Silvestre Revueltas (1899-1940) nació en Santiago Papasquiaro, en el estado de Durango el 31 de diciembre de 1899. Aunque no ha escrito ninguna obra con el título de Sinfonía, es casi obligatorio incluirlo en una obra dedicada a la música sinfónica por su gran aportación a la misma. Considerado como uno de los compositores más importantes de México, una de sus obras tiene la estructura de una sinfonía como comentaremos posteriormente.
Hermano mayor de una familia de artistas que se distinguieron en la vida cultural mexicana, a los siete años tuvo su primer violín, realizando su primer recital en 1911. Enviado por su padre a la Ciudad de México para estudiar música, ingresó más tarde en el Conservatorio Nacional de Música, donde estudió violín con José Rocabruna y composición con Rafael Tello.
Para ganarse la vida tocaba en cines y orquestinas. En 1917 su padre decide enviarlo a estudiar a la ciudad de Austin en Texas, junto con su hermano Fermín. Ingresa en el St. Edward's College, perteneciente a la Congregación de Holy Cross. Allí descubre el impresionismo de Debussy que incluirá en sus primeras obras.
El talento musical de los hermanos fue reconocido, siendo enviados a la ciudad que en aquellos momentos era el centro musical de los Estados Unidos, Chicago. En 1919 Silvestre ingresa en el Chicago Musical College.
Tuvo como maestros a Félix Borowski y a Leon Sametini en violín. Se diplomó en violín, armonía y composición en junio de 1919. En Chicago empiezan los problemas de salud de los dos hermanos, a causa del abuso en el consumo de alcohol, vicio que no les abandonaría durante el resto de su vida.
Chicago en aquellos años era una ciudad industrial sede de potentes movimientos obreros. Los hermanos Revueltas se relacionaron con alguno de estos movimientos de izquierda de los que empezó a sentir simpatía.
Silvestre Revueltas se casa con Jule Klarecy, una cantante norteamericana. En 1920 el matrimonio y su hermano regresan a México. Su primera hija Carmen nace en 1922 y poco después vuelve a Chicago, donde recibe clases de modernas técnicas violinísticas del instrumentista checo Otakar Sevcik.
El padre de Silvestre muere en 1923 y el compositor regresa a México. Su economía precaria se aguanta mediante la realización de recitales. En el verano de 1924 conoce a Carlos Chávez que acababa de regresar de los Estados Unidos. Silvestre vuelve a Chicago para terminar unos trabajos que tenía pendientes.
El 26 de abril de 1925 regresa a México para realizar un recital en el Anfiteatro Simón Bolívar de la mano de Chávez, que empezaba su proyecto de presentar al público música mexicana contemporánea, dejando a Chicago para siempre.
Interviene en el movimiento de regeneración de la música de México pero no logra sus objetivos y en 1926 regresa a los Estados Unidos. Reside en San Antonio, Texas, realizando recitales de violín. Pero el consumo de alcohol juega en su contra afrontando serios problemas. Se separa de su mujer Jule en 1926 y se casa después con Aurora, viuda de Munguía, con la cual no tendrá hijos. En 1928 se traslada a la ciudad de Mobile en Alabama, tocando en la orquesta del Teatro Saenger.
Carlos Chávez fundó en 1928 la Orquesta Sinfónica de México. Invitó a Revueltas para el cargo de director asistente de la orquesta, quién vista su precaria situación aceptó. El propósito de Chávez era impulsar la música sinfónica moderna mexicana, interpretando sus propias obras y las de sus contemporáneos.
Una de las primeras obras de Revueltas es "El afilador" para violín y piano, compuesta en 1924 en San Antonio, antes de su regreso a México, de la cual en 1929 realizará una versión para septeto de alientos. Música impresionista que describe la soledad del afilador de cuchillos anunciando su presencia con el sonido de su pequeña flauta de carrizo. En el mismo año compone la "Pieza para orquesta" y la "Pieza para doce instrumentos".
