Sergei Slonimsky (1932- ) en cirílico, Серге́й Миха́йлович Слони́мский, nació el 12 de agosto de 1932 en Leningrado. Hijo del escritor Mikhail Slonimsky empezó sus estudios musicales a los once años bajo la dirección de Vissarion Shebalin.
En 1945 se inscribe en la Escuela de Música asociada al Conservatorio de Leningrado, estudiando piano con Samari Savchinski y composición con Boris Arapov. En 1955 se gradúa en el citado Conservatorio con Orest Evlakhov en composición y Vladimir Nilsen en piano.
Termina el curso de perfeccionamiento en 1958 e ingresa como profesor de teoría de la música en el Conservatorio de Leningrado en 1959. A partir de 1967 enseña además composición.
Empieza su carrera como compositor usando las técnicas occidentales de vanguardia. Durante la década de 1960 es uno de los primeros compositores soviéticos en usar series dodecafónicas, música aleatoria, cuartos de tono y técnicas modernistas.
La “Sinfonía Nº 1 en fa menor” fue compuesta en 1958, llamando la atención por el uso de técnicas modernistas. Conserva la estructura académica, estando dividida en cuatro movimientos, pero son tratados libremente.
Debido a la gran cantidad de sinfonías compuestas por Slonimsky[1] y al no disponer de documentación sobre las mismas, los comentarios y descripciones de las mismas serán muy reducidas. No existen grabaciones modernas de ninguna de las sinfonías. Las once primeras fueron grabadas en LP por la firma soviética Melodiya y en el año 2006 pasadas a formato MP3, único documento sonoro que tenemos de ellas.
El primer movimiento empieza lentamente con un tema contemplativo. El oboe nos presenta el segundo tema de carácter lírico con raíces folclóricas. Durante el desarrollo aplica técnicas más avanzadas de carácter rítmico que nos llevarán a su clímax. Termina con la recapitulación del tema inicial.
El segundo movimiento correspondería al adagio de la obra, pero deriva hacia un scherzo. Después de una introducción lenta pasamos a un scherzo caracterizado por un tema enérgico de carácter rítmico. La parte correspondiente al trío es de carácter lírico, con solos instrumentales. Luego se retorna al ritmo del scherzo.
El tercer movimiento empieza con una triste cantinela de la cuerda. El tema se desarrolla siguiendo un estilo parecido al empleado por Shostakovich. Un tema rítmico introducido por el fagot nos lleva sin interrupción al allegro final. Se trata de un tema anguloso que se desarrolla alcanzando una gran tensión. La reaparición de temas anteriores nos conduce a una especie de marcha fúnebre con la cual termina serenamente la obra.
Se trata de una obra de juventud de características clásicas, en la que se observa el interés naciente en las técnicas modernistas que desarrollará durante los próximos años.
Su estilo toma un carácter más modernista con obras tan atrevidas como el "Concierto Buffo para orquesta de cámara" compuesto en 1964. En 1967 compone su primera ópera "Virineya" sobre la pieza de teatro de Lidia Seifoullina. Esta obra la convertirá en 1974 en un oratorio suite del mismo título, para solistas vocales, coro y orquesta, tomando sus partes más notables.
Además de interesarse por el teatro con la composición de su segunda ópera "El Maestro y Margarita"[2] entre 1970 y 1972, también escribe para el ballet con su obra "Icarus" compuesta en 1970, en la que utiliza partes corales, instrumentos solistas y melodías atonales.
Una obra muy interesante de este periodo es el "Concierto para orquesta, tres guitarras eléctricas y los instrumentos solistas" compuesto en 1973. La integración de las guitarras eléctricas en el contexto clásico orquestal se realiza mediante técnicas jazzísticas con la intervención de la percusión y de los saxos, los cuales también poseen espacios solistas.
La “Sinfonía Nº 2” fue compuesta en 1978 en un período que utiliza una música más conservadora. La obra fue interpretada en 1980 por la Orquesta Filarmónica de Leningrado bajo la dirección de Gennady Rozhdestvensky.
El primer movimiento, de carácter lento, empieza lánguidamente con un tema al que pronto incorpora cromatismo. Un segundo elemento grave es presentado por los bajos de la orquesta. La madera interpreta un tema lírico derivado de los elementos anteriores, que se convertirá en el tema principal de la sinfonía. Su desarrollo nos conduce al clímax del movimiento. Termina con la clásica recapitulación de la parte inicial. El tema principal es repetido por la madera.
El segundo movimiento tiene el carácter de un scherzo. Una especie de danza de aspecto anguloso es conducida mediante el ritmo marcado por la percusión. Violentos episodios son presentados por el metal y la percusión, hasta que aparece el tema principal de la sinfonía entonado solemnemente por el metal en forma de himno acompañado por la percusión. Influido por elementos jazzísticos también interviene la cuerda. El ritmo se hace más marcado hasta llevarnos a su apoteosis.
