4 – Nielsen
Considerado como el renovador de la música danesa, Nielsen fue esencialmente un compositor sinfónico. En sus comienzos está conectado con el posromanticismo, pero pronto aporta sus propias ideas personales, incluyendo en sus formas contrapuntísticas construcciones atonales y politonales. Su empleo de la tonalidad en un sentido amplio lo lleva hacia la llamada tonalidad expandida, en la cual la música parece no centrarse en una tonalidad definida. Es un paso hacia el modernismo, sin abandonar la tonalidad.
Carl Nielsen (1865-1931) nació en Sortelung, una aldea de la isla de Fyn, cerca de Nørre Lyndelse, a unos 30 km al sur de Odense en Dinamarca, el 9 de junio de 1865. De origen humilde, su padre era pintor, pero con aficiones musicales. Pronto siguió a su progenitor en sus aficiones de violinista, aprendiendo de él y de un maestro local. Al mejorar sus condiciones de vida se trasladaron a una nueva casa en Nørre Lyndelse, actualmente convertida en museo. Su padre le sugirió que se dedicara a los instrumentos de viento, empezando su carrera de músico a los catorce años, como músico militar en Odense tocando la trompeta.
El talento del muchacho consiguió que fondos privados le pagaran un viaje a Copenhague en el mes de mayo de 1883, para poder completar su formación musical. Presentado al compositor Niels Gade, famoso entonces en toda Europa, Nielsen le mostró el cuarteto de cuerda que había compuesto. Gade le recomendó ingresar en el Conservatorio de Música de Copenhague, cosa que realizó en diciembre de 1883 después de superar las pruebas de ingreso.
Financiado por empresarios de Odense, Nielsen pudo estudiar en el Conservatorio durante tres años, desde 1884 a 1886. Se especializó en el violín y empezó a componer con seriedad. Su primera obra interpretada en los jardines del Tivoli fue su “Suite para cuerdas” Op.1, FS 6, en el mes de septiembre de 1888, con elogios de la crítica.
Muchas de las obras de Nielsen no poseen número de opus. Además no están en orden cronológico, sino en el de su publicación. Dan Fog y Torben Schousboe realizaron una clasificación cronológica de su obra dándole a cada una de ellas un número correlativo, anteponiendo las letras FS. Así por ejemplo el “Cuarteto Nº 1 en sol menor” Op.13 terminado en 1888 sería el FS 4.
En 1889 consiguió un contrato como segundo violín, en la Orquesta del Teatro Real de Copenhague. Escribe su primera obra orquestal “Rapsodia Sinfónica en fa mayor” FS 7, empezada en 1888 como una sinfonía, pero que quedo reducida en un único allegro, una obra que no publicó. Al siguiente año recibió una beca para estudiar en Alemania. En la primavera de 1891, de Berlín se trasladó a París, donde conoció a la escultora danesa Anne Marie Brodersen, dos años mayor que Nielsen. El 10 de abril se casaron en Florencia, viviendo unidos hasta su muerte, a pesar de múltiples separaciones ocasionadas muchas veces por sus trabajos artísticos y su fuerte personalidad. Pronto nacería su hija Irmelin, a la que dedicó la canción “Rosa de Irmelin” Op.4 nº5.
La “Sinfonía Nº 1 en sol menor” Op.7 fue empezada en Berlín en 1890 y terminada en 1892. Como es natural la dedicó a su esposa Anne Marie que había seguido su génesis. Se estrenó en 1894 en Copenhague con la Orquesta Real dirigida por Johan Svendsen, con el compositor en su sitio entre los segundos violines. Tuvo que levantarse al final de la interpretación para agradecer los generosos aplausos que le tributó el público.
El primer movimiento allegro orgoglioso, inaugura los calificativos que más adelante atribuirá a sus movimientos. Desde el primer motivo nos encontramos con un aire nuevo. Aunque es una obra tonal siguiendo la tradición germánica, con una armonía post-romántica, nos revela su personal idiosincrasia, su nuevo modo de ver las cosas. Su tratamiento especial de la tonalidad se intuye, lo que más tarde le llevará a la tonalidad progresiva.
