Joaquín Turina (1882-1949) nació en Sevilla el 9 de diciembre de 1882. Su padre era un pintor de escenas costumbristas formado en la Escuela Provincial de Bellas Artes de Sevilla que obtuvo varios premios.
Como niño prodigio recibió las primeras clases de música en el Colegio del Santo Ángel. Cursó el bachillerato en el colegio de San Ramón, empezando los estudios de piano con Enrique Rodríguez y con el maestro de capilla de la Catedral de Sevilla, Evaristo García Torres, del que recibió clases de armonía y contrapunto.
Con un grupo de amigos forma un quinteto de cuerda con piano llamado La Orquestina. El 14 de marzo de 1897 debuta como concertista de piano en la sala Piazza de Sevilla.
Su primera obra orquestal sería las "Coplas al Señor de la Pasión", escrita para la Hermandad de Pasión y estrenada en la Iglesia del Salvador con una orquestita de veinte músicos, coro de hombres, tenor y barítono.
Aunque comenzó a estudiar medicina, el maestro García Torres le aconsejó el traslado a Madrid, contando con el apoyo familiar. En 1902 inicia sus estudios musicales en Madrid con José Tragó.
Sus padres mueren en 1903 dejando dinero en su testamento para que su hijo pudiera proseguir sus estudios. Aconsejado por su maestro se traslada a estudiar a París, donde su amigo Joaquín Nin le propone instruirse con el alemán Moritz Moszkowsky. Pero sus clases no convencen a Turina.
Inicia sus clases de composición con Vincent D'Indy en la Schola Cantorum. Mientras continúa ofreciendo recitales como intérprete. En la Sala Aeolian de París estrena en el mes de mayo de 1907 el "Quinteto en sol menor" Op.1 que fue luego premiado en el Salón de Otoño del mismo año. Una obra influenciada por la escuela francesa conservadora de la Schola Cantorum. Se trata de su primera obra catalogada, olvidando por decisión propia todo lo escrito anteriormente.
Albéniz y Falla que se convierte en su amigo íntimo, presentes en el concierto, le aconsejan que no escriba música con influencia francesa y se dedique a la música nacionalista española basada en el canto popular de Andalucía.
Siguiendo este consejo su siguiente obra fue la suite pintoresca para piano "Sevilla" Op.2, estrenada el 16 de octubre de 1908 en Sevilla, en los salones de la Sociedad Artístico-Musical. Una obra andalucista que empieza con ritmo de soleares, siguiendo con la Semana Santa y terminando con la Feria sevillana.
El 10 de diciembre del mismo año se casa con su novia Obdulia Garzón, con la cual había estado manteniendo relaciones desde antes de su estancia en París. Su primer hijo, de los cinco que tendrá, nacerá dos años después.
Albéniz muere el 18 de mayo de 1909 y Turina compone a su memoria la "Sonata romántica sobre un tema español" Op.3 en la que emplea el tema tradicional andaluz El Vito. La estrenó el propio Turina el 15 de octubre de 1909 en el Grand Palais des Champs Elysées.
Poco tiempo después compone el "Cuarteto Nº 1 en re menor" Op.4 (De la guitarra). Un cuarteto de cuerda que lleva el nombre de la guitarra al basar su tema inicial en las notas de la cuerda de la guitarra. En febrero de 1911 termina en París la colección de piezas para piano que titula "Coins de Séville" (Rincones de Sevilla) Op.5 estrenada el 6 de abril durante un recital en la Sala Gaveau. Una obra nacionalista con algunos tintes impresionistas.
En 1910 se traslada a Sevilla para el nacimiento de su primer hijo, Joaquín, el 29 de noviembre. Por su carácter nacionalista quería que todos sus hijos nacieran en Sevilla. A su regreso a París compone la "Escena andaluza" Op.7 para sexteto con piano que se estrenará a finales de año. En 1912 compone "Tres danzas andaluzas" Op.8 para piano siguiendo su estilo nacionalista andaluz.