El tercer movimiento empieza con un solo del violín, repitiendo lentamente el tema principal de la sinfonía. El cromatismo aumenta con el empleo de figuras contrapuntísticas. Después de una serie de variaciones resurge triunfante el tema principal entonado por el metal que nos conducirá hasta la coda.
Una sinfonía de carácter monotemático que incluye elementos modernistas atonales e influencias del jazz, especialmente en el movimiento central, para realzar un tema de carácter melódico épico. Slonimsky usa un estilo peculiar, realizando una fusión de la música folclórica con elementos modernistas y el empleo de técnicas anglosajonas.
La “Sinfonía Nº 3” fue compuesta en 1981 e interpretada por la Orquesta Sinfónica Académica del Estado de San Petersburgo dirigida por Ravil Martynov.
El primer movimiento empieza con la exposición del primer tema mediante el fagot. Su desarrollo se realiza con el empleo de técnicas atonales. De repente aparece el tema principal de la obra presentado por la flauta acompañada por el arpa. Un tema melódico de ambiente plácido. Durante el desarrollo emplea modernas técnicas cromáticas. Una breve recapitulación cierra el movimiento.
El segundo movimiento toma la forma de un scherzo, mediante agitadas figuras rítmicas. El empleo de la percusión es una característica de su autor. La cuerda es la protagonista durante breves secciones. La estructura del movimiento es complicada, con una serie de pausas marcadas por los timbales en su parte central. Luego la cuerda se muestra agitada, antes de la entrada de la trompeta en sordina con un tema distorsionado. Llamadas de las trompetas y el ritmo de la percusión, en una intervención solista, nos conducen a la coda.
El tercer movimiento corresponde a la sección lenta de la obra. Empieza con una variación del tema interpretado por los bajos de la orquesta. La música se dulcifica cuando la madera solista interpreta el tema principal de la obra de modo melódico. La música toma un estilo neorromántico. Finalmente se recapitula la parte inicial más cromática, que se une sin pausa con la parte final de la obra.
El último movimiento empieza con una variación del tema principal con alguna distorsión. La entrada del metal lo refuerza notablemente llevándolo hacia su apoteosis. Después la música se detiene bruscamente, empezando una sección elegíaca con una última aparición temática en la madera. Una fúnebre coda cierra la obra.
Se trata de una sinfonía de características muy parecidas a la anterior, con un tema melódico dominante, pero con un estilo más serio aumentando el uso de elementos cromáticos. Sigue libremente el estilo sonata, terminando con una sección lenta.
La “Sinfonía Nº 4” compuesta en 1982 fue interpretada por la Orquesta Filarmónica de Leningrado bajo la dirección de Israel Gusman. Esta sinfonía la dedicó a su padre.
El primer movimiento empieza con un tema melódico muy característico por su aspecto rítmico. Este tema sufre diferentes modificaciones. La intervención de la percusión y una pausa, nos separan ésta viva introducción de un movimiento lento con intervención de la madera de modo contrapuntístico. Un tema lírico se va desarrollando lentamente de un modo cromático, hasta que podemos reconocerlo perfectamente. La flauta solista contrasta con el acompañamiento por los bajos de la orquesta. El tema se presenta de un modo más claro sufriendo diversas variaciones. El tema inicial reaparece en el clímax marcado por la percusión. El tema lírico interpretado por la madera en diversas formas nos conduce a una tranquila coda.
El segundo movimiento corresponde a un frenético scherzo. El tema conductor de la obra vuelve a repetirse en variadas formas. Un estilo que en algún momento nos recuerda a Stravinsky, pero únicamente en el empleo de recursos técnicos. Una masiva intervención de la percusión cierra el movimiento.
El tercer movimiento nos presenta una lírica melodía mezcla de elegía y heroísmo. La intervención de solos de la madera es otra de las características que encontramos en la obra de Slonimsky. La melodía se transforma en un himno fúnebre acompañado por el sonido de las campanas. Fragmentos cromáticos alternan con los melódicos. El tema heroico interpretado por el metal llega a su clímax para detenerse cerca del final, dando paso a una intervención simple de la madera, antes de la patética coda que cierra la obra.
Una nueva sinfonía en la línea de su anterior producción, que nos demuestra el carácter ecléctico de su autor, mediante la mezcla de temas claramente melódicos con fragmentos atonales muy cromáticos y decididas intervenciones rítmicas. En esta obra realiza un homenaje a su padre, muerto en 1972, dedicándole en el último movimiento un gran himno fúnebre.
La “Sinfonía Nº 5” compuesta en 1983 fue interpretada por la Orquesta Filarmónica de Leningrado dirigida por Valentin Nesterov.
