Vincent d’Indy (1851-1931) nació en París el 27 de marzo de 1851 en el seno de una familia aristocrática. Huérfano de madre desde su nacimiento fue criado por su abuela, la condesa Rezia d’Indy, que entre mimos e intransigencias, le inculcó su carácter conservador. Aficionada a la música, la condesa mostró a su nieto el repertorio más conservador.
En el año 1870 su patriotismo le hace enrolarse en el batallón 105 de la Guardia Nacional durante la guerra Franco-Prusiana. Después de la guerra, cuando muere su abuela en 1872, decide dedicarse enteramente a la música. Participa con César Franck y Dupart en la creación de la Societé Nationale de Musique. Su primera obra sinfónica fue empezada en esta época.
La “Sinfonía Nº 1 en la menor” (Italiana) fue compuesta entre los años 1870 y 1872. Esta obra no fue nunca publicada. Se interpretó el Scherzo por una orquesta dirigida por Jules Pasdeloup que rechazó el resto de la obra. Indy abandonó esta obra, no interpretándose en su integridad hasta el año 2008.
Como premio al terminar el bachillerato, en 1869 su abuela le pagó un largo viaje por Italia, visitando sus ciudades más emblemáticas. Este fue el motivo de inspiración para componer esta primeriza obra sinfónica, que posee un carácter de aprendizaje.
El primer movimiento, Introduction et allegro, andante maestoso, un peu plus vite, tempo I, Allegro ma non troppo, maestoso, lleva el título Roma. Empieza mediante una introducción lenta en la que se presentan los motivos que serán desarrollados en el movimiento en forma sonata. Destacan un poderoso motivo en los trombones y una amplia melodía de carácter romántico.
El primer tema del allegro es presentado por la madera. Una cadencia y una llamada de la trompeta anuncian el segundo tema de carácter lírico. La sección central de desarrollo nos lleva a una mayor intensidad dramática. La recapitulación reintroduce el primer tema. Un masivo crescendo nos conduce a una repetición solemne del tema secundario.
El segundo movimiento, scherzo, allegro vivace, está dedicado a la ciudad de Florencia. La cuerda presenta un tema rítmico en staccato, que se desarrolla en varias tonalidades. Un motivo contrastante aparece en la madera.
El tercer movimiento, andante, andante sans lenteur, está dedicado a Venecia. Su tema principal, al estilo de una barcarola, se deriva de un motivo del primer movimiento. La parte central presenta una melodía contrastante de carácter ondulante, presentada por las cuerdas agudas y acompañada por rápidos acordes de la madera. La barcarola retorna acompañada por la cuerda en pizzicato. El movimiento termina en forma de nebulosa impresionista.
El cuarto movimiento, Final, saltarello, allegro ma non troppo, allegro maestoso, tempo I, lleva como título Naples. dedicado a la ciudad de Nápoles. Está construido en forma sonata. El motivo principal es un rítmico saltarello, danza típica napolitana. El segundo tema es de carácter lírico contrastante de naturaleza ondulante. Los temas son desarrollados en la parte central del movimiento. Un redoble de timbales nos conduce a la recapitulación, que empieza con un brillante regreso del primer tema, seguido por el segundo tema con carácter intimista, presentado por el clarinete acompañado por trémolos de la cuerda. Termina con una enfática coda.
Una obra de juventud que muestra su vertiente romántica y su espíritu musical. Su estilo nos muestra características de sus antecesores, Schumann, Mendelssohn y Berlioz, siendo una labor muy ambiciosa para su edad.
En 1872 ingresa en el Conservatorio de París, donde tendrá como maestro a César Franck que lo formará como compositor. En el año 1873 realiza su primer viaje a Alemania, encontrándose con Liszt en Weimar y visitando las obras del Teatro de Bayreuth.
Vincent d’Indy procedía de una familia noble de la región francesa de Haute-Ardèche, situada en el Languedoc. Por ello pasaba los tres meses de verano en Chabret, cerca de Boffres, en la antigua región del Vivarais, que actualmente comprende los departamentos del Ardèche y parte del Alto Loira. Para que nos situemos geográficamente, Boffres-en-Vivarais se encuentra a unos 25 Km al oeste de Valence y del valle del Ródano.
