Ernesto Halffter (1905-1989) nació en Madrid el 16 de enero de 1905. Hijo de un alemán prusiano, Ernest Halffter Hein, profesional joyero casado con una española Rosario Escriche. El primero y el tercero de sus hijos se dedicaron a la música. Rodolfo Halffter era el mayor, nacido en 1900, conocido como el mexicano por haber emigrado a México y Ernesto era el tercero.
Ernesto empezó sus estudios en el Colegio Alemán de Madrid. Desde muy pequeño se inició en la composición y a sus quince años escribe "Crepúsculos" para piano, que se estrenaría en 1922.
Su maestro de piano Fernando Ember, que había organizado el concierto, atrajo el interés de Adolfo Salazar, el más importante crítico musical en aquel tiempo. Salazar envió una copia de un trío para piano, "Homenajes", que el joven había escrito el mismo año, a Manuel de Falla.
En 1923 tiene su primer encuentro con Falla, que admira su obra y lo convierte en su único alumno. Además lo introduce cerca de Max Esching, prestigioso editor alemán, que lo daría a conocer al mundo. En el mismo año estrenó la "Marche joyeuse", que se publicó con una portada de Salvador Dalí.
Recomendado por Falla se convierte en el director de la Orquesta Bética de Sevilla. Su primera obra sinfónica notable son los "Dos bocetos sinfónicos" compuestos entre 1922 y 1925, dedicados a Antonio Salazar.
La “Sinfonietta en re mayor" fue compuesta en 1925, obteniendo en el mismo año el Premio Nacional de Música. Está dedicada a su maestro Manuel de Falla. Se estrenó el 5 de abril de 1927 Interpretada por la Orquesta Sinfónica que dirigía el maestro Arbós, logrando un éxito tan grande que se ofrecieron dieciséis audiciones en la misma temporada.
Está orquestada para flauta, oboe, clarinete, fagot, dos trompas, trompeta, trombón, timbales, dos cajas claras y cuerdas, con violín, violoncelo y contrabajo solistas. La formación que corresponde a una orquesta de cámara.
El primer movimiento, pastorella, está escrito en forma sonata. El tema principal de carácter rítmico nos recuerda la música preclásica española, con influencias del Stravinsky de Pulcinella. El segundo tema es de carácter melódico. La exposición se repite. En el desarrollo aparece un nuevo tema de carácter nacionalista. Es notable su orquestación, que utiliza los solistas en forma semejante al concerto grosso del barroco.
El segundo movimiento, adagio, está compuesto en forma de lied tripartito. Una forma ternaria en la que en la última parte se repite la primera de forma modificada. El tema principal es de carácter melódico, elegíaco, interpretado por flautas y oboes. Se repite en forma de variación. La parte central tiene un carácter más idílico. Después de llegar a un pequeño clímax se repite la primera sección, pero de manera modificada. Termina con una sorprendente solemne coda.
El tercer movimiento, minuetto, nos presenta un tema rítmico de danza acompañado por la caja clara. Consta de dos secciones que se repiten, siendo la segunda más melódica, interpretada por los oboes. El trío es otro minueto que presenta un tratamiento armónico más sencillo, mediante la alternancia de un tema elegante en los oboes con la melancólica música de la cuerda. Finalmente se retorna al tema inicial pero sin repeticiones.
El cuarto movimiento, allegro giocoso, está escrito en una forma que mezcla la sonata con el rondó. El tema principal es rítmico y alegre, siendo la sección que se repite. Un brusco cambio de tonalidad introduce una melodía viva mediante el clarinete que es contestada por el violín. Luego los contrabajos retornan al tema inicial. En la parte que pertenecería al desarrollo, con carácter enérgico aparece un tercer tema. Luego retorna el tema inicial como corresponde al rondó, terminando con el segundo tema como en la recapitulación de la forma sonata. Pero en la festiva coda aparece el tema repetitivo del rondó.
De estilo neoclásico, el nombre de Sinfonietta no se refiere en este caso a una pequeña sinfonía sino a su estilo renacentista clásico, como si quisiera cambiar el estilo romántico del siglo XIX por otro que recobrara el sentido clásico, pero utilizando un moderno modo de expresión, con influencias de su maestro Falla y de Stravinsky.
Es la obra más importante de la producción de Halffter y la que le dio la fama internacional, al ser interpretada por los más grandes directores de su tiempo como Toscanini, Bruno Walter, Rodzinsky o Stokowsky.
