Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894) nació en Madrid el 3 de agosto de 1823. Internado en el Convento de los Trinitarios de Santa Cruz de la Zarza, Toledo, estudió latín, retórica y poética, que más tarde emplearía en su obra literaria. A los 12 años regresó a Madrid continuando sus estudios hasta el momento de decidir una profesión.
Empezó la carrera de Medicina pero abandonó al no poder resistir las prácticas de disección. Luego decidió seguir los estudios de Ingeniería. Su abuelo materno José Barbieri era el gerente del Teatro de la Cruz. Allí empezó a escuchar las melodías escénicas, enamorándose de la música teatral. Entonces empezó sus estudios de solfeo.
Decidido a dedicarse a la música, en 1837 Barbieri ingresa en el Conservatorio de María Cristina de Madrid, donde estudiará piano con Pedro Albéniz, canto con Baltasar Saldoni, clarinete con Pedro Broca y composición a partir de 1840 con Ramón Carnicer i Batlle.
Barbieri tomó el apellido de su madre, pues en una época dominada por la música italiana le parecía más apropiado. Su vida toma aires románticos. Su padre muere víctima de los carlistas. Su madre se casa por segunda vez abandonando Madrid, donde el joven músico quedó solo en un modesto alojamiento.
Ingresó en una banda de la Milicia Nacional como intérprete de clarinete y luego en una compañía de ópera italiana. Para complementar su sueldo actuaba en teatros, bailes, bodas y bautizos. Copiaba partituras y daba lecciones particulares. Se libró del servicio militar al pagar un amigo la necesaria cantidad a la Sociedad de Padres de Familia, un sistema establecido por Mendizábal para liberar mediante dinero a los reclutas.
Después de realizar actuaciones en provincias y de ser profesor de música en la Escuela de San Eloy de Salamanca, en 1846 regresó a Madrid atraído por la vida artística de la capital. A pesar de realizar distintos trabajos como músico su ideal era dedicarse a la composición teatral. Empezó una ópera "Il Buontempone" de estilo italianizante, pero que al final por motivos económicos no se pudo estrenar.
Participó en la polémica sobre la ópera nacional durante la década de los años 1840, sumándose a la defensa del teatro musical en castellano, promoviendo el desarrollo de la zarzuela, como un género auténticamente español.
Aprovechamos la ocasión para hablar del género musical zarzuela surgido en España. Su nombre proviene del Palacio de la Zarzuela, un palacio real situado cerca de Madrid, construido en unos terrenos en los que predominaban las zarzas. En su interior se encontraba el teatro que albergó las primeras representaciones del género.
La zarzuela es un género de música teatral, que se distingue principalmente por contener partes instrumentales, partes vocales y partes habladas. Un género más antiguo que la opereta de origen francés, que también contiene partes cantadas y habladas. Proviene de la opéra-comique francesa o del singspiel alemán. Se trata de un arte lírico propiamente español en el cual la mayoría de veces se introducen temas de origen folclórico.
Barbieri puede ser considerado como uno de los padres de la zarzuela, un compositor que consolidó el género nacido en siglos anteriores. A fines de 1847 funda una sociedad llamada en principio La España Musical junto a varios compositores. Barbieri actúa como director de coros.
Entre sus primeras zarzuelas se encuentra "Jugar con fuego" compuesta en 1851, que restauró la zarzuela en tres actos como género grande. Se estrenó en el Teatro del Circo alquilado por la Sociedad Artístico Musical. Fue su primer gran éxito, siendo una de sus obras más representadas, a pesar de la influencia de la ópera italiana. Recogiendo sus principales temas se ha realizado modernamente una composición instrumental para sexteto de cuerda con piano.
"Los diamantes de la corona" estrenada también en el Teatro del Circo el 15 de septiembre de 1854 fue otro de sus éxitos. El texto es de Francisco Camprodón, el popular autor de "Marina". Una obra más conectada con la música popular española, que denota la evolución del compositor. También se ha realizado una versión para sexteto de cuerda con piano de sus temas principales.
La “Sinfonía sobre motivos de Zarzuela” fue compuesta en 1856 para un conjunto que integra una banda y una orquesta. Se estrenó el 10 de octubre de 1856 para la inauguración del Teatro de la Zarzuela, situado en la calle Jovellanos de Madrid, junto a la céntrica calle de Alcalá. En este día se celebraba el cumpleaños de la Reina Isabel II. Dirigida por el propio Barbieri, la sinfonía fue interpretada por la Orquesta del Teatro y la Banda del Regimiento de Infantería del Príncipe nº3.
Se trata de una breve partitura dividida en tres partes, que emplea el concepto de obertura italiana en forma de popurrí, citando melodías de zarzuela que estaban de actualidad en la época de su composición. La primera parte, rápido, después de una introducción cita fragmentos de "El duende" de Rafael Hernando, "La espada de Bernardo" del propio Barbieri y "Buenas noches Don Simón" de Cristóbal Oudrid.
La segunda parte, lento, contiene temas de "El dominó azul" de Emilio Arrieta, "Jugar con fuego" del propio compositor y de "El grumete" también de Arrieta.