El primer tema es atrevido y con variantes cromáticas. En parte está influenciado por el conocimiento de la música folclórica danesa. La flauta y el oboe proporcionan el material para el segundo tema, una melodía expresiva instrumentada solo para viento. La exposición se repite para dar más fuerza expresiva. Sigue el desarrollo que lleva al clímax del movimiento. Configurado de modo clásico, termina con la reexposición y una coda basada en el tema inicial.
El segundo movimiento, andante, es de carácter pastoral, con una serena melodía que aumenta en intensidad en la parte central del movimiento, para luego volver a la serenidad de su principio. Una página con un fuerte acento lírico nórdico.
El tercer movimiento, allegro comodo, corresponde al scherzo de la obra. Dos temas forman la primera parte. Un tema sinuoso y otro más tierno. El trío está confiado al metal en forma de coral. Luego vuelve a repetirse el scherzo, pero el coral interpretado por el metal retorna antes de terminar el movimiento.
Termina con un allegro con fuoco de ímpetu irresistible. Con una estructura similar al primer movimiento en forma sonata, fácil de seguir, dos temas se contraponen, el primero caballeresco y un segundo con un cierto sabor oriental. La exposición se repite y el desarrollo central empieza con suavidad para llegar al clímax del movimiento. Luego retorna al material del principio en la recapitulación y acaba de modo triunfal.
En 1893 nace su hija Anne Marie que se convertiría en una importante pintora. Su hijo pequeño, Hans Børge nace en 1895. Nielsen vivía unos años felices y esto lo expresó en su cantata “Hymnus Amoris” Op.12, escrita entre 1896 y 1897, dedicada a su esposa. En esta época empezó su primera ópera “Saul og David” FS 25, terminada en 1901 y estrenada en 1902.
La “Sinfonía Nº 2” Op.16 (Los cuatro temperamentos) fue empezada en 1901 después de finalizar su ópera y terminada en 1902. Se estrenó en diciembre de 1902 dirigida por el propio Nielsen. Está dedicada a Busoni quién la presentó en Berlín en 1903. Está escrita con el principio de la tonalidad progresiva, la cual va cambiando a lo largo de la obra, acabando en una tonalidad diferente de la del principio. Por ello las sinfonías ya no llevan su tonalidad en el título. En algunos momentos esta tonalidad inestable puede llevar hacia la atonalidad.
El subtítulo de la obra dado por Nielsen procede de una serie de retratos que había visto en una taberna de un pueblo de Zealand. Quiere representar a los cuatro temperamentos que se presentan en el hombre. Está orquestada para tres flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales y la cuerda habitual.
El primer movimiento, allegro collerico, representa al temperamento colérico. El cuadro que le inspiró mostraba un hombre a caballo blandiendo una espada enloquecido por la furia. Escrito en forma sonata presenta un primer tema agresivo con gran fuerza, apareciendo luego el segundo menos definido. Después de un dramático desarrollo expuesto brillantemente, termina con la recapitulación.
El segundo movimiento, allegro comodo e flemmatico, contrasta con el anterior. Representa el carácter flemático. Según Nielsen dibuja a un muchacho que tendría unos diecisiete años inusitadamente adorable. Pero totalmente apático. Sus maestros no eran capaces de que aprendiera sus lecciones. Sus inclinaciones le llevaban a contemplar la naturaleza de un modo idílico lleno de bondad. Con una serena melancolía pero totalmente inactivo. Nunca lo vi bailar, por ello adapto el sosegado ritmo lento de un vals, para representar a un ser alejado de toda energía. La música nos presenta un vals lento que se desliza perezosamente, con cierto sabor melancólico. Nos presenta una belleza de modo contemplativo.
