ROREM

Ned Rorem (1923- ) nació en Richmond, Indiana el 23 de octubre de 1923. A los diez años conoce la música de Debussy y de Ravel a través de su profesor de piano, una experiencia que cambia su vida. En 1940 ingresa en la Music School of Northwestern University y dos años después en el Curtis Institute of Music de Philadelphia. Estudia composición con Bernard Wagenaard en la Juilliard y trabaja como copista para Virgil Thomson mientras recibe clases de orquestación.

Entre 1949 y 1958 vive en Francia y en Marruecos, un periodo muy importante de su formación, conociendo las grandes figuras que vivían en París en el periodo posterior a la guerra.

La “Sinfonía Nº 1”  fue empezada en New York en la primavera de 1948, continuándola dieciocho meses mas tarde. Finalizó la obra en Marruecos en 1950. Se estrenó en Viena dirigida por Jonathan Sternberg en 1951. Se presentó en los Estados Unidos en 1956 interpretada por la New York Philharmonic dirigida por Alfredo Antonini.

ROREMEl primer movimiento, maestoso, empieza con una frase del metal, que es contestada por la madera acompañada por la cuerda. Luego la cuerda toma el tema con más lirismo. El segundo tema es interpretado en canon por el corno inglés y la flauta, acompañados por el arpa. El desarrollo nos conduce a un climax con cierta solemnidad, terminando con una breve recapitulación.

El segundo movimiento, andantino, ocupa el lugar del scherzo. Consiste en una delicada danza pastoral, al estilo francés de Fauré. La influencia del impresionismo francés es evidente en este movimiento.

El tercer movimiento, largo, empieza con la presentación de una dulce melodía mediante la flauta, que es continuada por el oboe. El tema es después tomado más calidamente por la cuerda, para seguir como un diálogo entre la viola y la flauta. En la parte central la línea melódica pasa a la orquesta. Sigue un desarrollo variado del tema en lugar de la esperada recapitulación.

El último movimiento, allegro, que empieza con un fuerte acorde, nos presenta una rítmica melodía, contratando con el lirismo del segundo tema, tomado por Rorem de una canción árabe de boda, escuchada en la radio en Marruecos. La atmósfera respira una gran felicidad. La sinfonía termina con una coda donde el tema rítmico llega a su climax.

El propio compositor nos dice lo que piensa sobre la forma sinfónica en la que basa su obra. “Existen muchas definiciones de la palabra Sinfonía, tantas como sinfonías existen. En la época de Haydn generalmente significaba una pieza orquestal dividida en cuatro movimientos, de los cuales el primero estaba construido en la denominada forma sonata. Pero con Bach y más tarde pasando desde Beethoven hasta Stravinsky, la palabra Sinfonía significa cualquier cosa que el compositor decida. Mi primera sinfonía podría ser fácilmente ser denominada una suite”.

Una obra melódica totalmente tonal, en contra de los principios armónicos que reinaban en aquella época, por ello fue abandonada. Su primera grabación se ha efectuado en el año 2003, resucitada por José Serebrier, en una época cuando la música melódica parece ser nuevamente valorada.

El “Concierto para piano y orquesta Nº 2”, compuesto en Marruecos en 1951 tiene sin embargo un carácter totalmente americano. Una música con rasgos profundamente románticos, influenciada por los ritmos del jazz especialmente en su último movimiento.

La “Sinfonía Nº 2”  fue compuesta en la ciudad de New York entre los meses de enero a marzo de 1956, durante unas vacaciones de invierno tomadas cuando se encontraba en Francia. Una obra pedida por Nikolai Sokoloff que la estrenó cinco meses después en La Jolla, California, sin la presencia del compositor. Su primera audición fue en 1959 cuando Arthur Lief la llevó al Manhattan’s Town Hall. Desde entonces no se interpretó, hasta su grabación en 2003 por José Serebrier.

