Pietro Floridia (1860-1932) nació en Modica, en la provincia de Ragusa, en el sur de Sicilia, el 5 de mayo de 1860. Su gran afición al piano aconsejó a sus padres inscribirlo en uno de los institutos musicales más famosos de su tiempo, el Conservatorio de S. Pietro de Majella en Nápoles. A sus 19 años obtiene el diploma y en 1882 logra hacer representar su primera ópera “Carlotta Clepier”, obteniendo un buen éxito.
Consigue una sólida reputación como concertista de piano y director de orquesta. En el año 1885 realiza una gira por varios países y en 1888 se le asigna la cátedra de piano del Conservatorio Regio di Palermo.
La “Sinfonía en re menor” fue compuesta en 1888, con el deseo de presentarla al concurso abierto por la Società del Quartetto di Milano. Antes de enviarla, la mostró a Hans von Bülow, al que le unía una gran amistad y en aquel año se encontraba en Palermo. La opinión del gran director fue que se trataba de una buena Sinfonía. Frente a otras 15 obras ganó el concurso por mérito propio.
Escrita para gran orquesta, utiliza cuatro trompas, tres trombones y una tuba, pudiéndose inscribir entre las grandes sinfonías románticas de finales de siglo.
El primer movimiento introduzione e allegro, empieza con un motivo triste entonado por violoncelos y violas. El allegro se compone de un tema heroico y otro lírico. Un tema en zig-zag constituye el elemento heroico de este movimiento escrito en la clásica forma sonata. El tema contrastante lírico contiene apasionadas frases. El desarrollo se basa en los tres elementos, con fanfarrias de los metales al estilo de Bruckner. Un crescendo empieza la recapitulación, interpretando de modo espectacular el tema heroico seguido por el tema lírico, acabando con un triste recuerdo de la introducción antes de la conclusiva coda
El scherzo empieza con un motivo de tres notas en staccato interpretadas por la cuerda y maderas de modo reiterativo que conducen a un clímax en forma de danza. Un melódico trío separa las dos partes del scherzo. El tratamiento del material está inspirado como se ha dicho en las técnicas de Bruckner.
El tercer movimiento andante sostenuto presenta el tema principal interpretado por los metales sobre el fondo de las maderas. Un movimiento de carácter postwagneriano con una gran fuerza lírica. Se presenta un tema melancólico en los registros graves interpretado por violoncelos y fagots. El segundo motivo es más consolador, en forma de notas ascendentes. Un tercer motivo de cuatro notas nos aporta un sentimiento de beatitud. La música aumenta en expresividad hasta alcanzar el clímax. La parte final, en diminuendo, es introducida por un solo del violín, repitiendo el motivo principal como una despedida a la vida.
Termina con un allegro festoso ma moderato de un talante más alegre. Un tema rítmico con motivos de fanfarria. Un interesante diálogo se establece entre el piccolo y el resto de instrumentos, sobre un motivo de danza. Separado por un intermedio más dramático, un segundo tema de carácter lírico, realiza la función contrastante. Finaliza con una alegre interpretación del tema principal, de una forma que nos recuerda a la séptima de Beethoven.
La sinfonía está dedicada a la suiza Lina Bickel, con la cual se casará el 24 de febrero de 1890. Se estrenó con éxito en los Concerti Classici de Montecarlo y Berlín en 1899, bajo la dirección del maestro G. Armani. Pero la obra no será interpretada en Italia hasta muchos años después, en 1902 en Turín.
En el año 1895 estrena con éxito su ópera “Maruzza” en Venecia. Floridia empieza a ser conocido internacionalmente, de tal modo que en 1905 es elegido para representar a Italia en la inauguración de la Tonhalle de Zurich. Del resto de naciones fueron elegidos Richard Strauss por Alemania, Elgar por Inglaterra, Vincent d’Indy por Francia y Glazunov por Rusia. Pero Floridia nunca asistió a estos conciertos. No se sabe cuál fue la razón para marchar a los Estados Unidos con un contrato de profesor de canto del Cincinnati College of Music.
En Cincinnati, la orquesta local dirigida por el propio compositor interpretó su “Sinfonía en re menor”, que pronto entró en el repertorio de otras orquestas americanas. Por motivos de salud se trasladó a New York en 1908. Allí se dedicó a la enseñanza, a la dirección orquestal y a componer una serie de óperas en lengua inglesa. Murió el 16 de agosto de 1932 después de una fracasada operación en el Harkness Presbiterian Hospital, en una época en que estaba totalmente olvidado. En el año 1984 se abrió un Centro Studi Pietro Floridia en Modica, para realizar el estudio de sus obras, especialmente las desconocidas de su período americano.