorarse notablemente, siendo hospitalizado durante largos periodos. Su inestabilidad mental destruyó a la pareja. Cuando en 1902 conoce a Alfvén, su matrimonio ya se encontraba roto.
Reanudando la biografía del compositor, nos encontramos nuevamente en Sicilia. Hugo además de la música, era un apasionado de la pintura, siendo un delicado acuarelista. Marie y Hugo tienen un apasionado romance que piensan concluir en boda. Para ella compone el ciclo de lied “Marias sånger” (Canciones de Maria) entre los años 1903 y 1904. Pero a pesar de las visibles estancias de Marie en Skagen junto al compositor, Krøyer no quiere concederle el divorcio. Su resistencia termina cuando Marie queda embarazada por Hugo y el divorcio es concedido en 1905. El pintor muere en 1909, después de largos años de enfermedad agravada por la sífilis. Su inestabilidad cerebral tenía origen hereditario.
Marie y Hugo vivieron varios años juntos con su hija Margita antes de su matrimonio, en su casa en Tällberg, ubicada en el condado de Dalarna, en el corazón de Suecia, una región que se ha convertido en símbolo de la vida campesina sueca. El nombre proviene de la palabra sueca “dal” que significa valle. Antiguamente era conocida como Dalecarlia. Alfvén se vio ampliamente influenciado por su folclore. El län o provincia de Dalarna, cuya capital es la ciudad de Falun, está situada a unos 230 Km de Estocolmo, en el centro del país, a unos 200 Km al norte de Örebro. El centro de la provincia lo ocupa el lago Siljan, a cuyas orillas se encuentra el municipio de Leksand. Tällberg forma parte de dicho municipio. La casa, Alfvénsgård, había sido decorada totalmente por Marie. Finalmente se casaron en 1912. En la ilustración podemos contemplar el lago Siljan pintado por el propio compositor.
En el mes de enero de 1903 había sido nombrado profesor de composición y orquestación del Conservatorio de Música de Estocolmo, pero pide un tiempo libre, a causa de su trabajo y sus viajes, renunciando al cargo en diciembre sin haber dado ninguna lección.
La “Sinfonía Nº 3 en mi mayor” Op.23 fue empezada durante el verano de 1905 en Sori Ligure en Italia. Como ha pasado con muchos compositores escandinavos, la luz y belleza de Italia les ha inspirado sus obras más optimistas. Pero para Alfvén como hemos comentado había un motivo mayor de alegría, Marie. La obra fue acabada en Dinamarca en 1906. Según palabras del propio compositor, es un himno a la felicidad. Se estrenó el 3 de diciembre de 1906 en Göteborg dirigida por el propio compositor.
La orquestación comprende tres flautas, tres oboes, cuatro clarinetes, tres fagots, seis trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, tambor, timbales y cuerda.
El primer movimiento allegro con brio nos presenta unos temas optimistas en un estilo derivado de Brahms y de Dvorak. El primero posee gran fuerza. El segundo es más lírico, de tipo elegíaco. Presenta un ambiente campesino con motivos sencillos.
El segundo movimiento andante es de tipo pastoral. La melodía de introducción nos recuerda el gospel americano, especialmente la canción “Home, sweet home”. Es una expresión de la felicidad que sentía el compositor en su hogar junto a su amada Marie y su hija Margita. Una música con la fuerza romántica de un Tchaikovsky. Según el propio autor “la sinfonía no es una obra programática, no describe nada concreto ni abstracto. Es una expresión de la alegría de vivir, una expresión de la luminosa felicidad que llenaba todo mi ser”.
El tercer movimiento, presto, corresponde al scherzo de la obra. Un movimiento brillante con rápidos cambios entre el viento y la cuerda. El trio es más melódico, lleno de dulzura y también de pasión. Termina como es habitual con la repetición de la primera parte en forma abreviada.
Concluye con un allegro con brio, que empieza con unas llamadas de la trompeta. Un moto perpetuo de la cuerda es seguido por una melodía pastoral, siendo acompañados por el marcado ritmo de los instrumentos de viento, casi de un modo militar. Todo este material se va repitiendo combinándose de un modo sencillo.
Alfvén dirige por primera vez el coro Leksand en 1904. Este coro forma la base del coro Siljan que dirigirá hasta 1957. En el año 1910 es nombrado director de Música de la Universidad de Uppsala, cargo que desempeñará hasta 1939. También dirige el coro masculino de Uppsala el Orphei Drängar (Servidores de Orfeo) hasta el año 1947. La importancia de Alfvén en el desarrollo de la música coral sueca es respetable.