Revueltas se casó en 1930 con Ángela Acevedo de la que tuvo tres hijas, entre ellas Eugenia, la única que sobrevive. Entonces empieza el período compositivo realmente serio, que desgraciadamente solo abarca diez años debido a su prematura muerte. El impulso dado por Chávez fue determinante a pesar de que Revueltas dudaba en presentar sus propias obras al público.
El apoyo de Chávez le concede la cátedra de violín en el Conservatorio Nacional de Música, lo cual le permitió cambiar los métodos de la enseñanza musical en México que consideraba anticuados.
El "Cuarteto de cuerda Nº 2" (Magueyes) fue compuesto en 1931. Se conoce con el nombre de maguey al Agave americana, planta originaria de México también conocida como mezcal. De él se obtiene el tequila, la famosa bebida alcohólica mexicana.
Su primera obra sinfónica importante es "Cuauhnáhuac" terminada en 1931 para orquesta de cuerdas y revisada en 1932 para orquesta sinfónica. Su título corresponde al nombre azteca de la actual ciudad de Cuernavaca, la capital del estado de Morelos. Es su única obra de carácter indigenista, pero al contrario de las de Chávez su estética es rupturista. La primera parte contiene elementos atonales mientras que la segunda es pentatónica con un carácter totalmente tonal. La parte final es muy cromática y polirítmica.
En el año 1931 compone "Esquinas" de la que realizó una nueva versión en 1933. Un poema sinfónico que expresa la música de la calle. Realiza un tratamiento moderno de la música usando la polirrítmia y la politonalidad. Una obra que no fue grabada hasta 2007 a pesar de su interés musicológico.
La tercera obra que completa la trilogía de poemas sinfónicos es "Ventanas" compuesta en 1932. La visión a través de las ventanas queda a la imaginación del oyente. Un poema sinfónico sin un tema definido, que emplea el estilo que será propio del compositor, un estilo que sin salir de la tonalidad presenta muchas disonancias. Sus citas folclóricas están expresadas de un modo muy imaginativo, muy lejos del academicismo de los nacionalistas.
En esta época Revueltas compone gran cantidad de obras, como "Ranas" para voz y piano, de la cual realiza una versión para voz y conjunto instrumental en 1932, el poema sinfónico "Colorines" compuesto en 1932, donde continúa demostrando su peculiar estilo, que por otra parte es plenamente mexicano o el "Cuarteto de cuerda Nº 4" (Música de Feria) del mismo año, una obra que pudiera haber escrito el mismo Bartok, si hubiera nacido en México.
"Alcancías" es otro poema sinfónico compuesto en 1932, referido a las huchas, muchas veces en forma de cerdito, una obra revolucionaria contra el poder del dinero, comparando los bancos a los cerditos de las huchas. Una obra llena de motivos mexicanos expresados en su forma vitalista y colorida. "Parián" compuesta en el mismo año para soprano, coro y orquesta también utiliza motivos mexicanos. Describe el ambiente de un popular mercado mexicano mediante un elaborado contrapunto.
"Ocho por radio" es una protesta contra el intelectualismo, como dijo su propio autor con su mordaz ironía, una ecuación algebraica imposible de resolver a menos de poseer un profundo conocimiento de matemáticas. El compositor ha intentado solucionarla mediante instrumentos musicales. ¡Si se creen eso se creerán cualquier cosa!
El poema sinfónico "Janitzio" compuesto también en 1933 es un cínico retrato del centro turístico del mismo nombre, cuyo lago Pátzcuaro según el compositor es descrito como asqueroso. La posteridad me recompensará, sin duda alguna por esta contribución a la industria turística, confesó con su humor mordaz. Muchas de estas pequeñas obras contienen la forma comprimida de una sinfonía en tres movimientos.
Revueltas como renovador de la música reniega de la composición de sinfonías y conciertos. Sus obras sinfónicas son breves retratos que reflejan estados de ánimo o escenas mexicanas. "Caminos" compuesta en 1934 se refiere a indeterminados itinerarios o viajes, pero como siempre se identifica con México mediante su colorismo musical.
