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Alan Hovhaness (1911-2000) nació en Somerville, un suburbio de Boston, Massachusetts, el 8 de marzo de 1911. Su nombre era Alan Vaness Chakmakjian, hijo de una descendiente de Escocia y de un padre de origen armenio. Haroutioun Hovanes Chakmakjian llego como emigrante de la actual ciudad turca Adana, siendo profesor de química en la Tufs Medical School. La madre no quiso que el niño estudiara la cultura armenia, por ello le cambió el nombre por el de Alan Vaness. Pero cuando ella murió en 1931 el compositor usó el nombre de su abuelo paterno Hovaness. Alrededor de 1940 renació el orgullo de sentirse armenio, con lo cual adoptó definitivamente el nombre de Alan Hovhaness.
El niño quería estudiar música, contrariamente a las ideas sobre su futuro que tenían sus padres. Desde su más tierna edad le gustaba el arte de la composición, lo cual realizaba a escondidas de sus progenitores. Otra de sus aficiones era la astronomía. A los catorce años decidió ser compositor. En la escuela escribe la música de sus primeras óperas.
Otra de sus aficiones era realizar largos paseos por las montañas de New England. Los paisajes le proporcionaban temas para sus dibujos y pinturas además de producirle experiencias metafísicas. Una afición por la montaña que conservó durante toda su vida, sirviendo de fuente de inspiración de muchas de sus obras musicales.
Estudia en el Tufs College y luego composición en el New England Conservatory of Music de Boston, bajo la dirección de Frederick Converse. Sus primeras influencias fueron de Sibelius, que escuchó en Boston y luego de las canciones de Armenia y del Kurdistán. También se interesa en la música india.
Casado con la artista Martha Mott, de la que espera un hijo, viaja a principios de 1935 a Finlandia para conocer personalmente a Sibelius. Desde entonces mantienen una buena amistad y su primer hijo, una niña, apadrinado por Sibelius antes de nacer, recibe el nombre de Jean Christina en su honor.
Una de sus primeras obras orquestales es el “Concierto para violoncello y orquesta” Op.17 Nº1 compuesto en 1936. Téngase en cuenta que debido a su espíritu crítico, en los años 1940 destruye una enorme cantidad de sus obras anteriores, siendo este concierto una de las pocas salvadas de las centenares escritas durante su juventud. Una obra que emplea el característico estilo del autor, intentando fusionar la música occidental con temas orientales.
Teniendo en cuenta la gran importancia que tiene Armenia en la vida y obra de Hovhannes es necesario dedicar unas lineas a dicha nación. Como se puede ver en el mapa adjunto, Armenia se encuentra situada en el Cáucaso meridional, al este de Turquía y al norte de Irán. Por su situación geográfica es una nación asiática, pero culturalmente y políticamente se la considera parte de Europa.
Históricamente había sido un poderoso reino alcanzando su máxima expansión en el siglo I a.c. Fue el primer país del mundo en adoptar el cristianismo como religión oficial del Estado en el año 301. Por su situación estratégica entre grandes imperios sufrió muchas invasiones logrando períodos de autonomía y de independencia controlada. Después de pertenecer al Imperio bizantino, en 1071 pasó a manos de los turcos. Luego fue invadido por los mongoles, hasta que en el año 1500 el Imperio Otomano y los persas se repartieron su territorio. Esta situación duró hasta la guerra entre Rusia y Turquía de 1828-29 que se repartieron nuevamente su territorio. La parte oriental fue cedida al Imperio Ruso y el resto formó parte del Imperio Otomano, con el nombre de Armenia otomana.
Durante la Primera Guerra Mundial los armenios fueron mirados con desconfianza por los turcos. En la guerra mantenida contra Rusia había un contingente de tropas armenias luchando en el lado de los rusos. El 24 de abril de 1915 las autoridades otomanas arrestaron a los intelectuales armenios. Entonces empezó en la Anatolia una gran matanza de armenios conocida como el Genocidio Armenio.
La mayor parte de Armenia fue ocupada por los rusos durante la guerra, pero la Revolución de 1917 motivó la declaración de independencia de las Repúblicas del Caucaso. El 28 de mayo de 1918 se constituye la República Democrática de Armenia. Al finalizar la guerra el tratado de Sèvres del 10 de agosto de 1920 divide el imperio otomano, pero no favorece de ninguna manera a la desgraciada Armenia. La nueva república de Turquía declara la guerra a Armenia en 1920, terminando con la cesión de la mitad de su territorio a Turquía. Al mismo tiempo es invadida por la Unión Soviética, entrando en su capital Ereván el 4 de diciembre de 1920 terminando su independencia. En 1922 se incorpora dentro de la Unión Soviética como la República Soviética de Transcaucásia hasta que en 1936 se divide formándose las Repúblicas de Armenia, Georgia y Azerbaiyán, que mantiene en su poder parte del territorio armenio, siendo la causa de una nueva guerra en febrero de 1988.
Con la desaparición de la URSS, la República Socialista Soviética de Armenia se declara independiente en 1991. Apoyada por Turquía entra en guerra nuevamente con Azerbaiyán en 1992, hasta un alto el fuego por mediación rusa en 1994, sin terminar de resolver los problemas entre los dos países. Actualmente el Presidente del país Serge Sargsian, elegido el 9 de abril de 2008 pertenece al Partido Republicano.
La “Sinfonía Nº 1” (Exile Symphony) Op.17 Nº2 fue terminada en 1936 inspirada en la fuerte persecución de los armenios en Turquía, motivo por el cual muchos se exiliaron. La obra se estrenó en Londres en 1939, interpretada por la BBC Symphony dirigida por Leslie Howard. Al ser conocida por Leopold Stokowski, se interesó por la música del armenio-americano, entrenándola en 1942 en los Estados Unidos.
El primer movimiento, andante espressivo, allegro, empieza con una introducción lenta con fuerte influencia oriental, tanto en la melodía sinuosa presentada por la madera, como en el acompañamiento de la percusión, contrastando más adelante con fuertes acordes del metal. Después de una transición, los acordes del metal acompañan a un rápido tema presentado por la cuerda. Después de unos golpes de timbal, la intervención de la madera con sus melodías orientales detiene bruscamente el tempo, regresando a la sección inicial.
El segundo movimiento, grazioso, toma la forma de un scherzo. Nos presenta una danza oriental interpretada por la madera. El segundo tema interpretado por la flauta es más reflexivo, realizando la clásica función del trio. Luego retorna el tema de la danza. Este breve movimiento fue introducido en 1970.
El último movimiento, finale: andante, presto, empieza con un lento diálogo entre solos de la madera y el metal. La madera nos presenta melodías orientales contestadas por acordes del metal. El arpa acompaña los arabescos de la madera. La cuerda inicia la parte rápida del movimiento, contestada por una coral del metal. En la parte central reaparecen los arabescos de la madera. Luego se repite el tema coral anterior. Sigue una sección contrapuntística de la cuerda. La parte final repite el tema de la coral de un modo más solemne.
Una obra basada en temas orientales y modos antiguos de occidente. El primer movimiento nos presenta el pueblo armenio, completado con las danzas y motivos más serios del movimiento central. El último movimiento presenta una coral de súplica por el perseguido pueblo armenio, en parte llevado en su propia sangre. Usa un sonido romántico pero con cierto tratamiento de la música renacentista. El propio compositor nos lo explica cuando le preguntaron sobre su uso de las formas contrapuntísticas. “La forma de fuga la utilizo de un modo estricto; lo aplico a los modos. Me gusta desarrollar estos principios porque creo que son universales. Siempre he sido un gran admirador de Bach y de Händel”.
Hovhaness es nombrado en 1940 organista de la St. James Armenian Church en Watertown, Massachusetts. Allí se encuentra en contacto con la monodia de la liturgia armenia y con las obras del compositor presbítero Komitas Vartaved. Durante este periodo compone su primera obra para cuerdas “Alleluia and Fugue” Op.40b, una evocación de la música coral renacentista.
En 1942 gana una beca para estudiar en Tanglewood, en la clase de perfeccionamiento de Bohuslav Martinu. Allí se encontró con la realidad de la música americana, al entrar en contacto con los artistas dominantes de la época como Bernstein y Copland. Se dio cuenta que menospreciaban su música y la ridícularizaban. Mientras había sido defendido por Heward, que desgraciadamente moría de tuberculosis y por Stokowski. Bernstein opinaba que era una música de ghetto. Disgustado, Hovhaness decide abandonar sus estudios en Tanglewood.
Entonces se produce un cambio en su vida. Se refuerza en sus raíces armenias, rechaza las enseñanzas académicas y su amistad con el pintor griego Hermon di Giovanno lo dirige hacia los mundos antiguos de Grecia, Egipto, Armenia y la India. Hovhaness lo describe como el maestro espiritual que abrió la puerta a la dimensión espiritual. Con estos motivos Hovhaness rechaza casi la totalidad de su obra anterior destruyéndola. Desaparecen gran cantidad de obras, entre ellas dos óperas y unas siete sinfonías, una de las cuales había ganado el Premio Samuel Endicott en 1933. En uno de sus comentarios el compositor dice para justificarlo, entonces me estaba trasladando de Boston a un pequeño apartamento en New York y tenía que desprenderme de un exceso de equipaje.
De las obras salvadas, unas fueron convertidas en otras nuevas, como su “Celestial Fantasy” Op.44, compuesta en 1935 y orquestada para cuerda en 1944. Alguna fue escondida por su hija y otras vueltas a introducir en su catálogo con nuevos números de Opus.
En el mes de febrero de 1944 Hovhaness forma una orquesta amateur, para interpretar música basada en el estilo aprendido de los eclesiásticos armenios y recoger dinero para ayudas por la guerra. Una de las primeras obras de su etapa étnica conocida como el periodo armenio, entre 1943 y 1951, es la “Armenian Rhapsodi Nº1” Op.45 compuesta en abril de 1944, en la que emplea melodías folclóricas de Armenia. Luego seguirían dos nuevas rapsodias sobre temas armenios para orquesta de cuerda. Pero en la gran mayoría de obras de dicho periodo, solo usa el estilo de la música armenia. Otra obra del mismo periodo es “Khrimian Hairig” Op.49 compuesta en 1944 para cuerda y trompeta. También “Tzaikerk” (Canción de tarde) Op.53 nº2, compuesta en 1945, está basada en los ritmos y melodías de la música armenia.