El tercer movimiento, andante malinconico, está escrito en la forma ternaria de lied. Representa el carácter melancólico, un hombre lleno de tristeza. La música expresa magníficamente el temperamento mediante frases lánguidas que luego se vuelven atormentadas, llenas de pesimista expresión. La parte central es más estática y reflexiva. Finalmente se presenta el melancólico tema principal, interpretado por toda la orquesta, regresando a la primera parte.
El último movimiento, allegro sanguineo, está escrito en forma de un rondó bastante informal. Presenta a un hombre irreflexivo y jovial. Un hombre al que el mundo le pertenece y lo logra todo sin esfuerzo. En un instante algo le sobresalta, pero pronto se olvida de ello y su naturaleza jovial, superficial, lo mantiene seguro de sí mismo.
La música de manera alegre nos presenta este carácter de una forma impetuosa, hasta que es interrumpida por fuertes golpes de los timbales, dando paso a una sección reflexiva, que muestra los problemas encontrados, pero pronto se recupera, volviendo la música con su ímpetu, mostrando que el personaje se ha vuelto más maduro y seguro de sí mismo.
En 1903 Nielsen y su mujer Anne Marie pudieron tomarse unas vacaciones en Grecia. Anne Marie había ganado una beca para estudiar la escultura griega. Fue una de las primeras escultoras que tuvo la posibilidad de realizar copias de los relieves y estatuas del Museo de la Acrópolis. Mientras su mujer se entretenía en las esculturas, Nielsen tenía acceso a una sala con piano del conservatorio de Atenas, el Odeion. El 23 de abril de 1903 terminó allí su “Obertura Helios” Op.17.
Nielsen continúa tocando como segundo violín en la Orquesta Real y tiene poco tiempo para dedicarse a la composición. “Siempre que tengo una idea tengo que acudir a los ensayos”. En 1904 empieza una obra más ambiciosa, su segunda ópera “Maskarade”.
Para poder terminarla, en la primavera de 1905 pide la dimisión de su puesto en la orquesta. La ópera se estrena en el Teatro Real en el mes de noviembre de 1906 con gran éxito. Su obertura se convierte en una pieza popular de las orquestas danesas. Después del estreno le ofrecen un puesto como director permanente de la Orquesta del Teatro para la siguiente temporada, un cargo que no le produjo demasiadas satisfacciones, del cual dimitió en 1914.
Escribe música coral y para la escena En 1908 termina su poema sinfónico “Saga-drom” Op.39, comparable a los de Sibelius. Su puesto de director del Teatro Nacional le ayuda a estrenar su nueva sinfonía.
La “Sinfonía Nº 3” Op.27 (Sinfonía Expansiva) fue compuesta entre 1910 y 1911.Se estrenó el 28 de febrero de 1912 en el Teatro Real de Copenhague, interpretada por la Orquesta Real Danesa dirigida por el propio autor. Dos meses más tarde se presentó en Ámsterdam con la Orquesta del Concertgebouw con gran éxito.
El primer movimiento, allegro espansivo, empieza con gran energía mediante acordes de la orquesta y un tutti en acellerando, que presenta el primer tema de aspecto noble. Un decrescendo nos conduce a la segunda unidad temática, con intervención de la madera. Sigue un desarrollo más complejo y variado que en sus primeras sinfonías. Contiene reminiscencias de la música de los valses que escuchaba Nielsen cuando era pequeño.
El carácter expansivo se refiere a los cambios de tonalidad, que hacen que la obra no se centre en un tono determinado, pasando de una a otra tonalidad de un modo evolutivo. Nielsen consigue una obra con más fuerza rítmica que en sus anteriores sinfonías, empleando un modo más directo de comunicación con su público. Una breve recapitulación termina el movimiento.
El segundo movimiento, andante pastorale, empieza de forma lenta y serena. Una música idílica con ligerísimas nubes de tensión. En la parte final intervienen un tenor primero y luego una soprano, vocalizando una “a”, de modo alargado y modulado, convirtiendo a la voz humana en un timbre adicional al de la orquesta, lo cual produce un peculiar efecto a la música.
