Charles Hubert Parry (1848-1918) nació en Bournemouth, el 27 de febrero de 1848. Estudió música en Eton y luego en el Exeter College de Oxford. Se dedicó a la composición de pequeñas obras y música de cámara, hasta que en el año 1873 empezó a estudiar con el famoso pedagogo y pianista Edward Danreuther en Londres. Así conoció la nueva música de Wagner y Brahms.
En el año 1877 conoce personalmente a Wagner, al ser interpretada su “Tetralogía” en Londres.
La “Sinfonía Nº 1 en sol mayor” fue empezada en diciembre de 1880 y le ocupó gran parte del año 1881. El año anterior había escuchado la primera de Brahms. A pesar de que sentía afinidad hacia Wagner y su contrario Brahms, su influencia más notable se debe a Schumann. Se estrenó el 31 de agosto de 1881 durante el Festival de Birmingham, dirigida por Hans Richter, alcanzando un notable éxito. Una segunda audición tuvo lugar en el Cristal Palace de Londres dirigida por August Manns en el mes de abril de 1883.
La obra la dedicó a su esposa Lady Maude, con la que se había casado en 1872. Esta sinfonía no fue nunca retocada por Parry y acaso por ello permaneció sin ser editada ni interpretada durante mas de un siglo. Matthias Bamert recogió el material de orquesta empleado en su estreno y guardado por la familia del compositor y la pudo presentar nuevamente en el año 1991 interpretada por la Filarmónica de Londres.
El primer movimiento, con fuoco, empieza presentando el primer tema, amplio y exuberante que denota la influencia de Schumann. Luego adopta formas más personales, más británicas. El segundo tema es poco contrastado. El desarrollo es elaborado, terminando de modo solemne.
El segundo movimiento, andante, adopta el estilo de los clásicos pero con una orquestación casi wagneriana. El ambiente es bucólico pero con instantes de expresividad íntima. Un estilo que se impondrá en la música inglesa de la próxima generación.
Sigue el scherzo que lleva la anotación de presto. El movimiento es animado siguiendo un estilo recordando a Dvorak. El trio contrastante es mas personal, con citaciones de los movimientos anteriores.
Termina con un allegretto, molto vivace, con un vigoroso primer tema. Contrasta con el amplio segundo tema, claramente británico. Después de la recapitulación se llega a una amplia y brillante coda.
El 21 de junio de 1882 Parry asiste en Bayreuth a las primeras representaciones del “Parsifal” de Wagner, recibiendo una profunda impresión. Concluyó que se había llegado al punto mas alto en una obra de arte. Junto con el pianista Dannreuther fueron invitados a una solemne recepción.
A su regreso a Inglaterra continuó en el campo de la docencia y ayudó a Sir George Grove, el famoso editor del Gran Diccionario de la Música, en la redacción de diversas partes.
La “Sinfonía Nº 2 en fa mayor” (The Cambridge) fue empezada en el otoño de 1882. Después de una trabajosa construcción la terminó a finales de abril de 1883. Se estrenó en el mes de junio del mismo año interpretada por la Cambridge Musical Society dirigida por Stanford. El público y la crítica la acogieron bien, pero a pesar de ello fue sometida a una amplia revisión cuatro años mas tarde. Esta nueva versión, con nueva escritura tanto del primero como del último movimiento, fue estrenada el 6 de junio de 1887 en Londres, dirigida esta vez por Hans Richter. La sinfonía se editó en el año 1906 y llegó a ser una de las obras preferidas de su autor. Pero después de la Primera Guerra Mundial la obra cayó en el olvido.
El subtítulo de Cambridge no tiene ninguna relación con su contenido. Se la denominó así por haberse estrenado en dicha ciudad. La Universidad de Cambridge no se encargó tampoco de promocionar la obra. El gran defensor de Parry fue Stanford.
El primer movimiento allegro moderato posee una sección introductoria andante sostenuto. Después de esta primera parte algo misteriosa, aparece el tema principal del movimiento, con ligeras influencias de Mendelssohn, que luego son más personalizadas en una sección que se anticipa a la música de Elgar. El segundo tema es más dulce y se emplea en el enérgico desarrollo. Sigue la reexposición terminando con una tranquila coda.
El segundo movimiento scherzo posee un tema enérgico con un aire deliciosamente juguetón. El trio es más calmado y de aire continental. De nuevo regresan los juegos del scherzo terminando con una coda llena de contraste.
El tercer movimiento es el más romántico de la obra. Consiste en un andante, con un amplio y noblemente lírico tema principal. Crece con gran intensidad antes de llegar a la parte intermedia de cálido lirismo con influencias wagnerianas, pero que Parry trata con su propio idioma británico. Termina con una coda suave, apagándose la música.
El último movimiento allegro vivace tiene la forma de un rondó. Los temas se van alternando a la vez que se desarrollan. Se puede observar la influencia ejercida por Brahms, pero simultáneamente por Wagner. Parry parece querer unir las partes enfrentadas. Termina con una peculiar y enérgica coda.
La “Sinfonía Nº 3 en do mayor” (The English) fue escrita durante el año 1888 y principios del 1889, alternando su composición con la de la cuarta Sinfonía. Se estrenó el 23 de mayo de 1889 por la Sociedad Filarmónica de Londres dirigida por el propio compositor. El éxito fue muy notable, convirtiéndose en la sinfonía inglesa más interpretada en los próximos veinte años.
