Virgil Thomson (1896-1989) nació en Kansas City, Missouri, en la parte central de los Estados Unidos, el 25 de noviembre de 1896. Procedente de una familia escocesa de la clase media pero con intereses artísticos, musicales por parte de su madre de procedencia galesa. Pronto se convirtió en un niño prodigio, tanto en el campo musical como en el literario. A los cinco años tocaba el piano y a los doce trabajaba como organista en la Calvary Baptist Church, admirando a los feligreses con sus improvisaciones.
Después de sus primeros estudios ingresó en el Kansas City Polytechnic Institute, donde fundó un grupo literario, llegando a imprimir su propia revista, Se encontró en el dilema de elegir entre sus ambiciones musicales y las literarias.
En 1917 ingresó en el ejército deseando descargar su energía y ampliar sus horizontes. Así conoció la vida artística y social de New York. Al final de la guerra regresó a su hogar habiéndose convertido en una persona madura que conocía lo que quería, ser músico.
Financiado por la Iglesia Mormona ingresó como estudiante en Harvard en 1919. Su amistad con Alice Smith, bisnieta del fundador de la Iglesia le facilitó la misión de conseguir una beca. Estudió contrapunto con Archibald Davison, especialista en música coral religiosa, participando en su Harvard Glee Club.
El coro masculino Harvard Glee Club, fundado en 1858 es la coral universitaria más antigua de América. Su fama aumentó al tomar su dirección el Dr. Archibald Davison en 1912. Durante su época combinó el coro con el femenino la Radcliffe Choral Society para interpretar amplias obras sinfónico-corales. A partir de 1917 ambos coros colaboran con la Boston Symphony Orchestra.
En el año 1921 la coral acepta la invitación del Gobierno de Francia para la realización de una gira durante los meses de junio y julio. Se daba la casualidad de que Thomson acababa de ganar una beca John Knowles Paine Teaching para estudiar durante un año en París. Acompañó a la coral de Davison como pianista durante su gira. Ofrecieron conciertos en las salas más importantes de Francia y en la catedral de Estrasburgo en memoria de la pasada Guerra Mundial. Varios compositores escribieron obras para el célebre coro, entre ellos Poulenc y Milhaud.
En París Thomson es alumno de Nadia Boulanger, pero no se convierte en un seguidor de sus métodos como otros americanos, entre ellos Elliott Carter y Roy Harris, a los que llama the Boulangerie. El compositor se mueve en el mundo de Cocteau, Milhaud y Honneger.
Cuando regresa a los Estados Unidos continúa sus estudios en Harvard, graduándose en 1923. Una beca Juilliard le permite pasar un año en New York, estudiando contrapunto con Rosario Scalero, la profesora de Barber y Menotti.
Para ganarse la vida escribe para diversos periódicos artículos sobre música y crítica musical, lo cual había empezado a realizar durante su estancia en París. Hace de profesor en Harvard y toca el órgano en la King’s Chapel de Boston.
Vuelve a París en 1925, donde permanecerá durante quince años, prácticamente hasta la entrada de los alemanes en 1940. Durante esta época escribe las partes fundamentales de sus tres sinfonías. La tercera es una orquestación de su “Cuarteto de cuerda” compuesto en 1932.
Durante estos años el compositor tuvo una gran influencia de Erik Satie y de Gertrude Stein. Thomson no se encontraba cómodo en la línea seguida por Bruckner y Mahler que eran demasiado metafísicos. En cambio la sencillez, modernidad y optimismo del francés Erik Satie le apasionaba. Una música funcional que nacía en el pueblo, al mismo a quien iba destinada. Pero Thomson era americano, dando a su música su propia personalidad.
Gertrude Stein (1874-1946) era una escritora americana afincada en París desde 1903. De familia burguesa pudo abrir un salón literario, que pronto se convertiría en un centro de la avant-garde. Mecenas de las artes más avanzadas apoyó a pintores como Cézanne, Monet, Renoir, Daumier, Gauguin, Braque, Matisse y Picasso. Su estilo literario también era innovador, queriendo traducir al cubismo la literatura.
Feminista y lesbiana convivió más de 25 años con su mujer, la escritora americana Alice B. Toklas. Su casa fue punto de encuentro de un importante grupo literario, con escritores como Sherwood Anderson, Ernest Hemingway o Thornton Wilder.
La amistad entre Stein y Virgil Thomson fue profunda, colaborando estrechamente en varias óperas escritas por el compositor, adoptando ambos en el fondo un estilo similar. Pero el gran amigo de Thomson fue el pintor Maurice Grosser, con el cual convivió durante años, ayudándose a pagar los gastos. Su relación sentimental se convirtió en la más intensa vivida por el compositor.
La “Symphony on a Hymn Tune” fue empezada en París en 1926, escribiendo los tres primeros movimientos. Dos años después, en 1928, la completa y orquesta. A su vuelta a los Estados Unidos en 1945 realiza una revisión de la obra. Se estrena en New York, interpretada por la Philharmonic Symphony Society, dirigida por el propio compositor, el 22 de febrero de 1945.