"Danza geométrica" (Planos) es una breve pieza para orquesta escrita en 1934, empleando un moderno lenguaje para describir figuras geométricas. "El renacuajo paseador" es una música para ballet compuesta entre 1933 y 1935 basada en ritmos folclóricos.
"Redes" es una banda sonora escrita en 1935, para una película dirigida por Fred Zinnemann, que trata de la protesta social de los pescadores de Puerto de Alvarado contra las distribuciones de su pesca, durante la cual un niño muere de hambre.
Junto con el compositor austríaco Erich Kleiber (1890-1956) realizó una nueva suite a partir de la banda sonora del film, que se estrenó en una reunión del Comité contra la guerra y el fascismo en el Palau de la Música Catalana de Barcelona el 7 de octubre de 1937, siendo dirigida por el propio Revueltas que como veremos seguidamente se encontraba entonces en la ciudad condal. En el concierto se interpretaron además Caminos y Janitzio.
Por imperativos económicos Revueltas compuso música para varias películas, pero su música más trascendente, independientemente del film, se encuentra en Redes y más tarde en La Noche de los mayas.
No se conocen los verdaderos motivos de la ruptura de Chávez con Revueltas. El hecho es que en el programa impreso del concierto del 18 de octubre de 1935 se suprimió el nombre de Revueltas como subdirector de la orquesta. Nunca más Chávez programaría una obra de Revueltas en su orquesta.
En 1936 Revueltas funda su propia orquesta, la Orquesta Sinfónica Nacional, que no tiene nada que ver con la actual orquesta que lleva este nombre. Con ella presentó la música de Redes al público mexicano, en forma de suite arreglada por el propio compositor.
Revueltas es nombrado presidente del Comité Ejecutivo de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, organización que luchaba contra el fascismo, el trotskismo y el imperialismo. Sus integrantes atacaban a Chávez y defensaban el sindicalismo y el estalinismo. Revueltas participó en la promoción del Partido Comunista Mexicano.
El fusilamiento de Federico García Lorca ocurrido el 19 de agosto de 1936 conmovió profundamente a Revueltas y a toda la comunidad cultural. El "Homenaje a Federico García Lorca" para orquesta de cámara fue empezado en 1935, antes de la muerte del poeta o sea que no lo podemos tomar como un lamento por su muerte. Se estrenó el 14 de noviembre de 1936 en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, por lo cual podemos pensar que antes de terminar la obra introdujo las secuencias más trágicas.
La primera parte de la partitura nos muestra la alegría de los ritmos mexicanos, luego la música se hace más sombría y trágica en su parte lenta, terminando con la alegría de la música de un son.
Un grupo de artistas mexicanos se desplazaron a la España en guerra para defensar a la República, que consideraban legítima y además significaba la consolidación de los ideales de la izquierda internacionalista. Revueltas fue uno de ellos.
Al no poseer recursos suficientes intentó la ayuda en New York de Aaron Copland, que por desgracia no se encontraba en la ciudad. Junto con el poeta Octavio Paz y otros intelectuales llegaron a Francia a bordo del Britannic en el mes de julio de 1937. De allí viajó primero a Barcelona y más tarde a Valencia y Madrid.
El 15 de agosto de 1937 Revueltas dirige "Caminos" y "Janitzio" con la Orquesta Sinfónica de Valencia en el Teatro Principal de dicha ciudad. El sufrimiento del pueblo español y la guerra calaron profundamente en su alma, como lo expresó en la carta escrita en Valencia el 19 de julio de 1937, unas frases de la cual reproducimos a continuación.
