Sulkhan Nasidze (1927-1996) en georgiano სულხან ივანეს ძე ნასიძე o en cirílico Сулхан Иванович Насидзе, nació el 17 de marzo de 1927 en Tiflis.
Estudió en el Conservatorio de Tiflis, piano con A. P. Svanidse hasta 1950 y luego composición con I. Tuskya hasta 1955. Una de sus primeras obras es el "Concierto para piano y orquesta Nº 1" compuesto al finalizar sus estudios en 1955. Una obra ligera de características melódicas.
La “Sinfonía Nº 1 en re menor" fue compuesta en 1957. Se trata de una construcción clásica dividida en cuatro movimientos.
El primer movimiento adagio, allegro, empieza con un tema grave antes de la presentación del primer tema del allegro con cierto carácter épico. El segundo tema es de carácter lírico contrastante. Después de un breve desarrollo que termina en el clásico clímax, sigue la recapitulación empezando con el tema lírico.
El segundo movimiento es el scherzo que presenta un tema rítmico agitado de raíces folclóricas. La sección correspondiente al trío es de carácter meditativo. Luego como es habitual se repite el tema inicial con fragmentos correspondientes al trío.
El tercer movimiento corresponde a la sección lenta. Un tema de carácter dramático presentado por la madera, se desarrolla con influencias de Shostakovich hasta alcanzar su clímax. Luego regresa a la tranquilidad inicial.
El último movimiento es un allegro. Un tema decidido de carácter épico contrasta con el segundo de carácter romántico. Continúa con una sencilla sección de desarrollo que termina con la interpretación mediante el violín del tema lírico iniciando la recapitulación. El tema inicial nos conduce a la triunfal coda.
Una sinfonía de juventud con influencias académicas y algún intento de modernismo derivado de los grandes maestros rusos de la época.
En 1961 compone el "Concierto para piano y orquesta Nº 2 en mi bemol mayor". Una partitura con un diseño más moderno que su anterior concierto, con influencias de Bartok y de Stravinsky.
En 1962 se convierte en el Presidente de la Unión de Compositores de Georgia y en 1964 es nombrado profesor de composición del Conservatorio de Tiflis.
La “Sinfonía Nº 2" fue compuesta en 1963, siendo grabada en 1967 para el sello Melodiya interpretada por la Orquesta Sinfónica del Estado de Georgia dirigida por Zakhari Khorodze.
El estilo es mucho más moderno que el de su anterior sinfonía. Está compuesta por un solo movimiento dividido en diversas partes. Empieza con un allegro que presenta unos temas más cromáticos y menos definidos que los de su anterior sinfonía. Podemos observar un tema rítmico de notas rápidas enfrentándose a otro con un carácter más lírico. Son características las frases repetidas y las llamadas del metal, que le confieren un ambiente épico. El tema lírico nos conduce al final de la sección.
La segunda parte corresponde a la parte lenta de la sinfonía. Un tema lírico de carácter irregular es introducido por la cuerda, desarrollándose en un estilo con influencias de Shostakovich. Sin pausa pasamos a la siguiente parte, una sección rítmica que utiliza frases repetidas con influencias de Stravinsky. Podríamos considerarlo como una forma de scherzo, con su parte intermedia de carácter lento. Unas llamadas de las trompetas nos conducen a la última parte, con cierto carácter épico y motivos mecánicos repetidos.
Una sinfonía que nos muestra claramente el estilo de su autor, con una visión más abierta del género, utilizando un lenguaje cromático que lo fuerza a los límites de la tonalidad, siguiendo el influjo de los grandes maestros rusos de la época.
La “Sinfonía Nº 3" (Sinfonía de cámara) fue compuesta en 1969, siendo estrenada en Moscú en 1970, recibiendo una buena acogida. Fue grabada en 1971 para el sello Melodiya, interpretada por la Orquesta de Cámara de Georgia, a la que está dedicada, dirigida por Vladimir Politkovsky. Es la sinfonía más conocida de su autor. En 1973 recibió el Premio Rustaveli del Estado de Georgia.
