Olivier Messiaen (1908-1992) nació en Aviñón el 10 de diciembre de 1908 hijo de una familia de tradición literaria. Cuando su padre, profesor de lengua inglesa, consiguió una plaza de profesor en Nantes se trasladaron allí donde comenzaron sus estudios.
Al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914 el padre fue movilizado y la madre fue a vivir a su casa materna en Grenoble. El niño pronto se aficionó a la música, al teatro y se convirtió en un ferviente católico y amante de la montaña.
Al terminar la guerra la familia regresó a Nantes continuando las lecciones de piano. El descubrimiento de la partitura del "Pelléas et Mélisande" de Debussy, que le regaló su profesor Jehan de Gibon decidió su vocación por la música.
En 1919 su padre consigue una plaza en París desplazándose con su familia. Ingresa con solo once años de edad en el Conservatorio de París, donde estudiará piano con Georges Falkenberg, percusión con Baggers, composición y orquestación con Charles-Marie Widor y a partir de 1927 con Paul Dukas y órgano e improvisación con Marcel Dupré. Realizó unos estudios brillantes ganando numerosos premios terminando con el de composición en 1930.
El órgano fue su instrumento favorito desde que lo descubrió en 1927 en sus clases con Marcel Dupré. Empezó a sustituir al organista de la Iglesia de la Santísima Trinidad en 1929 y a su muerte en 1931 consigue el cargo.
Terminó sus estudios en 1930 y su primer éxito público lo consigue poco después cuando Walther Straram interpreta su poema sinfónico "Les Ofrandes oubliées" el 19 de febrero de 1931, una meditación sinfónica que ya señala los rasgos esenciales de su obra, una violencia central seguida de una impresión de reposo intemporal.
Pronto compone otra obra orquestal similar "Le Tombeau resplendissant" en 1931, estrenada por Pierre Monteaux en 1933. Entre sus primeras obras destaca "L'Ascension" cuatro meditaciones sinfónicas compuestas en 1932. Obras de fuerte inspiración religiosa.
Se casa con la violinista y compositora Claire Delbos en junio de 1932. Para interpretarlas con su esposa escribe varias obras para violín y piano. Celebrando su felicidad conyugal escribe el ciclo de canciones "Poèmes pour Mi" en 1936 para soprano y piano, que luego en 1937 orquestará. Mi era el cariñoso apodo con el que llamaba a su mujer de la que en el mismo año recibió el primer hijo.
Desde 1934 a 1939 da clases de piano en la École Normale de Musique de París y un curso de improvisación al órgano en la Schola Cantorum. En 1935 había compuesto la obra para órgano "La Nativité du Seigneur" de fuerte inspiración religiosa.
En 1936 junto a Jolivet forma el grupo La Jeune France, como se ha visto anteriormente.[1] Entre ambos compositores reinó una gran amistad, unidos en la búsqueda de parecidos ideales y por la fe religiosa. También mostró interés en las Ondas Martenot que posteriormente utilizará.
Al principio de la Segunda Guerra Mundial fue movilizado pero debido a su deficiencia visual actuó como auxiliar médico. Capturado en el mes de mayo de 1940 en Verdún, permaneció en el campo de prisioneros de Görlitz. Allí encuentra otros músicos y para ellos compone el "Quatour pour la fin du temps" que estrenó en el propio campo el 15 de enero de 1941.
Liberado en el mes de marzo de 1941 es nombrado profesor del Conservatorio de París, donde enseñará armonía, análisis musical, estética y ritmo. En 1966 es nombrado profesor de composición, cargo que ocupará hasta su jubilación en 1978. Entre sus alumnos se encontraba la pianista Yvonne Loriod con la que posteriormente mantendrá relaciones.
En 1943 compone "Visions de l'Amen" para dos pianos que interpretará junto con Yvonne Loriod y poco después el gran ciclo para piano solo "Vingt regards sur l'enfant-Jésus", continuando con sus obras de contenido religioso.