Becado para la ampliación de sus estudios, se traslada a París donde recibirá orientación musical de Maurice Ravel. Halffter compone en 1926 la banda sonora para acompañar el film mudo "Carmen" del belga afincado en Francia Jacques Feyder, inspirado en la obra de Prosper Mérimée. En 1927 dirige en París la representación de "El amor brujo" de Falla con la Compañía de Ballets Españoles de Antonia Mercé, la Argentinita.
En 1928 compone la música para el ballet "Sonatina" que se representó en 1932. Antes había escrito una versión para piano. La versión sinfónica en forma de concierto se estrenó el 11 de febrero de 1928 en el Palacio de la Música de Madrid. Es de estilo neoclásico con influencias de Falla y de Stravinsky. Halffter se casa en 1928 con la pianista portuguesa Alicia Cámara Santos.
Otras páginas notables de su producción sinfónica son la "Habanera" compuesta en 1931, la "Cavatina" de 1933, destinada a festejar el 70 aniversario del maestro Arbós y "Al amanecer" para violín y orquesta compuesta en 1937, en la que aparece una cita del himno de la Falange, el Cara al Sol, que en su versión original compuesta en 1936 llevaba el título de Amanecer en Cegama, el lugar de nacimiento de su autor Juan Tellería (1895-1949). Cegama, oficialmente Zegama, es una localidad del país vasco.
Halffter es nombrado director del Conservatorio de Sevilla en 1934, cargo que solo ejerce durante tres años, pues al iniciarse la Guerra Civil emigra a Portugal, con su mujer que tenía esta nacionalidad.
Después de pasar una etapa en Lisboa regresó a España poco después de finalizar la Guerra Civil. En 1940 compone la "Rapsodia Portuguesa para piano y orquesta", basada en el folclore de Portugal, influenciado por su esposa. Lo mismo ocurre con las "Seis Canciones Populares Portuguesas" escritas en 1943. Por todo ello es conocido como el Halffter portugués.
Escribe bandas sonoras para el cine, entre ellas en 1945 la de "Bambú" de José Luis Sáenz de Heredia, una historia de amor que transcurre en Cuba. La "Habanera" para piano es uno de los fragmentos más recordados. En 1946 recibió la Medalla del círculo de Escritores Cinematográficos a la mejor música por esta banda sonora.
A la muerte de Manuel de Falla en 1946, sus herederos piden a Halffter que termine su ópera inacabada "Atlántida", considerando que como alumno del gran maestro era la persona más adecuada para su finalización. Este trabajo le absorbe entre 1954 hasta 1960. Esta obra basada en el poema de Jacint Verdaguer se estrenará en 1962.
No contento con su trabajo realizará diversas revisiones hasta la versión definitiva de 1976. El resultado provocó diversas controversias y polémica sobre el valor de una obra que Falla había dejado de un modo muy fragmentario.
Durante este periodo compone la música para dos ballets que aportan poca cosa a su obra. Son "El cojo enamorado" de 1955 y la "Fantasía galaica" de 1956 para el ballet de Antonio Gades.
Durante la década de 1960 compone varias obras religiosas, como la "Elegía en memoria de Pierre de Polignac" de 1966 o los "Psalmi" de 1967, obra encargo de la Semana de Música Religiosa de Cuenca, sobre la cual hemos hablado en otra parte de la obra.
Una obra de madurez es también el "Concierto para guitarra y orquesta" compuesto en 1969, que interpretó Narciso Yepes con la Orquesta Sinfónica de la Radiotelevisión Española dirigida por Igor Markevitch y posteriormente por Odón Alonso. Basado en elementos folclóricos, pero desarrollado mediante técnicas modernas.
En 1973 ingresa en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, pronunciando un discurso sobre el arte eterno de Manuel de Falla. En 1983 recibe por segunda vez el Premio Nacional de Música.
La muerte de su hermano Rodolfo Halffter el 14 de octubre de 1987 fue un golpe tremendo para Ernesto. Para su recuerdo compuso el "Homenaje a Ricardo Halffter" para piano en 1988. Entre sus últimas obras se encuentran otros homenajes para piano, como el "Homenaje a Turina" y el "Homenaje a Mompou", ambos compuestos en 1988.
Poco tiempo después fallecía en Madrid, el 5 de julio de 1989. Es considerado como uno de los compositores más notables de la llamada Generación del 27. Además de su hermano Rodolfo, su primo Cristóbal Halffter nacido en 1930 es otra importante figura de la música contemporánea.