En Chabret vive en casa de su tío de Pampelonne. Allí encontrará la inspiración para su música. Como nos cuenta el propio Vincent, “à l’endroit où l’on aperçoit Vernoux à ses pies et plus loin un panorama de montagnes, puis les teintes du soleil couchant à l’horizon, occupes çà et là par quelques cimes bleuâtres”, tuvo la revelación de su amor por el país de sus antepasados. De esta pasión nacerían no solo inspiradas creaciones, sino su amor por su prima Isabelle, tanto que en el año 1874 se casa con Isabelle de Pampelonne en Chabret. Entre los años 1874 a 1876 ejerce como organista de St. Leu-la-Forêt. En el año 1876 viaja a Bayreuth escuchando el ciclo entero del Anillo de Wagner. Una de sus primeras obras para piano, compuesta en 1881, lleva el título de “Poème des Montagnes”.
La "Sinfonía Jean Hunyade" Op.5 compuesta entre 1875 y 1876 no ha sido hasta ahora grabada. Su primer movimiento fue estrenado el 15 de mayo de 1875 y los tres siguientes el 1 de abril de 1876 en la Société Nationale de Musique.
La “Sinfonía sobre un canto montañés francés” (Symphonie Cévenole) Op.25 fue compuesta en 1886. Su origen proviene de un viaje a pié efectuado en el verano de 1885 en la región de los montes Cévennes. Efectúa una recolección de melodías campesinas. La región de Cévennes se encuentra en la esquina sudeste del macizo Central francés. Una región formada por rocas cristalinas fuertemente erosionadas. Separan la zona mediterránea de las garrigas, de los fríos altiplanos lemosinos.
En las últimas páginas de su colección de Chansons du Vivarais encontramos varias canciones sin palabras, una de las cuales lleva la siguiente nota “entendue au loin sur la créte de Tortous, entre Saint-Péray et Toulaud (près de Chabret)”. Saint-Péray se encuentra a cuatro kilómetros al oeste de Valence, en dirección a Boffres. Esta canción será el tema principal, el canto montañés francés, empleado en la sinfonía.
Su orquestación comprende tres flautas, dos oboes, un corno inglés, dos clarinetes, un clarinete bajo, tres fagots, cuatro trompas, un par de trompetas y cornetines, tres trombones, tuba, timbales, tambor bajo, platillos, triángulo, arpa, cuerdas y piano solista. Consiste en una obra para piano y orquesta en la cual el piano nunca está tratado como solista, apartándose de la conocida forma concertante. Terminada al final del verano de 1886, se estrenó el 20 de marzo de 1887 en los Concerts Lamoreux. La parte de piano fue interpretada por Mme Bordes-Pène, nuera del organista Charles Bordes.
El primer movimiento assez lent, modérément animé presenta el tema principal interpretado por el corno inglés en su forma original, acompañado por las cuerdas en sordina. La música va creciendo hasta que el piano interpreta una variación del tema. El material es elaborado hasta llegar a su clímax, en una forma heredada de las metamorfosis temáticas de Liszt. Luego se retorna a la frase inicial del corno inglés, terminando plácidamente.
El segundo movimiento assez modéré, mais sans lenteur, empieza con unas frases del piano que luego son repetidas por la flauta acompañada por la cuerda. El tema es retomado por la orquesta. Se establece un diálogo poético entre el piano y la orquesta, pero de una forma integrada, nunca aparece como solista. Un último recuerdo es aportado por un solo de la viola, a la manera de Berlioz, antes de llegar a la coda acompañada por el piano.