Siento mi dolor y mi impotencia estrujarse dentro de mí, sin luz, en desaliento. ¿Qué soy ante esta tragedia? ¿Qué puedo hacer? Me avergüenza ir tranquilamente por la calle. Siento envidia del más humilde de los combatientes. Me agobia el pensamiento de nuestra obra de artistas, llena de vanidad, de presunción. ¡Qué asco, qué tristeza!. Cómo es posible no sentirse oprimido, dolorido, pequeño, inútil ante un hombre que muere, un niño, una mujer que lloran. Y de qué puede servirle a ellos, y qué les puede importar una serie de sonidos o líneas ...
En el mes de septiembre dirigió conjuntamente las Orquestas Filarmónica y Sinfónica de Madrid y en el mes de octubre dirigió como se ha descrito anteriormente una nueva versión de la suite "Redes" en Barcelona.
Luego marchó a París con la idea de conseguir un permiso para viajar a Moscú, lo cual no pudo conseguir. Después de permanecer un par de meses en París regresó por falta de recursos a México.
La única obra inspirada en la guerra de España es "Canto de Guerra" (Fanfarria para las fuerzas leales), un breve canto revolucionario, una orquestación de música partisana compuesto en 1938.
Según las memorias escritas por su hermana Rosaura Revueltas, al regresar a México el compositor se encontró con Chávez dominando plenamente la vida musical. Se retiró a vivir a un barrio pobre y solo pudo dedicarse a la composición.
Antes de su visita a España había empezado la composición del poema sinfónico "Sensemayá" (Canto para matar a una culebra), en una versión para pequeña orquesta, pero la versión que se interpreta actualmente es la versión para gran orquesta compuesta en 1938. Es la obra más interpretada de toda su producción sinfónica y una de las más conocidas de la música sinfónica mexicana.
El poema se basa en la obra del cubano Nicolás Guillén (1902-1989) sobre la matanza ritual de una serpiente tropical. Un poema escrito en 1934 dentro de su colección titulada West Indies Ltd. Siguiendo un estilo próximo del Stravinsky de La Consagración de la Primavera, realiza una primitiva pintura de las danzas indígenas.
La bailarina cubana Daimara Olivero, estrella del Ballet Nacional de Cuba, ha protagonizado una versión de la obra en forma de ballet, en el papel de la culebra o serpiente.
Revueltas compone en 1938 la banda sonora de la película Ferrocarriles de Baja California, que luego se convirtió en música de concierto con el nombre de "Música para charlar". Con su lenguaje mordaz su autor dice refiriéndose a esta obra, que no busca la trascendencia. La música que hace pensar es intolerable, insoportable. Adoro la música que me hace dormir. Música colorista basada en el folclore mexicano siempre empleando su propio estilo.
Entre las obras compuestas en 1938 se encuentra "Troka", una danza pantomima infantil basada en el libro de cuentos infantiles de Germán List Arzubide titulado Troka, el poderoso. Una música muy imaginativa con una gran calidad de orquestación.
"Itinerarios" una obra orquestal compuesta a finales de 1938, es una de las composiciones más serias de Revueltas pero posee una intensa fuerza lírica. Según la opinión de muchos musicólogos es una elegía para la tragedia española que se vivía en aquella época.
Cuando terminaba una obra Revueltas acudía a su vicio, el alcohol. Parece que era la forma que tenía para descargar la tensión acumulada en el intenso período compositivo, durante el cual apenas comía y desaparecía del mundo. En 1939 tuvo que ser internado en un sanatorio para enfermos mentales, durante una de estas crisis provocadas por el alcohol.
La “Noche de los mayas" en su versión actual ha tomado la forma de una sinfonía. Pero se trata de una recopilación de la música de la película realizada por José Ives Limantour, veinte años después de la muerte del compositor. Revueltas compone en 1939 la banda sonora para la película del mismo título, que se estrenó en el cine Alameda de la ciudad de México el 7 de septiembre de 1939.
El primer movimiento, noche de los Mayas, toma sus temas de la música que acompaña los títulos iniciales de la película. El primer tema constituye el motivo de obertura de la obra. El segundo tema es de carácter romántico soñador. Después de la sección de desarrollo, termina con la recapitulación del primer tema.
