Arturo Dúo Vital (1901-1964) nació en Castro Urdiales, Cantabria, un pueblo marinero a orillas del Mar Cantábrico, el 15 de mayo de 1901. Sus primeras lecciones de música las recibe de su hermana Eloísa que le enseña solfeo y piano. Luego estudia con el director de la banda de su ciudad natal, Ramón Sáez de Adana.
No parece que la música sea su vocación inicial, estudiando Ciencias además de Filosofía y Letras en Segovia, Beire (Navarra) y finalmente en Bilbao. Empieza a trabajar como empleado del Banco de Vizcaya en Castro Urdiales.
Simultanea el trabajo con los estudios musicales, desplazándose a Bilbao para cursar armonía y contrapunto con el padre Izuarrizaga y con José Franco en el Conservatorio de Bilbao. Además ingresa en la Sociedad Coral de Castro Urdiales, convirtiéndose en 1927 en su director. El canto coral sería la labor principal del futuro compositor.
Su trabajo eleva la calidad de la coral, que admite por vez primera a mujeres. La agrupación gana varios certámenes, como el nacional celebrado en Avilés.
Para ampliar sus estudios musicales, en 1930 se traslada a París. Ingresa en la École Normale de Musique, teniendo como maestro a Paul Dukas en composición y orquestación. Allí coincide como condiscípulos con Joaquín Rodrigo y Jesús Arambarri. También el director Wladimir Golsschman le ofrece lecciones particulares de dirección de orquesta.
En París compone sus primeras obras para piano, entrando en contacto con las corrientes musicales de vanguardia, asistiendo a conciertos y recibiendo la influencia de Debussy, Ravel y Stravinski.
Regresa a España en 1932 instalándose en Madrid. Recibe clases de dirección de orquesta de Enrique Fernández Arbós. En el mismo año contrae matrimonio con Ana de la Llosa, maestra por oposición, de la que tendrá cuatro hijos, Ariel, Rubén, Roberto y Mario. Por su calidad de maestra gana por oposición diversos destinos. El primero lleva al matrimonio a la isla de La Palma en Canarias.
El poema sinfónico "Molinos isleños" compuesto en 1932, durante su estancia en las islas Canarias, se estrena en Madrid en el mes de diciembre de 1934, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por el propio compositor, al que el maestro Arbós le cede gentilmente la batuta. Una obra de carácter impresionista en la que difícilmente encontraremos citas a temas canarios.
Los diferentes destinos de su mujer lo llevan a Madrid, a Fuentidueña en la provincia de Segovia y finalmente a Santander. La desgraciada Guerra Civil detiene bruscamente la carrera del maestro. En 1937 es encarcelado en Santander por sus ideales republicanos. Allí pasara un par de años durante los cuales compone las "Seis canciones montañesas para voz y piano" por las que obtiene, tras su liberación en 1939, un primer premio de composición en Bilbao. Cantabria que comprende la provincia de Santander es conocida como La Montaña y sus habitantes como montañeses. La variedad lingüística de Cantabria es conocida también como montañés o cántabru.
En 1945 se encuentra en Villacañas, provincia de Toledo, como director de la Escuela y Banda Municipal de Música. Recibe en 1947 un premio del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por sus "Seis canciones españolas" para voz y piano.
Es nombrado profesor de solfeo y teoría de la música del Real Conservatorio de Música de Madrid en 1949 y en 1956 profesor de armonía y composición de la Escuela Superior de Música Sacra. Después de un largo silencio como compositor, al parecer por la tragedia de la Guerra Civil y las penurias de la posguerra, compone en 1949 la "Suite montañesa", que incorpora melodías folclóricas de Cantabria. La Orquesta de Radio Nacional de España dirigida por el propio compositor la estrenó en diciembre de 1950 en emisión radiofónica sin público.
La suite se basa en tres temas de sus "Seis canciones montañesas para voz y piano". El más conocido es el que corresponde a la canción folclórica Date la vuelta. La obra sinfónica se estrenó en concierto en el mes de febrero de 1951 en el Teatro Buenos Aires de Bilbao.
La “Sinfonía para un aniversario" fue terminada en 1960 con el simple título de "Sinfonía". Presentada al Concurso Óscar Esplá de Alicante obtiene una Mención Honorífica. En 1962 la presenta al Premio Ciudad de Barcelona de dicho año, ganando el premio. En este año se celebraban los 30 años de matrimonio con Ana de la Llosa. Por este motivo cambió el título de la obra por el definitivo de "Sinfonía para un aniversario", dedicada a su esposa. Pero la sinfonía es la misma.
El primer movimiento I, empieza con una breve introducción lenta con cierto dramatismo, seguida por un allegro en forma sonata. El primer tema es enérgico recordando la música de Dukas, contrastando con el segundo de un carácter más reposado y cierto lirismo. La sección de desarrollo presenta una gran libertad de armonía. En la recapitulación, el segundo tema nos conduce a una agitada coda.
El segundo movimiento II, corresponde al movimiento lento de la sinfonía. Una delicada orquestación acompaña a un tema de carácter impresionista, presentado por la madera. Después de ser tomado por la cuerda, nos conduce a una sección más agitada en la parte central, para retornar finalmente a la tranquilidad inicial.
El tercer movimiento, declamado, rondó y coda, comienza con una introducción lenta, mediante un solo de la cuerda baja en forma de recitativo, que sin interrupción pasa a un allegro de rondó con un tema principal vivo, que se repite de forma variada separado por secciones más calmadas. Finalmente nos conduce a una enérgica y determinante coda.
Una sinfonía que denota un estilo neoclásico de tendencias francesas, muy lejos del sinfonismo germánico. La influencia de su maestro Dukas es indudable, pero también se encuentra el influjo de la música de Ravel y de la etapa neoclásica de Stravinsky.
Dúo Vital compone en 1963 su obra más ambiciosa, la ópera "El Campeador", con libreto de Rafael y Guillermo Fernández Shaw, que continúa inédita. Fallece el 28 de marzo de 1964 en su natal Castro Urdiales.
Fuera de su música sinfónica es más conocido por su música coral, como "Mañanitas floridas" o "Date la vuelta". Pero para nosotros siempre lo recordaremos por su famosa habanera "La bella Lola", invariablemente interpretada en los conciertos dedicados a este género.
También compuso bandas sonoras y algunas zarzuelas. Recibió el Premio Nacional de Música en 1955 por el quinteto para instrumentos de viento "Sonatina" y en San Sebastián recibió otro premio por el poema "Benedicta" para coro, solistas y orquesta.
Como ocurre con muchos compositores españoles, su música sinfónica es poco conocida e interpretada. Téngase en cuenta que la primera grabación mundial de su sinfonía la realizó el tantas veces nombrado director de orquesta José Luis Temes, paladín del descubrimiento de tantas obras olvidadas de nuestro repertorio. La grabación de la sinfonía se realizó en el mes de marzo de 2009, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Málaga dirigida por el citado director.