Termina con un animé. El piano abre el movimiento con un ritmo obstinati. La orquesta realiza una alegre interpretación del tema principal, acompañada por el ritmo obstinati del piano, a la que sigue una intervención de la orquesta en un tutti. Escrito en forma de rondó su tempo va cambiando dándole un aspecto netamente popular, mediante sus obsesivos ritmos. Actúa como un resumen de lo presentado en los anteriores movimientos. Se llega a un poderoso clímax seguido de una tranquila sección, acabando con una brillante interpretación del tema en el tutti orquestal, que nos conduce a una animada coda acompañada por la percusión.
Vincent d’Indy es elegido en 1890 presidente de la Société Nationale de Musique, después de la muerte de su maestro César Franck. Realiza giras de conciertos visitando Barcelona en 1895, entre otras ciudades. Pero el hecho más importante de esta época es la inauguración en París de la Schola Cantorum. Dedicamos unos párrafos para comentar esta trascendente realización.
El fundador de la Schola Cantorum fue Charles Bordes (1863-1909). Alumno de César Franck, este compositor y pedagogo, desea desarrollar el canto coral de tradición católica. En 1890 es nombrado maître de chapelle de la iglesia Saint-Gervais de París. En 1892 funda les Chanteurs de Saint-Gervais, para interpretar música del Renacimiento francesa e italiana. Junto con Alexandre Guilmant (1837-1911), un famoso organista francés autor de dos “Sinfonías para órgano y orquesta” de gran influencia germánica y Vincent d’Indy constituye en 1894 una sociedad de música sacra que toma el nombre de Schola Cantorum. El 15 de octubre de 1896 se inaugura la Schola Cantorum como escuela para la renovación de la música religiosa.
La Schola Cantorum se instala en la rue Stanislas en el barrio de Montparnasse hasta que en el año 1900 se traslada definitivamente al Barrio Latino, en el 269 de la rue Saint Jacques, en un edificio que había sido un convento de benedictinos ingleses. Entonces Vincent d’Indy toma la dirección de la escuela, cargo que no dejará hasta su muerte en 1931.
Una institución defensora del clasicismo en la música, su influencia era considerable en los compositores de la época. La siguiente generación de músicos encabezada por Debussy empezó a rebelarse contra sus ideales musicales. La Schola Cantorum se convirtió finalmente en un verdadero Conservatorio libre, donde la expresión personal y la creatividad de cualquier persona es respetada. Su prestigio se ha mantenido hasta nuestros días, contando actualmente con más de 1000 alumnos y un centenar de profesores. Entre los maestros que han dado clases en la Schola Cantorum, encontramos a Albéniz, Canteloube, Messiaen, Milhaud, Ohana, Roussel, Satie, Turina, Varèse, por citar solo unos pocos.
La “Sinfonía Nº 2 en si bemol mayor” Op.57 fue compuesta entre los años 1902 y 1903. La obra la dedicó a Paul Dukas. Música difícil de interpretar, contiene además en su orquestación una pequeña trompeta en mi bemol agudo, un instrumento poco corriente. Se estrenó el 28 de febrero de 1904 en la Société Nationale de Musique, dirigida por su propio autor. La obra fue reconocida debido a su originalidad por sus numerosos detractores, que la habían atacada por su conservadurismo.
El primer movimiento extrêmement lent, très vif, un peu plus modéré, mouvement initial, empieza con una introducción muy lenta que contiene dos temas. El primero interpretado por las arpas y bajos de la cuerda, simbolizando la tendencia tradicional de la música y un segundo con un tratamiento más moderno en la madera. El tiempo se acelera apareciendo los dos temas contrastantes del movimiento, que derivan de los de la introducción. Sigue una sección de desarrollo de forma clásica, con un especial tratamiento del primer tema, que conduce a la reexposición y a la coda.
El segundo movimiento modérément lent, plus animé recuerda los motivos del anterior movimiento, hasta la presentación de un nuevo tema de carácter lírico. Estos temas se desarrollan en varias variaciones.
El tercer movimiento modéré, très animé, modéré, assez vif, très vif, constituye un scherzo muy peculiar. Un tema lento de carácter lírico, derivado del inicial de la sinfonía, que pronto se vuelve más rápido está cortado por dos tríos, reapareciendo los temas claves de la obra.