En el mes de mayo de 1946 compone la ópera religiosa “Etchmiadzin” Op.62, basada en San Gregorio el introductor del cristianismo en Armenia. Su intermedio se convierte en una de sus obras más conocidas, es el “Prayer of Saint Gregory” para trompeta y orquesta de cuerda.
En 1947 Hovhaness se casa, siendo su cuarto matrimonio, con la bailarina Serafina Ferrante, una jovencita de 18 años. Entonces tenía 36 años, siendo su matrimonio más feliz hasta esta época. Entre 1948 y 1951 da clases en el Boston Conservatory of Music y durante los veranos entre 1956 y 1959 en la Eastman School.
En 1951 su fama como compositor es lo suficientemente grande para dedicarse exclusivamente a la composición. Se traslada a New York escribiendo para la radio, la televisión, el teatro y la danza
Durante los años 1950 Hovhaness viaja por los países asiáticos, visitando la India, Japón y Corea, recogiendo elementos estilísticos que pronto aparecerían en sus obras. Su música se inspira en la fusión de Oriente y Occidente, en una unión entre el misticismo y la banalidad. Una música que se puede considerar antigua y moderna a la vez. Una de las obras más significativas de este nuevo período compositivo, que podríamos llamar de influencia étnica ampliada, es el “Concierto para orquesta Nº 7” Op.116, compuesto en 1953 en el que emplea elementos de la música india junto con figuras contrapuntísticas derivadas del barroco.
En 1954 compone la música de escena para la obra “The Flowering Peach” Op.125 sobre el arca de Noé, representada en Broadway, de la que realizó una suite para saxofón contralto, clarinete, arpa y percusión. El personaje de Noé es representado por el saxo. El “Preludio y fuga cuádruple” Op.128 es una obra compuesta entre 1954 y 1955 que proviene de una de sus anteriores obras desechadas. Escrita en 1936 para cuerdas, realiza ahora una versión orquestal, añadiéndola a su catálogo como una obra nueva. En ella demuestra sus habilidades contrapuntísticas.
La “Sinfonía Nº 2” (Mysterious Mountain) Op.132 fue terminada en 1955 cumpliendo un pedido de Leopold Stokowski, para su concierto de presentación con la Houston Symphony. La montaña a la que se refiere la obra pertenece en el misterio, como un lugar imaginario. Un modo de expresar la filosofía propia de su autor como nos dice en el siguiente párrafo.
“Las montañas son símbolos, como las pirámides, en el intento del hombre de conocer a Dios. Las montañas son lugares de reunión simbólicos entre las naturalezas mundanas y espirituales. En resumen, la Montaña Misteriosa puede ser el pico fantasma, inmensurable, pensando ser más alto que el Everest, como es visto desde largas distancias por los aviadores en el Tibet. En suma, puede ser la montaña solitaria, la fortaleza erguida sobre un territorio, como el Fujiyama, Ararat, Monadnock, Shasta o el Grand Teton”.
El primer movimiento, andante con moto, nos presenta un primer tema en forma de himno. Se desarrolla usando una métrica irregular. Un segundo tema en forma de arabescos nos comunica un sentimiento oriental. Algo como contemplar la Alhambra de Granada al pié de las montañas nevadas de Sierra Nevada. El retorno del tema inicial nos muestra la fuerza de occidente.
El segundo movimiento, double fugue, consiste en dos temas que se desarrollan en forma de una doble fuga. El primer tema se desarrolla lentamente en forma de un himno religioso. El segundo tema es rápido, presentado por la cuerda en un modo contrapuntístico. Con los dos temas se construye una brillante fuga.
El último movimiento, andante espressivo, muestra un tema en forma de himno, presentado por las trompas y trombones en sordina. El tema va creciendo hasta alcanzar su climax. Luego se retorna a la tranquilidad del himno inicial. Los oboes y clarinetes presentan una nueva melodía lenta, acompañada por una suave percusión, hasta que los violines en sordina nos devuelven el tema inicial, que aumenta en intensidad cuando pasa a la orquesta.
La obra nos presenta una nueva síntesis espiritual entre Oriente y Occidente, desarrollándose mediante una forma barroca, con una estructura formada por dos movimientos lentos enmarcando uno rápido, como si se quisiera envolver la frivolidad con la espiritualidad inspirada en la majestad natural de la montaña.
La “Sinfonía Nº 3” Op.148 compuesta en 1956, ha vivido mucho tiempo en la oscuridad, hasta su primera grabación a sugerencia del compositor en 1996. La estrenó Stokowsky dirigiendo la Symphony of the Air en el Carneglie Hall, en el mes de octubre de 1956.
Inspirado en la mitología griega Hovhaness compone “Meditation on Orpheus” Op.155 en 1958, siendo estrenada con éxito por Stokowsky. Poco después termina el “Magnificat para cuatro voces solistas, coro y orquesta” Op.157, a petición de la Fundación Koussevitsky. En esta obra evoca el misterio místico del cristianismo primitivo.
La “Sinfonía Nº 4 para orquesta de viento” Op.165 fue terminada en 1959, siendo la primera de sus ocho sinfonías escritas para viento. La compuso para la American Wind Symphony de Pittsburgh.
El primer movimiento, andante, empieza con un himno presentado lentamente por los trombones. Luego es repetido por el clarinete bajo, acompañado por suaves toques de la percusión. La tercera variación la interpretan con más solemnidad las trompas y trombones. Continúa en el contrafagot acompañado nuevamente por simples sonidos de la percusión. La última variación empieza en las trompas, a las que se añaden más tarde trompetas y tuba. Finalmente empieza una fuga iniciada en los trombones, siguiendo en las trompas, trompetas y la madera.
El segundo movimiento, allegro, está escrito en forma de scherzo. Empieza con un solo rítmico de la marimba, añadiéndose los timbales, el vibráfono, glockenspiel y arpa. La parte correspondiente al trio la forman dos danzas, la primera interpretada por la madera y el arpa. La segunda es interpretada por el vibráfono y la madera. La recapitulación es iniciada por el xilófono con el mismo ritmo del principio, entrando luego los distintos elementos percusivos, terminando el xilófono solo desvaneciéndose.
El último movimiento, andante espressivo, como el primero consiste en un himno con variaciones seguido de una fuga. La presentación es efectuada por las trompas y tuba, con interludios interpretados por el corno inglés con aires armenios. La segunda variación corresponde a los trombones, repitiendo la frase inicial mediante trompetas, trompas y tuba. La tercera variación, con un carácter más vivo, es presentada por los trombones en su registro bajo cruzándose con los trombones en su registro agudo mediante sonoros glissandos. Continúa con un crescendo entrando la percusión en bloque. Termina con el himno y la fuga final sobre tañidos de campana.
Según el propio autor, la sinfonía tiene influencias de los compositores Yegmalian, Gomidas Vartaved y de Haendel.
La “Sinfonía Nº 5” Op.170fue compuesta en 1953, o sea antes de la numerada como segunda. Vemos que muchas veces la numeración de sus sinfonías y sus números de opus no siguen una línea cronológica. En realidad siguen la línea de su publicación.
La “Sinfonía Nº 6” (Celestial Gate) Op.173 terminada en 1959, está escrita para pequeña orquesta en un solo movimiento. Se inspira en un cuadro del pintor místico griego Hermon di Giovanno (1900-1968) que como comentamos anteriormente fue su mentor espiritual. Pero su interpretación en ningún caso es descriptiva, es puramente espiritual.
Empieza mediante una lenta melodía del fagot acompañado por murmullos de la cuerda grave en pizzicato. Unos acordes de la cuerda sirven de transición a la presentación de los tres temas, a partir de los cuales se desarrolla la obra. Se interpretan en contrapunto, empezando por la melodía ondulante del clarinete, luego con un tema en pizzicato de los contrabajos y una tranquila frase de la viola. Estos temas se desarrollan en forma individual o contrapuntística a lo largo de la obra. Los temas se desarrollan en formas fugadas. Unas tranquilas frases de la cuerda nos llevan a la parte central de la obra.
El motivo inicial reaparece, seguido de una sección de ritmo libre de la cuerda, de forma misteriosa. La trompeta interpreta una melancólica melodía acompañada por obstinatos de la cuerda. Golpes de timbal y de las campanas tubulares acompañan a una sección más dramática. Luego empieza una especie de danza en pizzicato acompañada por los golpes de timbal. Después de una nueva sección de ritmo libre, retorna el motivo del principio de la obra, pero pronto aparece un nuevo himno en la cuerda con una lírica participación de la trompeta. Nuevamente se escucha la danza en pizzicato de la cuerda. La obra termina con sonidos de los violines en sordina como si flotaran para abrir la puerta del cielo.
Una sinfonía llena de misticismo, que su autor intenta evocar en la búsqueda de este reino misterioso que nos conduce a las puertas del cielo, la entrada hacia una nueva dimensión. Una de sus sinfonías más populares, debido a las bellas formas melódicas, habiendo sido grabada diversas veces.
La “Sinfonía Nº 7” (Nanga Parvat) Op.178 escrita para viento y arpa, fue terminada en el mes de noviembre de 1959, para la American Wind Symphony Orchestra de Pittsburgh. Es un cuadro musical de la inhóspita montaña de Cachemira, en el Himalaya del Pakistán, el Nanga Parvat que se eleva a 8126 m, cuyo nombre significa montaña desnuda o sea sin árboles.
La “Sinfonía Nº 8” (Arjuna) Op.179 fue compuesta primeramente en 1947 en forma de un doble concierto para piano, timbales y pequeña orquesta que llevaba el nombre Ardos. Su nombre proviene de una montaña de Armenia situada cerca del lago Van. Luego se modificó introduciendo música india, titulándose Arjuna. Su estilo es una mezcla del armenio con el indio.
La “Sinfonía Nº 9” (Saint Vartan) Op.180 fue compuesta entre 1949 y 1950, durante su periodo armenio. Como recordamos nuevamente, la numeración de las obras no se corresponde con la época de su composición. Escrita para conmemorar el 1500º aniversario de la muerte del santo guerrero armenio Vartan Mamikonian que luchó contra los persas. Está dedicada a Hermon di Giovanno, el místico pintor.