Escrita en un solo movimiento está dividida en tres secciones, andante allegro, piu vivo y maestoso. Abandona el tradicional esquema sinfónico a cambio de una línea narrativa lineal. La primera parte, andante, allegro, toma como tema un motivo folclórico de la región montañosa de Khevsurian. Empieza con una introducción mediante el unísono de la cuerda, que denota cierto dramatismo emocional. Es interrumpida mediante agresivos acordes. Regresamos a la tranquilidad inicial. Su armonía recuerda la música de cámara de Shostakovich.
La tensión aumenta en la sección central, piu vivo, con una gran demanda expresiva de la cuerda. Mediante agresivos acordes muestra una gran energía rítmica, en este caso con influencias de Bela Bartok. Esta sección correspondería al scherzo de la sinfonía. Esta especie de danza va deteniéndose en su parte final hasta terminar en un silencio.
La última sección maestoso nos devuelve a la tranquilidad inicial. Consiste en un largo en forma de un melancólico lamento. Luego unas frases de la cuerda poseen un cierto aire oriental, con sus finales en forma de glissando. Termina mediante un epílogo en forma de un suave diálogo entre dos violines, que acaba en un silencio, dejando la pregunta sin respuesta.
Una obra conteniendo formas dramáticas que usa formas virtuosísticas, especialmente de la cuerda, para realizar una narración fuera de las estructuras clásicas de la sinfonía. Como su anterior sinfonía, sin abandonar las estructuras tonales, tiene la influencia de las máximos exponentes de la música de su época.
Nasidze en 1974 es nombrado director de la Orquesta Filarmónica de Georgia en Tiflis.
La “Sinfonía Nº 4" (Colchian Symphony)fue compuesta en 1975. Su título se refiere a la antigua región de la Cólquida situada a orillas del Mar Negro. No tenemos más datos sobre esta obra.
La “Sinfonía Nº 5" (Pirosmani) fue compuesta en 1978, siendo grabada en 1981 para el sello Melodiya interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio de Moscú dirigida por Dzhansug Kakhidze.
Está dedicada al pintor Niko Pirosmanishvili (1862-1918), un artista de estilo naíf, como puede comprobarse en los cuadros insertados en la página.
La partitura que sigue el estilo modernista de Nasidze contiene secciones de un estilo claramente populista, como si quisiera imitar el estilo naíf del pintor. En su orquestación se incluye, además de la cuerda, viento y percusión, arpa, clave, piano, celesta y órgano.
Escrita como las anteriores en un solo movimiento. Empieza mediante una introducción lenta con un motivo sencillo, que utiliza la percusión en su armonía. Luego se vuelve más compleja con el uso de motivos cromáticos. La sección termina con el simple motivo acompañado por el sonido de la campana. Una frase sinuosa es presentada por la madera. De repente se convierte en una alegre marcha de carácter popular, que pronto se desvanece. Sobre el ritmo uniforme de la percusión se introducen frases de la madera que derivan a un tema de baile popular terminando en una danza que nos recuerda un motivo de zarzuela española.
Continúa en su parte central con una sección de sonoridades irregulares con bastantes disonancias. La percusión acompañada por la celesta empieza a marcar un ritmo uniforme sobre el cual la madera coloca frases cromáticas. Una sección de carácter lírico introduce sonidos ingenuos del arpa. Sigue una sección de carácter maquinista, como la representación de la marcha de una locomotora. Quizás un recuerdo del período en que el pintor para ganarse la vida trabajó como maquinista de trenes. Un tema de carácter épico se presenta desdibujado. Es seguido de un motivo lírico de carácter melódico interpretado por el arpa, interrumpido por sonidos disonantes. La sinfonía termina con los sonidos del arpa sobre graves batidos de la percusión.
Una obra calidoscópica que contiene innumerables cambios de carácter. Sonoridades disonantes siguen a fragmentos de ingenuos aires de ambiente popular. Una música que intenta describir el carácter de la pintura de Pirosmani, su primitivismo ingenuo. Una nueva reflexión sobre la interacción entre la pintura y la música, conformando un arte total. Una función integradora demostrando la importancia de la música dentro de la historia del arte, algo que muchos historiadores especializados parece que han olvidado, especialmente en nuestro país.
La “Sinfonía Nº 6" (Passione) fue compuesta en 1978. Está escrita para un coro de bajos y orquesta, basado en textos del poeta georgiano Vasha Pshavela, el seudónimo utilizado en sus obras por el escritor Luka P. Razikashvili (1861-1915). Un poeta perteneciente a una familia de eclesiásticos.