Termina con un movimiento en forma de rondó, lent, modérément lent, modéré et solennel, assez vif, lent. Empieza con una amplia introducción lírica, seguida por una fuga donde se enfrentan los dos temas principales de la obra. Sigue la parte de rondó con su estribillo de modo vertiginoso. La última parte consiste en un coral solemne, con la superposición de los dos temas principales de la sinfonía.
Una obra original, basada en unos temas limitados, compuesta con una armonía moderna, con lo cual quiere demostrar que a partir de temas clásicos, pero tratados de un modo nuevo se puede llegar a una nueva música, sin romper completamente con la tradición.
Como director de la Orquesta Sinfónica de Boston, en 1905 realiza una gira de conciertos por los Estados Unidos, interpretando obras de los contemporáneos franceses.
Pero el año 1905 es trágico para Vincent. Al volver de la gira de conciertos encuentra a su mujer agonizante, muriendo en sus brazos la noche del 30 de diciembre. Un año más tarde en el castillo de Faugs en Boffres, en el corazón de sus amadas Cévennes, escribe su poema de amor y recuerdos “Souvenirs” (a la mémoire de la Bien-Aimée).
En la siguiente década, trastornado por los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial, en la que luchan su hijo y sus sobrinos, escribe su última sinfonía.
La “Sinfonía Nº 3” (De Bello Gallico) Op.73 fue compuesta entre los años 1916 y 1919. Emplea una orquesta ampliada en la sección de percusión con timbales cromáticos, tambor militar francés, tambor plano, bombo, platillos y xilofón. Se estrenó el 19 de mayo de 1919 en la Société Nationale de Musique.
La sinfonía, “Sobre la guerra de las galias” es una obra de carácter programático, pero dentro del género sinfonía en su concepto ampliado. Una expresión musical de los acontecimientos vividos durante estos trágicos años.
El primer movimiento lent et calme se subtitula Mobilización, La Marne. Empieza lentamente como en un amanecer, para presentar más tarde un determinante tema de ritmo punteado, marcado por redobles de la percusión. Son notables los cambios de ritmos que se observan en el movimiento. Fragmentos de marchas militares patrióticas se unen a temas más líricos. Unos temas con cierta influencia de Elgar.
El segundo movimiento assez vite corresponde al scherzo. Lleva el título alegrías de las habitaciones, llamadas del cuartel. Después de un animado scherzo compuesto por dos motivos, en el trío se escuchan breves llamadas de las trompetas, para terminar con la repetición del scherzo de forma abreviada.
El tercer movimiento lent, lleva el significativo título burla de la música alemana contemporánea, encantos de la francesa, escrito por un hombre que ha recibido las influencias de Wagner por una parte y de César Franck por otra. Un movimiento claramente patriótico dadas las circunstancias políticas del momento, enfrenta las dos tendencias musicales, con amplios motivos líricos supuestamente germánicos y ritmos más ligeros de procedencia francesa. Lo que está claro es que Vincent d’Indy ignora las nuevas tendencias atonales que se estaban produciendo en su época y solo se burla de la música romántica.
Termina con un très animé subtitulado victoria, apoteosis mediante el himno Gregoriano de San Miguel derribando al dragón teutónico. Después de una introducción con ritmos de lucha, sigue una sección más lírica cantando la dulzura de la paz. En la parte final aparece un solemne himno, remarcado por los pesados golpes de la percusión con estridencias del metal, al estilo que más tarde nos presentará Shostakovich, el cual nos conduce a una coda triunfal.
Actualmente olvidadas las críticas de un intransigente nacionalismo y con la libertad de la forma sinfónica, podemos disfrutar de una obra lírica y muy humana.
Vincent d’Indy permanece en París durante la guerra y conoce a la pianista Caroline Janson, que se convierte en su alumna y más tarde en 1920 será su segunda esposa. Gran defensor de la música francesa romántica y del renacimiento de la música barroca muere en París el 2 de diciembre de 1931.