Está orquestada para madera por duplicado, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales, tres percusionistas y cuerda.
El primer movimiento, Introduction and Allegro, empieza mediante quintas paralelas como si fuera un canto de la iglesia católica. Luego sigue con la presentación del himno. Para ello se inspira en una antigua melodía escocesa, una melodía pentatónica que será utilizada como tema principal de una serie de variaciones. Un solo del trombón termina con una enfática nota. Luego la cuerda repite enteramente el himno. Aparece un ritmo de danza y citas de melodías folclóricas, presentadas en forma de collage. Como temas secundarios utiliza fragmentos de Yes, Jesus Loves Me y de For He’s a Jolly Good Fellow. Retornan las notas paralelas de la introducción. Termina con una cadencia para cuatro instrumentos solistas, piccolo, trombón, violín y violoncello. La música va destruyendo la armonía del conjunto, terminando con un furioso estallido de la percusión.
El segundo movimiento, Andante cantabile, nos presenta el tema del himno a la manera de Bach en sus corales. La melodía es sostenida por los violines y luego por el clarinete. Una segunda armonización es conseguida mediante el clarinete y el fagot sobre pizzicatos de la cuerda. El movimiento termina con unas notas, que nos sugieren el sonido de un distante ferrocarril.
El tercer movimiento, Allegretto, empieza con un ostinato de los bajos con la melodía del himno, que será la figura rítmica que dominará el movimiento. La melodía se presenta en una serie de claras variaciones de los tres temas. Una cadencia interpretada por el piccolo, flauta y trombón nos lleva a la brusca conclusión.
El último movimiento, Allegro, empieza con una clara interpretación al unísono del himno. Vuelven los motivos de danza del primer movimiento. El material se desarrolla mediante variaciones polifónicas de los temas escuchados anteriormente. La orquesta entera interpreta el himno en un breve climax. En la parte final retornan las quintas paralelas y después de una indefinición tonal, termina con un triunfante acorde de la mayor.
La sinfonía utiliza temas religiosos que Thomson había escuchado durante su infancia y juventud en las iglesias de su Kansas City natal. La obra evoca el ambiente rural de aquella época con sus aires folclóricos. Una obra al estilo de Satie con sus momentos de estilo naif. Una música sencilla inmediatamente atractiva y accesible, empleando las modernas técnicas aprendidas del grupo de los seis en París. El movimiento final, con algunas alteraciones, lo utilizó en la parte final de su música para el film The River.
La “Sinfonía Nº 2 en do mayor” fue compuesta en París en 1931 y totalmente reorquestada a su vuelta a los Estados Unidos en 1941. Se estrenó en Seattle el 14 de noviembre de 1941, interpretada por la Seattle Symphony Orchestra, dirigida por Sir Thomas Beecham que pocos días después la presentó en el Carnegie Hall de New York.
Está orquestada para madera por triplicado, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales, dos percusionistas y cuerda.
El primer movimiento, allegro militaire, empieza con la presentación del tema principal de cierto carácter militar mediante la trompeta, acompañada por la cuerda en staccato y la madera. La música adquiere un carácter bucólico, con momentos danzantes y otros tiernamente líricos. La trompa y la trompeta añaden sugestiones militares. Termina dulcemente como un puente hacia el siguiente movimiento.
El segundo movimiento, andante, es de carácter lírico. Evoca la calma de tiempos pasados con su clásico estilo. Un tema lírico con cierto carácter arcaico es desarrollado por la orquesta. El carácter militar renace nuevamente en las llamadas del metal. Un solo de trompa antecede a la parte final de carácter más expresivo.
El último movimiento, allegro, presenta un tema alegre acompañado por la percusión. Un segundo tema lírico ofrece el oportuno contraste. Una música ligera con un carácter despreocupado. Las llamadas militares reaparecen como centro temático de la obra. Un himno con forma parecida al académico aparece en la parte final, que mediante una sección lírica interpretada por la cuerda nos conduce a la breve coda.
Una obra totalmente diatónica o sea tonal, tanto en sus melodías como en su armonía, sin encontrarse ninguna parte atonal. Con esta composición continúa en su estilo propio, demostrando lo que puede expresarse mediante una música de carácter popular.
La “Sinfonía Nº 3” también procede en su origen de su etapa en París. Originalmente en forma del “Cuarteto de cuerdas Nº 2” fue compuesta en 1932. El citado cuarteto se estrenó algunos años después interpretado por cuatro miembros de la Filarmónica de New York.
Pasan los años y el compositor decide orquestar su obra, guardándola hasta que en 1972 quiere integrarla como ballet en su ópera “Lord Byron”, pero termina retirándola. En el mismo año la publica como su “Tercera Sinfonía”. Está orquestada para madera por duplicado, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión, arpa y cuerda.
Se estrenó en New York el 26 de diciembre de 1976, interpretada por la American Symphony Orchestra, dirigida por Kazuyoshi Akiyama.
