Roy Harris (1898-1979) nació en Chandler, Oklahoma, el 12 de febrero de 1898. Perteneciente a una familia humilde, de origen mezcla de escoceses, irlandeses y galeses. Unas ganancias producidas por el juego permiten a su padre la compra de una pequeña propiedad situada en San Gabriel Valley en California. Allí creció como granjero en la soledad rural del valle. Estudió piano con su madre y más tarde clarinete.
Luego pudo estudiar en la Universidad de California, Berkeley. Había empezado a escribir música de manera autodidacta. A principios de los años 1920 recibió lecciones de Arthur Bliss, que en aquellos años se encontraba en Santa Barbara, y de Arthur Farwell, un músico interesado en el folclore de los indios americanos.
Harris vende sus tierras y trabaja como chofer de camión para una empresa repartidora de leche. Pero lentamente va realizando contactos con otros jóvenes compositores. Por medio de una recomendación de Aaron Copland puede pasar unos años en París, como uno más de los jóvenes americanos discípulos de Nadia Boulanger. Entre 1926 y 1929 estudia bajo la influencia neoclásica derivada de Stravinsky y de la música del Renacimiento.
En 1925 empieza una Sinfonía con el título de “Our Heritage”. Pero solamente termina el primer movimiento. La sinfonía será el género principal cultivado por Harris. A lo largo de toda su vida completará una serie de 16 obras a las que dará el título de Sinfonía, además de su primer intento inacabado y otros tres proyectos nunca terminados.
La “Sinfonía” (Our Heritage) fue empezada en 1926 y nunca terminada. En un principio llevaba el título de Sinfonía Nº1. El único movimiento terminado es el “Andante para orquesta” que revisó en 1926.
La “Sinfonía American Portrait” es la primera obra de este género terminada. Fue compuesta entre 1928 y 1929, escrita para presentarla a un concurso patrocinado por la RCA Victor Company. Para dicho concurso Aaron Copland presentó su Dance Symphony. Debido a un desgraciado error, la sinfonía de Harris fue retirada del concurso. Después de su revisión recibió una interpretación privada de la Philadelphia Orchestra dirigida por Leopold Stokowski en 1931.
Después de su interpretación Harris quedó muy insatisfecho de lo que había escrito, pero no realizó ninguna nueva versión de la misma. Algunas de sus ideas las empleó en obras posteriores.
Está compuesta en tres movimientos que llevan los títulos Expectation, Speed y Collective Force. Muestra su preocupación de expresar musicalmente lo que cree esencial del espíritu americano.
Después de sufrir una grave lesión en la espalda se vio obligado a regresar a los Estados Unidos para su tratamiento en 1929. Colaboró con Howard Hanson en la Eastman School of Music de Rochester. En 1926 le había estrenado su “Andante con variaciones”. Pero su colaboración más importante fue con Serge Koussevitsky en la Boston Symphony Orchestra. Estas colaboraciones fueron muy importantes para poder estrenar sus obras sinfónicas.
La “Sinfonía Nº 1” (Symphony 1933) fue compuesta como indica su título en 1933. Se estrenó en el mes de enero de 1934, interpretada por la Boston Symphony Orchestra dirigida por Serge Koussevitzky. Una semana después de su estreno fue grabada comercialmente en un disco. Era la primera sinfonía americana que se producía en forma fonográfica.
Durante la década de los 1930 Harris trabajó como profesor en el Mills College y entre 1934 y 1938 en la Juilliard School of Music.
La “Sinfonía Nº 2” fue compuesta en 1934 para Serge Koussevitzky, después de su triunfo con la primera sinfonía. Pero por razones desconocidas encargó su estreno a su asistente Richard Burgin. La estrenó en el Boston’s Music Hall el 28 de febrero de 1936. Harris no estuvo presente en su estreno, prefiriendo asistir a la presentación de su Prelude and Fugue, estrenada el mismo día por la sección de cuerda de la Philadelphia Orchestra.
La obra no fue demasiado bien recibida por la crítica y Harris tampoco la defendió, quedando durante mucho tiempo abandonada. No se interpretó hasta su primera grabación el 21 de marzo de 2000 interpretada por la Albany Symphony Orchestra dirigida por David Alan Miller, para el sello Albany Records.
