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Galina Ustvolskaya (1919-2006) en cirílico, Галина Ивановна Уствольская, nació el 17 de junio de 1919 en Petrogrado. Estudió desde 1937 hasta 1947 en la Escuela Profesional de Música de Leningrado, asociada al Conservatorio de la ciudad.
Su profesor de composición fue Dmitri Shostakovich entre 1939 y 1947. Durante este periodo compone el "Concierto para piano, orquesta de cuerda y timbales" en 1946, una obra con grandes influencias de su maestro. Una obra de su primera etapa compositiva. Más tarde declaró que Shostakovich la había influenciado de forma negativa. En este caso debemos de tener en cuenta la relación sentimental que hubo entre el compositor y su alumna.[1]
A partir de 1947 trabajó en la Escuela Profesional de Música, continuando sus estudios con Shostakovich hasta el año 1951. Compone el "Trío para violín, clarinete y piano" en 1949, con influencias todavía de su maestro. Entre sus alumnos se encontraban Boris Tischenko y Viktor Kissine, a los que recomendó escribir obras más cortas pero más brillantes.
Durante la década de los años 1950, terminados sus estudios, compuso una serie de obras orquestales destinadas a satisfacer los gustos de los dirigentes soviéticos. Obras de estética rusa inspiradas en el folclore. Unas composiciones que realizaba por la necesidad de ganarse la vida, renunciando a sus principios modernistas. Compone cantatas y música programática para el teatro y el cine, un tipo de música fácilmente accesible.[2]
Sus verdaderas obras permanecieron ocultas sin ser publicadas. Así encontramos la "Sonata para violín y piano" compuesta en 1952 en un estilo propio, que rompía con todo lo enseñado por sus maestros. Una composición de gran dureza expresiva. Esta obra fue la única interpretada en 1958 durante la visita de una delegación americana, para demostrar que en la Unión Soviética también existían las corrientes modernistas.
La “Sinfonía Nº 1” fue terminada en 1955. Usa una orquesta sinfónica completa y dos voces de niños. No respeta la tradición sinfónica rusa. Escrita en tres movimientos singulares. Los externos puramente sinfónicos, engloban una serie de ocho temas cantados por muchachos.
La modernista obra no obtuvo el favor de las autoridades soviéticas, siendo estrenada en 1966, once años después de su composición e interpretada en una única ocasión.
El primer movimiento es orquestal y está titulado como Parte I. Utiliza una música con muchas disonancias con un tratamiento camerístico. Es un breve movimiento empleado como introducción, creando un ambiente bastante depresivo.
El segundo movimiento, Parte II, está dividido en ocho canciones. Los textos son de Gianni Rodari, un comunista italiano que encontró la Rusia de Stalin como el mejor sitio para publicar su obra. La primera canción titulada Ciccio trata de un niño negro que nunca ha podido experimentar la felicidad de los niños blancos.
La segunda, el tiovivo, trata del sueldo insuficiente del padre. La tercera titulada Sábado Noche, habla de los niños huérfanos a causa de la violenta represión de una huelga. La cuarta, Los jóvenes de Modena, sobre los ropavejeros. La quinta se titula el pordiosero en la estación ferroviaria. La sexta lleva el título La sala de espera, hablando del paro. Un canto de protesta defendiendo el trabajo. La séptima, cuando las chimeneas se apagan, refleja la oscuridad sin esperanza, con sus imágenes cambiantes de claro a obscuro. Finalmente la última nos llena de esperanza con su título "Sol", una esperanza que la música expresa como lejana.
El tercer movimiento, Parte III, es puramente orquestal. Su naturaleza es reflexiva usando un amplio contrapunto. Actúa como un postludio, que cierra la obra en el mismo ambiente depresivo con el que había empezado. Después de una sección más intensa que actúa como un grito de protesta, termina de un modo similar a su comienzo.
La compositora rompe con el pasado abandonando el posromanticismo heredado de Shostakovich, empleando un expresionismo de tipo ascético. Ideológicamente se trata de una comparación entre la pobreza y miseria engendrada por el capitalismo y el glorioso renacer de Rusia. Pero su estilo moderno no fue admirado por las autoridades soviéticas, que encontraron una obra demasiado depresiva.
Entre 1955 y 1959 compone la "Suite para orquesta", una obra colorista y menos compleja que su sinfonía. Emplea un estilo moderno sin renunciar a la tonalidad, parecido al realizado por Stravinsky. El poema sinfónico "La luz de las estepas", compuesto en 1958, es otra de las obras compuestas con la tradicional estética rusa, un estilo diferente del realmente personal de sus obras, que no se podían interpretar públicamente.
En 1960 Shostakovich le propone la aceptación de un encargo para la música del film "Krotkaïa" (Una mujer dulce) según la obra de Dostoievsky. Se inquieta por su rechazo sabiendo que se encontraba en una situación económica precaria. Por una carta fechada el 3 de noviembre de 1960, se entera que su amigo íntimo Youri Balkachine acababa de morir brutalmente de una crisis epiléptica. Tenía solo 37 años, produciendo un fuerte estado de depresión en la compositora. Un hecho que ocurrió en una edad muy delicada y crítica para la mujer, alrededor de los cuarenta años.