La “Sinfonía Nº 4 en do menor” (Från Havsbandet) Op.39 terminada en 1919, había sido esbozada en años anteriores, pero nunca había tenido tiempo para su puesta en forma de partitura sinfónica. En 1918 se tomó un año sabático en su trabajo en la Universidad de Uppsala. Realizó diversas salidas al mar y finalmente en la primavera de 1919 finalizó la obra. La composición fue dedicada a su hija Margita, que se había convertido en una seductora jovencita.
La sinfonía se estrenó en un concierto privado, el 4 de noviembre de 1919 en la Real Academia de Música de Estocolmo, al que seguiría un concierto público el 23 de enero de 1920. El éxito acompañó a la obra en todas las audiciones, en París en 1920, Frankfurt, Viena en 1921 y Berlín en 1922.
Se trata de una sinfonía descriptiva dividida en los clásicos cuatro movimientos, pero interpretados sin interrupción. Requiere una amplia orquesta, con madera por cuadruplicado, ocho trompas, cuatro trompetas, celesta, dos arpas, piano, solistas de violín, violoncelo y corno inglés, además de la participación de una soprano y un tenor como parte de su orquestación. Las voces son tratadas como instrumentos adicionales, sin cantar ningún texto. Solo vocalizan.
El título de la obra se podría traducir por “Desde los arrecifes”. La explicación que da su autor es la que transcribimos a continuación. “Mi sinfonía cuenta la historia de amor entre dos jóvenes. El simbólico escenario está compuesto por los arrecifes externos del Archipiélago, donde el mar y las rocas luchan entre ellos durante las siniestras noches de tormenta, en las noches de luna y también cuando luce un resplandeciente sol. La sinfonía está escrita en un solo movimiento, pero en el cual pueden distinguirse claramente cuatro episodios diferentes. El primero nos cuenta el deseo ardiente y atormentado del muchacho en una noche obscura. El segundo el deseo fantasioso de la muchacha, siendo este también nocturno, pero más tierno, iluminado por la luz de la luna y con el sonido del oleaje marino. En el tercer episodio el sol se levanta en el primero y también último día de felicidad amorosa, cuando los dos seres se encuentran y la sensual satisfacción amorosa se descubre ante ellos. El cuarto episodio, sacudido por tormentas, implica la trágica separación, la aniquilación de la felicidad. La voz de la naturaleza no es más que un símbolo del corazón humano.”
Esta obra tiene una particular importancia para quién escribe esta historia y espero que no les moleste que cuente una parte de mi vida personal. Nunca había oído nombrar a Alfvén cuando en octubre de 1969 me dirigí a Suecia, para pasar unos días en la casa familiar de una amiga sueca. Una rubia jovencita de Örebro, hermosa ciudad situada en el centro del país, una encantadora criatura llamada Kerstin me regaló música de su tierra. Allí en una tienda de discos eligió para mí, la obra que ella consideraba más importante de la música romántica sueca. La cuarta sinfonía de Hugo Alfvén. Descubrí el amor, pero también poco tiempo mas tarde pude comprobar que, como expresa la sinfonía, la felicidad dura muy poco. Aquella vivencia quedó perdurablemente enmarcada por esta música, que como el recuerdo de la hermosa muchacha siempre conservará su juventud y belleza. Este es el motivo por el cual esta obra posee para mí una implicación sentimental que no puede ser transmitida al resto de oyentes, lo cual motiva que su comentario se convierta en una interpretación más personal.
El primer movimiento moderato, allegretto, ma non troppo empieza de forma misteriosa con murmullos del piano y de la percusión que nos introducen en el ambiente marino. El primer tema se presenta con ráfagas de pasión, hasta llegar a un climax que luego se disuelve en un solo de violín acompañado por la cuerda aguda presentando el tema principal. Luego el tema pasa a la cuerda baja y va ganando intensidad emocional al estilo de Richard Strauss. Aparece el tenor entonando una expresiva melodía sin palabras. Termina con la reexposición de la primera parte con gran sentimiento en un nuevo climax. Luego el tenor retoma nuevamente su parte terminando dulcemente el movimiento.
El segundo movimiento allegro, moderato, allegro, se interpreta sin interrupción. Corresponde al scherzo de la obra. Arabescos descendentes del viento inician el nuevo movimiento uniéndolo al precedente. Los instrumentos de viento interpretan diversos solos, hasta que en la parte correspondiente al trio aparece la voz de la soprano acompañada por el piano, en una sentida melodía sin palabras. Luego se repite nuevamente la primera parte. En la coda la melodía principal se desvanece en el vacío.