Su primera obra sinfónica reconocida es "La Procesión del Rocío" Op.9, compuesta en 1912 y estrenada en Madrid dirigida por Fernández Arbós y luego en París. Un poema sinfónico en el que describe la clásica romería. En la parte final suenan los acordes de la Marcha Real, que fueron suprimidos en 1931 al instaurarse en España la República.
Turina termina su etapa de formación en la Schola Cantorum en 1913. El 4 de agosto de 1913 nace su segundo hijo, una niña llamada María del Valle, nuevamente en Sevilla donde se había trasladado como en el caso del primero.
La Primera Guerra Mundial hace que abandone definitivamente París y se instale en Madrid.
Turina estrena en 1914 la comedia lírica escrita sobre textos de Gregorio Martínez Sierra "Margot" Op.11, de la que se recuerda la marcha Sevilla en la noche del Jueves al Viernes Santo.
"Evangelio" Op.12 es la primera parte de un poema sinfónico que quería escribir sobre la vida de Cristo, pero debido a su trascendencia no pudo terminar. Esta primera parte se estrenó en Madrid el 8 de abril de 1915.
Durante el verano de 1915 Turina realiza un viaje motivado por el deseo de escribir una obra de corte oriental, visitando Algeciras, Gibraltar y Tánger que refleja en la suite para piano "Álbum de viaje" Op.15, estrenada en los salones del Hotel Ritz de Madrid. Realizó el viaje acompañado de María Lejárraga, la esposa del escritor Gregorio Martínez Sierra.
"Navidad" Op.16 es una música de escena para un poema escénico de Gregorio Martínez Sierra, estrenada en el Teatro Eslava de Madrid el 21 de diciembre de 1916. Una vez más comprobamos la religiosidad del compositor en este cuento, donde se refleja el amor y la caridad en fechas navideñas.
El 28 de enero de 1917 nace su tercer hijo, una niña a la que pondrán por nombre Concepción. Para hacer frente a sus dificultades económicas en el año 1918 realiza una gira con la Orquesta del Ballet Ruso de Diaghilev, que le propone su amigo Manuel de Falla.
"Cuentos de España" Op.20 es una suite para piano compuesta en 1918 reflejando varias ciudades visitadas recientemente. Entre ellas se encuentra Barcelona, mediante una sección titulada Rompeolas, pero conservando siempre sus ritmos andaluces.
Las "Danzas Fantásticas" Op.22 terminadas en 1919 pronto se convertirían en su obra sinfónica más interpretada. Escritas en una primera versión para piano, en el mismo año realizó su brillante orquestación. La tercera danza Orgía, que está escrita en el ritmo de la farruca andaluza se ha convertido en uno de los símbolos de lo entendido como música nacionalista española. En el mismo año nace su cuarto hijo José Luis, siendo Manuel de Falla su padrino.
La “Sinfonía Sevillana” Op.23 fue terminada en el mes de julio de 1920, estrenándose el 11 de septiembre del mismo año en la sala de conciertos del Gran Casino de San Sebastián, interpretada por la Orquesta Sinfónica del Gran Casino dirigida por Enrique Fernández Arbós.
Fue presentada en el concurso de Composición del Gran Casino de San Sebastián. El jurado, que estuvo integrado por Tomás Bretón, Ricardo Villa y Jesús Guridi, le otorgó el primer premio, dotado con 2.000 pesetas. El estreno en Madrid tuvo lugar en el Teatro Real, el miércoles 30 de marzo de 1921 a cargo de la Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por Fernández Arbós.
Está orquestada para tres flautas, flautín, dos oboes, corno inglés, dos clarinetes, clarinete bajo, dos fagotes, contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión, arpa y cuerda.
El primer movimiento, andante, allegretto, lleva el título Panorama. La partitura lleva los siguientes comentarios escritos por su autor. Forma de sonata: La parte poemática supone simplemente un idilio entre madrileña y sevillano, que se desarrolla a través de la obra, sin estorbar la construcción musical. Introducción, con ambiente panorámico. La introducción y la coda marcan la tonalidad de La menor.