El primer movimiento, con bravura, está inspirado en la Quinta sinfonía de Beethoven. El tema principal deriva de cuatro notas interpretadas al principio del movimiento. Un tema robusto que es desarrollado por la orquesta. En el centro del movimiento se encuentra un pasaje en forma de interludio, con un tema pensativo presentado por el corno inglés. Luego se reanuda el tema inicial, marcado por las repeticiones de las cuatro notas, como las llamadas empleadas por Beethoven.
El segundo movimiento, molto cantabile, es de carácter contemplativo. Era la parte más apreciada por su autor, que comentaba tratarse de un estudio de formas canónicas. Un tema melódico que se desarrolla de forma contrapuntística.
El último movimiento, maestoso, nos presenta un tema vigoroso. Según su autor se trata de un estudio de desarrollo rítmico. Realmente su carácter rítmico se va acentuando a lo largo de su desarrollo. Una serie de notas con más solemnidad cierran la obra.
Se trata de una obra de un carácter clásico en sus tres movimientos, rápido, lento, rápido, expresada de un modo moderno. Empieza de forma vigorosa para pasar a un modo más sombrío, acabando con grandeza.
Harris se interesa por la música coral, realizando una antología de maestros europeos, en dos tomos titulada Singing Through the Ages. Este interés cristalizará años más tarde en varias obras orquestales con intervención coral. Pero antes ha escrito una obra para coro a capella.
En 1935 Harris compone su “Symphony for Voices”, una obra coral sin intervención de la orquesta. Al tratarse de una obra escrita para coro mixto sin acompañamiento no será comentada en este estudio.
Harris se casa en 1936 con la pianista y profesora canadiense Beula Duffey, que cambió su nombre por el de Johana en honor a J. S. Bach, con la omisión de la segunda n por razones esotéricas relacionadas con la numerología. Desde entonces se la conoció como Johana Harris. Empieza una serie de obras que dejó inconclusas. Entre ellas una “Choral Symphony” en 1936, para coro y orquesta. La “Symphony for High School Orchestra” fue compuesta en 1937, no pudiendo confirmarse si la terminó, por haberse perderse su manuscrito. También compuso en 1938 una “American Symphony” para jazz band de modo fragmentario.
La “Sinfonía Nº 3” fue compuesta entre 1938 y 1939, en respuesta a un pedido de la National Symphony Orchestra. Sin embargo la estrenó la Boston Symphony Orchestra en el mes de febrero de 1939 dirigida por Serge Koussevitzky. La obra alcanzó tanto éxito que pronto se convirtió en una de las obras americanas de repertorio. Leonard Berstein entonces redactor de Modern Music, la describe como una obra totalmente madura, bellamente proporcionada, elocuente, contenida y sensible. En 1987 realizaría una grabación de referencia de la misma con la New York Philharmonic.
Está escrita en un solo movimiento, incorporando material de otras obras anteriores, de su primer cuarteto de cuerda, de su anterior sinfonía y de un concierto para violín no terminado. El propio compositor la divide en cinco partes enlazadas, trágica, lírica, pastoral, fuga dramática y dramática trágica. Está orquestada para una formación convencional, reforzada por una segunda tuba y ampliación de la percusión con bombo, platillos, triángulo, xilófono y vibráfono.
La primera sección, trágica, empieza con una melodía de la cuerda grave, presentada por el violoncello, en un estilo imitativo de la música medieval. Pequeñas variaciones hacen que la tonalidad quede muchas veces indeterminada. La sección lírica contiene un tema presentado por el violín en forma de coral con un cierto sabor americano, un amplio tema como si quisiera mostrarnos las extensas llanuras. La sección pastoral empieza con un solo de flauta. La madera repite varias veces el tema acompañada por la cuerda de modo politonal, siendo marcado luego por la percusión. Un fragmento repetitivo pero siempre cambiante, con un acompañamiento proporcionándole un toque de magia. El tema de la fuga dramática sigue a continuación, presentado por la cuerda. El metal realiza una serie de intercambios con la percusión llevándonos a su climax. La última parte, dramática trágica, nos lleva al tema inicial sobre un compás continuo marcado por la percusión. Los últimos compases encierran un gran lirismo con la afirmación de lo que se puede llamar el genuino estilo americano. Una dramática coda cierra esta corta pero genial sinfonía.
Con influencias de la música medieval, el gregoriano y las canciones folclóricas, se convierte en una obra muy personal, con la expresión de un americanismo que la convierte en una de las sinfonías más representativas de su autor y de la música de los Estados Unidos.