Se estrenó el 11 de marzo de 1951 en el Carnegie Hall interpretada por la New York Philharmonic Symphony Orchestra dirigida por el propio compositor. Está dividida en 24 movimientos cortos integrados en dos partes. Está instrumentada para un saxofón contralto, una trompa, cuatro trompetas, un trombón, timbales, cuatro percusionistas, piano y cuerdas.
La primera parte comprende los movimientos 1 al 15. Empieza con una canción en forma de himno de alabanza interpretada por el tronbón. La segunda parte es un processional interpretado en forma de canon por las trompetas acompañadas por la percusión. La tercera sección es una sentimental aria interpretada por la cuerda contestada por la trompa. Luego el turno pasa a la trompeta que continúa la canción. El trombón acompañado por la cuerda termina el aria. En la sexta parte empieza una danza interpretada en forma de canon por los violines acompañados por los timbales. Luego entra la cuerda grave. La séptima parte está interpretada por la trompeta acompañada por cuerda y vibráfono en forma de himno procesional. La cuerda repite ceremoniosamente el himno.
La octava parte consiste en una viva danza interpretada por los violines y percusión. Continúa con una nueva danza de aires orientales en forma canónica. Una danza rápida titulada Estampie forma la décima parte. La cuerda sola interpreta una nueva danza en forma canónica, a la que se añaden timbales y vibráfono en la parte doceava. La trompeta interpreta otra ceremoniosa aria acompañada por la cuerda. La sección catorce se titula “Death of Vartan”, siendo un lamento por la muerte del santo interpretado por el piano y el trombón. Termina con una danza en forma de doble canon interpretada por las trompetas, cuerda y percusión.
La segunda parte comprende los movimientos 16 al 24. Empieza con una canción titulada “To Sensual Love” interpretada por el saxo contralto con participación de la percusión en la parte final. La sección 17 corresponde a una extensa aria titulada “To Sacred Love”, interpretada por la cuerda con el trombón como solista. Si la anterior representaba al amor profano en esta lo hace al amor sagrado. Una nueva danza rítmica titulada Estampie, de aires orientales es interpretada por la cuerda. La sección 19 corresponde a una danza canónica para la cuerda, timbales y vibráfono. La trompeta acompañada por la cuerda nos presenta la última aria como un himno de alabanza. Las últimas secciones tienen forma de danza, iniciada en forma de canon por la cuerda y los timbales, añadiéndose la percusión en la siguiente sección. Después de un nuevo canon para timbales y cuerda, la obra termina brillantemente con un doble canon para cuatro trompetas, cuerda y percusión.
Una obra de características orientales medievales, donde se mezclan los himnos de alabanza con las joviales danzas canónicas, creando una música sencilla evocadora de tiempos pasados.
La “Sinfonía Nº 10” (Vahaken) Op.184fue compuesta en 1944, siendo revisada en 1965, sin que tengamos en estos momentos más datos sobre la misma.
En los años 1959-60 Hovhaness recibe una beca de la Fulbright Research para estudiar música en Madras, India. Allí conocerá la música tradicional Carnática y podrá experimentar con los instrumentos del sur de la India. Es el primer compositor occidental invitado a participar en el Festival de Música de Madras, donde presenta su “Madras Sonata” para piano.
La “Sinfonía Nº 11” (All Men Are Brothers) Op.186 fue terminada en 1960 siendo revisada en 1969. Escrita para un pedido de la New Orleans Philharmonic Symphony en la celebración del 25º aniversario de la misma. Se estrenó el 21 de marzo de 1961 interpretada por la citada orquesta bajo la dirección de Frederick Fennell.
La revisión de la obra, totalmente cambiada según su autor, se realizó durante su estancia en Luzern, Suiza, durante el verano de 1969. Esta versión la estrenó la mencionada orquesta el 31 de marzo de 1970, dirigida por Werner Torkanowsky. El 6 de julio de 1970 se grabó en Londres con la Royal Philharmonic Orchestra dirigida por su propio autor, siendo la primera grabación de Hovhaness para su propio sello Poseidon, actualmente rescatada en CD por el sello Crystal Records.
La obra está escrita en tres movimientos, un allegro intermedio entre dos andantes, como es la forma habitual de Hovhaness. En ella emplea un estilo más cromático que en sus anteriores obras, teniendo en cuenta la versión revisada de 1969 que es la que comentamos a continuación.
El primer movimiento, andante appassionato, nos presenta un tema amplio de carácter lírico que se desarrolla durante todo el movimiento, empleando formas cromáticas, mediante una serie de variaciones. Una de ellas más rápida, nos lleva a la presentación final del tema por toda la orquesta.
El segundo movimiento, allegro maestoso, está escrito en forma parecida al rondó. El tema principal consiste en una amplia melodía de carácter procesional, presentada de modo casi militar por la orquesta. Luego es repetida por el trombón. El primer interludio está escrito en forma de una danza, con cierto carácter medieval. Luego se repite el tema principal, como corresponde al rondó, mediante el metal. Con ayuda de la percusión el tema toma una forma más viva. Continúa con el desarrollo de ambos temas de manera alternada. Después de un nuevo interludio en forma de danza, termina con una rápida forma fugada que nos conduce a la coda.
El último movimiento, andante con nobilita, empieza con un amplio tema en forma de alabanza del amor universal. En la parte central del movimiento se encuentra una extensa fuga. Acompañado por el sonido de la campana, retorna de modo solemne el tema inicial de alabanza universal.
El título de la sinfonía, Todos los hombres son hermanos, se refiere según palabras del propio autor, a la expresión de la fe positiva en el amor cósmico universal, como la última meta posible para el hombre y la naturaleza. Unámonos todos en nuestro pequeño planeta, nuestro flotante mundo, nuestra pequeña nave, mientras viajamos a través del misterioso espacio infinito.
Al final del tercer movimiento escribe, Y la voz del Señor Buda se escuchó como el sonido de un gran gong tañido en los cielos diciendo, aunque encuentre mil hombres en su camino todos ellos serán sus hermanos.
La “Sinfonía Nº 12” (Choral) Op.188fue compuesta en 1960 para orquesta, cuatro solistas vocales, coro y cinta magnetofónica.
La “Sinfonía Nº 13” (Ardent Song) Op.190fue compuesta en 1953, encontrándonos en un caso idéntico a la anterior. Originalmente la música había sido compuesta para un ballet que luego convirtió en sinfonía.
La “Sinfonía Nº 14” (Ararat) Op.194fue compuesta en 1960, siendo una obra similar a la cronológicamente anterior Naga Parvat. También cumpliendo un pedido de la American Wind Symphony Orchestra de Pittsburgh, intenta describir la belleza salvaje y majestuosa del monte armenio Ararat de 5137 m, en Anatolia, actualmente en poder de Turquía.
La “Sinfonía Nº 15” (Silver Pilgrimage) Op.199 fue terminada en 1962. Se estrenó en el Festival of Music and Art de 1963, interpretada por la Honolulu Symphony Orchestra dirigida por George Barite.
El título de la obra procede de una novela de Justine Anantanarayanan, que narra el peregrinaje de un joven príncipe desde Lanka en Ceylán hasta Kafhi en Benares. La música lo refleja usando melodías de carácter indio.
El primer movimiento, Mount Ravana, sugiere el misterio y el furor de un profeta de la montaña. Ravana es uno de los personajes del Ramayana indio, conocido como el demonio rival de Rama, con un carácter fuerte y agresivo. Un tema amplio de aspecto siniestro es desarrollado sobre murmullos sin ritmo de los violines. En la parte central se escuchan clusters de la madera y llamadas de la flauta sobre un ostinato del arpa. La parte final es un retorno al tema del principio.
El segundo movimiento, Marava Princess, nos presenta una música de características claramente indias. Una primera sección en forma de canon es seguida por una rápida danza.
El tercer movimiento, River of Meditation, empieza con una introducción marcada por la percusión, seguida por una lenta melodía oriental interpretada por la cuerda grave, con varias repeticiones. Pero la mayor parte del movimiento está formado por un extenso solo de flauta, interpretado de un modo muy libre, sobre el pizzicato de la cuerda. Muestra el cuadro de la meditación de un filósofo, mediante la flauta, junto al río, que es representado por el continuo pizzicato de la cuerda.
El último movimiento, Heroic Gates of Peace, nos sugiere el espíritu del pacífico reino de la sabiduría, donde se logra la armonía entre el cielo y la tierra. Un himno de características occidentales se desarrolla mediante amplias líneas melódicas y un contrapunto renacentista. Una breve sección con un carácter más libre nos lleva a la interpretación final del himno por el metal de un modo más solemne.
La música nos relata el viaje del príncipe, desde las agresivas tierras iniciales, pasando por la sensibilidad femenina y la meditación hasta llegar a un estado de plena armonía.
Después de pasar una época como compositor residente en la Universidad de Hawai, en 1962 Hovhaness mediante una beca de la Fundación Rockefeller puede estudiar en Corea y en Japón con Masataro Togi, especialmente la música tradicional llamada Gagaku, una música cortesana que proviene del siglo VIII y también Ah-ak, la música antigua cortesana de Corea.
Durante su estancia de seis meses en Hawai estudió junto con su quinta mujer, la pianista Elizabeth Whittington, instrumentos étnicos japoneses. En 1963 ambos graban un LP de su música y a principios de los años 1970 fundan la discográfica Poseidon, un sello independiente, para poder grabar y distribuir su música. Al ser una empresa financiada por su mujer, cuando ambos se divorciaron quedó propiedad de ella, la cual más tarde cedió los derechos a la empresa Crystal Records, que actualmente ha pasado estas grabaciones al formato CD.
La “Sinfonía Nº 16” (Kayagum) Op.202fue compuesta en 1962 durante su estancia primero en Corea y luego en Japón. Está orquestada para cuerda, percusión, arpa, timbales y seis instrumentos coreanos, entre ellos el que da nombre a la obra. El Kayagum es una cítara de doce cuerdas con afinación pentatónica, bastante parecida al koto japonés. La obra se estrenó en Seul dirigida por el propio autor. Está inspirada por las montañas coreanas y su música tradicional.
La “Sinfonía Nº 17” (Symphony for Metal Orchestra) Op.203fue compuesta en 1963, siendo una música funcional, conocida como Gebrauchmusik, como la denominó Hindemith. Compuesta para una convención de metalúrgicos, está orquestada usando solamente instrumentos metálicos, con seis flautas, tres trombones y cinco percusionistas de metal. La música está relacionada con la tradicional japonesa.