"Trois Petites Liturgies de la Présence Divine" para piano, ondas Martenot, percusión, coro femenino y orquesta de cuerdas, compuesta entre 1943 y 1944 presenta interesantes innovaciones en su orquestación.
El "Chant des déportés" compuesto en 1945 para coro mixto y orquesta es una vibrante breve pieza, escrita a la memoria de los deportados muertos en los campos de concentración alemanes. "Hymne" es una reconstrucción orquestal realizada por Messiaen en 1946 del Hymne au Saint-Sacrement, compuesto en 1932 y perdido durante la guerra.
En 1945 empieza un ciclo de tres obras dedicadas al tema del amor humano inspirado en la leyenda de Tristán e Isolda. El primer trabajo es el ciclo de canciones "Harawi". El segundo será cumpliendo un encargo del gran director de orquesta Serge Koussevitsky para la Orquesta Sinfónica de Boston, que se convertirá en su única y gran sinfonía en diez movimientos. El tercero es la obra coral "Cinq Rechants"
La “Turangalila-Symphonie" fue compuesta entre 1946 y 1948 para piano, Ondas Martenot y gran orquesta. Se estrenó en diciembre de 1949 dirigida por Leonard Bernstein. Una obra en la que expresa sus ideas sobre la vida como confiesa en las siguientes líneas.
La idea principal que yo quería expresar a través de la música, aquella que es la más importante puesto que está por encima de todo, es la existencia de las verdades de la fe católica. Tengo la suerte de ser católico. Nací creyente y ocurre que las Sagradas Escrituras siempre me han producido, desde mi niñez, una profunda impresión.
Cierto número de mis obras intentan por ello iluminar las verdades teológicas de las creencias católicas. Este es el primer aspecto de mi obra, el más noble, probablemente el más útil, el más válido y tal vez el único del que no habré de arrepentirme a la hora de mi muerte.
Pero soy un ser humano, y como todos los seres humanos soy sensible al amor humano, el cual he tratado de expresar en tres de mis obras a través del mayor mito del amor humano, el de Tristán e Isolda. Y finalmente siento un amor muy grande por la Naturaleza.
Creo que la Naturaleza nos sobrepasa infinitamente y siempre he tratado de aprender lo máximo posible de ella. Por elección amo a los pájaros y he investigado sus cantos en forma particular, llegando hasta el estudio de la ornitología. En mi música se hace patente la yuxtaposición de la fe católica, del mito de Tristán e Isolda y el uso extremadamente desarrollado de los cantos de las aves.
El título de la obra proviene del sánscrito combinando dos palabras. Lîla que significa amor y turanga que se puede traducir como el tiempo que corre, el movimiento o el ritmo. Según el compositor su unión puede expresarse como una canción de amor, el abandonarse a una alegría sobrehumana, a un amor fatal e irresistible que lo trasciende todo y suprime todo lo que está fuera de él.
Está orquestada para instrumentos de madera por triplicado, metal aumentado con una trompeta en re y una corneta y cuerda. Además contiene una nutrida sección de percusión, Ondas Martenot y una gran participación casi solista del piano. Fragmentada en diez movimientos divididos en tres grupos que contrastan con fuerza y una introducción en la que aparecen los temas principales de la obra.
El primer movimiento, Introduction, modéré, un peu vif, corresponde a la introducción de la sinfonía, como una especie de obertura donde se presentan los temas principales. El primero es el llamado tema de la estatua, llamado de este modo por el compositor por evocar la terrible brutalidad de los antiguos monumentos mexicanos. El tema es enunciado por los trombones como signo masculino de poder.
El segundo tema es el tema de las flores que es presentado por los clarinetes, suavemente curvado como los pétalos de una orquídea. Representa el signo femenino con su tierna sutileza.
