GUALDA-JIMENEZ

Antonio Gualda-Jiménez (1946-) nació en Granada, en el Barrio de Fígares, el 24 de febrero de 1946. Desde niño mostró su inclinación por la expresión artística, en cualquiera de sus vertientes, pintura, música, literatura, destacando en la de Composición Musical.

Inició los estudios musicales con su madre, Mª Ascensión Jiménez, a la edad de 6 años, continuándolos con Paquita Alonso, sobrina del célebre Maestro Alonso y recibiendo los consejos de Doña Pilar Iglesias, profesora de piano de su hermana.

Más tarde, fue alumno de Nicanor de las Heras en Armonía, de Julio Marabotto en Contrapunto y Fuga, además de otros varios.

Estudió Composición, Electrónica Musical y Electroacústica con Carmelo Bernaola y Luis de Pablo, en la Universidad de Granada, recibiendo los consejos de Luigi Nono, Josep Soler, Francisco Otero, entre otros. Para estos estudios en parte fue becado en dos ocasiones por el Ministerio de Cultura. Asimismo, realizó estudios complementarios de violín, piano y guitarra, entre otras disciplinas musicales.

Su catálogo de obras musicales de carácter sinfónico es extenso, si bien, dicho catálogo está en revisión y se verá reducido en algunas obras con las que el autor ya no se identifica.

Sus primeras obras son de estilo tonal, como la "Fuga en fa mayor" (El Umbral) Op.1 para piano compuesta en 1981 o la "Pequeña Suite Ecléctica" Op.2 para guitarra del mismo año. Las "Nueve Fugas" Op.4 para órgano toman el estilo del barroco.

La "Sonata Alfa para guitarra" Op.5 posee los elementos necesarios para ser clasificada como música de vanguardia. El estilo atonal que seguirá la carrera del compositor se aprecia claramente en esta obra para guitarra escrita en 1981. Este estilo evidentemente no comercial lo acompañará en las siguientes obras.

También se dedica a la música serial como en el "Trío Razón 2" Op.8 de 1983 basada en una progresión geométrica de razón dos. El uso de las matemáticas para la generación de obras la utilizará en diversas ocasiones.

A pesar de esta música experimental modernista no abandona la tonalidad en alguna de sus obras vocales de este período. "Mixturas de Michoacán" Op.34 es una obra atonal para órgano compuesta en 1987, que se encuentra en los archivos de la Catedral de Morelia.

La “Sinfonía Nº 1" (Desconcertante) Op.58 fue compuesta en 1987. Aunque se trata de una obras de carácter tonal es de tendencia pantonal. En su orquestación utiliza dos saxos, tres percusionistas, dos guitarras, piano, además de los instrumentos habituales de las orquestas sinfónicas.

Se trata de una obra de juventud compuesta en la década de 1960 y que después sufrió una serie de transformaciones. Según dice el propio compositor, es ésta mi primera obra musical que califico de Sinfonía. Sin embargo, no lo es al estilo clasicista, ni en su forma ni en sus estructuras. Es Sinfonía por cuanto que se nutre de la Orquesta Sinfónica. 

El subtítulo Desconcertante es un tanto contestatario en relación a la manida denominación concertante. Está construida en base a una muy definida línea melódica o esqueleto, que va pasando, según las entradas temáticas, por distintos instrumentos. A pesar de esto, ninguno de los instrumentos teóricamente solistas lo son en sí, sino que se integran en la atmósfera sonora que se pretende crear.

La “Sinfonía Nº 2" (Alonso Sánchez) Op.59 fue compuesta en 1988. Descatalogada por el autor, por no sentirse ahora, ni identificado con su título, ni con el contenido musical de la misma.

La “Sinfonía Nº 3" (Tecnócrates) Op.48 terminada el 25 de mayo de 1988, está compuesta  para música electroacústica, a modo de plantilla en forma de cuatro texturas sonoras, que son combinaciones de ondas crudas. Tiene una duración de unos 15 minutos.

Se estrenó el 9 de diciembre de 1992, en el Centro de Documentación Musical de Andalucía (CDMA) durante un ciclo de Conciertos Comentados de Música Electroacústica, organizado por la Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles (ACSE).

                                                                                           Ondas Sonoras

Se realizó una grabación en el desaparecido Laboratorio de Electroacústica de Música Aventura (L.E.M.A.), de la Asociación Cultural V. Ruiz Aznar.