Durante el verano de 1938 da un curso de verano en la Universidad de Princeton, New Jersey, trabajando en el campo de la música coral. Allí desarrolla la idea de realizar una sinfonía folclórica, para realizar una cooperación cultural con las diferentes formaciones corales.
La “Sinfonía Nº 4” (Folk Song Symphony) fue terminada al final del verano de 1939, siendo estrenada en el mes de abril de 1940 en el American Spring Festival en Rochester, New York, dirigida por Howard Hanson. En su forma original se trataba de una fantasía para coros y orquesta dividida en cinco movimientos. Harris realizó una revisión de la misma, añadiéndole dos interludios orquestales. Esta nueva versión se estrenó el 26 de diciembre de 1940, interpretada por la Cleveland Orchestra.
La sinfonía está compuesta por siete movimientos, de ellos cinco corales y dos intermedios. Para ello emplea un coro mixto, incorporando una verdadera mezcla de canciones folclóricas de diversos orígenes y raíces étnicas. En su orquestación usa una amplia sección de percusión, incluyendo piano y marimba.
El primer movimiento, The Girl I Left Behind Me, se basa en una canción de la guerra civil americana. Después de una introducción orquestal marcada por ritmos de marcha, el tema principal es cantado alternativamente por el coro masculino y el femenino. Un tema animado condiciona esta canción de los soldados abandonando su tierra.
El segundo movimiento, Western Cowboy, empieza con un solo de trompa presentando el tema perteneciente a la canción tradicional “Oh bury me not on the lone prairie”. Primero es cantado por el coro femenino y luego seguido por el masculino. La parte final se basa en otra canción popular, “The Streets of Laredo”. En ella emplea parcialmente una forma de canon. Pero en la conclusión aparece nuevamente el repetido tema inicial. La canción nos cuenta los últimos momentos de la vida de un cowboy, pidiendo no ser enterrado en la pradera solitaria.
El tercer movimiento, Interlude: Dance Tunes for Strings and Percussion, está escrito en forma ternaria, ocupando el lugar del scherzo. Emplea la cuerda y la percusión, marcando un ritmo folclórico irlandés. La parte central es más melódica basada en la forma folclórica de “The Irish Washerwoman”. Luego se reanuda la danza inicial.
El cuarto movimiento, Mountaineer Love Song, se basa en una nostálgica canción del sur americano, la balada “He’s gone away”. Está dividido en dos partes separadas por un breve pasaje orquestal.
El quinto movimiento, Interlude: Dance Tunes for Full Orchestra, nos presenta el segundo interludio sinfónico. Corresponde a un segundo scherzo, incorporando ritmos danzantes. Aparece el tema melódico popular “Jump Up My Lady”.
El sexto movimiento, Negro Fantasy, presenta dos temas populares, “Little boy named David” y “De trumpet sounds it in my soul”. La orquesta interpreta ambos temas de naturaleza triste recordando la música gospel negra, mediante una extensa introducción. En la sección final aparece el coro interpretando la segunda canción.
El último movimiento, Johnny Comes Marching Home, se basa en la conocida canción de la Guerra Civil Americana del mismo título. Es el tema más conocido y recordado de la obra. Una optimista canción marcando el final de la guerra con la vuelta de los soldados a sus hogares.
Harris ha compuesto una obra de carácter populista, apta para su interpretación por jóvenes corales. Una sinfonía con cierto carácter nacionalista, escrita en los albores de la Segunda Guerra Mundial. Sus movimientos siguen la forma, rápido, lento, scherzo, lento, scherzo, lento y rápido.
La “Sinfonía Nº 5” fue escrita entre 1940 y 1943, siendo revisada en 1945. Se trata de una obra escrita en tiempos de guerra. Está dedicada al heroico pueblo amante de la paz de nuestro gran aliado, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La obra fue compuesta en el breve periodo de tiempo, durante el cual los Estados Unidos, el Reino Unido y la URSS, estaban unidas para lograr un mismo objetivo final, la derrota de Alemania.
Se estrenó en 1943 interpretada por la Boston Orchestra dirigida por Serge Koussevitzky, siendo retransmitida al poco tiempo para la URSS. Durante la guerra fue emitida por radio para las tropas en once ocasiones. En 1958 Harris viaja a la URSS para dirigir personalmente su sinfonía. Escrita en tres movimientos sin ningún título particular.
