Xavier Zoghbi (1954-) nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1954. En su familia confluyen culturas diversas, pues su abuelo paterno era de origen libanés casado con una joven de Firgas, un municipio situado al norte de la isla de Gran Canaria. Su abuelo materno Alberto Manrique de Lara se casó con una joven nacida en Navarra.
Sus primeros contactos con la música los tuvo dentro de su vida familiar: Estudió de forma autodidacta con maestros ocasionales como Juan José Falcón Sanabria y Crescencio Díaz de Felipe, con el que estudia armonía cuando tenía 15 años. Empieza la escritura de sus primeras obras.
Al concluir el Bachillerato, con 18 años ingresa en la Escuela Técnica de Ingeniería Industrial de Las Palmas de Gran Canaria. Pero la técnica no es de su agrado y se traslada a la Universidad de La Laguna donde estudia los tres primeros cursos comunes de Filología. Pero no abandona la música, ingresando en la Coral Universitaria y continuando en el campo de la composición, siguiendo con sus estudios de forma autodidacta.
Regresa a Las Palmas para seguir estudiando en la Especialidad de Filología Hispánica, pero cuando llega al quinto curso decide abandonarlo para dedicar su vida al servicio de la música. Entra en el Conservatorio de Las Palmas examinándose de solfeo, piano y armonía. Sigue un curso de violonchelo con José Antonio García.
Se traslado a Barcelona en 1983 mediante una beca otorgada por el Cabildo de Gran Canaria, recibiendo clases de Composición e Instrumentación de Josep Soler. También estudió instrumentación con Juan José Olives.
Regresa a Las Palmas en 1986 donde contrae matrimonio. Trabaja en Madrid durante un corto espacio de tiempo con Francisco Guerrero la técnica orquestal y termina en Barcelona los cursos de composición con Josep Soler.
Ingresa en octubre de 1987 en el Conservatorio de Música de Las Palmas como profesor de armonía, contrapunto fuga y orquestación, empezando su dedicación a la docencia, donde formaría a muchos compositores canarios, animándolos a la realización de una escritura creativa.
Armoniza y orquesta la zarzuela "La sirena" de Sindo Saavedra que se estrena en 1989. Es socio fundador de la Asociación de Compositores para la Promoción de la Música Culta de Canarias, Promuscan.
Como fruto del convenio de colaboración suscrito entre la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y Promuscan, compone en 1984 su primera obra orquestal, la "Suite de Danzas" que dicha orquesta estrenará en el Teatro Guiniguada el 27 de octubre de 1989.
La “Sinfonía Nº 1" fue compuesta entre los años 1992 y 1993, por encargo de Gonzalo Angulo, presidente de la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, siendo estrenada por dicha orquesta bajo la dirección de José Ramón Encinar, el 21 de mayo de 1993 en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria.
Orquestada para dos flautas, piccolo, dos oboes, corno inglés, dos clarinetes, clarinete bajo, dos fagots, contrafagot, saxofón, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, cuerdas completas , címbalo y siete percusionistas.
El primer movimiento, allegro moderato, está escrito en forma sonata. Empieza con una introducción lenta y misteriosa. El primer tema es animado, introduciendo el uso del címbalo. El segundo tema según su autor incide en imitaciones canónicas sobre una serie limitada de acordes sin posible proceso cadencial. Sigue la sección de desarrollo que oscila entre interpretaciones masivas y fases transparentes. Después de una variación de la introducción se reexponen los temas, terminando con una coda de gran brillantez.
El segundo movimiento, andante, se basa en tres motivos introducidos por las violas acompañadas por el címbalo. Estos motivos se van alternando en la forma de un rondó. Corales de los metales alternan con tuttis orquestales y secciones delicadas en las que aparece el címbalo y las violas.
El tercer movimiento, scherzo, empieza con un motivo rítmico. Sigue una animada conversación entre instrumentos solistas con melismas de flautas, oboe, saxo y violín concertino. El trío es muy vivo con evocaciones barrocas, siguiendo luego con una sección más delicada de carácter camerístico. Finalmente se repite la parte inicial, terminando con una disonancia.
Según una nota escrita por su autor dice, compuesto sobre la escala zíngara se busca la variedad rítmica y tímbrica dentro de una unidad formal severa.