La “Sinfonía Nº 18” (Circe) Op.204fue compuesta en 1963, siendo en su origen una partitura para un ballet de la Martha Graham Dance Company, que se estrenó en Londres el 6 de septiembre de 1963. El argumento está basado en el mito de Ulises, en su encuentro con la bruja Circe.
Siguiendo su línea de inspiración japonesa en 1965 Hovhaness compone la “Fantasy on Japanese Woodprints” Op.211, que sin usar melodías folclóricas y con notable empleo de la percusión, nos acerca al exotismo del país asiático. “Return and Rebuild the Desolate Places” Op.213, compuesta también en 1965, vuelve a inspirarse en temas armenios, el del sacerdote Khrimian Hairig, que dirigió al pueblo armenio durante muchas persecuciones.
A mediados de la década de los años 1960 divide su tiempo entre Lucerna en Suiza y New York. A principios de los años 1970 se traslada a Seattle en el estado de Washington, donde permanecerá el resto de su vida, inspirándose en la belleza de sus montañas.
La “Sinfonía Nº 19” (Vishnu) Op.217 fue compuesta en la suiza Lucerna durante los meses de julio y agosto de 1966, terminándola en el mismo año durante su residencia como compositor con la Seattle Symphony Orchestra. La obra es el resultado de un pedido de la New York Philharmonic Orchestra que la estrenó el 2 de junio de 1967 dirigida por André Kostelanitz. La interpretación fue un verdadero desastre, el director cortó enteras secciones reordenando el resto. Los 30 minutos de la obra original quedaron reducidos a escasos 11. El compositor totalmente insatisfecho realizó años después una grabación de la obra completa para su propia discográfica, la Poseidon Society, rescatada en la actualidad por el sello Crystal Records.
Está construida en un solo movimiento, proveniente de su idea inicial de componer un poema sinfónico cósmico con el título To Vishnu. La forma es totalmente libre estando compuesta por una amplia línea melódica interrumpida por preludios e interludios compuestos por un caos de sonidos controlados, sin llegar nunca a la música aleatoria. Su estructura según su autor está inspirada en el concepto clásico japonés del Jo-Ha-Kyu, una forma tripartita. Las tres partes son tituladas como Cosmic Adoration, Cosmic Processional-Dance y Cosmic Death and Glorification.
Empieza con un preludio reflejando el caos inicial del cosmos. Entradas sin ritmo del metal y de la percusión, cúmulos sonoros, glissandos. La primera parte nos muestra una melodía amplia en forma de himno, representando la adoración de las diferentes partes del cosmos. Esta melodía está interrumpida diversas veces por secciones, que denominaremos caóticas, como el inicial preludio, con el uso de diversos clusters o acumulaciones de sonidos. Los solistas de la madera interpretan el himno provocando numerosas disonancias. Esta parte termina con una tranquila sección, con intervenciones solistas que recuerdan la música tradicional japonesa.
Un nuevo interludio nos enlaza con la segunda parte, donde escuchamos cantos de pájaros, precediendo a la interpretación solemne del himno cósmico, en forma de procesional renacentista. Una nueva breve escena de caos, nos conduce a una danza con las características habituales de su autor, interrumpida por otra de las secciones caóticas. El himno reaparece, tomando luego casi la forma de una marcha, que se utilizó en la popular serie televisiva Cosmos de Carl Sagan. Una nueva sección de carácter casi aleatorio abre la última parte. La música se hace más tranquila, con una triste marcha simbolizando la muerte cósmica. Un solo de la trompeta da mayor intensidad al himno. Termina con sonidos de la flauta, en un estilo parecido nuevamente al de la música del Japón.
Vishnu es un dios hindú considerado como el creador, preservador y destructor del Universo. Su nombre derivado del sánscrito podría significar algo parecido a omnipresente. Forma parte de la trinidad del hinduismo. Al formar el Universo se dividió en tres partes, su parte derecha dio lugar al dios Brahma, el creador apasionado. El propio Vishnú se originó a si mismo de su parte izquierda, siendo el preservador bondadoso y por último se volvió a dividir a si mismo formando la tercera persona, Shiva, el destructor simbolizando la ignorancia.
La sinfonía nos presenta al dios aportando su energía divina a través del universo. Los momentos caóticos de la música representan las explosiones que tienen lugar en el centro de las gigantes galaxias, donde millones de soles explotan convirtiéndose en infinitos sistemas planetarios. Una gigantesca melodía de adoración a la naturaleza, recorre toda la obra, refiriéndose a las plantas, bosques, mares, montañas, planetas, soles y galaxias. Un verdadero canto de amor a la naturaleza, simbolizada en forma del multipersonal dios Vishnu, el creador, el destructor, donde se une el bien con el mal.
Durante su residencia con la Seattle Symphony en 1967 también compone el poema sinfónico “Fra Angelico” Op.220, un tributo al gran pintor, con sus visiones de ángeles tocando las trompetas celestiales. Emplea las formas caóticas desarrolladas en su anterior sinfonía junto a sus característicos himnos.
La “Sinfonía Nº 20” (Three Journeys to a Holy Mountain) Op.223 fue compuesta en 1968 cumpliendo un encargo de la Ithaca NY High School Band, estando orquestada para banda sinfónica. Está inspirada en el monte Blackcomb, situado en la Columbia Británica en el Canadá. Allí se encuentra uno de los centros de esquí más importantes de América, que será conocido internacionalmente en el año 2010, al celebrarse en el mismo los Juegos Olímpicos de Invierno.
La sinfonía sigue la forma habitual de Hovhaness, compuesta por dos movimientos lentos enmarcando uno más rápido. Son tres distintas marchas de peregrinos conteniendo diversos pasajes solistas para el oboe, corno inglés y saxofón contralto.
El primer movimiento, andante espressivo, contiene música con el espíritu religioso armenio. Está formado por tres partes, que repiten una marcha de peregrinos religiosa armenia. Después de una introducción mediante los clarinetes, que expresa un paisaje árido, las trompetas interpretan una solemne coral, acompañadas por los tañidos de una campana. Los clarinetes repiten el motivo oriental inicial. Un segundo episodio empieza con un solo del corno inglés. Sigue un desarrollo en forma de una marcha lenta. Nuevamente aparece la forma oriental llamada dragonfly, esta vez con la intervención de las flautas. La tercera parte de la marcha posee un estilo más noble. Finalmente reaparecen los clarinetes y flautas con su motivo oriental, que cierran el movimiento.
El segundo movimiento, allegro moderato, empieza con un solo del saxo contralto, que interpreta una especie de danza oriental. Se le une el resto de saxos, acompañados por el ritmo ostinato de la percusión. Con la entrada de las campanas, las trompetas interpretan un nuevo himno de peregrinación, con el acompañamiento de los platillos. Termina con un nuevo episodio de danza oriental con solos de oboe y de clarinete.
El último movimiento, andante maestoso, tiene la forma de un coral seguido por una fuga. Acompañada nuevamente por toques de campana se interpreta una nueva marcha de peregrinos, esta vez con más solemnidad. Luego empieza una forma fugada conteniendo pasajes de gran belleza rítmica, que nos lleva al climax del movimiento, con el retorno del tema de la coral junto con la forma rítmica. Este movimiento se interpreta algunas veces de forma separada con el nombre de “Grand Final Processional”.
“Requiem and Resurrection” Op.224 fue empezada en 1967, después de la terrible interpretación de su Sinfonía Vishnu, que consideraba una de sus mejores obras. Está interpretada por metal y percusión, siendo un tributo para la tragedia y heroica resurrección del pueblo armenio, presentando en una visión más general, los problemas actuales del mundo y su resurrección a una nueva era, señalada por un repique de campanas.
La “Sinfonía de cámara para diez instrumentistas” (Mountains and Rivers Without End) Op.225 fue compuesta en 1968, basada en una de sus óperas orientales “The Leper King”, que rechazó después de su defectuoso estreno, convirtiendo uno de sus temas en una sinfonía. La estrenó el propio Hovhaness en Munich.
Considerada más como un poema sinfónico que una sinfonía propiamente dicha, realizaremos una breve descripción de la misma. Narra un viaje a través de la montaña coreana. Se inspira en el paisaje de la nación asiática. Empieza con sonidos disonantes, simbolizando un paisaje inmerso en la niebla, luego a lo largo del viaje se van recorriendo ríos, montañas, ciudades y templos. Podemos escuchar sonidos de campanas, cantos orientales de aves y un mantra acompañado por campanas y tambores, que se repetirá cuatro veces. La flauta interpreta sinuosas melodías orientales antes de la repetición del mantra. Un himno sagrado es interpretado por la trompeta, sobre glissandos de los trombones. Se escucha una nueva repetición del mantra. Después de un nuevo episodio tranquilo, la percusión preludia la entrada de un tema de danza protagonizado por la trompeta.
El mantra es una pequeña oración empleada en el hinduismo, que se repite diversas veces para lograr un fin específico. Transformado en sonidos posee la virtud de lograr la elevación de la mente. La palabra sánscrita man significa mente y tra liberar. Los sonidos son vibraciones, siendo una forma de energía. Según el hinduismo el mantra Om es el sonido primigenio del Universo, el origen y principio de todos los mantras. El movimiento Hare Krishna ha llevado estas ideas al mundo occidental, enseñando los beneficios de la interpretación de estos mantras.
Un repique de campanas antecede a una extensa sección, en la cual la flauta interpreta un canto oriental, antes de la aparición nuevamente del mantra. Cantos bucólicos son interpretados por solistas de la madera. Un nuevo repique de las campanas nos conduce a un tranquilo himno, que después de escuchar por última vez el mantra, va desapareciendo lentamente en la niebla.
En 1970 Hovhaness compone una obra para tres flautas “The Spirit of Ink” Op.230 para un ballet coreografiado por el bailarín japonés Yuriko, con apariciones fantasmales, diálogos de pájaros y ciudades perdidas.
La “Sinfonía Nº 21” (Symphony Etchmiadzin) Op.234 fue compuesta en 1968 al final de su período oriental. La obra está orquestada para dos trompetas, timbales, percusión y cuerda. Es el resultado de un pedido de un altruista patriota armenio Haik Kavookjian, en honor de Su Santidad Vasken I, Catholicos de todos los armenios.
