Leonardo Velázquez (1935-2004) nació el 6 de noviembre de 1935, en la ciudad de Oaxaca, capital del estado del mismo nombre, situado en la costa del Pacífico en el sur de la nación. Su familia era originaria de Villa Hidalgo Yalalag, una comunidad zapoteca situada en la Sierra de Juárez. Los zapotecas son los indígenas que poblaban el sur de Oaxaca durante la época precolombina.
Se traslada a los ocho años con su familia a la Ciudad de México. Inicia su formación musical en la sección infantil del Conservatorio Nacional de Música con Agustín Montiel Castillo. Luego estudia percusión con Carlos Luyando.
Continúa sus estudios a partir de 1949 en el Conservatorio Nacional que estaba dirigido por Blas Galindo, del cual se convierte en uno de sus principales discípulos. A los 16 años empieza a componer pequeñas obras y más tarde estudiará en el Conservatorio de Los Ángeles.
Entre sus primeras obras importantes se encuentra la "Toccata" para piano compuesta en 1967.
En 1968 compone unas "Fanfarrias" para las Olimpiadas de México del citado año, pero el concurso lo ganaron las compuestas por Carlos Jiménez Mabarak. En cambio son elegidas sus "Danzas del Fuego Nuevo" para la llegada de la llama olímpica a las pirámides de Teotihuacán, una muestra de música neonacionalista.
"Ocho bagatelas" para piano escritas en 1969 representan al estilo más modernista del compositor alejado de todo nacionalismo. Emplea formas dodecafónicas mezcladas con elementos rítmicos derivados del jazz.
La “Sinfonía Menestral para orquesta de cuerda" fue compuesta en 1977 con su título indicando una obra artesanal escrita en un estilo clásico tradicional.
El primer movimiento, allegro con brio, consta de dos temas escritos en un estilo de la época del clasicismo, el primero más relajado y el segundo con un carácter más rítmico. Un breve desarrollo culmina con unas frases rítmicas, terminando con la recapitulación.
El segundo movimiento, tempo de vals lento, es un breve intermedio con el ritmo de vals recordando la época de los salones coloniales. Una pequeña estampa de otra época escrita en un fino estilo.
El tercer movimiento, adagio molto expresivo, se basa en un tema lírico poco definido que va aumentando su carácter expresivo para regresar lentamente a su forma inicial.
El último movimiento, allegro moderato, nos presenta un tema melódico poseyendo motivos de carácter nacionalista, que se desarrolla sobre acusadas formas rítmicas.
Una sinfonía de estilo neoclásico con rasgos nacionalistas en su último movimiento, que humildemente el compositor nos dice realizada por un artesano.
La “Sinfonía Nº 1" (Antares) fue compuesta en 1982. Antares es el nombre de la estrella más luminosa de la constelación de Escorpio, pero no tenemos ninguna información de su relación con la sinfonía. Fue interpretada por la Orquesta Filarmónica de Jalisco dirigida por Manuel de Elías en 1990.
"Tres formas danzables" compuesta en 1987 para piano, es una visión moderna de varias formas rítmicas tradicionales.
En 1992 compone "Ciudad", un poema sinfónico que es un homenaje a la ciudad de México, intentando una descripción de los diversos ambientes usando un lenguaje tonal neonacionalista.
Las "Variaciones para clarinete y piano" son otro ejemplo de su música tonal de carácter nacionalista con influencias del jazz.
Velázquez compuso unas cuarenta partituras como bandas sonoras para directores mexicanos. Pero como ocurre en otros casos lo más conocido de su producción son las adaptaciones y orquestaciones de canciones populares. Muchas fueron compuestas para la Guelaguetza, unas fiestas que tiene lugar en su estado de Oaxaca natal. Concretamente en su capital, Oaxaca de Juárez, formando parte de los cultos populares a la Virgen del Carmen que se celebran en el mes de julio.
Estas fiestas tienen su origen prehispánico en las que se dedicaban a la diosa Centéotl, la diosa del maíz en lengua náhuatl. Cuando llegaron los españoles, los monjes franciscanos y dominicos prohibieron las prácticas dedicadas a esta diosa y construyeron el templo dedicado a la Virgen del Monte Carmelo, actualmente templo del Carmen Alto en la ciudad de Oaxaca, obligando a los indígenas a rendir culto a la Virgen del Carmen. Es el clásico ejemplo del origen de muchas festividades cristianas provenientes de otras anteriores nativas que fueron santificadas por la acción de la Iglesia.
Aprovechamos la ocasión para escribir unas breves líneas sobre tradiciones y costumbres de la época precolombina relacionadas sobre el tema estudiado aunque no tengan una correlación directa con la música.
Centéotl en la mitología mexica es un dios dual, o sea hombre y mujer a la vez. El sexo femenino se convirtió con el tiempo en la diosa Chicomecóatl, que entregó a los hombres el maíz como un alimento divinizado. Como agradecimiento recibió un culto especial. Las casas y los templos eran adornados con plantas de maíz, bendiciendo sus semillas. Se elegía a la muchacha más hermosa, generalmente entre las prisioneras de guerra, representando a la diosa, para ser sacrificada en su honor con la finalidad de conseguir una cosecha abundante.
Adornada con una pluma verde de quetzal colocada en su frente, símbolo de la espiga de maíz, su larga cabellera era cortada junto con la pluma y ofrecidas a la diosa. Luego la joven era colocada sobre los elotes[1], siendo decapitada y su sangre vertida sobre una estatua de Chicomecóatl.
La palabra Guelaguetza proviene del verbo en lengua zapoteca guendalizaá, que significa cooperar, pero tomado en un sentido amplio como amor al prójimo, un sentimiento de compartir la vida entre hermanos.
La Orquesta Sinfónica de Oaxaca realizó una grabación de sones y de jarabe mixteca, en un arreglo del maestro Velázquez. El jarabe mixteca es un baile popular folclórico de la región de la Mixteca Oaxaqueña. En la referida grabación también se encuentran danzas de la región de los Valles Centrales de Oaxaca. El pueblo mixteca proviene de los habitantes de la Mixteca precolombina, una región montañosa situada en el interior del estado de Oaxaca. Junto con los mayas, zapotecas y nahuas, forma la cuarta minoría amerindia de México.
Velázquez muere el 20 de julio de 2004 en las playas de Varadero en Cuba, donde se encontraba de vacaciones. Según la escasa información conseguida murió ahogado de modo accidental mientras se bañaba en el mar.
Discípulo de Blas Galindo renovó la música nacionalista mexicana. A pesar del uso de la tonalidad en su obra también realizó incursiones en la música dodecafónica y serial.