El tercer movimiento, allegretto un poco, es el scherzo de la obra. Contiene música escrita para viento de un modo luminoso, en un estilo propio de Nielsen. El trío con intervención de la madera actúa de forma contrastante con cierto carácter bucólico. Luego continua con el scherzo con su vitalidad rítmica. En la parte final se regresa al trío para terminar dulcemente.
Acaba con un allegro, escrito en forma sonata. El primer tema, amplio y sencillo, contrasta adecuadamente con el segundo, mas juguetón. Los temas se combinan durante el desarrollo con secciones contrapuntísticas, repitiendo solemnemente el tema principal en la recapitulación.
En 1911, recién terminada su tercera sinfonía, Nielsen fue invitado por la viuda de Grieg, Nina, a pasar parte del verano en su casa de Troldhaugen, cerca de Bergen. Allí en la pequeña casita de trabajo de Grieg, junto al lago, empezó el “Concierto para violín” Op.33, escrito para el violinista danés Peder Møller, que después de su estancia en París había regresado a Dinamarca como miembro de la Orquesta Real Danesa. El 13 de diciembre de 1911 Nielsen termina su concierto, que se estrenó conjuntamente con su sinfonía, el 28 de febrero de 1912 dirigido por el propio compositor y con Peder Møller como violín solista.
Después de la dimisión de su trabajo en el Teatro Real, Nielsen tomó el cargo de director de la Musikforeningen (Sociedad Musical) de Copenhague. Esta institución había sido fundada en 1836 y Gade había sido su director de 1850 a 1890. Desde 1915 Nielsen dirigía de tres a seis conciertos cada invierno. Con esta sociedad estrenó su siguiente sinfonía.
En 1915 la familia de Nielsen se traslada a una residencia en el centro de Copenhague, allí trabaja en su nueva sinfonía.
La “Sinfonía Nº 4” Op.29 (Det uudslukkelige) (La Inextinguible) fue empezada en 1914, siendo concluida a principios de 1916. El lema de la obra era, “La Música es vida y, como ella, inextinguible”. Se estrenó en la 80ª temporada de conciertos de la Musikforeningen, el 1 de febrero de 1916, junto a obras de Kunzen, Hartmann y Gade.
Está dividida en cuatro movimientos integrados o sea que se interpretan sin interrupción, con interrelación entre ellos. El primer movimiento, allegro, empieza con un terrible estallido de energía, presentando el primer grupo temático, que confirma al movimiento como un grito de protesta contra la barbaridad del mundo. Recordemos que Nielsen escribió la obra durante la Primera Guerra Mundial. Aunque Dinamarca no estuvo implicada en la misma, la infatigable matanza tuvo sus efectos sobre el compositor y lo quiso reflejar en su obra.
Después de tranquilizarse la música, aparece un segundo tema interpretado por los clarinetes, acompañados en un principio por los fagots y violas. Este tema se expande hasta que el ataque de la orquesta intenta frenarlo. A pesar de que el clarinete intenta reintroducir el tema queda cortado por la orquesta. Una música impulsiva intenta mezclar ambos temas hasta que los metales toman la dirección, interpretando impresionantemente el segundo tema. Un diminuendo señala el final de la exposición.
El desarrollo empieza de forma sosegada, con intervenciones de las violas mediante una pauta de notas repetidas. Los violoncelos y contrabajos van levantando la tonalidad, semitono a semitono hasta que los violines enfurecen, arrastrando a toda la orquesta a un estallido de furia. Una brutal confusión aparece en la orquesta. Pronto vuelve a surgir el orden, hasta que aparece una sección de afable calma, delicadamente iluminada con terceras en las maderas que fluyen como la corriente de un rio.
De pronto se inicia un brusco crescendo, empezando la reexposición en forma resumida con su primer tema. Las trompas inician dos veces el segundo tema, que luego es tomado por los violines, conduciendo a un diminuendo en el que se desvanece el movimiento. Queda únicamente un débil redoble de timbal y los violines en sordina, en un pasaje de unión con el segundo movimiento, con el cual enlaza sin pausa.