La cabeza jerárquica de la Iglesia Armenia, o sea su obispo principal, se denomina Catholicos, que significa obispo universal. Su residencia es la ciudad santa de Etchmiadzin en Armenia, ocupando la silla de San Gregorio, el primer obispo.
Su Santidad Vasken I ocupó la silla de San Gregorio como Caholicos desde 1955 hasta 1994, logrando un importante grado de independencia dentro del régimen comunista de la época. Luchó contra el ateismo, consiguiendo el renacimiento de la República de Armenia, terminando con largas décadas de persecución.
Etchmiadzin es la Ciudad Santa de Armenia, encontrándose a unos 20 Km al oeste de Erevan. Su principal monumento es la catedral, considerada como la más antigua del mundo, construida en su origen por San Gregorio entre los años 301 y 303.
La sinfonía sigue la estructura tradicional de su autor, dividida en tres movimientos.
El primer movimiento, andante maestoso, contiene música de ambiente religioso acompañada por tañidos de campana. Un himno armenio adornado por característicos arabescos se desarrolla con solos de las trompetas, pasando luego a la cuerda.
El segundo movimiento, Pavana, nos presenta una danza oriental con un carácter bastante estático, presentada por la cuerda acompañada por los timbales. Solos de la trompeta repiten la melodía acompañada por pizzicatos de la cuerda.
El último movimiento, Introduzione. Largo, Maestoso, empieza con una introducción que nos recuerda el monte Ararat. Continúa con un solemne himno procesional acompañado por los tañidos de la campana. Se desarrolla de modo contrapuntístico entre las trompetas y la cuerda con un acompañamiento continuo de los timbales y la campana. Una nueva sección con un carácter más reflexivo es encomendada a la cuerda. En la parte final la entrada de las trompetas nos habla del heroísmo de los sacerdotes armenios, que se magnifica con los fuertes golpes de timbal.
Una sinfonía de características religiosas que nos habla de la Iglesia Armenia. Los sacerdotes de Etchmiadzin durante el tiempo de guerra no quisieron abandonar la iglesia cuando el ejército armenio lo pidió. Se quedaron haciendo sonar ruidosamente todas las campanas, lo cual dio la suficiente fuerza al ejército para poder vencer a los invasores de su patria.
Una de las obras más curiosas de Hovhaness es sin duda “And God Created Great Whales” Op.229 compuesta en 1970. Contiene fragmentos de música casi aleatoria, una melodía pentatónica y cuatro grabaciones de cantos de grandes ballenas jorobadas, Megaptera novaeangliae, también conocida como yubarta.
Unos grandes animales que miden unos 16 metros y 40 toneladas de peso. Son notables por sus largos y complejos cantos, con notas graves que varían de amplitud y frecuencia, repitiendo secuencias.
Hovhaness muestra con ello el desarrollo de la naturaleza antes de la aparición del hombre.
La “Sinfonía Nº 22” (City of Light) Op.236 fue compuesta en 1970 cumpliendo un pedido de la Birmingham Symphony Orchestra para la celebración del centenario de la ciudad de Birmingham, Alabama, fundada en 1871. El título de la obra no se refiere propiamente a dicha ciudad como manifestó Hovhaness diciendo, estaba pensando en un millón de luces, una ciudad imaginaria.
El primer movimiento, allegro moderato, después de una breve introducción, nos presenta una de sus características melodías en forma de himno, interpretada por los trombones. Es su ciudad bañada de luz y espiritualidad. La música es sometida a diversas variaciones, usando como siempre formas contrapuntísticas. En la parte final la trompeta interpreta nuevamente el himno que nos conduce a la coda basada en el mismo.
El segundo movimiento, largo, se subtitula Angel of Light, expresando un recuerdo de su niñez, impresionado por la Navidad. Una introducción de la cuerda empieza una sección que nos traslada al pasado de la nostalgia. Una melodía navideña es presentada con gran suavidad. Interrumpida por la idea inicial, la melodía navideña se repite.
El tercer movimiento, allegretto grazioso, está basado en una melodía rítmica. Pertenece a una opereta llamada “Lotus Blossom” compuesta cuando Hovhaness estaba en la escuela durante la década de los 1920. Después de unos compases introductorios escuchamos el motivo rítmico que posee el aire de un baile folclórico irlandés. La música se desvanece en el pasado.
El último movimiento, finale, largo maestoso, lleva el subtítulo Hymn of Praise. Un largo movimiento desarrollando un himno de alabanza. Después de su presentación inicial en un modo solemne, la melodía se desarrolla presentada en varias voces, aplicando sus técnicas contrapuntísticas, que siempre ha realizado como gran admirador de Bach. Según el autor es una música intemporal evocadora de luz y espacio, de naturaleza y espiritualidad. En la parte final una fuga es iniciada por la cuerda grave, remontando hacia las alturas empujada por el metal y la orquesta entera.
La “Sinfonía Nº 23” (Ani) Op.249 fue compuesta entre el 1 y el 18 de enero de 1972 para la Smithtown Central High School Symphonic Band de Long Island, que dirigía Lawrence Sobol.
Ani es el nombre de una antigua ciudad armenia que fue su capital durante la Edad Media. Era conocida como la ciudad de las mil y una catedrales.
Actualmente es una ciudad en ruinas, situada en Turquía cerca de la frontera con Armenia, habiendo tenido un brillante pasado, rivalizando con las más poderosas ciudades del oriente medio
La única grabación que se encuentra actualmente de esta sinfonía es la realizada en vivo por dos bandas estudiantiles dirigidas por Alan Hovhaness, las Highline and Shoreline College Bands. Una grabación original de su discográfica Poseidon. La obra está instrumentada para banda con la participación de otro conjunto de instrumentos de metal, dividida en los tres movimientos habituales de su autor.
El primer movimiento, adagio legato espressivo, empieza con una coral que sugiere la gran catedral de la ciudad. Después de la expresión en forma de lamento, se escucha el sonido de la campana, interpretándose la coral de forma más majestuosa. En la parte central del movimiento aparece un solo de saxo tenor, acompañado por glockenspiel y vibráfono. Las flautas introducen un modo de rítmica libre, algo parecido como el sonido de centenares de pájaros, contagiando pronto al resto de instrumentos. La percusión entra martilleando sobre potentes glissandos del metal, como un canto de dolor y rabia por los tesoros perdidos. Llega un período de calma, quedando la madera interpretando su sonido de pájaros. Entonces retorna el tema de la coral en forma variada, terminando de forma solemne.
El segundo movimiento, allegro grazioso, está construido en forma de scherzo. Empieza con una danza lenta interpretada por la percusión, en un estilo parecido al del gamelan. En la parte que correspondería al trio aparece un solo del clarinete contralto, en una forma ondulante oriental, repetido por el saxo contralto, la flauta y finalmente por el flautín, acompañados por el ritmo obsesivo de la percusión. Una sección de rítmica libre es interpretada por tres flautas y percusión. Termina con la repetición de la danza inicial de la percusión.
El último movimiento, adagio con molto espressione, empieza con un hermoso tema interpretado lentamente por todo el viento de una manera muy expresiva. El tema es repetido varias veces. Un interludio es interpretado por las flautas y luego por los clarinetes. Una marcha iniciada por los timbales y los graves del metal, va creciendo al incorporarse el metal agudo. Al llegar a su climax se detiene, renaciendo el coral inicial en forma de variación. Las trompetas inician la solemne fuga que cerrará de forma victoriosa la obra. Un repique de campanas abre la coda que termina la obra.
Haciendo una aclaración sobre el movimiento central, diremos que el gamelan es un conjunto instrumental tradicional indonesio, usado especialmente en las islas de Java y Sumatra. Consiste en un conjunto de instrumentos de percusión, utilizando vibráfonos, xilófonos, tambores y gongs.
El propio compositor escribe un pequeño poema titulado “Lament to Ani”, sobre las ruinas de la ciudad y en una carta dirigida a su sexta mujer, la japonesa Hinako Hovhaness, escrita el 5 de diciembre de 1973 manifiesta lo siguiente:
Ani es música desde el corazón. Un lamento por la belleza perdida, el país perdido, lo cual me provoca muchas lágrimas. Te agradezco que también tú, puedas llorar sobre estas melodías. Tus lágrimas son lágrimas sagradas. Gracias desde lo más profundo de mi alma.
La “Sinfonía Nº 24” (Majnun) Op.223 fue compuesta en el mes de julio de 1973 en Seattle, siendo una extensa obra dividida en dos partes. Es el resultado de un pedido para un programa cultural del International Center for Arid and Semi-arid Land Studies de la Texas Tech University de Lubbock, Texas. Se estrenó allí el 25 de enero de 1974 dirigida por el compositor.
Su base literaria proviene del poema épico “Salaman and Absal” del poeta persa Jami, traducido al inglés por Edward Fitzgerald. Se refiere a una historia de amor entre Majnun y Layla, el Romeo y Julieta persa. La sinfonía está instrumentada para tenor, coro mixto, trompeta solista, violín solista y orquesta de cuerda.
Está dividida en nueve movimientos divididos en dos partes. Los movimientos de cada parte se interpretan sin interrupción. La primera parte empieza con el movimiento titulado Majnun, interpretado por el violín solista, que representa a la angélica Layla, la distante amada, acompañado por la cuerda en pizzicato, luego aparece la trompeta solista, representando el apasionado amor de Majnun. El segundo movimiento se titula Letters in the Sand. El coro canta las estrofas que nos dicen que han visto a Majnun en el desierto, solo como un mago, trazando letras sobre la arena, el nombre de su amada. Un solo de la trompeta cierra el movimiento como prueba del amor de Majnun. El tercer movimiento lleva el título The Distracted Lover. El trastornado amante escribe lo que solo el viento del desierto puede descifrar. Es lo que canta el tenor solista después del solo de la trompeta. La cuerda cierra esta primera parte.