El segundo movimiento, noche de jaranas, corresponde al scherzo de la sinfonía. La música se basa en danzas populares mexicanas. En la sección del trío la música es más contenida, para pronto recuperar los típicos aires de danza.
El tercer movimiento, noche de Yucatán, es la parte lenta, andante, de la obra. Después de una breve introducción presenta un tema de carácter idílico. Un solo de flauta, acompañado por la percusión, nos presenta el canto tradicional indígena maya, "Konex, Konex, Palexén", vamos, vamos muchachos, el sol está a punto de ponerse. El tema idílico inicial termina el movimiento, que sin interrupción se encadena con el final.
El último movimiento, noche de encantamiento, está inspirado en la magia primitiva de la música indígena precolombina. Compuesto por un tema y cuatro variaciones. Después de una violenta introducción, el tema se presenta acompañado por el obsesivo ritmo de la percusión. Un cambio de ritmo acompaña a la primera variación. En la segunda, la obsesión rítmica se hace más evidente, la cual nos conducirá hacia el paroxismo de la tercera. La última repite el tema con más claridad y nos lleva a la coda final.
Un arreglo de una banda sonora en forma de una sinfonía, que no puede atribuirse a Revueltas, claro enemigo de las formas académicas, pero que sirve para la presentación de su espectacular música inspirada en los primitivos ritmos indígenas, vistos a través de su particular prisma.
Entre las últimas obras compuestas por Revueltas en el año de su muerte, se encuentra la música incidental para "Este era un rey" para conjunto instrumental y la de dos bandas sonoras para el cine mexicano.
La última partitura de Revueltas es la música para el ballet "La Coronela", que quedó inacabada a su muerte en 1940. Escrita para la coreógrafa Waldeen del Ballet de Bellas Artes, se inspiró en las figuras de esqueletos dibujadas por José Guadalupe Posada.
El argumento se basa en un tema preferido por Revueltas. El derrocamiento de la burguesía decadente por la clase trabajadora. Siete semanas antes del anunciado estreno del ballet muere Revueltas, sin haber concluido la parte final. Entonces la partitura se pasó a Blas Galindo para que la terminara y a Candelario Huízar para su orquestación. Se estrenó el 23 de noviembre de 1940 en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México.
Cuando en 1957 José Limantour preparaba un homenaje a Revueltas descubrió que la versión terminada por Galindo y Huízar había desaparecido. Entonces decidió realizar su restauración. Encargó al director Eduardo Hernández Moncada, que la había dirigido el día de su estreno, realizar la orquestación de los episodios que faltaban.
El movimiento final toma temas de las películas "¡Vámonos con Pancho Villa!" del año 1935 y de "Los de abajo" de 1939. Esta nueva versión se estrenó en 1962 en el Palacio de Bellas Artes, interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por el propio Limantour.
La composición se puede comparar con los murales de Diego Rivera, como la muestra reproducida seguidamente. Vista la correlación entre la música y la pintura en México, dedicaremos un capítulo especial para su análisis.[1]
Diego Rivera. Mural
Mientras terminaba la música de su último ballet, Revueltas estaba pasando por una crisis de alcoholismo. Después de haber bebido cerveza helada para mitigar su crisis, salió a la calle ligeramente vestido. Cuando regresó a su casa, situada en la Colonia Doctores de la Ciudad de México, se encontró con un cuadro agudo de bronconeumonía, muriendo en la madrugada del 5 de octubre de 1940.
Pablo Neruda leyó su poema "A Silvestre Revueltas de México en su muerte" y Aaron Copland comentó, su muerte prematura privó a México de un compositor de gran talento. Murió en plena etapa productiva y nunca podremos saber donde hubiera llegado si hubiera vivido más tiempo. Lo mismo que ha ocurrido a otros grandes compositores, cuya vida ha sido consumida por un mundo cruel e inmisericorde.