El primer movimiento empieza con notas en staccato de la trompeta. El tema principal es presentado por los bajos de la orquesta, que se desarrollará con la adición de elementos cromáticos. Un solo de la percusión precede a la breve coda.
El violoncelo abre el segundo movimiento, de carácter lento. Se trata de una especie de himno acompañado por figuras cromáticas. En la sección central la madera interpreta el tema melódico principal para luego volver a la parte inicial, terminando con las tristes notas del violoncelo.
El último movimiento empieza con una melodía frugal de la flauta que nos conducirá a formas fugadas. Un tema de carácter épico va creciendo en la orquesta hasta llegar a su clímax con la masiva intervención del metal. La intervención de un solo de la percusión nos conduce a una épica coda presentando el tema de forma heroica.
Una nueva sinfonía dentro del ciclo de obras que presentan un estilo similar, con la incorporación de elementos melódicos y cromáticos. La obra no presenta características personales que podamos destacar.
En el mismo año compone el "Concierto Primavera para violín y orquesta de cuerda" que une elementos folclóricos a su especial estilo de expresión. Slonimsky es considerado como uno de los pioneros de la nouvelle vague folklorique en la música rusa.
La “Sinfonía Nº 6” compuesta en 1984 fue estrenada en Leningrado en 1986 interpretada por la Orquesta Sinfónica Académica de la Filarmónica del Estado de Leningrado bajo la dirección de Vladimir Ponkin.
Una sinfonía escrita en un solo movimiento de carácter monotemático. Empieza el fagot solista presentando el tema principal sobre el que se construirá toda la obra. Se trata de un tema contemplativo con un carácter de profunda tristeza. El violoncelo repite el tema antes de que pase a la cuerda. El tema va pasando por diversos instrumentos de viento hasta que la cuerda inicia una sección más enérgica con mayor cromatismo.
La parte central alcanza mayor dramatismo con ayuda de la percusión y el metal. Una especie de marcha fúnebre acompañada por el sonido de una campana es interpretada por instrumentos solistas de la madera. Luego la música retorna al pesimismo de la primera parte con el tema repetido en el registro bajo. La última sección empieza después de unas señaladas entradas de la percusión, mediante la cuerda en figuras más animadas. El ritmo marcado por la percusión acompaña la repetición del tema principal de una forma épica que nos conducirá a una breve coda.
La “Sinfonía Nº 7” compuesta también en 1984 se estrenó en 1986 en Leningrado, interpretada por la misma orquesta que la anterior dirigida por Vladimir Ponkin.
Una obra más colorista que la sinfonía anterior dividida en los cuatro clásicos movimientos, pero conservando una estructura más o menos libre. La influencia de melodías folclóricas es evidente, pero siempre tratadas mediante el peculiar estilo del compositor.
El primer movimiento empieza con un tema rítmico de características folclóricas. Se trata evidentemente de un allegro. Un breve desarrollo con secciones contratadas precede a la repetición del tema principal.
El segundo movimiento corresponde a la parte lenta de la obra. La madera nos presenta un tema lírico irregular, dando pronto paso a una atractiva melodía lírica presentada por el oboe, que posee un claro sabor del romanticismo ruso. Finalmente se repite la parte inicial.
El tercer movimiento es un scherzo de ritmos irregulares. Un marcado tema de raíces folclóricas aparece mezclado con diferentes secciones rítmicas. La orquestación emplea de forma contrastante los diversos instrumentos en muchas intervenciones solistas.
El último movimiento es el más complejo, ocupando la mitad de la obra. Empieza con una sección lenta, mediante un tema bastante cromático presentado por la cuerda. Pronto va tomando la forma de un tema lírico expresivo, en un estilo que en algunos instantes nos recuerda los grandes temas lentos de Shostakovich. La segunda parte corresponde a un allegro que nos presenta un tema rítmico agitado. Una danza parecida a las empleadas por Stravinsky en su época rusa se mueve mediante episodios contrastantes y formas contrapuntísticas, que definen el personal estilo del compositor analizado. El marcado ritmo nos conduce a la concluyente coda.
La “Sinfonía Nº 8 para orquesta de cuerda, trompeta y campanas” fue compuesta en 1985 e interpretada en 1986 por la Orquesta de Cámara de Lituania bajo la dirección de Saulius Sondeckis.
Escrita en un solo movimiento, empieza con la cuerda presentando un tema cromático. Después de la intervención del violoncelo solista empieza a definirse un tema más concreto. Una sección en pizzicato precede al desarrollo mediante una sección más enérgica. El pizzicato se repite pasando a una parte más cromática. El tema principal aparece en forma de himno. En la sección final interviene la trompeta interpretando una variación cromática del tema con acompañamiento de campanas. El tema se repite de un modo algo más solemne. Una breve coda cierra la obra.
