Leo Sowerby (1895-1968) nació en Grand Rapids, Michigan el 1 de mayo de 1895. A sus diez años empezó a componer, estrenando su primer concierto en 1913 interpretado por la Chicago Symphony Orchestra, el “Concierto para violín”. Su formación tuvo un carácter autodidacta, teniendo a Arthur Andersen, instruido en Francia, como su único profesor de composición. Le transmitió los estilos de Frank y de Indy. Además de sus estudios teóricos de raíz germánica tuvo influencia de diversos estilos musicales.
Compuso más de 550 obras que fueron cuidadosamente catalogadas por Ronald Huntington (1931-1994). Las ordenó por orden cronológico, añadiendo la letra H. delante de cada número, un método tradicionalmente usado por muchos musicólogos.
La “Sinfonía Nº 1 en mi menor” H. 163,fue compuesta entre 1920 y 1921. Se estrenó el 7 de abril de 1922, interpretada por la Chicago Symphony.
La “Psalm Symphony” H. 175 la compuso entre 1923 y 1924, sin haber sido hasta ahora interpretada. Es una obra para coros, orquesta y órgano, compuesta durante el tiempo en que disfrutó de un Rome Prize.
En el mes de septiembre de 1927 obtuvo el puesto de organista de la St James’s Episcopal Church de Chicago. Esta iglesia se consagró como catedral en 1955. Durante esta época Sowerby realizó la mayor parte de su obra.
La “Sinfonía Nº 2 en si menor” H. 188 fue compuesta entre 1927 y 1928. La estrenó Frederick Stock con la Chicago Symphony Orchestra el 29 de marzo de 1929, recibiendo una positiva crítica. Es su sinfonía más conocida.
El primer movimiento, Sonatina: Sprightly, empieza presentando su primer tema mediante la madera. Después de un motivo puente, continúa con el segundo tema presentado por el oboe acompañado por la cuerda. El desarrollo está basado en estos dos temas, terminando con un climax que enlaza con el primer tema de la recapitulación en fortissimo, siguiendo en forma variada con el pasaje puente, omitiendose el segundo tema. Termina de forma solemne con el primer tema.
El segundo movimiento, Recitative: Very Slowly, empieza con un solo de trompa presentando el tema principal. Es contestado por la cuerda en sordina. La trompa repite el tema, contestando nuevamente la cuerda. Continúa con un dueto sobre dicho tema entre el clarinete y el corno inglés. El tema pasa luego a la cuerda, que lo conduce a su climax. Cuando se calma el ambiente, el dueto es repetido por la flauta y la trompeta en sordina. Termina tranquilamente, con el tema interpretado por la trompa
El tercer movimiento, Fugue: Not fast; with dignity, empieza con acordes de la madera y un tema interpretado por la trompeta. Después de un breve climax del metal la cuerda aguda inicia la fuga, empezando tranquilamente con los primeros violines. Les contestan los segundos violines con notas más bajas, continuando en contrapunto la fuga de forma clásica. En la parte final el tempo se incrementa, terminando de manera jubilosa, hasta llegar a una solemne coda.
La “Sinfonía Nº 3 en fa sostenido menor” H. 245,fue compuesta entre 1939 y 1940, para la celebración del 50º aniversario de la Chicago Symphony. Se estrenó el 6 de marzo de 1941.
La “Sinfonía Nº 4 en si” H. 284, fue compuesta en 1944. Se estrenó el 7 de enero de 1949, interpretada por la Boston Symphony dirigida por Serge Koussevitsky.
En 1946 ganó el Premio Pulitzer de música por su cantata “Canticle of the Sun” compuesta en 1944.
La “Sinfonía Nº 5 en sol” H. 404,fue compuesta en 1964, para un pedido realizado por Eugene Ormandy. Parece que nunca ha sido interpretada.
Sowerby se retiró de su cargo de organista en 1962. Estonces le fue ofrecido por la Washington National Cathedral, el puesto de director fundador del College of Church Musicians, una posición que conservó hasta su muerte el 7 de julio de 1968 en Port Clinton, Ohio. Su música sinfónica ha sido muy poco difundida, dotada de un interesante estilo alejado de los extremos modernistas, siendo uno de los compositores a descubrir en el futuro.
Realizó muchas obras para coro y órgano como requerían sus cargos en la iglesia. Pero además escribió obras orquestales, de cámara y cinco cantatas, entre ellas “Thy Word is a lantern” a la memoria del Presidente John F. Kennedy, totalizando más de 500 obras. Como maestro tuvo muchos alumnos que serían famosos, como Gail Kubik, Ned Rorem, Maylon Merrill o William Ferris.