El primer movimiento empieza con una fanfarria de las trompas. Un tema rítmico posee el sabor de las danzas del medio-oeste. El segundo tema es lírico pero siguiendo el mismo estilo. El tema popular de danza es presentado de modo más diáfano en la sección final.
El segundo movimiento nos presenta una marcha fúnebre, que nos habla del dolor de la guerra y de la muerte. Será necesario este sacrificio del pueblo para poder llegar a la victoria final. La profunda marcha fúnebre está marcada por la percusión y el pizzicato de la cuerda grave. Un segundo tema lento de amplio desarrollo, es presentado por la cuerda, el cual pone más énfasis en la definición de la trágica situación vivida en aquellos días. La intervención de los metales da un poco de esperanza. En la sección final retorna la tristeza del principio. La coda tiene carácter afirmativo.
El tercer movimiento es de carácter vivo pero ambivalente. Un tema rítmico vigoroso contrasta con un segundo de carácter melódico. Los metales añaden sus notas en contrapunto. En la parte central el sonido del vibráfono suena como una bendición que nos conduce a la última sección de un carácter triunfante, con nuevas fanfarrias del metal acompañadas por el repique de la percusión.
La “Sinfonía Nº 6” (Gettysburg) fue escrita entre 1943 y 1944, cumpliendo un pedido de la Blue Network, una antecesora de la American Broadcasting Corporation. Está orquestada para tres flautas, tres clarinetes, tres oboes, cuatro fagots, saxo tenor, ocho trompas, cuatro trompetas, cuatro trombones, tuba, timbales, tres percusionistas, piano, arpa y cuerda.
El tema de la sinfonía se basa en el famoso discurso de Gettysburg, pronunciado por el Presidente Lincoln. Harris leyó la biografía de Lincoln escrita por Carl Sandburg, antes de la composición de su sinfonía. Para podernos situar históricamente y comprender su significado expondremos brevemente los hechos históricos. El candidato del Partido Republicano Abraham Lincoln fue elegido como presidente en 1860. El candidato demócrata Douglas apoyado por los Estados del Sur no pudo contener la tensión provocada por el rechazo a la esclavitud defendida por los estados del norte de la Unión.
Cuando Lincoln toma posesión de su cargo como Presidente de la Unión en el mes de marzo de 1861, los estados de Carolina del Sur, Mississippi, Florida, Alabama, Georgia, Louisiana y Texas se separan de la Unión, constituyendo los Estados Confederados de América, eligiendo a Jefferson Davis como su presidente.
Lincoln declara ilegal a la Confederación en su discurso inicial, empezando una cruel guerra civil que empezaría el 12 de abril de 1861, no terminando hasta el 9 de abril de 1865. El ejército del sur logra importantes victorias hasta que en el año 1863 se dirige hacia Pensilvania bajo el mando de su comandante el General Robert Lee.
La batalla de Gettysburg tuvo lugar entre el 1 y el 3 de julio de 1863, cerca del pueblo del mismo nombre en Pensilvania. El resultado final fue el de una gran derrota del ejército capitaneado por Lee, siendo decisiva para la victoria final de la Unión. Durante la batalla se produjeron más de 50000 bajas entre ambos bandos.
El 19 de noviembre de 1863 el Presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln pronunció un discurso, conocido como Gettysburg Address, durante la inauguración del Cementerio Nacional de Soldados de Gettysburg, considerándose uno de los más importantes de la historia de los Estados Unidos.
Cada movimiento de la sinfonía de Harris va precedido por un fragmento del discurso de Lincoln, un corto discurso que resume la guerra en menos de 300 palabras.
El primer movimiento, Awakening, lleva el subtítulo
“Fourscore and seven years ago...”,
“Ahora hace ochenta y siete años...”
Palabras con que empieza el discurso. La música representa el nacimiento de la nación americana de acuerdo con el texto. La música emplea cortos motivos temáticos que van creciendo en complejidad, como el despertar a la vida de un ser. En la parte final aparece una especie de himno que va elevándose.
El segundo movimiento, Conflict, es de carácter dramático. Lleva como subtítulo el comienzo del segundo párrafo del discurso,
“Now we are engaged in a great civil war...”
“Ahora nos encontramos en una gran guerra civil...”
Empieza con una marcha fúnebre lenta que nos lleva hacia un ambiente opresivo, lleno de furiosos ataques de los metales, de un modo bastante salvaje. Continúa con una segunda marcha militar más rápida acompañada por disonancias.