La “Sinfonía Nº 9” compuesta en 1987 es una obra que busca una mayor trascendencia, reflejando las catástrofes del siglo XX. Se interpretó en 1990 por la Orquesta Filarmónica de Leningrado bajo la dirección de Timur Mynbaev.
El primer movimiento es lento y grave. La música refleja un ambiente tenso mediante temas elegíacos. Un motivo grave realzado por la trompeta antecede a una sección reflexiva, que mediante tristes motivos nos presenta un sentimiento de desolación, motivado por los duros acontecimientos motivados por el hombre. El empleo de instrumento de viento solistas es peculiar dentro de su estilo. Una sección más agitada precede a un himno con algún signo de esperanza o de resignación.
El segundo movimiento es de carácter agitado en forma de un scherzo. Un tema de ritmo irregular es acompañado por motivos de la cuerda. Se trata de una especie de grotesca danza. Una sección lenta actúa en forma de trío. Luego se reanuda brevemente el scherzo.
El tercer movimiento es el más dramático, reflejando con crudeza los desastres de la guerra. Empieza con dramáticas llamadas de la orquesta que nos conducen a una agitada sección dramática en la que intenta reflejar escenas bélicas mediante una intensa actividad orquestal. Sonoridades graves contrastan con remolinos sonoros de la cuerda. Un himno de esperanza aparece en el horizonte. Su desarrollo parece ser interrumpido por los rumores de lucha mediante frenéticos gritos. Pero aparece triunfante como un himno patriótico realzado por el metal. En la parte final reaparece el ambiente elegíaco del principio de la sinfonía.
Slonimsky es nominado Artista del Pueblo de la Federación Rusa en 1987. Compone el "Concierto eslavo para órgano y cuerda" en 1988, que integra motivos folclóricos dentro de su peculiar estilo.
La “Sinfonía Nº 10” (Círculos del Infierno) compuesta en 1992 se estrenó en 1995 en San Petersburgo interpretada por la Orquesta Filarmónica Académica del Estado de San Petersburgo dirigida por Ravil Martynov.
Está basada en la obra de Dante y dividida en nueve movimientos representando los nueve círculos del Infierno. Según las propias palabras de su autor la obra es especialmente trágica terminando en la mayor desolación.
Los movimientos no están separados, formando parte de una compleja trama, resultando difícil su análisis. Empieza con un prólogo que significa la entrada en el infierno. El primer movimiento es lento representando el limbo. La intervención de la percusión nos señala el infierno. Un tema de carácter pensativo ilustra la escena.
El segundo movimiento representa la lujuria con una música más dramática alimentada por la pasión. El tercer movimiento representa la gula, con un tema lento y ondulante, terminando con un solo de la flauta. El cuarto movimiento representa la avaricia y la prodigalidad. La música es más enérgica con fuerte intervención de la percusión, seguida de una sección más estática con solos de la madera. Continúa con una sección de carácter rítmico, seguida por los quejumbrosos sonidos de almas en pena.
El quinto movimiento es violento, representando la ira y la pereza. Una trágica marcha es punteada por la percusión. El sexto movimiento representa la herejía, presentando una especie de himno religioso acompañado por la campana. Utiliza una música de raíces medievales.
El séptimo movimiento es de carácter impetuoso con el empleo del metal y la percusión de manera compacta y con intervenciones solistas, representando la violencia. Un solo de violoncelo acompañado por la madera, mediante un tema lamentoso termina el movimiento.
El octavo movimiento tiene la forma de una animada danza popular, representando el fraude. El último movimiento es de carácter lento representando el último círculo del infierno, la traición, según Dante el peor de los pecados. La música es cromática dando un sentimiento de profundo malestar. Notas lentas en staccato durante una extensa sección acentúan la sensación de desazón. Termina con un dramático epílogo, mediante una violenta entrada del metal y la percusión. Se escuchan nuevamente los gritos de las almas atormentadas en medio de sonidos turbulentos. Una violenta coda cierra la obra.
Terminamos con los comentarios que el propio autor realizó durante una entrevista para el periódico reMusik, perteneciente al Centro de Música Contemporánea de San Petersburgo, el 21 de febrero de 2011.
En la sinfonía los nueve ciclos y las dos series se desarrollan como una serpiente. En los últimos dos movimientos la música se desarrolla horizontalmente. En el último ciclo siempre de modo vertical alineándose mediante acordes. Esto llena casi todo el espacio como si realmente el maligno ocupara estos caminos. En estos caminos el tormento se afirma en los espacios sonoros. Al final, generalmente se apaga la luz de la sala y la sinfonía termina en completa oscuridad.