Siguiendo el estilo de Nasidze está escrita en un solo movimiento dividido en tres partes. Después de una breve introducción orquestal interviene el coro de bajos mediante un canto de origen monástico. La orquesta añade sus comentarios reflexivos, interrumpiendo varias veces el canto.
La segunda parte consiste en una violenta entrada de la orquesta, con llamadas del metal e intervención de la percusión. Continúa con una sección central más calmada, con breves frases repetidas, que luego aumentan la tensión, llegando a su clímax. La música sigue una pauta de tensión relajación que la hacen muy peculiar.
En la parte final después de una breve pausa el coro de bajos interviene nuevamente mediante un canto semejante al inicial. Al no tener referencias sobre el texto empleado, ni de la motivación de su autor, estos comentarios son necesariamente limitados.
La “Sinfonía Nº 7" (Dalai) fue compuesta en 1979. No tenemos ninguna referencia sobre el significado de esta obra. La palabra Dalai proviene del idioma de Mongolia significando océano. El nombre Lama significa guía espiritual. El Dalai Lama sería el guía espiritual del océano, tomando esta palabra con el sentido de inmensidad.
Empieza con muchas disonancias siguiendo luego con un lenguaje maquinista creando tensión. Continua con un episodio reflexivo de meditación oriental. La celesta inicia una clara melodía que será luego seguida por la orquesta rodeada de múltiples sonidos. La flauta inicia una sección minimalista a la que se unen repetidos sonidos mecánicos. Aumenta la tensión apareciendo una clara figura rítmica con influencias de Stravinsky. Una clara melodía se mezcla con tensas sonoridades graves, que nos conducen a una acelerada sección que después de llegar a su máximo se detiene bruscamente.
Continúa con una parte lírica mediante notas sostenidas, terminando con una meditación de raíces budistas. Nuevamente aparecen las disonancias iniciales envolviendo una especie de forma hímnica. Continúa con una sección estática con notas separadas hasta la intervención de la madera con sonidos cromáticos. Una explosiva coda con llamadas del metal finaliza esta sinfonía.
No sabemos si esta obra tiene relación con el Dalai Lama, pero lo que podemos intuir es que se refiere al budismo por sus sonoridades imitando las trompas tibetanas. Una sinfonía original que encierra clara formas melódicas envueltas en una original armonía. Es una pena que este tipo de obras estén relegadas al olvido.
La “Sinfonía Nº 8" (Symphony - Fresco) fue compuesta en 1981 sin que tengamos más datos.
En 1982 Nasidze compone el "Concierto para violín, violoncelo y orquesta de cámara", una obra poli estilista con recuerdos de la música barroca en el tratamiento dado al clave.
La “Sinfonía Nº 9" (Hommage a Ilia Chavchavadze)fue compuesta en 1983. Una obra escrita para bajo, coro y orquesta. El escritor Ilia Chavchavadze (1837-1907) es uno de los fundadores del renacimiento nacionalista georgiano.
La “Sinfonía Nº 10" (Hommage a J. S. Bach)fue compuesta en 1989, sin tener más datos sobre ella.
La “Sinfonía Nº 11" (Litúrgica)fue compuesta en 1991, orquestada para quinteto de viento, orquesta de cuerda y percusión. No se conoce ninguna grabación de la misma.
Nasidze muere el 21 de septiembre de 1996 en Tiflis. Su obra se ha difundido en Alemania a partir de 1990, cuando la Orquesta de Cámara de Georgia se estableció en Ingolstadt. Su música que podríamos denominar como poli estilista recibe la influencia de Shostakovich, Bartok y Stravinsky, incorporando también nuevas técnicas de instrumentación y de composición. Además añade música tradicional de Georgia.
Su estilo mezcla la tradición folclórica con las técnicas compositivas del Siglo XX creando un original expresionismo. Sería necesario que sus obras fueran dadas a conocer, repitiendo una vez más hasta la saciedad, que debe terminar esta moda de tratar a la música clásica como piezas de museo. Esto convierte al público en envejecidos oyentes que solo se apasiona con la audición de empolvadas composiciones, lo cual arrastra a la música hacia la decadencia al centrarla en un pasado más o menos glorioso.