La “Sinfonía Nº 4" (Cortezas Supraparietales) Op.51 también para música electroacústica fue terminada el 9 de octubre de 1988. Se estrenó el 20 de Abril de 1997, en la Sala de Conferencias de los Escolapios de Granada, dentro del Concierto de Clausura del Seminario Introducción al conocimiento de la Música Nueva del Siglo XX, organizado por el SETEM-Andalucía y la Asociación Cultural V. Ruiz Aznar.

Con una duración de unos 21 minutos está formada por cinco texturas sonoras a modo de plantilla. Se grabó en el desaparecido Laboratorio de Electroacústica de Música Aventura (L.E.M.A.), de la Asociación Cultural V. Ruiz Aznar. Remezclada y Remasterizada en 1992 en el Estudio de Grabación F. Romero, de Granada.

La “Sinfonía Nº 5" (El Espejito Mágico) Op.52 para música electroacústica fue acabada el 9 de enero de 1989. Se estrenó el 20 de Abril de 1997, en la Sala de Conferencias de los Escolapios de Granada, dentro del Concierto de Clausura del Seminario Introducción al conocimiento de la Música Nueva del Siglo XX, conjuntamente con la anterior sinfonía.

Con una duración de unos 21 minutos está formada por cuatro texturas sonoras a modo de plantilla. Grabada en el mismo lugar que la anterior, fue remezclada y remasterizada en 1993: en el Estudio de Grabación F. Romero, de Granada.

No poseemos ninguna referencia sobre las Sinfonías 6 y 7. No sabemos si fueron compuestas y después destruidas por el compositor.

La “Sinfonía Nº 8" (Tres Culturas) Op.60 compuesta también para música electroacústica fue terminada el 10 de abril de 1990. Se estrenó como las anteriores el 20 de Abril de 1997, en la Sala de Conferencias de los Escolapios de Granada, dentro del Concierto de Clausura del Seminario Introducción al conocimiento de la Música Nueva del Siglo XX.

Con una duración aproximada de 19 minutos está formada por ocho texturas sonoras. Se grabó en el desaparecido Laboratorio de Electroacústica de Música Aventura (L.E.M.A.), de la Asociación Cultural V. Ruiz Aznar. Remezclada y remasterizada en 1993 en el Estudio F. Romero de Granada.

"Teorema Cósmico" (Cantar las Cuarenta) Op.66 compuesta en 1990 es su obra electroacústica más larga, como dice el propio compositor, una de las más largas de la historia de la música. Está compuesta utilizando cuatro combinaciones de ondas crudas.

Con una duración de 51' 45" se estrenó en el Palau de la Música de Valencia el 16 de octubre de 1992. Reproducimos a continuación los comentarios del autor sobre la misma. Se trata de una obra de Música Sinfónico-Electroacústica en la que he utilizado, básicamente, cuatro Texturas Sonoras, resultantes de diferentes combinaciones de ondas crudas. No es una obra descriptiva, aunque por su título y por su resultado artístico, puede remitirnos a inescrutables misterios del Cosmos.

He procurado ceñirme al plan original de la obra, tanto en lo estructural como en lo formal. La estructura es el desarrollo de unas complicadas fórmulas de Trigonometría del Espacio, las famosas Fórmulas de Bessel, que ya utilicé en 1985 en mi obra para Orquesta Sinfónica titulada "Las Tres, las Siete y las Diez". 

La forma, si se quiere, está constituida por un solo y largo movimiento, que abarca toda la obra. En ella, también, he procurado que exista una coherencia integral.

Una música cuyos sonidos nos recuerdan a la música del espacio. Son vibraciones electromagnéticas que se forman por la interacción del viento solar con los planetas, satélites y anillos de nuestro sistema solar. Estos sonidos han sido grabados por la NASA mostrando que cada astro genera unas determinadas vibraciones.

La música electroacústica es una parte de la música electrónica, siendo considerada como sinfónica. Sus sonidos se obtienen de ondas crudas generadas por osciladores primarios. Las utilizadas pueden ser diente de sierra, ruido blanco, cruda triangular, cuadrada, etc. Se obtienen desde un generador primario de ondas mediante diversos cruces. Luego con un secuenciador se realiza el desarrollo matemático de la obra. En el Estudio de grabación se aplican algunos efectos. Pero la mayor parte del trabajo artístico consiste en escoger las mezclas.

Se trata también de una forma de música concreta porque ha sido previamente grabada o sea fijada mediante procedimientos analógicos o digitales.

Las Fórmulas de Bessel se usan en la trigonometría esférica, que estudia los triángulos que se forman sobre la superficie de una esfera. Son relaciones de los senos con los cosenos.