El tercer movimiento, lento, maestoso, molto appassionato, empieza en la cuerda grave misteriosamente y va aumentando hasta llevarnos a un climax. El sonido ondulante del mar precede al tema principal interpretado por el violín. Aparece la voz de la soprano seguida pronto por el tenor, intercambiando sus temas de pasión amorosa. Las voces son cada vez más expresivas, intercambiando suspiros de amor. Un solo de violín nos conduce a la última parte del movimiento. Se produce la unión de la pareja de amantes, que nos conduce a un nuevo climax en el que no hace falta la palabra. Luego la música se tranquiliza apareciendo de nuevo las voces de los jóvenes amantes en un suspiro final. La música se obscurece como presagio de una próxima tormenta que no tarda en aparecer.
El último movimiento, allegro agitato, continúa sin interrupción la parte final del movimiento anterior. Del rumor del mar enbravecido se levanta el tema de amor expresado de modo trágico. La tormenta se desata en el mar arrastrando a los sentimientos humanos. Después de mágicos motivos interpretados por el piano, arpa y cuerdas, el corno inglés interpreta el tema principal de un modo consolador. Resignación ante lo que es inevitable. Diversos motivos anteriores se escuchan antes de llegar al trágico climax. La última sección es una recapitulación de la obra, con sus temas conducidos hacia la tragedia final. La obra termina con la música que a su comienzo nos recordaba el mar, como si la naturaleza representada por el líquido elemento hiciera desaparecer toda la historia.
Alfvén era un gran amante de la naturaleza, lo cual reflejó numerosas veces tanto en su música como en la pintura. Durante su juventud vivió ricas experiencias en el archipiélago exterior de Estocolmo. Para una mejor comprensión daremos una pequeña explicación de la situación geográfica de la capital sueca. Estocolmo se extiende sobre una serie de islas situadas sobre el emisario, el río Norrstroem, que conecta el lago Mällaren con el mar Báltico. Por este motivo encontramos dos archipiélagos, el formado por las islas internas y el externo formado por las islas que se encuentran en el mar Báltico. En estas islas externas situadas en el mar Báltico frente a Estocolmo, fue donde Alfvén vivió sus experiencias, algunas tan duras que casi le cuestan la vida.
La primera obra compuesta sobre estas islas fue “En skärgårdssägen” Op. 20, “Una leyenda del archipiélago”, estrenada en 1905 y que de alguna manera puede considerarse como un estudio sobre lo que será su cuarta sinfonía. Un poema sinfónico que también narra una historia de amor en el escenario de las islas y el mar, con sus trágicas noches tempestuosas y de claro de luna.
Alfvén escribe los primeros motivos de su sinfonía en las islas del archipiélago en 1908, continuados en 1913, pero no termina de lograr la inspiración necesaria. El trabajo continuo derivado de sus múltiples ocupaciones le impide la finalización de la obra. Finalmente en 1918 decide tomarse un año sabático, realmente solo de cuatro meses, entre el 16 de noviembre de 1918 y el 16 de marzo de 1919. Estos cuatro meses de trabajo intenso son suficientes para poder terminar la obra.
La música relata la historia de los jóvenes amantes inmersos en un ambiente marino, combinando la pasión de los sentimientos humanos con la furia de la naturaleza embravecida. Finalmente el mar queda como único protagonista lo que nos muestra la fragilidad de las relaciones humanas.
En 1922 durante unas vacaciones en la isla de Capri, Alfvén vuelve a trabajar en la pintura, exhibiendo públicamente sus acuarelas en 1925 en una galería de arte en Uppsala. Realiza giras a través de varios países europeos con la coral Orphei Drängar, entre ellos España. En 1929 es nombrado director invitado del Festival de Música Sueca de Barcelona. En 1938 viaja a los Estados Unidos dirigiendo la Chicago Symphony Orchestra además de realizar una gira con una coral sueca.
Diferentes problemas aparecen en el hasta entonces feliz matrimonio y deciden separarse. Hugo conoce a la que más tarde se convertirá en su segunda mujer Karin Adolphson. Durante los años 1929 a 1935 viven en la casa de los Knorrings en Åkerö y desde 1935 hasta 1945 vive en una casa alquilada en Leksand, hasta que su casa en Tibble, situada en las afueras de Leksand está terminada en el mes de agosto. Esta casa, también bautizada como Alfvéngården será su última morada. Empezada a construir en 1944 después de una suscripción realizada en 1942 con motivo de su 70 aniversario.
Su amor por el condado de Dalarna se refleja en su “Dalarapsodi”, conocida también como “Rapsodia Sueca Nº 3”, compuesta en 1931.