La sinfonía está dedicada a todos los que viven y mueren en Rusia, esto es, a todos nosotros, a toda la gente que atraviesa el círculo del infierno durante su vida y debido a ello quizá podríamos liberarnos de este infierno con este aviso. Todos hemos experimentado lo mal que vive el pueblo. En general, es necesario decir que para mí el tema principal de la sinfonía representa la mala vida muy dificultosa y agitada del día a día de los hombres honrados y decentes. Esto concierne a su incompatibilidad con la vida, a su soledad con su implacable lucha contra todo tipo de tentaciones, agresiones y groserías. También se refiere a la eterna contradicción del día a día, problemas con los ideales y la tiranía de la vida, viviendo bajo la presión de los poderes. Este es el tema, mostrando el modo variado que influye en la vida y lo diferente que es la gente en la vida y lo diferente que son las técnicas expresivas y las formas en la música. Debido a todo ello, la música no debe convertirse en una miniatura sin pretensiones de corto aliento. Debe ser una amplia tela, con un gran aliento espacial mediante el desarrollo de las ideas musicales.
Cualquier idea musical es válida, incluyendo la melodía, pero si existe melodía debe encontrarse en una relación modal que sea original y que no sea una repetitiva continuación sacada del almacén del romanticismo o de Prokofiev. Si existe armonía debe tener un estilo personal. Hablando de un modo figurativo de las armonías, si hay una escritura polifónica, no debe reducirse a formas neoclásicas estilizadas de invenciones y fugas en sus formas originales. Por ello me parece que la esencia de la sinfonía en conclusión es una especie de diario de humanismo sin palabras sobre nuestro tiempo y sobre lo terrible que es nuestra era. Estas épocas de división de la gente en átomos separados, cuando llegan al límite se convierten en una lucha de todos contra el individuo, el individuo contra todos y todos contra todos. Probablemente si algo soy, soy en música más un romántico que un neoclásico. En cuestión de forma, puede ser realmente muy variada. Puede ser polifónica, homofónica, melódica o monofónica.
La “Sinfonietta” compuesta en 1996 está dedicada al director Vladislav Chernushenko que la estrenó en San Petersburgo el 3 de diciembre de 1997 con la Orquesta de la Capilla del Estado de San Petersburgo. Se trata de una sinfonía breve dividida en tres movimientos.
El primer movimiento, andantino, vivace, nos presenta un tema dramático que se desarrolla en la forma de una complicada fuga doble, siguiendo las tradiciones de la antigua música rusa. El metal la conduce a su apogeo, para luego terminar con una lenta coda.
El segundo movimiento, andante, tiene la forma de un lied. El tema es presentado por el oboe y el clarinete que se turnan acompañados por el arpa. En la parte central escuchamos una melodía parecida a las empleadas en la antigua Rusia, un canto medieval Znamenny llamados de este modo por sus primitivos signos de notación.
El tercer movimiento, vivace, empieza con un tema rítmico que se desarrollo mediante variados episodios. El segundo tema es melódico de carácter popular romántico. En la parte final reaparece el canto medieval interpretado de modo solemne que nos conduce a una afirmativa coda.
Una obra menos compleja que sus últimas sinfonías. Actualmente es la única sinfonía que se puede encontrar grabada en CD.
Slonimsky compone en 1997 el "Concierto Nº 1 para piano y orquesta" empleando series dodecafónicas junto a elementos tonales, recursos folclóricos y técnicas del jazz, al estilo de sus sinfonías. En 1999 estrena la ópera "Visiones de Ivan el Terrible", recibiendo el Premio Estatal de la Federación Rusa en 2002
La “Sinfonía Nº 11” compuesta en 2003 se estrenó en San Petersburgo en el año 2004 interpretada por Orquesta de la Capilla Académica del Estado de San Petersburgo dirigida por Alexander Chernushenko.
La obra está dedicada al escultor, escenógrafo y pintor Michail Chemiakin (1943-). Una de sus obras más conocidas es la estatua de Pedro el Grande que se encuentra en los jardines de San Petersburgo. Compartiendo los mismos ideales ambos artistas se aliaron durante varias representaciones en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo.
El primer movimiento, lento, nos presenta una sucesión de motivos más o menos melódicos, en su peculiar estilo empleando estructuras cromáticas combinadas con claras formas melódicas.
El segundo movimiento, presto, presenta una siniestra melodía monódica burlesca. Una pareja de claras marchas de estilo popular realizan un profundo contraste. Luego retornan motivos siniestros que nos conducen a una breve coda.
El tercer movimiento, adagio, es una poderosa meditación mediante un tema pensativo, que se va desarrollando hasta su punto culminante para retornar a su forma inicial.
El último movimiento, adagio, tiene una forma de sonata. Dos temas contrastantes se desarrollan mediante una estructura polifónica libre, que envuelve una fuga. Termina con un poderoso final acompañado por potentes campanas que nos conducen a una coda polirítmica.
A principios del siglo XXI compone una serie de sinfonías de las que no poseemos ninguna referencia. Las citamos a continuación de modo informativo.