Durante unos diez años se mantuvo en silencio, sin componer nuevas obras. Según sus propias palabras se justifica de esta forma: "Solo escribo en estado de gracia. Después dejo reposar la obra. A su momento la revelo. Si este momento no llega, la destruyo. No acepto ningún encargo."
A partir de la década de los años 1970 empieza un nuevo período compositivo. Entre 1970 y 1975 escribe las llamadas "Composiciones Nº 1, 2 y 3" con los títulos "Dona Nobis Pacem" para piccolo, tuba y piano, "Dies Irae" para ocho contrabajos, cubo de madera y piano y "Benedictus, Qui venit" para cuatro flautas, cuatro fagots y piano.
Se trata de música de cámara, con títulos y un sentido ritual como expresa su compositora con las siguientes frases:
"Mis obras no son, es verdad, religiosas en un sentido litúrgico, pero están imbuidas de un espíritu religioso, y como yo lo veo son más aptas para ser interpretadas en una Iglesia donde causan el mejor efecto, sin introducciones de expertos ni análisis científicos." Una música nueva, totalmente diferente, un tipo de poesía meditativa y salvaje a la vez.
La “Sinfonía Nº 2” (True And Eternal Bliss) fue terminada en 1979 siguiendo un estilo bastante próximo al de sus tres composiciones anteriores. Está orquestada para seis flautas, seis oboes, seis trompetas, trombón, tuba, piano y percusión. Además usa una voz solista, que realiza la recitación de unas palabras sueltas. Su título se puede traducir como Verdadera y eterna Felicidad.
Los textos de sus sinfonías dos, tres y cuatro, pertenecen a una antología de la literatura medieval latina publicada en Moscú en 1972. Escritos por el monje benedictino Hermanus Contractus de Reichenau (1013-1054). Como su nombre indica se trata de un noble alemán paralítico que se distinguió por su saber de tipo enciclopédico, pero su corta vida no le permitió llegar a la cumbre alcanzada por Hildegarde von Bingen, por ejemplo. Pero los textos escogidos son totalmente banales.
La sinfonía está escrita en un único movimiento presentándose como un ritual sonoro sin tener mucho que ver con la definición de la sinfonía clásica. En las indicaciones anexas a la partitura señala que el cantante recitador debe ir vestido enteramente de negro.
Empieza con un martilleo del piano acompañado por fuertes golpes de la percusión. Pronto se agrega el viento en forma de clústers. El cantante como en una súplica recita tres veces la palabra Gospodin, que significa Señor. El piano continúa dominando la escena con su martilleo implacable. Después de una pausa se repite la palabra Gospodin.
El metal se vuelve más insistente, repitiéndose nuevamente la palabra Gospodin. En la parte central los golpes de la percusión llegan a su mayor potencia. Después de un nuevo silencio, el recitador repite con insistencia varias palabras, que significan eternidad y verdad. La parte final, puramente instrumental, actúa como un postludio meditativo. En la coda el recitador pronuncia suavemente la palabra Gospodin acompañado por la flauta.
Del grupo de sus sinfonías con nombres religiosos es la más larga, durando unos quince minutos. Una música alejada de todo sentimentalismo. Un grito de protesta con violentas partes, actuando como una súplica con las palabras dirigidas a Dios.
La “Sinfonía Nº 3” (Jesus Messiah, Save Us!) fue terminada en 1983, estando orquestada para un conjunto instrumental más amplio. Consta de cinco oboes, trompetas y contrabajos, tres tubas, un trombón, tres bombos y piano, además del recitador.
Su duración es un poco menor que la anterior, compuesta también en un solo movimiento. Su título ¡Jesús Mesias, salva nos!, nos muestra su carácter de plegaria.
Empieza con una introducción mediante el metal. El tono de súplica va creciendo hasta la entrada del recitador. El texto declamado por el narrador no tiene nada de original. Dios Todo Poderoso, Verdadero Dios, Padre de la Vida Eterna, Creador del Mundo, Jesús Mesías, salva nos. Las últimas palabras se repiten con más fuerza. Un largo solo de la percusión aumenta la tensión, entrando el piano seguidamente de modo percusivo, acompañado por fuertes golpes de las cajas.
La tensión no disminuye con repetidas llamadas del metal. Continúa con una sección más plácida pero sin abandonar nunca el estado de dureza. En la parte final el recitador vuelve a pronunciar las palabras del texto, terminando repitiendo tres veces en forma de violenta súplica las palabras salva nos. En la tranquila coda repite tres veces más estas palabras, en un tono de resignación.
Una obra de características similares a la anterior, expresando un sentimiento de súplica. Una súplica que alcanza momentos de violencia, casi como una exigencia, como la petición de un ser atormentado, pero que termina con un sentimiento de resignación.