Marie y Hugo se divorciaron en 1936. Se casó con su segunda mujer Karin Adolphson en 1938. Para ella compuso la canción “Saa tag mit Hjerte” (Así palpita mi corazón), frecuentemente interpretada en Suecia.
La “Sinfonía Nº 5 en la menor” terminada en 1953 es la obra póstuma del compositor. Es el resultado de una labor que duró largos años. El primer movimiento fue estrenado en 1942 para celebrar el 70 aniversario del compositor. La versión completa de la obra se presentó el 14 de abril de 1953 interpretada por la Orquesta Sinfónica de Göteborg dirigida por Carl Garaguly. A la edad de 86 años el compositor confesó que a partir de entonces su único trabajo sería corregir un poco su obra, lo cual le ocupó hasta su muerte en 1960.
El primer movimiento lento, allegro non troppo, se ha interpretado como una obra independiente con el título de “Primer Movimiento”. Durante su composición el ambiente en que vivía el compositor era bastante trágico. Su mujer estaba muy enferma y a él le costaba mucho concentrarse en la composición. Esto se refleja en el dramático comienzo del movimiento, como un grito de dolor. El allegro continúa en el mismo ambiente depresivo. El tema lírico presenta durante el desarrollo momentos de gran fuerza poética. La recapitulación empieza con la vuelta del tema lento del principio de la obra. Termina con una corta pero patética coda.
El segundo movimiento, andante, recupera la calma después de la tragedia vivida en el anterior movimiento. Un tema idílico se desarrolla en un clima de ensueño. Construido en forma tripartita, la parte central es más dramática, para regresar luego a la tranquila primera parte.
El tercer movimiento lento, allegro, presto molto agitato, empieza con unas dramáticas notas de los bajos, seguidas de una gratificante melodía en el xilofón. Como en una especie de scherzo, en el allegro de potente ritmo se incluyen entradas fuertemente disonantes del viento en sordina. La sección que hace de trio es lenta, recordando el principio del movimiento, incluyendo la melodía de xilofón. Termina con la repetición del scherzo.
Tanto el último movimiento, allegro con brio, como el anterior, preocuparon al compositor durante los últimos años de su vida. No sabemos lo que nos quería expresar con esta música, ni los pensamientos que rondaban su mente mientras la escribía. No ha dejado ninguna nota sobre su interpretación. El movimiento se compone de dos temas contrastados, el primero de tipo épico y el segundo lírico. Su desarrollo sigue una tradición anclada en el siglo anterior, una música de estilo romántico que no dejaría nunca. La coda nos conduce a un triunfante final.
En 1956 muere su segunda esposa Karin. Pero en 1959 a la edad de 87 años contrae un nuevo matrimonio. Su última mujer Anna Lund, nacida el mismo año que su anterior, sobrevivió muchos años al compositor, muriendo en 1990.
Su última obra “Den förlorade sonen” (El hijo pródigo) fue escrita y estrenada en 1957, celebrando su 85 aniversario. Música para un ballet del cual el propio Alfvén dirigió una suite para un estudio de grabación.
En 1960 recibe una medalla para la celebración de sus 50 años como director de la coral Orphei Drängar. El 8 de mayo del mismo año muere víctima de una hemorragia cerebral. Antes había creado la Fundación Hugo Alfvén, que entre otras tareas mantiene su última casa Alfvéngården, construida en Tibble entre los años 1942 y 1945, convertida actualmente en museo.
Alfvén está considerado como el padre de la sinfonía sueca, algo así como Sibelius en Finlandia o Nielsen en Dinamarca. Un género que será seguido por sus compatriotas. Para terminar este apartado, añadimos una anécdota culinaria para demostrar la importancia que tiene la música de Alfvén en su patria.
A iniciativa de la Sociedad Hugo Alfvén, la profesora en nutrición Inga-Britt Gustafsson y el creativo chef de cuisine sueco Örjan Klein, han creado un plato denominado Alfvénmackan (el sandwich de Alfvén). Compuesto por cinco capas diferentes, interpretados como cinco movimientos de una sinfonía, con la primera capa de inspiración danesa, dedicada a su primera esposa Maria y con ingredientes marinos inspirados en el Archipiélago de su cuarta sinfonía. Se compone de una introducción con pan danés y queso fresco, un primer movimiento con huevo duro y anchoa, un segundo movimiento con salmón y trucha ahumados, el tercero con colas de cangrejo y queso, el cuarto movimiento con jamón de Parma, terminando con un final que contiene trozos de pera para darle un toque femenino afrutado, algo que siempre había apreciado el compositor.