La “Sinfonía Nº 12" compuesta en 2004.
La “Sinfonía Nº 13" (Cuatro Stasimas para la tragedia) compuesta en 2004. Stasima es una palabra que proviene del griego significando oda coral. Se trata de un lenguaje coral con expresivos comentarios en forma instrumental.
La “Sinfonía Nº 14" también compuesta en 2004.
La “Sinfonía Nº 15" compuesta en 2005.
La “Sinfonía Nº 16" compuesta en 2005.
La “Sinfonía Nº 17" compuesta en 2005.
La “Sinfonía Nº 18" compuesta en 2005.
La “Sinfonía Nº 19” compuesta en 2008 siendo estrenada por Vladislav Chernushenko, consiste en una obra compleja dividida en cuatro movimientos.
El primer movimiento es lento, presentando un tema grave. Un segundo tema de carácter elegíaco es presentado por la cuerda. El pesado ambiente parece aligerarse con la entrada del nuevo tema con intervenciones de la madera solista, pero reaparece el primer tema grave que nos conduce a una elegíaca coda.
El segundo movimiento tiene el aspecto de un scherzo de carácter libre, con una introducción lenta. Presenta un tema de carácter folclórico mediante el clarinete acompañado por el arpa. El tema del scherzo es de carácter rítmico contrastando con el anterior. El tema inicial se repite, apareciendo en forma de trío del movimiento. Finalmente regresa el tema rítmico.
El tercer movimiento empieza con un tema ondulante, continuando con una especie de marcha sarcástica seguida de característicos solos de la percusión. El tema ondulante inicial nos conduce a la coda.
El último movimiento es de carácter lento, presentando la madera un tema con cierto aire oriental. Un motivo más cálido de aspecto melódico contrasta con el anterior. Los temas se desarrollan, terminando con un grave himno que nos recuerda el principio de la obra.
La “Sinfonía Nº 20" compuesta en 2008.
La “Sinfonía Nº 21” (Del Fausto de Goethe) compuesta en 2009 es una obra para mezzosoprano y orquesta. Se estrenó en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo el 17 de enero de 2010 durante el Festival Nuevos Horizontes, dirigida por Valery Gergiev.
El primer movimiento representa a Fausto mediante un complicado desarrollo. Se inicia de modo grave siguiendo con una serie de motivos empleando técnicas seriales. En la parte final aparece el tema de Fausto.
Según la explicación dada por el propio compositor durante su entrevista para el periódico reMusik, anteriormente citada, el movimiento nos muestra los pensamientos de Fausto, sus ideas filosóficas, su modo de entender la vida, la juventud, la felicidad, su objetivo de lograr una completa existencia terrena y la inalcanzabilidad de su sueño, porque solo se puede vivir una vez. Esta búsqueda para lograr un momento de felicidad, aunque sea uno solo, debe pagar un precio, que establece que una vez se alcanza este momento, la vida terminará. Entonces Fausto cae bajo el poder de Mefistófeles. Esta es la idea general para este primer movimiento de la sinfonía, de carácter programático no tradicional, que presenta al oyente ideas filosóficas bastante complicadas mediante una escritura usando técnicas seriales.
El segundo movimiento es llamado la canción de Margarita. Contrastando con el anterior movimiento nos presenta una canción de carácter dulce primeramente en su versión orquestal. Luego es interpretada por la mezzosoprano. Finalmente la orquesta repite el tema llevándonos hasta su clímax, para terminar dulcemente con la repetición del tema cantado por la mezzosoprano.
Continuando con la explicación del compositor, el segundo movimiento representa la canción que Margarita canta en la rueca el día antes de entrar en la prisión. Cuando suspira por Fausto, está preparada para cualquier cosa, incluso al sacrificio de su propia vida, para lograr estar con él. Margarita es una mujer que sufre, una mujer que alcanza nuestra simpatía, pero también representa el símbolo del eterno femenino en Goethe, un símbolo que eleva el espíritu humano y lo conduce eternamente al nirvana.
El tercer movimiento representa la noche de Walpurgis empezando de un modo agitado para luego recordar el carácter complejo de Fausto. La intervención de solos de la percusión se une al empleo de técnicas seriales. En la sección final aparece con toda su fuerza el tema de Fausto.
Según el compositor las dos obras, el "Fausto" de Goethe y "El Maestro y Margarita" de Mikhail Bulgakov tienen algo en común. En el último movimiento aparece una diabólica imagen de Fausto y esta imagen no es realmente la de los fuegos fatuos y los actos infernales de la Noche de Walpurgis. En la obra de Goethe esta imagen de Fausto, realmente influenció el gran salón blanco de Satán en la novela "El Maestro y Margarita" de Bulgakov. Al final de la sinfonía aparece el tema de Fausto en un completo clímax, explicando que en esencia el héroe central está, intencionalmente o sin querer, trabajando bajo el poder del diablo y al mismo tiempo buscando la luz y la existencia ideal humana.