La “Sinfonía Nº 4” (Prayer) fue compuesta entre 1985 y 1987. Una sinfonía de cámara orquestada para trompeta, tam-tam, piano y contralto. Con una duración de apenas siete minutos, es una sinfonía reducida a su mínima expresión formada por un solo movimiento. Utiliza el mismo texto que la obra anterior. Una Oración como su nombre indica se estrenó el 24 de junio de 1988 en Heidelberg.
Dos años después se interpretó en Hamburgo, en el marco de un Festival de mujeres compositoras. Galina rechazó la invitación para asistir personalmente al concierto, realizada por el Instituto de mujeres compositoras de Heidelberg, con la siguiente respuesta.
"Con respecto al 'Festival de Música de mujeres compositoras', me gustaría decir lo siguiente: ¿Realmente puede hacerse una distinción entre música escrita por hombres y música escrita por mujeres? Si ahora tenemos 'Festivales de Música de mujeres compositoras', ¿no sería correcto tener 'Festivales de Música de hombres compositores'? Soy de la opinión de que no debería permitirse que tal división persista. Sólo deberíamos tocar música que sea genuina y fuerte. Si somos honrados en eso, una interpretación en un concierto de mujeres compositoras es una humillación para la música. Espero sinceramente que mis comentarios no ofendan a nadie, lo que digo sale de mi más recóndito ser."
El texto utilizado por la contralto es idéntico al de su anterior sinfonía. Dios Todo Poderoso, Verdadero Dios, Padre de la Vida Eterna, Creador del Mundo, Jesús Mesías, salva nos. El carácter de la música como un ritual está señalado por la propia compositora diciendo que la contralto no podía lucir ninguna joya.
Las notas de la trompeta inician la obra. La repetición de cuatro notas mediante la trompeta antecede al canto recitado de la soprano. Las cuatro notas se repiten de un modo casi obsesivo. El piano acompaña a la contralto en la reanudación de su patético recitado, apareciendo nuevamente las notas de la trompeta de un modo obsesivo. Notas agudas de la trompeta interrumpen la narración. Después de una pausa, la soprano termina su recitado repitiendo las últimas palabras salva nos. En la parte final se repiten estas palabras nuevamente, antes de la coda iniciada por la trompeta.
Una minúscula forma sinfónica centrada sobre obsesivas notas que nos llevan a las palabras salva nos, como una repetición de la súplica iniciada en la anterior sinfonía, esta vez de un modo obsesivo.
La “Sinfonía Nº 5” (Amen) compuesta entre 1989 y 1990, está orquestada para oboe, trompeta, tuba, violín, percusión compuesta por un cubo de madera y narrador. El texto es el clásico del Padrenuestro, recitado de un modo libre. La duración de la obra es similar a la de su tercera sinfonía.
Los golpes del cubo de madera abren un recitativo del oboe, pronto acompañado de la trompeta y de las palabras del narrador, empezando la clásica oración. Las palabras se interrumpen diversas veces por el recitativo del oboe. Una sección más violenta es iniciada por los golpes de la caja, con un recitado más apasionado. Continúa con una sección lenta pero con agresivas notas acompañando la narración.
En la parte central se repite nuevamente la sección violenta iniciada por la caja. Luego se repite de nuevo la sección lenta. Un solo de la tuba inicia la última parte, seguido del recitativo del oboe interrumpido por los golpes de la caja. Las últimas palabras del narrador son más dramáticas, acompañadas por agresivas notas de los instrumentos. La coda repite las notas del oboe acompañado por débiles golpes de la caja.
Con esta sinfonía se cierra el ciclo de obras de carácter religioso. Una música única dentro del repertorio sinfónico, si se le puede llamar así, difícil de comentar hasta para la propia compositora, que se expresa con las siguientes frases.
"Es extremadamente difícil de hablar uno mismo de su música. A mi habilidad para componer música no se corresponde necesariamente una disposición para comentar mis obras. Un punto de vista comúnmente sostenido dice que ambas habilidades se excluyen mutuamente. Ruego a todos los que aman verdaderamente mi música que renuncien a cualquier análisis teórico."
Una música llena de gemidos dolorosos, una música en la cual los sentimientos de piedad no existen, totalmente alejada del Parsifal de Wagner, la ópera de la redención. Algo que le hubiera encantado al filósofo Nietzsche[3]
Galina Ustvolskaya muere en San Petersburgo el 22 de diciembre de 2006. No era una persona religiosa practicante. Su concepto de Dios parece lejano, más propio del Antiguo Testamento, con su amenazador silencio. Las interpretaciones de sus obras se han realizado en contadas ocasiones, aun en el San Petersburgo liberado de la dictadura comunista. El primer concierto dedicado a su obra tuvo lugar en el mes de abril de 1991, organizado por el pianista Oleg Malov, quién ha grabado sus obras más características.
[1] Véase "Shostakovich Sinfonía 10" sobre esta relación.
[2] Véase "Las Sinfonías de Khrennikov"
[3] Véase "Concepto de belleza"