El tercer movimiento, Dedication, tiene un carácter reflexivo. Su subtítulo dice
“We are met on a great battlefield of that war...”.
“Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esta guerra...”
El movimiento tiene forma tripartita. Empieza con una amplia melodía lenta en los bajos de la cuerda. La armonía se hace progresivamente más densa, pasando la melodía a las cuerdas agudas. En la parte central el tema es recogido por la madera, volviendo nuevamente a la cuerda en su parte final.
El último movimiento, Affirmation, lleva el subtítulo extraído de la sección final del discurso.
“... that we here highly resolve that these dead shall not have died in vain...”
“...con el gran propósito de que estos difuntos no hayan muerto en vano...”
La música está formada por una triple fuga. Empieza con la exposición y desarrollo de los dos primeros temas de la fuga. La tercera sección consiste en una breve exposición del tercer tema, con el desarrollo en contrapunto de los dos temas anteriores. La sinfonía termina con una grandiosa coda de manera optimista, señalada por las llamadas de las trompas y los violoncellos elevándose sobre los sonidos de la orquesta en forma de campanas, realzadas por la percusión.
Una obra que emplea una mezcla de estilos para expresar la idea de la unión del pueblo americano, que se había separado en una cruenta lucha fraticida. Pero la obra no fue demasiado bien recibida por el público y la crítica. Este fracaso motiva el abandono durante unos años del género sinfonía.
Harris escribe en 1945 una obra sinfónica con un carácter más ligero, las “Memories of a Child’s Sunday”, dedicada a Artur Rodzinski y su familia, en aquella época director musical de la New York Philharmonic. En 1949 compone el “Concierto para violín”, una de sus obras más importantes, pero que no se estrenó hasta 1984 cuando el compositor había fallecido, debido a que el día de su proyectado estreno las particelas estaban llenas de errores y no se tuvo tiempo de corregirlas. Se trata de una obra impregnada de un delicado lirismo.
Hasta el año 1952 Harris no vuelve a interesarse por la forma Sinfonía. En este año escribe dos obras. La primera es la “West Point Symphony”, una sinfonía para banda. Siempre se había interesado en la composición para banda y en esta época renacen sus deseos.
La “West Point Symphony” fue terminada en el mes de mayo de 1952, como resultado de un pedido de la US Military Academy que celebraba su 150 aniversario. Una obra conteniendo un solo movimiento, dividido en tres secciones.
La “Sinfonía Nº 7” fue escrita en 1952, revisándola en 1955. En un principio era un encargo de Koussevitsky realizado en 1946, pero la crítica negativa dada a su anterior sinfonía, la sexta, le produjo un estado de desencanto con la forma, estando seis años sin componer nada. Por desgracia Koussevitsky murió durante este periodo. La obra recoge la dedicatoria a la memoria de Serge y Natalie Koussevitsky.
Se estrenó el 20 de noviembre de 1952, interpretada por la Chicago Symphony Orchestra dirigida por Rafael Kubelik, que era un gran admirador de la obra de Harris. El compositor no estuvo totalmente satisfecho de su obra y realizó numerosas correcciones durante los siguientes tres años. La versión final se realizó en 1955, produciendo una grabación interpretada por la Philadelphia Orchestra dirigida por Eugene Ormandy. Harris escuchó esta versión en el hospital, después de sufrir un grave accidente de automóvil.
La sinfonía está orquestada para madera por triplicado, tres trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión, xilófono, arpa y cuerda. Harris recibió un Naumburg Award por esta obra. Se trata de un prestigioso premio internacional dado por la Fundación Naumburg, establecida por el filántropo del mismo nombre en el año 1926 en New York.
La obra está compuesta por un único movimiento, que utiliza un solo motivo presentado al comienzo de la obra. El tema principal es presentado por la cuerda grave, un tema melancólico y expresivo. Los violines realizan tristes arabescos y los timbales junto con el bombo empiezan una creciente progresión. Los metales realizan llamadas amenazantes. El viento desarrolla el tema de manera soñadora, acompañado por la cuerda. Trompas y trompetas nos llevan hacia un ritmo más animado, contestadas por expresivas frases de la cuerda. El tema aparece en forma contrapuntística en los metales. La cuerda nos conduce a uno de los puntos álgidos, en la parte central. Las campanas y la caja se añaden a un pasaje de ambiente fantasmagórico. Un ritmo alegre aparece en la caja, que nos lleva a una sección danzante junto con la percusión. En la siguiente sección la instrumentación se hace más densa. El tema se presenta en forma de himno con cierta solemnidad. Los tambores y el xilofón dan a la obra un aire marcial, conduciéndonos con una renovada alegría hacia la coda final. Una sección dramática, pero que rebosa optimismo, marcada por el ritmo obsesivo impuesto por la percusión.