La segunda parte empieza con el cuarto movimiento que se titula The Sword-Wind. La cuerda con sus oscilaciones acompañadas por pizzicatos, representa el cortante viento que barre el desierto. El quinto movimiento se titula Majnun Answered. Nuevamente aparece el solo de trompeta representando al amante. Majnun contesta mediante la voz del coro. Estoy escribiendo solo para mi y solo la palabra Layla. Con su nombre fantaseo como si estuviera sorbiendo sus labios. El sexto movimiento lleva el título The Beloved, interpretado por la trompeta solista acompañada por la cuerda en pizzicato. El séptimo se titula The Celestial Beloved. Un solo de violín representando a Layla con sus arabescos, eleva el amor terrenal a amor divino. El octavo movimiento Majnun’s Love Song es interpretado mediante un solo del tenor, repitiendo las anteriores estrofas de la respuesta del coro, al que se añade reafirmando sus palabras. El último movimiento, The Mysterious Beloved, empieza con el solo de la trompeta, el amor apasionado de Majnun. El coro repite las palabras de Majnun, insistiendo finalmente en las vocablos only Layla, la angélica amada.
Una historia de amor de tipo místico con influencias Sufi, la espiritualidad islámica que busca en las cosas terrenas su aproximación a Dios. Majnun transforma durante su fantasía el amor terrenal, su apasionado amor sensual, en amor divino. Sus temas musicales tienen también clara influencia árabe.
La “Sinfonía Nº 25” (Odysseus) Op.275 fue terminada en el mes de noviembre de 1973, estando escrita de modo parecido a un poema sinfónico en un solo movimiento. Evoca el retorno de Ulises a su patria para encontrar a su amada Penélope.
La “Sinfonía Nº 26” Op.280 fue compuesta en 1975 sin que tengamos más información sobre la misma. Más información en inglés en audios
Inspirado por un poema de Osmar Khayyam, un poeta persa del siglo XI, Hovhaness compone en 1975, “The Rubaiyam of Omar Khayyam” Op.282. Se trata de una poética obra para narrador, acordeón y orquesta, con las rosas como símbolo del amor romántico, como expresa el poeta persa. Contiene bellas melodías de amor y rítmicas danzas, acompañando la narración.
La “Sinfonía Nº 27” Op.285 fue compuesta en 1976, estando formada por seis movimientos basada en melodías armenias, dedicada a las víctimas del genocidio armenio realizado por los turcos entre 1915 y 1923, pero extrapolándolo a las víctimas de todas las razas que han sufrido la represión del propio hombre.
La “Sinfonía Nº 28” Op.286 fue también compuesta en 1976, estando clasificada como una sinfonía de amor. En esta época Hovhaness había conocido la que pronto sería su nueva esposa, la soprano japonesa Hinako Fujihara. La sinfonía esta escrita en cinco movimientos, usando extensos solos de instrumentos de viento.
La “Sinfonía Nº 29 para trombón y banda” Op.289 fue compuesta en el mes de septiembre de 1976 para orquesta y solista. En el mes de marzo de 1977 Hovhaness realiza una versión para viento y solista, pudiendo ser una trompa barítono o un trombón. La obra es el resultado de un pedido de Henry Charles Smith, para la celebración del 50º aniversario del National Music Camp de Interlochen. El estreno lo efectuó el propio Henry Charles Smith con la Minessota Orchestra. La versión para banda se estrenó en el National Music Camp de Interlochen. La versión comentada es para trombón y banda. Christian Limberg, famoso solista sueco de trombón, ha grabado una espléndida versión de la misma.
El primer movimiento, andante religioso, nos presenta un amplio tema lento interpretado por el trombón y continuado por la banda. Expresa la grandiosidad de las montañas del estado de Washington. El ambiente es de una admiración casi religiosa, remarcada por las intervenciones del conjunto imitando al órgano. La madera interpreta unas melodías de estilo barroco en la parte central del movimiento. El trombón responde en contrapunto antes de la repetición del tema inicial.
El segundo movimiento, adagio espressivo, es muy breve. Está formado por una lírica canción lenta, presentada por el trombón de forma expresiva, como indica su título.
El tercer movimiento, lento, allegro moderato, presto, empieza con notas de la percusión, hasta que el trombón presenta el tema principal, una lenta melodía con oscilaciones orientales en forma de melismas. Un segundo tema, de carácter rítmico, es acompañado brillantemente por la percusión en su parte final.
El último movimiento, finale: maestoso, después de una breve introducción, el trombón nos presenta un tema grave de carácter solemne. Después de un interludio de rítmica libre, un segundo tema es presentado por el solista con un carácter más melódico, casi el de una canción americana. Un redoble de tambor nos lleva a una sección formada por un extenso solo de trombón. La banda repite las últimas notas victoriosas del trombón, antes del retorno del tema inicial con más solemnidad, lo cual nos conduce a la coda.
Hovhaness se inspiró en dos montañas para escribir esta obra, el Mount Baker y el Mount Rainier. Apasionado montañero, estaba impresionado por la belleza y grandeza de las montañas de la Cascade Range, intentando dibujarlas con su música mediante gigantescas líneas melódicas.
El Mount Baker de 3285 metros de altura está situado en la cordillera llamada en inglés Cascade Range, que se extiende paralela a la costa del Pacífico entre el norte de California y la Columbia Británica en el Canadá. Comprende varios volcanes formando parte del llamado Pacific Ring of Fire, círculo de fuego del Pacífico.
Los volcanes citados, tanto el Mount Baker, como el Mount Rainier están situados en el estado de Washington. Este último a 87 km al sudeste de Seattle, es la montaña más alta de la cordillera, alcanzando los 4392 metros, rodeado por numerosos glaciares. Originalmente era conocido por los indios como Monte Tahoma.
La “Sinfonía Nº 30” Op.293 fue también compuesta en 1976, no disponiendo de más datos sobre la misma.
La “Sinfonía Nº 31” Op.294 fue compuesta entre 1976 y 1977, siendo una suite en siete movimientos para orquesta de cuerda, que incluye movimientos de danza al estilo barroco. Se estrenó en 1977 interpretada por la Northwest Chamber Orchestra dirigida por Louis Richmond, siendo bien recibida por la audiencia.
El primer movimiento, andante molto cantando, empieza con un pizzicato de los violines, sobre el cual las violas presentan una melodía al estilo de los trovadores con aire oriental. El segundo movimiento, presto, nos ofrece una viva danza, también con marcados rasgos orientales.
El tercer movimiento, lento, empieza con pizzicatos de la cuerda imitando la guitarra. Los violonchelos inician una sentimental melodía de gran expresividad. La cuerda continúa con una serena canción de amor. El cuarto movimiento, fuga, presto ma non troppo, nos presenta una fuga iniciada con un motivo vivo. Las diferentes voces se van superponiendo.
El quinto movimiento, allegro vivace, presenta una melodía oriental de la viola, acompañada por el pizzicato de la cuerda. El sexto movimiento, andante con molto espressione, consiste en un romance, una romántica canción de amor. El último movimiento, fuga, presto, empieza mediante una fuga con un tema parecido a la gigue barroca
La “Sinfonía Nº 32” (The Broken Wings) Op.296 compuesta en 1977 lleva el subtítulo las alas rotas, sin que tengamos ninguna otra información sobre la misma.
Hovhaness se casa en 1977 con la actriz y soprano japonesa Hinako Fujihara, siendo su sexto y último matrimonio, acompañándolo durante el resto de su vida. Según el compositor este matrimonio fue el más feliz de su vida. Como había ocurrido con su anterior esposa, Fujihara administró su propia empresa de grabación llamada Fujihara Records.
La “Sinfonía Nº 33” Op.307 fue también compuesta en 1977, único dato conocido.
La “Sinfonía Nº 34” Op.310 compuesta en 1977 para el intérprete de trombón David Taylor, está instrumentada para trombón y cuerdas. La estrenó el propio David Taylor en el Alice Tully Hall de New York el 17 de enero de 1980, siendo parecida a un concierto para trombón solista.
La “Sinfonía Nº 35” Op.311 fue compuesta en 1978, cumpliendo un pedido del Gobierno de Corea, para la inauguración del Centro de Arte de Seúl, el 9 de junio de 1978. Está instrumentada para dos orquestas, estando una de ellas formada por instrumentos tradicionales coreanos, empleados en la antigua música cortesana, la llamada A-ak.
La “Sinfonía Nº 36” Op.312 fue compuesta en 1978. Una obra escrita para flauta y orquesta, pedida por el flautista Jean-Pierre Rampal.
La “Sinfonía Nº 37” Op.313 fue también compuesta en 1978 sin poseer actualmente más detalles sobre la misma.
La “Sinfonía Nº 38” Op.314 compuesta entre los meses de junio y julio de 1978, contiene una importante parte vocal, escrita para su mujer japonesa, una notable soprano de coloratura o sea poseyendo una amplia extensión tonal. Compuesta para soprano, trompeta, flauta y cuerda, está formada por cinco movimientos. Influenciada por la música oriental posee estructuras de la música japonesa, ragas de la India, canciones populares armenias y motetes religiosos. Es una amplia sinfonía de casi una hora de duración.
La “Sinfonía Nº 39 para guitarra y orquesta” Op.321 fue terminada en 1978. La obra había sido encargada por el guitarrista Michael Long, que estudió extensamente la música tradicional del Japón. La música de la sinfonía está inspirada por los modos usados en el oriente lejano.
El primer movimiento, adagio, empieza con un tema estático de la cuerda, hasta la entrada del solo de guitarra, interpretando un material inspirado en la música del lejano oriente. Luego continúa con una sección en contrapunto para la cuerda. La nueva intervención de la guitarra presenta un tema más melódico. En la parte central se encuentra un bello solo del corno inglés acompañado por acordes de la guitarra. Luego la guitarra inicia un nuevo solo, terminando con una sección contrapuntística basada en el tema inicial. La guitarra añade las últimas notas.
El segundo movimiento, allegro, presenta una danza lenta de carácter pastoral, interpretada alternativamente por la guitarra y la madera, acompañada por pizzicatos de la cuerda. Termina con una sección de ritmo libre para la guitarra y cuerdas.
El tercer movimiento, andante, empieza con la guitarra alternando con la orquesta, que repite amplios acordes. La guitarra interpreta temas inspirados en el lejano oriente. El metal introduce una especie de himno que nos conduce a la parte central del movimiento, iniciado por un solo de la guitarra al que se le une el clarinete, con acompañamiento del pizzicato de la cuerda. La madera se une con la guitarra en la siguiente sección, terminando con una sección interpretada por la guitarra, madera y cuerda
El último movimiento, allegro, empieza con una marcha interpretada por la orquesta, a la que se une la guitarra. El metal inicia una intensa sección rítmica en forma de canon. La guitarra intercala sus frases solistas. Los timbales dan paso nuevamente al metal con su rítmico motivo. Las notas de la guitarra cierran la sinfonía.