Como símbolo de unión de los dos signos anteriores aparece el tema del amor que no aparecerá en su forma completa hasta el sexto movimiento. Está expuesto por la cuerda y las Ondas Martenot de un modo bastante difuso. Como es típico en la obra del compositor los temas no poseen un desarrollo de forma clásica sino que se construyen superposiciones de motivos contrastantes de color y de ritmo.
En este caso el tema del amor presentado por la cuerda se une a una contra melodía de la madera, cantos de pájaros en el piano y complejas figuras rítmicas de la percusión.
El segundo movimiento, Chant d'amour 1, modéré, lourd, inicia el primer grupo de movimientos dedicados al amor. El tema propiamente dicho aparece de un modo bastante imperceptible. Pero el ambiente musical está en conexión estilística con el mismo.
El tercer movimiento, Turangalîla 1, presque lent, rêveur, es el primero en orden de su composición. Los movimientos que llevan este nombre presentan los elementos siniestros de la obra, los elementos de la muerte y el dolor. Los tres forman parte de un segundo grupo de movimientos contrastantes con los del amor.
Empieza presentando un ambiente desolado que se va convirtiendo en siniestro al aumentar la dinámica. Un tema obsesivo nos devuelve a la desolación inicial.
El cuarto movimiento, Chant d'amour 2, bien modéré, presenta afinidades que lo relacionan con el tema del amor. El piano junto con la percusión son elementos importantes en su desarrollo. Momentos apasionados alternan con otros más estáticos. Una cadenza del piano nos conduce a su sección final.
El quinto movimiento, Joie du sang des étoiles, vif, passioné, avec joie, forma parte de un tercer grupo de movimientos. Es el scherzo de la sinfonía y alcanza la cumbre del éxtasis. Según dice Messiaen, con objeto de comprender la extravagancia de esta pieza, debe entenderse que la unión de los verdaderos amantes es para ellos una transformación y una transformación a escala cósmica.
El tema rítmico del scherzo es uno de los más característicos de la obra con sus reminiscencias de música americana. Una sección más irregular podría ser considerada como el trío. Luego reaparece el tema rítmico que después de una entrada del piano nos conduce a una solemne coda.
El sexto movimiento, Jardin du sommeil d'amour, très modéré, très tendre, se basa en el tema del amor anteriormente apuntado. Pertenece al grupo de movimientos dedicados al amor. Después de un delicado comienzo el amplio movimiento es como una expresión del reposo después del apasionado movimiento anterior. Notas repetitivas del piano acompañadas tenuemente por la cuerda producen sensación de ensueño.
El séptimo movimiento, Turangalîla 2, un peu vif, bien modéré, según el compositor le fue sugerido por la lectura de El pozo y el péndulo de Edgar Allan Poe. Contrasta con el anterior movimiento, empezando con los típicos cantos de pájaros en el piano. La percusión inicia una sección que se va volviendo más violenta y misteriosa.
El octavo movimiento, Développement de l'amour, bien modéré, es el desarrollo del tema del amor y según el compositor corresponde a la sección de desarrollo de toda la sinfonía. Iniciada mediante la percusión y las ondas Martenot el tema del amor se presenta y se va desarrollando en sucesivas secciones contrastantes en forma de oleadas combinando elementos rítmicos y melódicos. Después de llegar a su culminación se disuelve en la coda.
El noveno movimiento, Turangalîla 3, bien modéré, es el movimiento más complejo. El tema expuesto al principio sufre una serie de variaciones que se superponen cada una con la anterior, hasta llegar a una brusca pausa en su momento más complejo. El juego del piano con la percusión imita el sonido del gamelang de las orquestas de Bali.
El décimo movimiento, Final, modéré, presque vif, avec une grande joie, también utiliza el tema del amor a pesar de que por su carácter pertenecería al tercer grupo. Se inicia con un tema alegre repetitivo que nos recuerda al scherzo. Combinado con el tema del amor realiza una especie de recapitulación de la obra. El triunfo del amor sobre la muerte se expresa en su luminosa coda.