Se trata de una de las obras más conseguidas por el compositor. Formada por un único motivo que se va transformando a lo largo de la misma, en forma de una metamorfosis continua, llevándonos hacia un final que proclama un evidente triunfo. Un cambio progresivo, que partiendo de la melancolía nos lleva hacia un futuro optimista.
Entre los años 1955 y 1958 Harris compone varios fragmentos de la “Walt Whitman Symphony” para barítono, coro y orquesta, que finalmente quedará inconclusa.
En el mes de mayo de 1961 Harris termina el ·”Canticle of the Sun”, una obra para soprano y conjunto de cámara. Se trata de una cantata que usa el texto del famoso poema espiritual Cántico al Sol, escrito por San Francisco de Asís. Esta obra fue compuesta por Harris cumpliendo una demanda efectuada por la Biblioteca del Congreso. Esta obra sería pocos meses después el origen de su próxima sinfonía. Por ello presentaremos brevemente la vida del santo, patrón de la ciudad de San Francisco y de quién escribe estas líneas.
San Francisco de Asís (1182-1226), nació en Asís, una ciudad situada en la Umbría italiana. Hijo de una rica familia, renunció a los bienes temporales e imitando a Cristo se hizo pobre. En 1209 fundó una orden religiosa de frailes menores predicando la humildad. Junto con Santa Clara funda la orden de las clarisas en 1212. El Cantico di Frate Sole fue escrito en 1225, un canto de alabanza al Altísimo, donde expresa su humildad confesándose hermano de todos.
El santo se opuso a las ideas de una Iglesia jerarquizada, que buscaba su seguridad mediante el ejercicio de sus derechos feudales, la riqueza de sus inmensas posesiones y el poder que ejercía su cabeza desde Roma. La sociedad predicada por San Francisco se basaba en la simplicidad, la pobreza y la humildad.
La “Sinfonía Nº 8” (San Francisco Symphony) fue escrita por un encargo de la orquesta San Francisco Symphony para la celebración de su 50º aniversario. Harris la terminó a principios de 1962 en la Huntington Hartfort Foundation en Malibu, California. Se estrenó el 17 de enero de 1962 interpretada por la orquesta que la encargó dirigida por Enrique Jordá, con su mujer Johana Harris como solista de piano.
Enrique Jordá fue un director de origen español, nacido en San Sebastián en 1911. Entre los años 1954 y 1963 fue el director titular de la Orquesta de San Francisco. A partir de 1982 el Gobierno Vasco le encarga la formación de la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Murió en 1996 en Bruselas.
La obra está orquestada para madera por duplicado, doblando piccolo, clarinete bajo y contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión, arpa, piano solista amplificado y cuerda. Escrita en un único movimiento dividido en cinco partes interconectadas.
El punto de partida de la sinfonía es su anterior obra el ”Canticle of the Sun”, escrita como homenaje de forma sinfónica al patrón de la ciudad. Cada una de sus partes lleva un subtítulo relativo a la vida y pensamientos del santo.
La primera parte lleva el subtítulo, Childhood and Youth, refiriéndose a la niñez y juventud de San Francisco de Asís. El movimiento está dividido en dos partes. La primera describe la niñez del santo en forma de temas breves en constante movimiento, como los juegos infantiles. La segunda parte está formada por una serie de variaciones sobre un tema más definido. Una sección más planificada, que nos presenta la juventud de San Francisco.
La segunda parte lleva el título, Renunciation, nos describe el sacrificio del santo en su renuncia a los bienes terrenales. También la podemos dividir en dos partes. La primera parte consiste en un adagio que nace de la oscuridad, con largas lineas melódicas, avanzando hacia la luz. En la segunda sección aparece la voz del santo representada por la trompeta en do, marcando el despertar de su destino. En contrapunto con la cuerda nos da una nota de espiritualidad.
La tercera parte que enlaza como todas, sin interrupción con la anterior, lleva el título, The Building of the Chapel, empleando una mezcla de fuga y variación. La construcción de la fuga simboliza la construcción de la capilla. Un tema decidido es presentado por el viento. Dividido en tres secciones en las cuales aparece el tema en forma variada. En la última sección se reafirma el tema.