"La chica sabática del club" Op.67 compuesta en 1989 para orquesta sinfónica. Obra de música tonal se ha presentado en versiones de música ligera. Una demostración de la versatilidad de su autor.

En 1993 compone una serie de pequeñas obras de música electroacústica titulado "21 Trilemas Caribeños" inspiradas entre otros temas en el Caribe, acompañadas por una narración del propio autor con el título de "Las Aguas en el Plafón".

El compositor realiza una diferenciación entre la música de creación y la música de consumo. La música de creación demanda del oyente una gran capacidad de atención, ya que el compositor expresa sus propias vivencias y sentimientos, mientras que la música de consumo se realiza mediante fórmulas ya suficientemente digeridas por el gran público y que por lo tanto esta música comercial no exige al oyente el más mínimo esfuerzo. 

No se puede servir al mismo tiempo a un público selecto, en cuanto a cultura de la escucha y capacidad de receptividad y a la masa. Con estas afirmaciones el compositor parece distinguir claramente los tipos de público de una forma clasista.

Para poder disfrutar de estas formas de música avanzada y modernista se deben poseer una cualidades que solo poseen unos privilegiados. Por esta causa no pueden llenar amplias salas de concierto al no existir gran cantidad de estos seres preparados para su recepción. Se trata de una música elitista.

La mayoría de aficionados que llenan las salas de concierto no poseen esta preparación para poder apreciar la belleza que poseen estas obras. Son oyentes que disfrutan escuchando las formas armónicas del pasado, los ritmos y la melodía.

Debemos por ello detener el progreso, nos preguntamos. La investigación sonora debe continuar para poder evolucionando, pero muchas obras son de tipo experimental y no pueden llegar a emocionar a un público que paga para poder disfrutar de la música y se puede sentir defraudado.

Continuando la exposición de un modo personal subjetivo, creemos que existen obras que a pesar de realizar audiciones realizando el esfuerzo de abstracción necesario resulta imposible encontrar en ellas los elementos necesarios para provocarnos cualquier indicio de emoción.

La “Sinfonía Nº 9" Op.109 (Alboránida) fue compuesta entre 1994 y 2003 para orquesta sinfónica. Su orquestación incluye a toda la familia de los saxofones, Sopranino en Mi b, Soprano en Si b, Alto en Mi b, Tenor en Si b, Barítono en Mi b, Bajo en Si b y Contrabajo en Mi b, interpretados con solo dos instrumentistas. Una obra de carácter atonal con una duración aproximada de 21 minutos.

La “Sinfonía Nº 10" (Vientos de Sierra Nevada) Op.112 fue compuesta en pocos días en el mes de marzo de 1995. Se estrenó el 28 de febrero de 2001 en el Gran Teatro de Córdoba, interpretada por la Orquesta de Córdoba dirigida por Leo Brouwer. Anteriormente en 1998, había sido grabada en un Disco CD, por los mismos intérpretes. Una producción de la Fundación para la Música Contemporánea de Barcelona y la Fundación Autor de la SGAE.

Se trata de una breve obra escrita en un solo movimiento. De carácter atonal en forma de un poema sinfónico abstracto sin poseer un carácter descriptivo. A pesar de haber tenido una buena acogida por la crítica especializada, no se trata de una obra fácil para el público. Añadimos a continuación los comentarios escritos por el propio compositor.

Está inspirada en el paisaje que contemplo desde mi ventana: parte de la Vega de Granada, el Zaidín y, al fondo, Sierra Nevada. Los vientos que desde ella bajan me sugieren los tonos difusos de una pintura sonora que, en la obra, se traducen en distintos juegos instrumentales, aderezados con alguna gota de humor. 

No se trata, sin embargo, de una obra descriptiva, en el estricto sentido del término, sino que la obra emana de mi interior como resultado de una sentida interpretación del mencionado paisaje, que me es, por otra parte, absolutamente familiar. 

Esta obra es una Sinfonía, pero no, según la concepción clasicista. Constituye una sucesiva proposición de microuniversos sonoros, en los que se combinan diferentes familias de instrumentos; y, a veces, sin echar mano de las habituales combinaciones instrumentales.

La “Sinfonía Nº 11"  Op.121 fue terminada en el mes de marzo de 1996, para orquesta sinfónica. Obra de carácter tonal con una duración aproximada de unos 22 minutos, compuesta a instancias de una determinada entidad, que después se desentendió de la misma.