La última parte, rápido, cita dos temas de "El valle de Andorra" de Joaquín Gaztámbide y otro tema de "Al amanecer" del mismo compositor. Termina mediante un postludio que utiliza un tema original de Barbieri.
En 1860 Barbieri junto con Joaquín Gaztambide, José Inzenga, Cristobal Oudrid, Rafael Hernando, entre otros, constituyen la Sociedad Artístico Musical de Socorros Mutuos. Esta Sociedad organizará conciertos en los posteriores años mediante su propia orquesta.
El 23 de abril de 1861 la Real Academia de la Lengua Española celebró por primera vez el aniversario de la muerte de Cervantes. Para dicho acto Ventura Vega escribió un texto en tres actos con el título de "Don Quijote de la Mancha". El compositor Barbieri compuso la música incidental, que se interpretó en cada uno de los actos, estrenándose en el Teatro del Príncipe de Madrid. Música conmemorativa para tenor, coro y orquesta.
"Pan y Toros" estrenada el 22 de diciembre de 1864 en el nuevo Teatro de la calle Jovellanos es su obra más famosa. Un argumento de carácter político donde se recogen las intrigas de Godoy y otros personajes históricos con críticas al propio gobierno. En vísperas de la Revolución de 1868 fue prohibida por Isabel II, por citar unas elecciones amañadas durante el acto primero. Sus autores a pesar de ello fueron indemnizados con una importante suma de dinero.
La importancia que tiene Barbieri en estas páginas dedicadas a la historia de la sinfonía, no es debido a sus obras sinfónicas propias, sino por su defensa de la música sinfónica y en particular de la música escrita por compositores españoles.
En 1866 funda la Sociedad de Conciertos junto con Chueca y Gaztambide. Procede de la orquesta de la Sociedad Artístico Musical de Socorros Mutuos. Esta primitiva orquesta que tenía su sede en el Teatro Real de Madrid se disolvió, pasando sus miembros a la nueva orquesta.
La Orquesta de la Sociedad de Conciertos de Madrid es la primera orquesta de carácter estable de España no relacionada con el teatro. La Orquesta del Gran Teatro del Liceo de Barcelona fundada en 1847 era de titularidad privada y estaba al servicio de la Ópera.
El primer director de la orquesta de la Sociedad de Conciertos fue Barbieri, desde 1866 hasta 1868, cuando fue sustituido por Joaquín Gaztambide. La orquesta tenía más de noventa músicos, además de un coro de ochenta y una voces. Para poder rebajar el precio de las localidades la junta directiva decidió eliminar el coro. Barbieri se opuso a esta decisión presentando su dimisión. A partir de entonces solo dirigió sus propias obras.
Los primeros conciertos se interpretaron en el Circo del Príncipe Alfonso, situado en el Paseo de Recoletos. En su primera temporada se estrenó la "Sinfonía Nº 7" de Beethoven bajo la dirección de Barbieri, que estaba orgulloso de haber dirigido por primera vez una sinfonía de Beethoven entera. [1]
Al siguiente año se estrenaron la quinta y la sexta. El 10 de marzo de 1868 fue presentada la Pastoral con tanto éxito, que después de interpretar un bis de la Escena junto al arroyo, al final se repitió el resto de la sinfonía. En aquella época el público aplaudía al término de cada movimiento, perdiéndose la continuidad de la obra. Cuando los aplausos eran intensos se repetía el movimiento. Una época más tranquila que la actual, dominada por el nerviosismo de la prisa y de los medios.
La dirección de la Orquesta de la Sociedad de Conciertos pasó en abril de 1869 a Jesús de Monasterio que se mantuvo hasta el mes de mayo de 1876.
En 1871 Barbieri compone "El hombre es débil", una zarzuela en un acto. Pero "El barberillo de Lavapiés" estrenado en el Teatro de la Zarzuela el 19 de diciembre de 1874 es su obra más elegante y refinada, una obra de música escénica nacionalista comparable a las mejores europeas. Sus temas citados en el arreglo para sexteto de cuerdas con piano, nos demuestran el carácter excepcional de su música.
La zarzuela llegó a una época de descrédito durante la segunda mitad del Siglo XX, debido a su degradación causada por obras ínfimas conocidas como revistas después de la guerra civil española. Los empresarios necesitaban conseguir dinero rápido sin preocuparse de la calidad artística.
Sería necesario rescatar músicas tan inspiradas como las de Barbieri, del cual se desconoce la mayor parte de su obra. Nuestra música del Siglo XIX ha recibido un lamentable olvido, hasta la consideración por parte de las autoridades competentes de que no existe una música sinfónica española durante la época romántica.
Una de las últimas obras de Barbieri es el sainete lírico en dos actos "De Getafe al paraíso" compuesta en 1884.
Barbieri murió el 19 de febrero de 1894 en su domicilio de la Plaza del Rey Nº 7 de Madrid. Investigador musicológico, instrumentista de piano y clarinete, director de coro y de orquesta, editor, crítico y ensayista, fue además fundador de diversas asociaciones musicales y culturales.
Perteneció a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1874 y como escritor a la Real Academia Española de la Lengua desde 1892. Consiguió la equivalencia de la Música con respecto al resto de las Bellas Artes en la citada Academia, dotándola de una sección específica.
[1] Véase la Sinfonía en el Siglo XIX