La cuarta parte lleva el título, The Joy of Pantheistic Beauty as a Gift of God. Es la parte más desarrollada tomando sus temas de su anterior obra Canticle of the Sun. Tiene la forma de un amplio scherzo. Aparece el piano en su introducción. Nos presenta una gran cantidad de breves temas cambiantes, antes de entrar en una sección parecida a un desarrollo. La trompeta en do nos presenta un tema sereno, empleado en su obra anterior, en el cual el santo nos habla de sus hermanos viento y aire, el nublado y el sereno. En su última sección utiliza un solo de piano amplificado, que lleva al movimiento hacia su final mediante su percusiva insistencia.
La última parte lleva el título, Ecstasy After the Premonition of Death. Comprende una serie de variaciones sobre un tema sombrío presentado por la trompeta. El acompañamiento armónico se va complicando a lo largo de su desarrollo. La trompeta en do nos recuerda nuevamente, en contrapunto con la cuerda, la voz del santo. El piano reaparece en la parte final imitando las campanas, llevándonos a la coda de un modo solemne.
Se trata de una obra que sigue unas líneas descriptivas, presentándonos un resumen de la vida de San Francisco. La cuarta parte es la más extensa, siendo una versión sinfónica de su cántico más famoso. Parece que la mujer de Harris, Johana, le ayudó en la virtuosística parte del piano, aunque no se encuentre ninguna evidencia en la partitura. Johana Harris que intervino en el estreno de la sinfonía era una gran virtuosa del piano.
La “Sinfonía Nº 9” fue empezada pocos meses después de la anterior, terminándola en el mes de agosto de 1962. Es el resultado de un encargo de la Philadelphia Orchestra, cuyo director Eugene Ormandy, era un defensor de la obra sinfónica de Harris.
Se estrenó el 8 de enero de 1968, interpretada por la Philadelphia Orchestra, dirigida por Eugene Ormandy. La obra lleva la dedicatoria to the City of Philadelphia y está dividida en tres movimientos, el último subdividido en tres partes. Su orquestación comprende tres flautas, una doblando piccolo, dos oboes, tres clarinetes, uno doblando clarinete bajo, tres fagots, contrafagot, seis trompas, cuatro trompetas, cuatro trombones, tuba, timbales, percusión, arpa, piano y cuerda.
Los movimientos llevan títulos extraídos del Preamble to the US Constitution y de la obra de Walt Whitman, Leaves of Grass, frecuentemente utilizada por los músicos americanos y que se ha comentado anteriormente.
El primer movimiento lleva el título, We, the people, que se corresponde con las primeras palabras de la constitución de los Estados Unidos. Está escrito en forma sonata, con un primer tema bastante agresivo presentado por los metales acompañados por campanas y percusión. El ritmo es marcadamente sincopado. En contraste el segundo es lírico, un tema noble presentado por la cuerda grave con acompañamiento del piano. Durante el desarrollo utiliza el tema lírico con inflexiones de carácter popular. Termina con una recapitulación de forma variada, utilizando los materiales temáticos anteriores.
El segundo movimiento lleva el título,...to form a more perfect Union, correspondiéndose con el movimiento lento de la sinfonía. Se basa en un tema de coral dividido en tres partes. En la primera utiliza principalmente la cuerda. El violoncello nos presenta una expresiva melodía con cierto aire de pavana. Luego el tema pasa al oboe, acompañado por un segundo tema en la cuerda aguda. El tempo va aumentando gradualmente, reflejando un estado de ansiedad. En la parte central aparece un solo de trompeta con el tema inicial, que la emparienta con su anterior sinfonía. En la sección final el viento entona con fuerza frases de la coral, acompañado por figuraciones en la cuerda, que cierran en solitario el movimiento.
El último movimiento es el más complejo. Lleva como título,...to promote the general welfare,...para promover el bienestar de todos. Está dividido en tres secciones y la coda. Se trata de una triple fuga. También lleva el subtítulo de Contrapuntal Structures, para realzar su aspecto poli melódico. Cada tema es expuesto y desarrollado en su respectiva parte.
La primera sección lleva el título Of Life inmense in passion, pulse, power, De la vida inmensa en pasiones, pulsaciones, poder. El primer tema es entonado por las trompas acompañadas por la cuerda. La música se vuelve más contrapuntística, con intervenciones puntuales de los metales y de la percusión.
