Gabriel Rodó (1904-1963) nació en Barcelona en 1904. Estudió en la Escuela Municipal de Música de Barcelona. Estudia composición con Enric Morera. Maestro del violoncelo, trabajó como solista de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo, siendo además profesor de su Conservatorio.
En París entre 1923 y 1925 continúa sus estudios de composición con Alexandre Tansmann. Trabaja como violoncelista en diversas formaciones orquestales y conjuntos de cámara.
Durante la Guerra Civil Española de 1936 había sido director de la Banda de Música de la Brigada Republicana Lister. Este hecho le ocasionará represalias después de la victoria de Franco, unos hechos que le acompañarán durante toda su vida.
A partir de 1941 ejerce como profesor en el Conservatorio del Liceo de Barcelona y debuta como director de orquesta.
La “Sinfonía de Cámara” compuesta en 1949 fue estrenada el mismo año en Barcelona, sin que tengamos más datos sobre la misma.
En 1951 Rodó es invitado a dirigir la Orquesta Filarmónica de Las Palmas. Su esposa Lupe Sellés, que también es violoncelista, lo acompaña en calidad de solista de la orquesta. Rodó dirige además el Conservatorio de la Sociedad Filarmónica de Gran Canaria.
La “Sinfonía Nº 2" fue compuesta en 1957 después de la desaparición de Sibelius. Está dedicada a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria de la cual era entonces su director. Se estrenó el 12 de abril de 1961 en Las Palmas, interpretada por dicha orquesta dirigida por el compositor.
El primer movimiento, andante mosso, desarrolla un tema pensativo de carácter impresionista. Un segundo tema de un carácter similar se eleva mediante un crescendo, expresando cierto pesimismo. Una mezcla de nostalgia y sentimentalismo de carácter expresionista, pero sin abandonar nunca la tonalidad, como símbolo de la esperanza. Después de alcanzar su clímax vuelve al tema meditativo inicial que nos conduce a una optimista coda.
El segundo movimiento, allegro, nos presenta un tema vivo que contrasta con otro más lento, adoptando un estilo cercano al expresionista alemán de Hindemith. Escrito en forma sonata libre el tema lento termina el movimiento.
El tercer movimiento, andante lento, se inicia con un solo del violín de carácter profundo y pensativo. El tema va progresando lentamente a través de diversos grupos orquestales. Un nuevo solo de violín inicia la sección final sin abandonar el sentimiento de pesimismo.
El cuarto movimiento, allegro giusto, nos presenta un tema ligeramente épico. Después de recorrer diversos episodios de carácter más o menos obscuro y profundo la música termina con un crescendo, que parece expresar un deseo de superación, como si fuese un símbolo de esperanza.
Rodó emplea un estilo expresionista con influencias del impresionismo francés sin salir de la tonalidad. Para él el abandono de las referencias tonales implicaba una renuncia y una deshumanización del arte.
Debido a presiones políticas es destituido de los cargos que ocupaba en Las Palmas en 1962. Debe emigrar al año siguiente a Colombia junto con su esposa Lupe Sellés también en su calidad de violoncelista. Fueron ambos contratados como primeros violoncelistas de la Orquesta Nacional de Bogotá. Pocos meses después de su exilio, en 1963 falleció de una crisis cardíaca en Bogotá.
La mayoría de su obra permanece actualmente olvidada, como la de tantos músicos abandonados por la administración española. Una vez más repetiremos, la desidia observada por las autoridades españolas para la divulgación de nuestro patrimonio sinfónico, mucho más rico de lo que parece.