El final puede ser más o menos trágico, porque esta sinfonía no tiene la pretensión de exponer el completo concepto de Fausto, sino más precisamente las dos caras de su carácter. Al mismo tiempo, algo de la segunda cara de Fausto aparece especialmente al final de la sinfonía, donde las técnicas de producción del sonido de los instrumentos, el tema musical de lucha, cierto tipo de furioso galope infernal y ciertas pulsaciones y ritmos infernales se vuelven muy importantes. Esta es mi sinfonía programática en tres partes, que alguno podría considerar que sigue un plano romántico calculado para las grandes salas. La sinfonía presenta caracteres muy contrastantes en su lenguaje musical. El primer movimiento es muy complicado, el segundo es muy simple y el tercero combina la simplicidad con la complejidad.
La “Sinfonía Nº 22" compuesta en 2009 se interpretó el 22 de febrero de 2011 en San Petersburgo dirigida por Nikolai Alekseev.
La “Sinfonía Nº 23" compuesta en 2009.
La “Sinfonía Nº 24" compuesta en 2009.
La “Sinfonía Nº 25" compuesta en 2009.
La “Sinfonía Nº 26" compuesta en 2009.
La “Sinfonía Nº 27” (La Lírica) compuesta en 2009 se estrenó en Moscú el 18 de diciembre de 2010 interpretada por la Orquesta Filarmónica de Moscú dirigida por Yuri Simonov. Está dedicada a la memoria de Nikolai Miaskovsky.
El primer movimiento, moderato, sigue la forma sonata. Nos presenta un primer tema lírico que sorprendentemente se desarrolla en un estilo tonal. El segundo tema también es de carácter melódico.
El segundo movimiento, scherzo, es de carácter rítmico pero continúa en un estilo totalmente tonal. La parte central correspondiente al trío es lírica de estilo popular, recordando la música tradicional rusa. Finalmente se repite el scherzo.
El tercer movimiento, adagio, nos presenta una forma de lied con un tema romántico que se desarrolla ampliamente en un estilo cantabile. El tema es tomado por la madera en la parte central, pasando de nuevo a la cuerda. Siguen contrastes entre los registros graves y agudos que nos llevan a una tranquila coda.
El último movimiento, finale, tiene la forma de un rondó. Nos presenta un tema trágico interrumpido por episodios rápidos con melodías ondulantes. El desarrollo nos conduce a episodios más expresivos introduciendo claras melodías. Termina con una trágica coda.
Según el compositor, Miaskovsky es uno de sus compositores favoritos. La sinfonía fue muy bien recibida por el público el día de su estreno. Continuando con sus propias palabras, todo el público presente, sorprendentemente, escuchó que en una sinfonía contemporánea puede haber melodía, que puede tener un amplio desarrollo melódico y que esto también es importante. Es un empleo de una programación, dedicación y orientación hacia el tipo de sinfonía de la época de Miaskovsky, Rachmaninov y de la última época de Tchaikovsky.
La forma de la sinfonía está realizada de un modo muy natural, sin emplear ninguna estilización porque pienso en primer lugar sobre la esencia de Tchaikovsky y sobre las emociones de esta música. Aunque si un buen musicólogo mira cuidadosamente la partitura, verá todo lo que es personal en las melodías, en el uso de los modos, en las armonías, las cuales pueden sonar como prestadas pero en la realidad no son tradicionales, apareciendo en un tipo de forma fundamental.
En general respeto realmente a los musicólogos serios y muchos de ellos escriben sobre mi música. Pero no puedo soportar a los críticos musicales snobs y pedantes. Por ello tengo una muy extraña fatalidad de que todas mis obras, tanto sean una ópera, una sinfonía, romance o cuarteto, parecen recibir críticas despreciables y revisiones de sus defectos. Que ocurrirá, cuando después de pocos años, diez, veinte, treinta, escriban críticas y defensas sobre mi música.
Por ello he dedicado mi sinfonía 28 a mis enemigos musicales, que constantemente están ayudando a la anti-musa, al autor del aburrimiento, de la pereza, de la reacción enojosa. Entonces transformo todo esto en energía creativa. Cuanto más prohibiciones y atropellos, más amplia será la sinfonía y más interesará al público. Pienso que esta observación todavía no ha sido incorporada a la práctica compositiva. El objetivo de esta gente es muy simple. Quieren asustar al teatro para que no se represente la obra. Quieren insultar y asustar al director para que no interprete la sinfonía de dicho autor. Esto significa que a mí todo esto me molesta.