A pesar de no tratarse de una sinfonía descriptiva sin seguir una narración determinada, nos muestra un mundo surrealista en el que se unen el amor y la muerte, el dolor y el éxtasis sensual de los amantes en poderosos contrastes.
Después de esta gran obra compuso dos obras para piano con orquesta de cámara que son sus primeros estudios sobre su gran pasión el canto de los pájaros, que ya había utilizado en partes pianísticas de la sinfonía. La primera "Réveil des oiseaux" data de 1953 siendo una obra austera de carácter experimental. "Oiseaux exotiques" compuesta entre 1955 y 1956 es una obra escrita para Pierre Boulez, que realiza brillantes transformaciones de cantos de pájaros americanos.
La primera mujer de Messiaen muere en 1959 tras una larga enfermedad y el compositor en 1961 se casa con su alumna la pianista Yvonne Loriod, con la cual había mantenido una larga amistad y colaboración.
"Chronochromie" compuesta entre 1959 y 1960 es una obra de gran complejidad que mezcla cantos de pájaros con impresiones de paisajes utilizando un lenguaje muy progresista.
Los "Sept Haïkai" compuestos en 1962 para piano y pequeña orquesta exploran los sonidos descubiertos por Messiaen durante su primer viaje al Japón. En "Couleurs de la Cité Céleste" compuesta en 1963 para piano, tres clarinetes, tres xilófonos y metales, une los cantos de pájaros al simbolismo cristiano.
Para la conmemoración de los muertos durante las dos guerras mundiales compone en 1964 "Et exspecto resurrectionem mortuorum". Una obra de carácter religioso afirmando la esperanza en la resurrección.
Como también lo es "La Transfiguration de Notre Seigneur Jésus-Christ" compuesta entre 1965 y 1969, otra de sus grandes obras para solistas instrumentales, coros y orquesta.
"Des canyons aux étoiles ..." compuesta entre 1971 y 1974 evoca los cantos de pájaros mediante el piano y paisajes de los cañones de Utah, especialmente del Bryce Canyon, y de Arizona, integrando los sonidos de la naturaleza mediante métodos innovadores de tratamiento orquestal. No es música descriptiva sino un intento de transformar en música las impresiones recibidas de la contemplación de la naturaleza. Un modo de elevarse desde la tierra hacia la magnificencia de su creador siguiendo la profunda fe del compositor.
Durante el próximo decenio Messiaen trabaja en su ópera "Saint François d'Assis" que termina y se estrena en 1983.
"La Ville d'en haut" compuesta en 1987 fue estrenada por Pierre Boulez con Yvonne Loriod al piano. El coro de metales representa la gloria de la Ciudad Celestial. Los mismos intérpretes estrenaron "Un vitrail et des oiseax" compuesta también en 1987 para piano y orquesta.
En 1989 compone "Un Sourire" para la celebración del bicentenario de la muerte de Mozart. Un recuerdo al carácter alegre del compositor, que a pesar de todas sus desgracias siempre conservaba un carácter sonriente.
La última obra terminada por Messiaen es "Éclairs sur l'Au-delà ...", compuesta entre 1987 y 1991. Escrita para la celebración del 150º aniversario de la New York Philharmonic que ya no pudo asistir a su estreno. Constituye una recopilación de impresiones que fundamentan su enorme fe religiosa, empleando su personal estilo musical para sumergirse en los misterios del más allá.
Después de una larga enfermedad con repetidas intervenciones quirúrgicas Messiaen murió el 27 de abril de 1992 en París. Después de su muerte Yvonne Loriod encontró en su despacho el manuscrito de un concierto para cuatro solistas empezado en 1990 que no pudo terminar, el "Concert à quatre" que con la ayuda de George Benjamin y de Heinz Holliger terminaron, estrenándose en 1994.