El cuarto movimiento, finale, según su autor, aborda el reto de la variedad estética dentro de la unidad formal y temática. Su estilo va de lo atonal a lo barroco, pasando por lo modal. Escrito en forma de rondó se aprecian sonoridades barrocas y renacentistas. Termina con una coda rítmica de aspecto triunfal.
Música abstracta sin referencias literarias, escrita en un estilo moderno que implica un pronunciado uso del cromatismo, además de poseer un cierto aire marcial de algunos de sus temas.
El "Concierto para dos violines y orquesta" fue compuesto en 1994 y estrenado en 1995 dirigido por Víctor Yampolsky.
La “Sinfonía Nº 2" fue compuesta entre los años 1995 y 1996. por encargo del XIII Festival de Música de Canarias, siendo estrenada en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria el 25 de enero de 1997, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria bajo la dirección de Adrián Leaper.
Orquestada para madera por triplicado, dos saxofones, cuatro trompas, cuatro trompetas, tres trombones, dos tubas, cuerda completa, piano, arpa y una gran sección de percusión.
Originalmente poseía un programa musical para cuatro de sus movimientos, descartando al scherzo. La historia está basada en un héroe imaginario, Rezdingel, que vive en un país imaginario, Taskuria, habitado por los taskures, representantes del Bien y del Mal.
Rezdingel, un solitario buscador de la Belleza, se enfrenta a los clanes de su pueblo. Arrojado al desierto, muere de tristeza. La Restinga es una localidad situada en la isla canaria de El Hierro, perteneciente al municipio de El Pinar. El nombre del protagonista muestra cierta afinidad con el de la localidad, Rezdingel y Restinga.
El primer movimiento, Génesis en La Restinga, es un lento. El saxofón en forma de solo presenta el motivo básico de la obra, el motivo del héroe. El tema se fragmenta y transfigura en diversos solos y secciones. En la parte central destaca la intervención del piano en una sección más calmada. Sigue con la marcha de la Restinga en cuerdas graves punteadas por un bombo en forma de procesional. Cierra el movimiento el saxofón con una variación del tema inicial.
El título programático para este movimiento sería el de Los clanes. El héroe se enfrenta a los clanes de su pueblo. La marcha evoca la de la bajada de la Virgen de los Reyes en La Restinga, una fiesta tradicional de la isla de El Hierro.
El segundo movimiento, scherzo, tiene un aspecto más ligero con las flautas presentando un motivo nervioso. El trío central empieza con los contrabajos iniciando un pasaje en contrapunto. El movimiento no tiene ninguna relación con el resto de la sinfonía. Actúa como un intermedio.
El tercer movimiento, Esxatos, llevaba el título de la muerte de Rezdingel en el primer manuscrito. Las tubas entonan una variación del tema básico sobre un ritmo grave de la percusión en forma de una ceremonia fúnebre. En la sección final siete golpes de campana introducen la llamada a la reconciliación.
El cuarto movimiento, Contrascherzo, en forma de adagio es la parte más lenta de la sinfonía. Música de carácter elegíaco introducida por la cuerda. Después de un fragmento protagonizado por las trompas el concertino inicia un coloquio con las flautas de carácter misterioso. Termina con una disolución de la música.
El título programático sería El poder de la mente. La sincronía universal imaginada por el compositor toma la forma de una meditación musical. El propósito mágico como clima del irracional conocimiento de las cosas a través de los símbolos, según las tesis de Jung de la sincronía universal.
El quinto movimiento, finale, lleva el subtítulo abruptus. El bombo y el timbal inicial de forma explosiva el movimiento de forma rítmica. La parte central empieza con un cantabile protagonizado por la cuerda en forma de coral, al que pronto se une el viento, una llamada a la esperanza. La entrada del timbal recupera el ritmo del comienzo, siguiendo con una sección dominada por el piano, arpa y cuerdas graves. En la parte final encontramos la descripción de una tormenta. Un solo del piano cierra la sinfonía, según su autor con mucha tristeza y perplejidad.
Su título programático sería el de La disgregación. Representa el cierre de las puertas de la ciudad y la tormenta. Según su autor se trata de una sinfonía pesimista e incluso destructiva. Una crítica a la sociedad individualista y egoísta.
Xavier Zoghbi puso fin a su etapa compositiva por voluntad propia en 1998. Continúa su actividad en el campo de la enseñanza. En 2017 hace donación de su obra y sus archivos al Archivo de Música de el Museo Canario.