En la actualidad se encuentra en estado de barbecho, según el compositor, a la espera de reconsiderar su contenido, dado que el primigenio dejó de tener sentido-objeto.

La “Sinfonía Nº 12" (Granada o el Bien sobre la Belleza)  Op.157 fue terminada el 5 de febrero de 1997. Escrita para Orquesta Sinfónica con carácter atonal pero dentro de la tonalidad en alguna sección de su parte central. Tiene una duración aproximada de unos 31 minutos. Añadimos seguidamente unos comentarios de su autor.

Esta obra no es una sinfonía en el sentido clasicista del término (¡faltaría más, a estas alturas...!). sino que, en su forma, trata de buscar una estética propia de finales del Siglo XX. Por ello, la forma está tratada libremente. Así como la estructura y la organización de todos sus elementos, de manera NO Tonal. Y porque así lo demanda el discurso de la propia obra, hay, en la misma, transiciones hacia la Tonalidad; sobre todo, en el centro de la obra. 

La obra está dedicada a la ciudad de Granada (España), en la que nací, sólo, a poco más de 100 metros del centro de la ciudad: en el corazón del Barrio de Fígares. Granada (ciudad cantada por su belleza) es, para mí, o así lo espero, antes que bella, BUENA.

Con esta obra, pretendo, con toda la humildad de que soy capaz (o sea: poca), deshacer la dicotomía que establecían los griegos clásicos para distinguir "LO BELLO" de "LO BUENO", desde el punto de vista ético; pero sin negar ninguno de estos dos atributos a mi querida ciudad natal. Y recalcando que mi visión particular hace que me incline (mucho más) hacia los aspectos de bondad que esta ciudad tiene (o pueda tener), sobre los que conciernen a su belleza.

La obra, también, está dedicada a mis padres: Manuel Gualda Hidalgo y María Ascensión Jiménez García, quienes, en vida, no pudieron asistir al estreno de ninguna de mis obras para Orquesta Sinfónica en mi propia ciudad natal, a pesar de mis esfuerzos por complacerles, en este sentido.

La partitura de esta obra ha sido entregada, por el autor, a distintas autoridades granadinas (Ayuntamiento, Caja de Granada, Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Centro de Documentación Musical de Andalucía (ubicado en Granada), desde 1997, así como que ha sido propuesta, por el autor, para su estreno en Granada, a la Junta de Andalucía (Consejería de Cultura).

También enviada su partitura a la Orquesta Ciudad de Granada, a la Fundación "Caja-Granada" al Director del Festival Internacional de Música y Danza de Granada y otras Entidades granadinas o andaluzas.

Todo ello, sin el menor éxito (al 1 de Octubre del año 2005), a pesar de que se trata, más que probablemente, de la obra sinfónica más compleja jamás compuesta por compositor sinfónico granadino alguno, a lo largo y ancho del Siglo XX. (O, quizás, .../...).

En 1998 realiza una serie de música de cámara titulada "Mis barrios de Granada" empleando música tonal. "Granada, barrio de Fígares" Op.172 o "Parque del Genil" Op.173 forman parte de dicha serie que ha sido grabada en disco.

La “Sinfonía Nº 13"  Op.169 fue compuesta en 1998 y todavía en 2017 se encuentra en estado de revisión.

Solamente se ha citado una pequeña parte de su extenso catálogo de obras. Cuenta con obras para orquesta sinfónica, música de cámara para múltiples combinaciones instrumentales, música para instrumentos solistas, música coral, música electroacústica, música concreta, minimalista, etc.

Es un compositor muy ecléctico, abarcando un amplio abanico estético, estructural y formal, tanto dentro de la Música No Tonal, como en la tradicional Tonal, en este último caso, suele imprimir a su música cierta dificultad interpretativa, a fin de que el virtuosismo juegue el papel de factor diferencial.

Compositor polifacético con un acentuado sentido del humor, como el presentado el 5 de enero de 1996 en el programa de Narciso Ibañez Serrador, El Semáforo, en que se llevó el Premio cantando una canción de tinte satírico.

Trabaja además de compositor musical, en el campo de la pintura, la poesía y otras formas artísticas. Suele relacionar su música con sus pinturas, poemas, etc. Por ello es frecuente encontrar una obra, con el mismo título y sentido, expresada pictóricamente, literariamente y musicalmente. Lo que le llevaría a participar en el II Congreso Internacional de Sinestesia, que consiste en la percepción de una misma sensación a través de dos sentidos diferentes, celebrado en el Palacio de Congresos de Granada en 2007.