John Carpenter (1876-1951) nació en Park Ridge, cerca del actual aeropuerto O’Hare de Chicago, Illinois, el 28 de febrero de 1876. Hijo de un empresario que logra triunfar en el mundo de los negocios. El nombre completo del compositor es John Alden Carpenter, descendiente de John Alden y Priscilla Mullins, los legendarios peregrinos, los Pilgrims que llegaron a las costas americanas a bordo del Mayflower. Su madre era una famosa cantante, que le dio las primeras clases de piano, empezando muy pronto su afición a componer. A sus doce años continuó sus estudios pianísticos con Amy Fay.

Estudia en la Universidad de Harvard con John Knowles Paine, entonces director del departamento de Música, siendo uno de sus más prometedores alumnos. Lograda su graduación en 1897 decide trabajar en la empresa de su padre, George B. Carpenter & Co., de la que llega ser su vice-presidente en 1909. Se trata de una empresa de suministros navieros. Comparte el tiempo entre la empresa ayudado por sus hermanos y la composición.

Carpenter se casa con Rue Winterbotham en 1900, una diseñadora y decoradora de interiores. Con ella promociona las artes en Chicago, estando en contacto con los grandes artistas de la época, Picasso, Stravinsky, Irene Castle y Cole Porter.

Estudia durante cierto tiempo del año 1906 en Roma con Elgar y entre 1909 y 1912 con el alemán  Bernard Ziehn en Chicago, que le proporciona una buena formación en armonía y composición.

Su primera obra importante fue “Adventures in a Perambulator” (Aventuras en un cochecito de niño), escrita en 1914 para la Orquesta Sinfónica de Chicago y su director Frederick Stock, un defensor de sus obras. La composición está inspirada en la hija única de Carpenter, Ginny, describiendo las cotidianas acciones de un bebé. Su música había sido escogida por Walt Disney para la realización de una segunda parte de su film “Fantasia”, que no llegó a realizarse.

Compone una Primera Sinfonía, subtitulada Sermons in Stones entre 1916 y 1917, inspirada en el poema de Shakespeare. Una obra en tres movimientos cuyo estreno fue bien recibido pero la obra no se interpretó más.

Carpenter escribe la música para tres ballets, “The Birthday of the Infanta” entre 1917 y 1918, “Krazy Kat” en 1921, basado en el conocido comic de George Herriman, con gran influencia del jazz y finalmente sobre un pedido de Diaghilev, “Skyscrapers” (Rascacielos) en 1926. Una obra inspirada en la moderna arquitectura de Chicago, con citas de populares autores americanos, influenciada por la música de jazz.

A la muerte de su esposa Rue en 1931, se casa, después de una prolongada relación, con Ellen Borden, otra dama perteneciente a la alta sociedad de Chicago. En 1934 compone un “Quinteto para piano” que más tarde orquestará. En 1936 se retira de sus negocios.

La “Sinfonía Nº 1” ,fue compuesta en 1940 originada por un pedido del director Frederick Stock para la celebración del 50º aniversario de la Orquesta Sinfónica de Chicago. Para ello utilizó su anterior sinfonía produciendo una nueva versión de la misma. Redujo su duración convirtiendo sus tres movimientos en uno solo, más complejo. A pesar de conservar temas de su anterior sinfonía de 1917, su remodelación la convierte en una nueva obra.

Se estrenó el 24 de octubre de 1940 interpretada por la Orquesta Sinfónica de Chicago dirigida por Frederick Stock. Está orquestada para madera por triplicado, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión, glockenspiel, celesta, arpa, piano y cuerda.

Aunque escrita en un solo movimiento pueden distinguirse varias partes. La primera moderato sostenuto, empieza con un dulce tema lírico. Un segundo tema melódico aparece a continuación, con más empuje rítmico, que lo convierte en una especie de danza. Termina con una nueva parte lírica. Una pausa nos conduce a la segunda sección, moderato grazioso, con un aire más agitado. Un nuevo tema lírico se desarrolla hasta su climax y nos conduce sin pausa a la tercera sección, moderato, con un tema de carácter rítmico, que luego se convierte en una sección romántica de un melodismo tranquilo y soñador. La cuarta parte, moderato, continúa desarrollando el dulce tema melódico anterior. Un solo del corno inglés nos lleva a una nueva sección rítmica  agitada. La sinfonía termina con una nueva sección lenta, largo, presentando nuevamente el tema lírico principal. La exaltación lírica se magnifica con la solemne interpretación del tema, seguida de una concluyente coda.

Una obra impregnada de un romanticismo caluroso. Según palabras del compositor, son páginas llenas de paz y por los tiempos que corren, esto sin duda ya es mucho. A pesar de haber sido interpretada por grandes directores, como Bruno Walter, la obra desapareció de los repertorios.

La “Sinfonía Nº 2” ,fue compuesta entre 1941 y 1942, siendo en un principio la versión orquestal de su “Quinteto para piano” escrito en 1934. Se estrenó el 22 de octubre de 1942 interpretada por la Orquesta Filarmónica de New York dirigida por Bruno Walter. El “Quinteto” fue revisado entre 1946 y 1947, siguiéndole la sinfonía en 1947. Esta última versión de la obra se estrenó en Ravinia el 2 de julio de 1949, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Chicago dirigida por Fritz Busch.

Está orquestada para madera por triplicado, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión, xilófono, celesta, arpa, piano y cuerdas. Se encuentra dividida en tres movimientos.

El primer movimiento, moderato, después de unos compases iniciales, presenta un tema vivo de gran energía, combinado con un tema secundario de naturaleza lírica. Estos temas se desarrollan, presentando momentos de intenso melodismo junto a otros de gran fuerza rítmica.

El segundo movimiento, andante, nos presenta un tema lento con cierto aire nostálgico. En la parte central aumenta su intensidad con instantes algo más dramáticos, para luego volver al sentimentalismo inicial.

El último movimiento, allegro, posee un tema principal con un cierto aire oriental. Procede de una melodía que escuchó junto a su esposa en Argel, cuando pasaban sus vacaciones a principios de 1934. El movimiento está coloreado por el uso de la percusión de un modo muy personal.

Una obra moderna que conserva sus raíces románticas, llena de melodía y sentido rítmico, cualidades presentes en toda la obra del compositor, definido como conservador. Una música agradable de escuchar, que introduce muchos temas de raíces americanas.

En 1947 Carpenter recibe la medalla de oro del National Institute of Arts and Letters. Muere en Chicago el 26 de abril de 1951. A pesar de que sus obras fueron interpretadas por los grandes directores de su época, en la actualidad permanecen en la sombra. Sin embargo es una importante figura reconocida de la música típicamente americana.