Una nueva obra de fusión entre oriente y occidente, representados por las notas de la guitarra y las amplias frases de la orquesta. Poco tiempo después Hovhaness escribe una nueva obra para guitarra, el “Concierto para guitarra y orquesta” Op.325, para el guitarrista boliviano Javier Calderón, terminado el 21 de enero de 1979. La guitarra usa el estilo indio llamado jhala. Es el sonido producido por copas con distintos niveles de agua al ser golpeadas por varillas. Su nombre jhala taranga proviene del sánscrito significando olas de agua. El concierto posee un romántico movimiento lento.
La “Sinfonía Nº 40” Op.324 fue compuesta en 1979 pero le fue robada poco antes de entregarla a su editor. Mientras comía con su mujer en un restaurante, el maletín que contenía el manuscrito fue robado de la habitación de su hotel, siendo la única copia existente de la obra. Por suerte, su concierto para guitarra había sido entregado al editor pocas horas antes. En el mes de febrero de 1980 preparó una nueva versión de la misma, orquestada para un quinteto de metal, timbales y cuerda, dividida en tres movimientos.
La “Sinfonía Nº 41” Op.330 fue compuesta en 1979, sin poseer más información sobre la misma.
La “Sinfonía Nº 42” Op.332 fue compuesta también en 1979, encontrándonos como en el caso anterior.
La “Sinfonía Nº 43” Op.334 fue compuesta en 1979, para oboe, trompeta, timbales y cuerda.
La “Sinfonía Nº 44” Op.339 fue compuesta en 1980.
La “Sinfonía Nº 45” Op.342 procede de una obra compuesta en 1954 que se titulaba “Concerto Nº 10” Op.123 / 3, un concerto grosso para dos pianos y orquesta que nunca se interpretó. Cuando en 1988 compuso un nuevo “Concerto Nº 10” Op.422, para piano, trompeta y cuerda, cambió el título de la inédita obra anterior por el de “Sinfonía Nº 45”. Una obra que utiliza la polifonía neorrenacentista, modos y melodías indias, disonancias y poli tonalidad.
La “Sinfonía Nº 46” (To The Green Mountains) Op.347 fue terminada en 1980, estando dedicada a la Vermont Symphony Orchestra que la estrenó en el mes de mayo de 1981. Dividida en cuatro movimientos está pensada como un himno de alabanza a la montaña.
El primer movimiento, Prelude, contiene cortos solos para madera, que nos conducen a una melodía amplia interpretada por la orquesta en forma de un lamento.
El segundo movimiento, Aria, Hymn & Fugue, empieza con el aria interpretada por la flauta con influencias del lejano oriente. Está acompañada por arpa, vibráfono y cuerda en pizzicato. El himno es presentado por la madera y cuerda. Más tarde se le añade el metal. La fuga es interpretada por la madera y la cuerda en un estilo neorrenacentista. En la parte final se integra el metal para la repetición del himno.
El tercer movimiento, River and Forest Music, está dividido en dos partes. En la primera el oboe interpreta un tema de aspecto folclórico, acompañado por un segundo oboe, arpa y cuerdas en pizzicato. Representa el tema dulce del río. La segunda parte está interpretada por dos flautas en contrapunto, también acompañadas por las cuerdas en pizzicato. Representa la belleza de los grandes bosques. La melodía inicial del oboe cierra el movimiento.
El último movimiento, Mountain Thunderstorm and Thanksgiving Music, empieza con unas llamadas de dos trompetas acompañadas por la cuerda. Entonces comienza la descripción musical de la tormenta. Sonidos de rayos y truenos nos conducen a una sección de ritmo libre de la cuerda representando la lluvia. Timbales, bombo, tam-tam y el piccolo se usan para realizar estos efectos. Sigue con un gran himno de alabanza interpretado por madera y cuerda. Solos de la madera nos conducen a un segundo himno, interpretado por la totalidad de la orquesta, acompañada por campanas que le dan el toque necesario de espiritualidad
Una vez más Hovhaness nos muestra su amor a la montaña, en una obra que intenta reflejar su carácter espiritual, en un proceso místico de adoración a la naturaleza, inspirado en los pensamientos panteístas de oriente.
La “Sinfonía Nº 47” (Walla Walla, Land of Many Waters” Op.348 fue compuesta en 1980. Está escrita para soprano y orquesta. Lleva el nombre de una tribu india americana, los Walla Walla.
La “Sinfonía Nº 48” (Vision of Andromeda) Op.355 fue compuesta en 1981.
La “Sinfonía Nº 49” (Christmas Symphony) Op.356 fue compuesta en 1981 para orquesta de cuerda. Se estrenó el 6 de diciembre de 1986 en Lafayette, Louisiana, interpretada por la Vermilion Chamber Orchestra dirigida por su compositor.
El primer movimiento, Celestial Prophecy, nos anuncia la llegada de la Navidad mediante largas líneas melódicas acompañadas por pizzicatos. Se desarrolla en forma fugada, terminando con un misterioso pizzicato. El segundo movimiento, The Angel, se basa en una dulce melodía navideña, una visión de la Navidad infantil de Hovhaness.
El tercer movimiento, Pastoral, moderato, presenta una melodía ascendente de los violines, mostrando como los pastores suben a adorar al recién nacido. El último movimiento, The Star, está basado en la canción navideña “Watchman Tell Us of the Night”. Se desarrolla en forma fugada. Reaparece el tema de la Navidad que va desapareciendo en el espacio, como una bendición navideña. Una obra compuesta voluntariamente por Hovhaness, para expresar los recuerdos navideños de su infancia.
La “Sinfonía Nº 50” (Mount Saint Helens) Op.360 fue terminada el 24 de enero de 1982 en recuerdo del desastre de la erupción del volcán Mount Saint Helens. La montaña pertenece a la cordillera paralela a la costa del Pacífico, conocida como Cascade Range, sobre la cual hemos hablado en su anterior sinfonía 29, estando situada en el estado de Washington a 154 km al sur de Seattle. Era conocida por los indios con el nombre de Louwala-Clough, significando montaña humeante. A principios del año 1980 tenía 2950 metros de altura con una esbelta silueta simétrica que le valió ser llamado el Fujiyama de América.
Después de haber estado 123 años sin actividad el 18 de mayo de 1980 por la mañana un terremoto desplomó su cara norte presionada por el magma que subía por su interior, quedando reducida a un enorme depósito de escombros. Esto produjo una devastadora explosión de gases, roca medio fundida y vapor de agua. El fragmento de montaña derrumbado sepultó para siempre el Spirit Lake con su agua convertida en vapor. El lago situado en la falda de la montaña había sido un lugar idílico, muy amado por los excursionistas. Una inmensa nube de ceniza cubrió el cielo y la explosión lateral causó una amplia devastación alcanzando los 30 km de distancia. La inesperada explosión causó la muerte de 57 personas, destruyendo casas, puentes, vías férreas, autopistas, calcinando extensas zonas de bosques.
Actualmente la montaña tiene 2550 metros de altitud, habiendo perdido en la erupción unos 400 metros. Fue la erupción más mortífera en la historia de los Estados Unidos.
La sinfonía de Hovhaness conmemora este hecho, pedida por el antiguo editor del compositor, CF Peters. La obra fue estrenada por la San Jose Symphony dirigida por George Cleve el 2 de marzo de 1984. La sinfonía logró un gran éxito, convirtiendo su movimiento final en una de las piezas más admiradas por el público en la década de los años 1980.
El primer movimiento, andante, empieza con un tema en la cuerda, que crece con la entrada de las trompas. Se desarrolla mediante amplias líneas melódicas. Sugiere la grandeza de la montaña, antes de la terrible erupción volcánica. Líricas melodías derivadas del tema principal son interpretadas por la madera. Una gran fuga es iniciada por la cuerda, como un canto de alabanza a la montaña.
El segundo movimiento, allegro, lleva el subtítulo Spirit Lake. Empieza con la intervención de la percusión en el estilo indio denominado jhala taranga, como se ha visto anteriormente en su sinfonía 39, para expresar las olas del agua. Líricas melodías interpretadas por el corno inglés y otros instrumentos del grupo de las maderas, intentan expresar la belleza natural que tenía el lago antes de su destrucción. En la parte final encontramos un dúo lírico interpretado por las flautas, acompañadas por acordes en pizzicato de la cuerda, terminando con la música acuática de la percusión.
El último movimiento, adagio, allegro, se subtitula Volcano. Representa el desastre que se produjo en la mañana del 18 de mayo. Empieza con un profundo himno interpretado por las trompas. Se escuchan misteriosos murmullos de la percusión. La flauta solista empieza unas frases como solista, que son brutalmente interrumpidas por una explosión de los tambores, que hará saltar de su butaca a más de un espectador. Empieza la música que representa la terrible erupción volcánica con violentas intervenciones del metal y la percusión. Impulsivos glissandos de los trombones y un caos de la cuerda anteceden a un triple canon formado por 20 voces utilizando el metal, madera y cuerda. La percusión pone su martilleante fondo marcando la destrucción que sigue y sigue. Empieza una rápida fuga sobre el motivo del himno inicial, que se mantiene sobre el continuo martilleo de la percusión. Finalmente el motivo principal se convierte en un himno de alabanza a la naturaleza.
Una sinfonía descriptiva, que después de expresar la belleza de la montaña y del lago destruido para siempre, nos relata la terrible erupción volcánica de un modo muy realista, terminando con un noble himno de acción de gracias. Según las propias palabras del compositor, un himno de alabanza al poder juvenil y a la grandeza de la cordillera de las Cascades, a la energía volcánica renovando la vitalidad de nuestro hermoso planeta, la viva tierra, con el poder vivificante que construye montañas, elevándose majestuosamente, perforando las nubes del cielo.
La composición de esta obra me produjo un tremendo malestar, por alguna extraña razón y la reescribí muchas veces, compuse tanto como dos sinfonías enteras que deseché completamente. Creo que el tema, de alguna forma me espantaba.
La “Sinfonía Nº 51” Op.364 fue compuesta en 1982, estando orquestada para trompeta y cuerdas.
La “Sinfonía Nº 52” (Journey to Vega) Op.372 fue compuesta en 1983.