El primer movimiento, allegro moderato, empieza con un crescendo de los timbales acompañado por toques del gong. El metal pronuncia frases estridentes. Pero muy pronto se relaja, encontrándonos con una escena de música danzante. Como si se tratara de una confrontación entre lo masculino y lo femenino, ambos temas van alternando.
El segundo movimiento, tempo di Valzer, tiene la forma de un elegante vals, como si nos encontráramos en una corte europea a principios del pasado siglo.
El tercer movimiento, adagio sostenuto, es de carácter lírico, expresando cierta tristeza. Una versión más expresiva del tema toma un carácter nostálgico. Su desarrollo adquiere un aire meditativo.
El último movimiento, allegretto, empieza con un tema danzante en forma de minuetto. Llamadas militares interrumpen momentáneamente la danza. Como una réplica del primer movimiento encontramos esta dualidad entre lo masculino y lo femenino.
Como nos dice su autor, su arquitectura es clásica, del mismo tipo que lo que escribían Mendelssohn o Schubert. Con ello termina su producción en el campo de la sinfonía, con tres obras de un carácter popular y fácilmente accesible.
Thomson compuso la música para dos documentales cinematográficos realizados por Pare Lorentz. “The Plough That Broke the Plains” en 1936, un film de propaganda política económica en la era Roosevelt, durante la época de la Gran Depresión americana. Emplea música popular cowboy y blues, siendo una partitura totalmente americana. Visto el éxito del primer film se decidió realizar un segundo, “The River” en 1937, sobre el rio Mississippi. En su parte final utiliza temas del último movimiento de su Primera Sinfonía, como ya hemos indicado. Estas dos partituras convertidas en suites por el propio compositor, se han convertido en las más populares de su autor, debido especialmente a su carácter sencillo y sus melodías populares.
La primera de las tres óperas compuestas por Thomson “Four Saints in Three Acts” fue empezada en 1927, terminándola en 1933. Está basada en un texto escrito por su colaboradora en París, Gertrude Stein.
A su vuelta a los Estados Unidos Thomson se establece en el Chelsea Hotel de New York, siendo crítico musical del New York Herald-Tribune desde 1940 hasta 1954. En 1949 gana el Pulitzer Prize for Music, con su banda sonora para el film “Louisiana Story”.
Compone una gran cantidad de retratos musicales a partir de 1928, dedicados a los más diversos personajes vivientes, en un estilo pictórico, pasándose a veces horas hablando con la figura retratada antes de su composición. Compuso más de 150 retratos, los de Pablo Picasso, Lou Harrison, Aaron Copland, Eugene Ormandy, Gertrude Stein, Alice B. Toklas entre ellos, escritos para diversa instrumentación camerística y solista.
Thomson vive en su apartamento del Chelsea Hotel el resto de su vida. En 1972 compone su tercera ópera “Lord Byron”, pero sin tener el éxito de sus anteriores. Sus aniversarios más importantes son celebrados con una especial conmemoración. Así cuando cumple los 80 años, se realiza una nueva producción de su segunda ópera “Mother of Us All”, compuesta en 1947 sobre un texto de Gertrude Stein, inspirado en la vida de la sufragista lesbiana Susan Anthony. A sus 85 años es representada nuevamente su primera ópera en el Carneglie Hall. A sus 90 años sus tres óperas fueron presentadas por una emisora radiofónica y se representó nuevamente su primera ópera.
A lo largo de su vida escribió diversas obras literarias, siendo la última “Music with Words: A Composer’s View”, terminada en 1989 a sus 92 años. Muere en New York el 30 de septiembre de 1989. Sus bienes pasaron a formar parte de la Virgil Thomson Foundation.
Un hombre de una sexualidad poco definida, sin ser misógino, tuvo una relación platónica con las mujeres con las que compartió su vida. Se sentía más atraído por su inteligencia y sofisticación que por el mero sexo. Legó a relacionarse con Mary Butts, siete años mayor que el compositor y dos veces divorciada, a la que llamaba su novia. Una escritora inglesa de costumbres decadentes. Adoradora de las fiestas nocturnas, amante de la bebida y del opio, introdujo al compositor a nuevos modos de pensar. Pero cuando se dio cuenta de que el objetivo final de Butts era el matrimonio, se apartó de ella.
Thomson mantuvo numerosas relaciones homosexuales, pero procuraba esconderlas. Su principal relación fue la establecida con el pintor Maurice Grosser. Como compositor y crítico influenció a otros compositores americanos homosexuales, como Aaron Copland, Marc Blitzstein, Henry Cowell, Paul Bowles, Lou Harrison, John Cage, Leonard Bernstein y Ned Rorem. Como podemos ver la mayoría de compositores americanos importantes de la época eran homosexuales.
Como compositor escribe en dos estilos diferentes. Uno con características populistas, diríamos con un carácter comercial y otro de estilo progresivo experimental, empleando las técnicas más avanzadas.