Después de una breve introducción aparece el primer tema de carácter claramente folclórico andaluz. El segundo tema intenta reflejar el ambiente madrileño pero está dominado por la raíz andaluza, como indicando la superioridad del hombre andaluz en sus relaciones amorosas. Termina mediante una tranquila coda.
El segundo movimiento, andantino mosso, lo llamó Por el río Guadalquivir. Introducción poética de ambiente: En un vaporcito, desde Sevilla a San Juan de Aznalfarache. El idilio se formaliza. Lied en cinco secciones.
El primer violín inicia la introducción antes de la presentación del tema principal, de carácter melódico andaluz. El idilio continúa durante la travesía por el Guadalquivir en un vaporcito similar al mostrado en la fotografía superior.
El tercer movimiento, allegro vivo, lleva el título Fiesta en San Juan de Aznalfarache. La fiesta se celebra en una venta, situada en la misma orilla del río. Bailes y canciones, sirven de marco al idilio, que se exalta por momentos. 'Fantasía poemática en tres partes': 1ª parte. (P. 70. Allegro vivo) "Introducción, por sevillanas (re mayor)". 2ª parte: (P. 90. Allegretto. Tiempo de Garrotín lento). "Garrotín. Farruca (fa menor)". (Vivo) Garrotín - Farruca (fa menor). 3ª parte: (P. 98. Vivo). Vuelve el tanguillo, deprimido esta vez.
El ritmo de las sevillanas inician la fiesta que después de un intermedio preliminar de seducción, se va animando al ritmo del garrotín y la farruca. La fiesta es la representación poética de la culminación del idilio de nuestros protagonistas. El tanguillo final termina la escena con tranquilidad.
Los palos de la música flamenca son las variedades tradicionales del cante flamenco. Derivadas del clásico fandango el palo más conocido son las sevillanas. La farruca fue introducida por emigrantes del norte de España y el garrotín se popularizó por los gitanos catalanes. El tanguillo es otro de los palos, procedente de Cádiz.
Como el propio compositor admitió no se trata de una sinfonía académica. Adopta la forma de un poema sinfónico, describiendo una relación amorosa en el marco pintoresco de Sevilla, con el rio que la atraviesa y terminando con las brillantes fiestas de la Feria de Abril.
La unidad de la obra se logra mediante su tema principal, que se repite en cada movimiento de forma variada. Esto nos recuerda que continúa bajo la influencia de la escuela de Cesar Frank a la que añade los temas nacionalistas.
Su quinta hija nace el 29 de abril de 1921, llamándose Obdulia como su madre. Su familia cada vez mayor requiere aumentar su trabajo. Concertador en el Teatro Real, giras por España y colaborando con concursos musicales.
En el año 1923 Turina consigue estrenar su ópera en un acto "Jardín de Oriente" Op.25 compuesta en el año anterior. Una obra de ambiente árabe españolizado, siendo quizás lo mejor que compuso para la escena. A pesar de su éxito la obra le produjo unos beneficios mínimos, por lo cual decidió no escribir más para el teatro.
"El poema de una sanluqueña" Op.28 es una fantasía para violín y piano compuesta en 1923, que dedica a las muchachas de Sanlúcar de Barrameda, donde pasaba sus vacaciones estivales en su infancia. Situada en la desembocadura del Guadalquivir, el maestro responde a los comentarios sobre las relaciones amorosas de sus mujeres, como dijo en una entrevista publicada en 1923, estas bellas andaluzas que viven en un triste y perpetuo ensueño.
Una tarde en la plaza de toros de Madrid le inspiró para componer "La Oración del Torero" Op.34 en 1925. Fue escrita para el Cuarteto de Laudes de los Hermanos Aguilar. Luego en 1926 realizó una versión orquestal para orquesta de cuerda que se estrenó en 1927.
Recibe el Premio Nacional de Música de Cámara en 1926 por su "Trío Nº 1 para piano en re mayor" Op.35, que dedicó a Su Alteza Real la Infanta Doña Isabel de Borbón. Una obra de carácter bastante académico.