La segunda sección lleva el título, Cheerful for freest action formed. Alegremente preparado para una acción más libre. La actividad decrece, apareciendo un segundo tema en el oboe, complementado por frases de la flauta y el arpa. La música adquiere un carácter pastoral, respirándose una atmósfera más espiritual
La tercera sección se titula, The Modern Man I sing. Yo canto al hombre moderno. La orquesta recobra su gran actividad, con entradas de los metales, presentando el tercer tema. El tema del oboe reaparece parcialmente, enfrentándose a frases de los metales y de la percusión. El tratamiento individualizado de los instrumentos la asemeja en algunos aspectos a un concierto para orquesta. Los diferentes temas se combinan en contrapunto. Después de una pausa, termina con una gran coda, en la cual los metales exponen con fuerza el primer tema, acompañados por la cuerda y los timbales.
En 1963 es asesinado el presidente John F. Kennedy y muchos compositores le rinden homenaje con sus obras, como Leonard Bernstein o Roger Sessions. Roy Harris compone en su honor “Epilogue to Profiles in Courage – J.F.K.” en 1964. Se trata de una breve obra sinfónica escrita en su recuerdo.
La “Sinfonía Nº 10” (Abraham Lincoln) fue compuesta en 1965. Escrita para narrador, coro, metales, dos pianos y percusión fue revisada en 1967, realizando una versión para narrador, coro, piano y orquesta, que desgraciadamente se ha extraviado.
La “Sinfonía Nº 11” fue compuesta en 1967 para un pedido de la New York Philharmonic Society, con motivo de la celebración de su 125 aniversario. Está formada pou un solo movimiento dividido en dos partes sin interrupción, formando un arco invertido. Se estrenó el 8 de febrero de 1968 interpretada por la Philharmonic dirigida por el compositor.
Empieza con un agitado solo de piano, interrumpido por motivos de trompetas y de los timbales. Los motivos intentan reflejar los problemas del mundo contemporáneo, con sus inquietudes, miedos, frustaciones, angustia. Los motivos descendentes son acompañados por la percusión. La primera parte termina con un motivo torturado por la duda, llegando al punto más bajo del arco. La segunda parte empieza con un triste motivo, acompañado por golpes de timbal en forma de marcha fúnebre. Se inicia un tortuoso camino hacia arriba. El ambiente se serena, dulcificándose. Los temas parecen más optimistas. La música inicia un crescendo, con llamadas del metal que nos llevará al final.
Escrita durante la difícil década de los 1960 cuando parecía que la humanidad desembocaría en un abismo, nos presenta la esperanza de realización de un mundo más humano. Según su hija Harris se comportó siempre de una forma positiva afrontando todas las crisis.
La “Sinfonía Nº 12” (Père Marquette) fue compuesta en 1969, para tenor, narrador y orquesta.
Por una cuestión de superstición su siguiente sinfonía la numeró como la 14, pero después de su muerte Dan Stehman la renumeró como 13 con el permiso de la esposa del compositor.
La “Sinfonía Nº 13” (Bicentennial Symphony) fue compuesta en 1976, estando escrita para un coro a seis voces, solistas vocales, narradores y orquesta.
Durante su vida Harris se había comportado como un nacionalista crítico, un liberal opuesto al antisemitismo y a la discriminación racial. Durante sus últimos años los efectos del creciente materialismo, la discriminación de las minorías y la destrucción de los recursos naturales le llevaron a un estado de gran pesimismo.
Harris fue también un profesor de la U.C.L.A. desde los años 1960 y también ejerció el profesorado en la California State University de Los Angeles, desde 1970 hasta tres años antes de su muerte. Entre los alumnos de Harris destacan William Schuman y Peter Schickele, conocido principalmente por ser el creador de P. D. Q. Bach, un cómico personaje que hace una divertida música de carácter satírico.
Roy Harris muere el 1 de octubre de 1979 en Santa Monica, California. Su mujer Johana Harris se casó después de su muerte en diciembre de 1982 con John Heggie, su alumno de piano de 21 años. Johana muere en Los Angeles el 5 de junio de 1995.
Sus hijos Shaun y Dan tocaron en la West Coast Pop Art Experimental Band, una banda de rock psicodélico de Los Angeles a finales de la década de 1960, a pesar de que su padre no aprobaba la música rock.