Hay directores que no se asustan. Dentro de este grupo se encuentra Yuri Simonov, que considero que es un gran director. Sigo su obra con gran admiración. Dirigió seis ensayos de un programa mixto produciendo una música, noventa por ciento de ella desconocida, que podría haber sido interpretada en cierta manera, recordando para lo que fue escrita. Dejó de lado todos los aspectos de sus exclusivas sombras y matices como conductor. Esto es lo que puede hacer ver la diferencia en cada interpretación individual, sombras y matices exclusivos y naturalmente, de acuerdo con el autor. Estos fueron unos días felices para mí.
La “Sinfonía Nº 28" compuesta en 2010. Como nos ha dicho su autor, está dedicada a los críticos, sus enemigos musicales.
La “Sinfonía Nº 29” compuesta en 2010, se estrenó en el año 2011 dirigida por su director favorito Yuri Simonov. Está dividida en cuatro movimientos.
El primer movimiento empieza lentamente con un tema melódico de carácter dramático, que pronto es interrumpido por sonidos atonales. El tema reaparece con un carácter más solemne junto a contra temas en forma contrapuntística. Termina con la recapitulación de la parte inicial.
El segundo movimiento tiene el carácter de un scherzo. Un tema rítmico con cierto carácter épico es presentado con la intervención del metal y la percusión. Un segundo motivo de carácter ondulante contrasta con el primero. La intervención masiva de la percusión nos señala la presencia de un pequeño trío, terminando con explosiones de estilo épico.
El tercer movimiento es de carácter lento presentando un tema sombrío que se desarrolla ampliamente. Un segundo motivo es presentado por la madera. El tema toma cierto carácter de música modal medieval como si nos encontráramos en el jardín de un monasterio. Una tranquila coda cierra el movimiento.
El último movimiento es agitado, presentando un tema de carácter épico junto a secciones de música rápida oscilante. Después de una breve sección central con motivos variados regresa con fuerza el tema inicial que nos conduce a la coda.
Una sinfonía con muchos temas tonales mezclados con melodías seriales, en el estilo propio del compositor.
La “Sinfonía Nº 30” compuesta en 2011 ha sido interpretada por la Orquesta Filarmónica del Estado de Belgorod[3] dirigida por Rashid Nigmatullin. Se trata de una breve sinfonía dividida en tres movimientos.
El primer movimiento empieza con el sonido grave de los metales presentando un tema serio. Un segundo tema tiene características de música medieval. Una climática coda cierra el movimiento.
El segundo movimiento es de carácter lento. Nos presenta mediante la madera un tema ondulante de raíces rusas. El tema se desarrolla con secciones contrapuntísticas más cromáticas. Después de llegar a su clímax la música termina con gran tranquilidad repitiendo el tema inicial.
El tercer movimiento en forma de rondó empieza con un tema rápido de carácter popular acompañado por la percusión. Episodios intermedios contratan con el repetitivo tema. El carácter de uno de ellos adquiere forma de himno. Termina de un modo majestuoso en forma de un himno derivado del tema inicial de la sinfonía interpretado por el metal, que nos conduce a una sonora coda realzada mediante el uso de la percusión.
La “Sinfonía Nº 31" compuesta en 2011.
La “Sinfonía Nº 32” compuesta en 2011, es la última que conocemos en el momento de escribir estas líneas. Su estreno fue dirigido por Vladimir Jurowsky.
El primer movimiento es un allegro que presenta motivos poli rítmicos. Diversos instrumentos presentan series dodecafónicas predominando la madera y la percusión. Sin interrupción continúa con un movimiento lento con sonidos de carácter quejumbroso. La madera presenta un tema atonal. Sonidos misteriosos acompañan al desarrollo del tema, como si surgieran de ultratumba. El tema principal es interpretado de un modo más solemne antes de pasar a una variada recapitulación.
El último movimiento empieza mediante series oscilantes. La percusión y el piano empiezan a interpretar series dodecafónicas. Un solo de la percusión nos conduce a la sección final que actúa como recapitulación de la parte inicial, con una especie de himno épico en contrapunto, que nos conduce a la coda.
Es la sinfonía de carácter más atonal de todas las comentadas. Una obra difícil de comprender presentando temas complicados. Solamente al final de la obra aparece un tema de carácter tonal.
Terminamos de modo temporal este artículo dedicado a un gran sinfonista soviético que por diversas causas sus obras han permanecido en la oscuridad.
Un autor que cuando escribimos estas líneas todavía no ha dicho su última palabra. Esperamos completar este capítulo de la obra durante la próxima revisión de la misma, con el deseo de poder aportar nuevos datos, obteniendo unas meditadas conclusiones que actualmente por la visión parcial de su obra no podemos deducir.
[1] 32 sinfonías hasta la actualidad.
[2] Debido a la censura soviética no se pudo estrenar hasta 1989.
[3] Una ciudad al sur de Moscú cerca de Ucrania.