"Canto a Sevilla" Op.37 compuesto en 1925 para voz y orquesta es un homenaje a su tierra, mediante canciones y páginas sinfónicas impregnadas del ambiente andaluz.
El 15 de junio de 1926 recibe del Ayuntamiento sevillano el nombramiento de Hijo Predilecto de Sevilla.
Compone la fantasía coreográfica "Ritmos" Op.43 en 1928, para la conocida bailarina española Antonia Mercé, La Argentina. Se estrenó en el Palau de la Música de Barcelona el 23 de octubre de 1928 dirigida por el propio compositor.
En el mismo año compone "Evocaciones" Op.46, una suite para piano dedicada a Cataluña, escrita para el crítico musical y director escénico del Liceo, Rafael Moragas. Se estrenó en el Palau de la Música Catalana el 29 de octubre interpretada por el propio Turina.
En el primer movimiento cita las notas de una conocida sardana catalana, La Santa Espina, compuesta por Enric Morera para la zarzuela del mismo título con textos de Àngel Guimerà, que por su sentido nacionalista fue prohibida durante las dictaduras de Primo de Rivera y de Francisco Franco. Turina termina la suite mediante un nuevo ritmo de sardana.
En 1929 por petición de la Institución Hispano-Cubana realiza un viaje a La Habana, como portavoz de la música hispana. Turina prepara un programa compuesto de siete conferencias con ejemplos musicales.
Compuestas inicialmente para piano entre 1929 y 1930 las "Cinco Danzas Gitanas" Op.55 están dedicadas a José Cubiles e inspiradas en Granada, fueron después orquestadas
"Tarjetas postales" Op.58 es una suite para piano compuesta en 1930, como recuerdo de viajes. Entre ellos aparece Ramblas de Barcelona empleando nuevamente el ritmo de la sardana.
En 1931 Turina es nombrado catedrático de composición del Conservatorio de Madrid y el 6 de mayo de 1935 académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Turina escribe varias obras para guitarra dedicadas al gran guitarrista Andrés Segovia, siendo la más ambiciosa su "Sonata" Op.61 escrita en 1931.
"El castillo de Almodóvar" Op.65 compuesto para piano en el mismo año, es un poema inspirado en las robustas formas del castillo edificado en el año 760 por los musulmanes bereberes en Almodóvar del Río en la provincia de Córdoba. En 1933 Turina orquestó la partitura tomando la forma de tres pinturas sinfónicas.
La "Rapsodia Sinfónica para piano y orquesta de cuerda" Op.66 compuesta en 1931, se estrenó a principios de 1934 interpretada por la Orquesta Clásica de Madrid.
La muerte de su hija María del Valle en 1932 por enfermedad a sus 19 años lo marca para el resto de su vida.
Turina compuso una gran cantidad de obras para piano, su instrumento favorito, muchas de las cuales no nombramos en esta obra dedicada a un particular género de partituras.
Los años de la guerra civil que pasó en Madrid, fueron difíciles para el músico, motivando su paralización creativa. En 1936 conoce al cónsul Británico en España, un hombre amante de la música de cámara del cual recibirá una cuantiosa ayuda. Un carnet lo identifica como empleado del consulado. Le dedicó el manuscrito incompleto de la obra para piano "En el Cortijo" Op.92 en 1937. Lo terminaría después de la guerra en 1940.
En el año 1941 es invitado por la Embajada de Alemania en Madrid a los Festivales de Salzburg y a un segundo viaje para las festividades del 150 aniversario de la muerte de Mozart. Colabora con las actividades del Movimiento poniendo música a una serie de documentales del Frente de Juventudes.
"Las musas de Andalucía" Op.93 es una colección de nueve piezas, para piano, violín, cuarteto de cuerda y voz de soprano compuestas en 1942. Una curiosa traslación de la mitología griega al universo andaluz.