El primer movimiento, broad, moderate, es el más amplio de la obra. Empieza con unas frases repetidas de la orquesta, que sirven como introducción al tema principal presentado por violas y violoncellos al unísono, una amplia melodía. Pronto se le van uniendo el resto de la cuerda y la madera. El motivo inicial reaparece, presentado primero por los fagots en la parte central del movimiento, que es más rítmica y agitada. Luego el tema principal continúa su desarrollo, hasta llegar a un solo rítmico del violoncello, que nos conduce a la coda en forma de recapitulación.

ROREM SEl segundo movimiento, tranquillo, posee un sonido claramente americano, apreciable desde sus primeros intervalos, recordándonos la música de Copland. Presenta un tema lírico en forma de canción de amor seguido de su breve desarrollo.

El último movimiento, allegro, empieza con la entrada de la percusión, marcando un fuerte ritmo. Se trata de un divertimento en forma de scherzo libre. Un tema rítmico con acentos americanos, se opone a una segunda melodía más lírica. Observamos el uso del piano en estructuras donde anteriormente usaba el arpa, para darle una mayor fuerza rítmica.

Una obra totalmente dentro de la tonalidad, que descansa en gran parte en su amplio primer movimiento de intenso lirismo, poseyendo claros rasgos de la música americana de tipo conservador.

La “Sinfonía Nº 3”  fue compuesta en 1958, siendo estrenada en el Carnegie Hall en el mes de abril de 1959, interpretada por la New York Philharmonic dirigida por Leonard Bernstein. La obra tuvo un gran éxito entre el público pero fue muy poco interpretada desde esta fecha. Está dividida en cinco movimientos.

El primer movimiento, passacaglia, empieza con una melodía de notas descendentes que se convierte en el tema principal, un motivo grave ampliamente repetido en diferentes variaciones. Está tratado en forma de una gran obertura de la sinfonía. Después de su desarrollo que nos conduce al climax, el xilófono repite el tema empezando la última sección, que mediante un repique de la caja se une sin pausa con la siguiente parte.

El segundo movimiento, allegro molto vivace, forma el scherzo de la obra. Consiste en una  danza con influencias del jazz en su agitado ritmo. Varias repeticiones variadas del tema constituyen el breve movimiento.

El tercer movimiento, largo, empieza con un motivo interpretado por la cuerda, que se repite diversas veces. Un fuerte contraste dinámico convierte el tema, mostrándolo de un modo mas apasionado, para terminar repitiendo el motivo inicial.

El cuarto movimiento, andante, empieza con un solo del corno inglés interpretando un tema pastoral. Luego es recogido por la madera en un estilo de influencia francesa. Según su autor se trata de una despedida de Francia. Una tranquila coda cierra el movimiento.

El último movimiento, allegro molto, está escrito en forma de rondó. Un tema rítmico es expuesto en primer lugar por la percusión, pasando luego al viento. El tema principal es presentado por las trompetas de un modo heroico. El tema pronto se transforma en una melodía lírica interpretada por la cuerda. Las trompetas vuelven a exponer su tema. Los dos elementos se van alternando en formas variadas, hasta llegar a una brillante coda de carácter triunfal.

La “String Simphony” fue compuesta en 1985, siendo estrenada el mismo año por Robert Shaw dirigiendo la Atlanta Symphony. La grabación de la obra en 1989 consigue un premio Grammy.

En 1998 Rorem es elegido Compositor del Año por Musical America y en 2000 se le otorga el cargo de Presidente de la American Academy of Arts and Letters.

Rorem ha escrito diferentes ensayos sobre música, pero lo más destacado son sus diarios. Empezó con la escritura de su Paris Diary, relatando su estancia en la capital francesa, continuando con otros más actuales en los que habla honestamente sobre su sexualidad, describiendo sus relaciones con Leonard Bernstein, Noel Coward, Samuel Barber y Virgil Thomson. Rorem nunca ha ocultado su homosexualidad, viviendo una amplia vida sexual. El músico James Holmes fue el compañero de Rorem durante 25 años, hasta su muerte al contraer el SIDA.

Como curiosidad podemos observar, que muchos de los compositores homosexuales realizan una música de tipo conservador, muchas veces romántica, en contraste con la mayoría de heterosexuales. Parece que poseen una sensibilidad más femenina en su modo de expresión.