La “Sinfonía Nº 53” (Star Dawn) Op.377 fue terminada en el mes de julio de 1983. Escrita para banda sinfónica fue encargada por Charles D. Yates y el San Diego State University Wind Ensemble. Se estrenó en el mes de febrero de 1990 interpretada por la Yale University Concert Band dirigida por Thomas Duffy.
La obra está inspirada en la “Divina Comedia” de Dante, en su parte final de ascensión al Paraíso. Su título, subida a las estrellas, está tomado de una frase de Dante que sugiere los viajes espaciales. En su forma original la sinfonía constaba de tres movimientos, pero el compositor eliminó totalmente uno de ellos.
El primer movimiento, maestoso sostenuto, allegro, empieza con un poderoso tema significando la salida del hombre de la tierra. Los clarinetes nos muestran la frialdad del espacio. Aparece un gran himno para la salvación del hombre. Sigue con un solo de clarinete, perteneciente a una obra para piano escrita en 1933 no publicada, que llevaba el mismo título. No sabemos si después de 50 años redescubrió el manuscrito o tenía la melodía en su mente. El viaje continúa en un espacio rodeado por el brillo de las estrellas expresado por las campanas. Ondulaciones del clarinete nos muestran la ingravidez en el espacio. Después de un tema aéreo de la trompeta, el tema inicial retorna de un modo triunfal indicando el éxito del aterrizaje.
El segundo movimiento, moderato sostenuto con molto espressione, empieza con un solo de saxo, que simboliza según su autor la adaptación del hombre a un nuevo planeta, con su diferente gravedad. Luego escuchamos una breve coral, simbolizando la subida a los cielos. Las trompetas empiezan la interpretación de un himno de agradecimiento por el nuevo mundo conquistado. Las estrellas brillan en un nuevo cielo expresado por las campanas, terminando la obra de modo solemne.
Hovhaness interpreta las palabras de Dante como un viaje del género humano al espacio en busca de un nuevo mundo exterior. El primer movimiento nos relata el viaje espacial, la salida de la nave, su trayectoria por el ingrávido espacio exterior y su feliz llegada a un nuevo mundo. En el segundo movimiento nos encontramos en la nueva tierra, donde empieza la adaptación de los seres humanos hacia una nueva vida.
Las palabras escritas por el propio compositor nos hablan de sus sueños. Durante toda mi vida el interés por la astronomía me ha sugerido el pensamiento y la esperanza de que pudiéramos colonizar Marte. Como la tierra está superpoblada podríamos tener esta salida. Marte a pesar de ser muy frío, parece tener un clima que podría hacer esto posible.
La “Sinfonía Nº 54” Op.378 fue compuesta en 1983.
La “Sinfonía Nº 55” Op.379 fue compuesta en 1983.
La “Sinfonía Nº 56” Op.380 fue compuesta en 1983.
La “Sinfonía Nº 57” (Cold Mountain) Op.381 fue compuesta en 1983.
La “Sinfonía Nº 58” (Symphony Sacra) Op.389 fue compuesta en 1985.
La “Sinfonía Nº 59” Op.395 fue compuesta en 1985.
La “Sinfonía Nº 60” (To the Appalachian Mountains) Op.396 fue compuesta durante los meses de noviembre y diciembre de 1985. La obra fue encargada por Kenneth Jarmolow, el presidente de la sociedad Martin Marietta Energy Systems, Inc., en agradecimiento a Homecoming 86, una celebración de la herencia cultural del Estado de Tennessee.
La sinfonía se estrenó en el mes de abril de 1986 interpretada por la Knoxville Symphony Orchestra. La falta de ensayos produjo una mala interpretación de la obra, como recuerda su mujer Hinako, agradeciendo a Gerard Schwarz la grabación de la misma en el año 2005, con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín para el sello Naxos.
El primer movimiento, adagio doloroso, empieza con un himno lento, como de profesión de fe. El himno es interpretado solemnemente por trompas y trompetas. Una fuga basada en un motivo pentatónico se desarrolla llegando a su climax. Termina solemnemente con una nueva variación del himno inicial acompañado por las campanas
El segundo movimiento, allegro, en forma de scherzo, nos presenta una canción folclórica para violín que se desarrolla en forma de una danza, acompañada rítmicamente por la percusión. La parte central, correspondiente al trio, está formada por una canción interpretada por el corno inglés, en el estilo de una balada típica de los Appalaches que se repite varias veces. Continúa con un dramático pasaje para el metal y la orquesta completa. La danza inicial retorna desarrollándose en forma de canon, terminando con el motivo interpretado por toda la orquesta.
El tercer movimiento, senza misura: adagio, está basado en la canción folclórica “Parting Friends”, una canción triste interpretada por el oboe, seguida por un breve desarrollo en forma fugada. Termina con el retorno de la canción interpretada por el oboe.
El último movimiento, finale: andante, allegro, empieza con un himno pentatónico interpretado por toda la orquesta. Continúa con una sección en forma de fuga desarrollando uno de los fragmentos del himno. La segunda parte del movimiento empieza con una danza interpretada por la madera acompañada por el pizzicato de la cuerda. Continúa con un canon de la cuerda interpretado de un modo casi folclórico. El himno inicial del movimiento retorna, llegando a su climax acompañado por el repicar de las campanas.
Hovhaness estaba interesado en la música popular de los Apalaches desde hacía tiempo. El profesor de piano Joan Applegate, le dio un libro que contenía la canción Parting Friends, escrita alrededor de 1820 por un autor anónimo. Es la única que usa en su sinfonía, siendo el resto de temas originales.
Los Apalaches es una importante cordillera que recorre el este de los Estado Unidos, desde el Canadá hasta Alabama, atravesando diversos estados entre ellos el de Tennessee, con montañas que superan los 2000 metros.
La “Sinfonía Nº 61” Op.397 fue compuesta en 1986.
La “Sinfonía Nº 62” (Oh Let Man Not Forget These Words Divine) Op.402 fue compuesta entre 1987 y 1988 para barítono, trompeta y cuerda.
La “Sinfonía Nº 63” (Loon Lake) Op.411 empezada en 1987, se terminó el 11 de enero de 1988. Escrita para un pedido del New Hampshire Music Festival, junto con la Loon Preservation Society. Está estructurada en un solo movimiento compuesto por ocho secciones que se interpretan sin pausa. Esta obra se ha grabado en el año 2007 para una producción del sello Naxos.
El loon, Gavia stellata, es un ave acuática, del orden de los gaviformes, conocida con el nombre de colimbo. A diferencia de los patos, nadan hundidos como los cormoranes. Alrededor de los lagos del estado de New Hampshire se pueden encontrar muchos colimbos. La sociedad promotora de la sinfonía pidió que en su música se escuchara el grito del colimbo.
La sinfonía está escrita en dos movimientos. Además del grito del colimbo también se puede escuchar el del hermit thrush, Catharus guttatus, un pequeño pájaro del orden Paseriformes que vive en los bosques de coníferas de New England, cuyos cantos fascinaban a Hovhaness durante su niñez.
El primer movimiento, largo solenne, andante pastorale, lleva el subtítulo de Prelude. Una melodía solemne de la cuerda inicia el movimiento. El corno inglés empieza una melodía pastoral con giros orientales. La trompeta aparece acompañada por motivos de la cuerda representando el movimiento del agua en el lago.
El segundo movimiento, andante misterioso, maestoso, presto, allegro giusto, allegro moderato, andante maestoso, empieza con un tema oscilante en la flauta acompañada por el movimiento del agua. El sonido de la campana da entrada a unas frases solemnes interpretadas por la cuerda. El píccolo nos presenta el grito característico del colimbo, seguido del sonido del hermit thrush en diferentes tonos. Luego continúa la cuerda con sus frases. El clarinete nos presenta su tema respondido con pasión por la orquesta. La madera presenta motivos ondulantes de naturaleza oriental acompañada por un cluster sonoro de la orquesta. La trompeta y el trombón añaden sus voces. El oboe inicia un allegro con sus giros, contestado por el corno inglés con un tema de carácter medieval. Nuevamente podemos escuchar el canto de las aves interpretadas por el piccolo. El corno inglés repite nuevamente su nostálgico tema, contra el pizzicato de la cuerda. Finalmente la cuerda recapitula su tema solemne. La coda orquestal cierra la sinfonía.
La “Sinfonía Nº 64” (Agiochook) Op.422 está compuesta para trompeta y cuerda.
La “Sinfonía Nº 65” (Artstakh) Op.427 fue compuesta en 1991.
La “Sinfonía Nº 66” (Hymn to Glacier Peak) Op.428 fue compuesta en 1992 bajo un pedido de la Seattle Youth Symphony. El Glacier Peak es un volcán perteneciente a la cordillera llamada Cascade Range, que Hovhaness podía contemplar en los días claros desde las ventanas de su casa.
La “Sinfonía Nº 67” (Hymn To The Mountains) Op.429 fue compuesta en 1992, siendo la última sinfonía escrita por Hovhaness.
A partir de 1996 la salud del compositor empezó a declinar. Por primera vez se vio incapaz de seguir componiendo. Después de tres años de intensivos cuidados muere en Seattle el 21 de junio de 2000.
Hovhaness es uno de los compositores más prolíficos, con una producción que alcanza el opus 434, sin contar las obras no publicadas. Pero su música no ha sido aceptada por muchos intelectuales por encontrarla demasiado popular. Una música amada por muchos melómanos, que la encuentran comprensible en una era en que la música culta se ha separado de su público. El propio compositor refiriéndose a su música dijo las siguientes frases.
“Mi propósito es crear música, no para snobs, sino para todo el pueblo, una música que sea bella y sana, para poder llegar a lo que los antiguos pintores chinos llamaban ‘resonancia espiritual’ en la melodía y el sonido”
Dentro de su extensa obra se encuentran más de 67 sinfonías, sin ser su género exclusivo, representando en el conjunto de su obra una proporción menor que la de otros compositores. Además muchas de sus sinfonías podrían ser catalogadas como poemas sinfónicos y otras como conciertos. En su estilo encontramos referencias a la música armenia religiosa, la música de la India, la música oriental y la polifonía renacentista, sin abandonar nunca las formas melódicas. Además de Stokowski otros grandes directores se han interesado en sus obras, como Sixten Ehrling, Seiji Ozawa, Andre Kostelanetz y Mstislav Rostropovich.