En 1943 el Ministerio de Educación Nacional le otorga la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Es nombrado Comisario General de la Música por Franco. Como explica su nieto aceptó el cargo como experto, no con ninguna intención política. Los prejuicios creados en torno a su ideología impidieron una justa valoración de su obra.
Su nieto, el también compositor José Luis Turina (1952) lo comenta con las siguientes palabras: Han tenido que pasar muchas décadas y que llegara gente desprovista de prejuicios para valorar su obra. La música de mi abuelo fue igual durante la monarquía, la república y la posguerra.
Una enfermedad crónica que se había agravado durante los años de guerra le impide en parte su trabajo. Pero a pesar de ello da impulso a la música aportando la idea de unir a las dos orquestas madrileñas, la Orquesta Sinfónica y la Filarmónica en una sola, base de la futura Orquesta Nacional de España.
La “Sinfonía del Mar” que empezó en 1945 quedó inacabada a su muerte. El compositor sevillano Manuel Castillo realizó su finalización en 1981, estrenándose el 18 de marzo de 1982 en el Teatro Real interpretada por la Orquesta Nacional bajo la dirección de Benito Lauret.
Entre la documentación dejada por Turina apareció un proyecto de Sinfonía marítima para orquesta con piano. Debía estar compuesta por cinco movimientos, dedicados a Barcelona, Málaga, La Coruña, San Sebastián y Cádiz.
Empieza su escritura el 11 de septiembre de 1945 después de una estancia en San Sebastián, dejando dos manuscritos para piano que comprenden los dos primeros movimientos. La sinfonía debía de tener tres, incluyendo el último una introducción en forma de nocturno seguida del fragmento denominado Luces.
El primer título de la obra era En el rompeolas que luego cambió por "Sinfonía del mar" (Sobre una aventura de Minerva, el centauro y la gitana). El subtítulo denota que se basaba en un tema literario.
Manuel Castillo recibió los originales en junio de 1981 para realizar su orquestación. Al no existir nada del tercer movimiento decidió no crearlo.
Está orquestada para piccolo, madera por duplicado, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión, arpa y cuerda.
El primer movimiento, Preludio en forma de lied, es un preludio de 161 compases. Se trata de una introducción de carácter eminentemente trágico, que se une sin interrupción al siguiente movimiento.
El segundo movimiento, Episodio trágico en forma de sonata, el cual primeramente se titulaba La gitana. El propio compositor dejó unas indicaciones para relacionar la música con su motivación literaria, que introducimos a continuación.
La gitana solloza en la plataforma del rompeolas, El centauro sufre, La gitana y el centauro contemplan la tragedia del mar, Tempestad en el mar, Lamentos de la gitana, Arrecia la tempestad, Ultimo esfuerzo de los remeros, Diálogo entre la gitana y el centauro, Llamada de Minerva.
Se trata de una sinfonía como la anterior en forma de poema sinfónico, que intenta explicar una historia de forma realista, utilizando un lenguaje que ha permanecido sin evolucionar a lo largo de su vida, a pesar de los cambios realizados en los movimientos estéticos musicales.
Una partitura en la que el nacionalismo que le caracteriza apenas aparece, solamente en algunos aires de zortziko, esta danza vasca, que utiliza para simbolizar los movimientos marinos.
Su enfermedad se agrava debido a su trabajo. Su última obra es la pieza para piano "Desde mi terraza" Op.104, compuesta en 1947.
En el año 1949 después de ser ingresado en la Clínica López Ibor sin resultado positivo regresa a su casa. Muere en Madrid el 14 de enero de 1949.
Además de sus partituras musicales Turina publicó en 1917 la Enciclopedia abreviada de la Música y en 1946 un Tratado de composición. También trabajó como crítico musical para el periódico El Debate y el semanario Dígame, entre otras publicaciones.
El nieto de Joaquín Turina, José Luis Turina, nacido en 1952, sigue como compositor la tradición de la familia, habiendo escrito diversos artículos sobre las composiciones de su abuelo y promocionando su obra.