El desarrollo de la obra es clásico, pero empleando temas con un carácter realmente inglés, deseando el propio compositor escribir una obra inglesa, que tuviera un carácter propio, como la renana de Schumann o la italiana de Mendelssohn. La orquestación emplea la instrumentación habitual, añadiendo mas tarde un par de trombones.
El primer movimiento es un allegro energico. El primer tema es amplio, con un distintivo sello británico. El segundo tema es más melódico. Sigue un desarrollo clásico, terminando con una breve coda.
El segundo movimiento andante sostenuto es de carácter melancólico, como se desprende del tema principal entonado por los oboes. El siguiente tema es más apasionado, interpretado por las cuerdas separadas. Todo el movimiento respira una atmósfera brahmsiana, pudiendo considerar a Parry como el Brahms inglés.
Sigue un allegro molto scherzoso que como indica su título adopta la forma de un scherzo. El tema es rítmico con cierto carácter de danza. El trio es más reposado con intervenciones de la madera.
El movimiento final, moderato, emplea la forma de tema y variaciones. El tema adopta la clásica solemnidad inglesa. Este carácter se irá acentuando a lo largo de la serie de variaciones a las que el tema se va sometiendo.
La “Sinfonía Nº 4 en mi menor” fue escrita simultáneamente con la tercera, estrenándose el 1 de julio de 1889 bajo la dirección de Hans Richter, a quién había sido dedicada. Parry no se encuentra satisfecho con su obra y pese a la insistencia de Richter se niega a escribir una nueva sinfonía. En el año 1910 se prepara un concierto en el Royal College, asistiendo la Reina Alexandra. Se interpretará de nuevo la sinfonía, pero Parry decide modificarla totalmente. Añade un nuevo scherzo y revisa la estructura e instrumentación del resto de movimientos. Pero esta obra, luego permaneció en el olvido, hasta su primera grabación en el año 1990 por la Orquesta Filarmónica de Londres dirigida por Matthias Bamert.
El primer movimiento con fuoco, presenta un impetuoso tema principal. Parry era un gran aficionado a los deportes náuticos y quiere expresar en este movimiento un paisaje marino, sombrío y amenazante. El segundo tema es soñador. Cuando el movimiento parece terminar con una coda donde se mezclan los temas, el carácter cambia de repente, terminando con una soñadora página representando el sol de la tarde atravesando las nubes.
El segundo movimiento molto adagio continúa la atmósfera que se ha conseguido en el final del anterior. Escrito en forma sonata, sus temas son elegíacos. Como es habitual en las sinfonías de Parry, los movimientos lentos son intensamente líricos.
El carácter elegíaco se transforma en una danza vivaz en el tercer movimiento allegretto, que corresponde al scherzo de la obra. El trio confiado al viento tiene un cierto aire barroco. Luego se reanuda la danza terminando con una breve coda.
Termina con un movimiento titulado spiritoso, en el que vuelve el ambiente marino del primero. Un segundo tema lírico es desarrollado intensamente conduciendo la obra hacia un efusivo final.
En 1894 Parry es nombrado director del Royal College of Music. Entre sus alumnos encontraremos a Ralph Vaughan Williams, Gustav Holst, George Butterworh y Herbert Howells. Además a partir de 1898 da clases como Profesor de Música en Oxford.
En 1908 tuvo problemas de salud por exceso de trabajo. Necesitó dejar sus clases en Oxford y luego pasar un periodo de descanso en Sicilia. Una vez recuperado emprendió la composición de una parte importante de su obra.
La “Sinfonía Nº 5 en si menor” fue escrita para la celebración del centenario de la Royal Philharmonic Society y estrenada el 5 de diciembre de 1912 en el Queen’s Hall, bajo la dirección de su compositor.
Es una obra de carácter cíclico, con sus cuatro movimientos enlazados, como si se tratara de una Fantasía Sinfónica. Representa la lucha del hombre frente a la tragedia de la vida. Los distintos movimientos presentan temas recurrentes, pero en su estructura puede adivinarse el formato de una sinfonía.
El primer movimiento stress, quiere expresar una insurrección contra la tragedia de la vida. El primer tema es trágico, contrastando con el lirismo del segundo. El segundo movimiento love, enlaza sin interrupción con el anterior. Nos sugiere el amor entre los humanos, con sus preguntas y respuestas, contradiciendo la verdadera esperanza de conciliación. El tema principal, como es habitual en Parry, posee un cálido lirismo.
El scherzo se titula, como no podía ser de otra manera play, mostrando el instinto inextinguible del hombre para el juego y la diversión. El trio, más calmado, posee un dulce ritmo. La reanudación del scherzo enlaza con el último movimiento, now.
El seductor primer tema, iniciado por el violín, representa la esperanza que más tarde se convierte en tragedia. La música se convierte en más dramática. Finalmente la escena se ilumina con la luz del amor, convirtiéndose en la señal de la esperanza. Reaparece el tema del amor, que nos conducirá a la coda con un esperanzador acorde.
Parry continuó sus clases en el Royal College of Music hasta su muerte, que ocurrió en Rustington, Sussex, el 7 de octubre de 1918.