El segundo movimiento, poco allegretto, cambia el talante de la obra. Un movimiento pastoral que refleja la campiña danesa, en forma de intermezzo. Música que muestra el estilo propio de Nielsen al tratar formas sencillas con un arcaico encanto, interpretadas especialmente por las maderas. El tema es repetido en diversas variaciones y tonalidades. En la tercera con los violines en pizzicato. La parte final se va desvaneciendo para enlazar con el siguiente movimiento.
El poco adagio quasi andante está dominado por la cuerda. Los violines presentan el tema principal, acompañados sobriamente por los timbales. La cuerda toma el tema de un modo casi camerístico. Un ambiente soñador que se va relajando, hasta que una llamada de la madera parece despertarlo. El nuevo tema coge energía especialmente al ser tomado por trompas y trombones que lo dirigen hacia un clímax, pero al contrario de los románticos el clímax es sobrio sin emplear ningún tema. Después del clímax llega un diminuendo con una especie de reexposición poética de los elementos anteriores, que enlazan con el movimiento final.
Termina con un allegro que empieza con gran energía. En este movimiento Nielsen utiliza dos pares de timbales, colocados en lugares opuestos de la orquesta, para generar atronadoras descargas de energía. El tema principal es presentado por toda la orquesta, hasta que es interrumpido por fuertes disonancias. Los dos pares de timbales presentan un fuerte ataque, mientras que el tema intenta reafirmarse.
Cuando la música parece tranquilizarse, aparecen nuevos fuertes golpes anárquicos de los timbales, que conducen hacia un triunfante clímax. Con el diminuendo final llega un pasaje de suspense y cambios de tensión. Flautas y clarinetes presentan el tema principal del primer movimiento. Los timbales martillean un acorde mientras trompas y trompetas marcan la nota final.
Las fuerzas opuestas han sido finalmente vencidas, proclamando que la música igualmente como la vida es inextinguible. Esta reflexión estaba presentada por Nielsen, en unos momentos que en Europa llevaban a la desesperación.
En 1916 Nielsen formó parte de la plantilla del Conservatorio Real Danés, del que llegó a ser su presidente en 1931, un año antes de su muerte.
Nielsen tiene gran relación con la Orquesta Sinfónica de Göteborg en Suecia. Wilhelm Stenhammar era su director titular y Nielsen colaboraba muchas veces con la orquesta. Parte de su sinfonía fue compuesta en Göteborg, en su tiempo libre entre los ensayos y los conciertos.
En el mes de marzo de 1921 tuvo que interrumpir la composición de su nueva sinfonía, para componer una obra encargada por la Sociedad Coral Nacional Danesa. “Fynsk Forår”, Primavera en Funen, Op.42.
La “Sinfonía Nº 5” Op.50 fue empezada a finales de 1920, mientras colaboraba como se ha dicho con la orquesta sueca de Göteborg. Su primer movimiento fue terminado a finales de 1920 y en marzo de 1921 tenía compuesta la mitad de la obra, pero otros trabajos, como se ha indicado, le impidieron seguir trabajando en su composición. Finalmente la obra se completó en 1922, nueve días antes de su estreno en Copenhague, el 24 de enero de 1922. Se estrenó en Suecia en 1924.
Está orquestada para la cuerda habitual, un piccolo, dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba y percusión compuesta por timbales, triángulo, platillos, tambor militar y celesta. Requiere un clarinete y el tambor militar como solistas, debido a la importancia de sus partes. Una sinfonía que para algunos críticos es considerada como la más importante de su autor. Una obra que pasa del romanticismo de Brahms al modernismo, como es habitual en la música de Nielsen y que influyó a otro gran sinfonista del siglo XX, Dmitri Shostakovich.
Está dividida en dos movimientos, pero cada uno consta de dos partes. El primero, tempo giusto, adagio non troppo, empieza con un tema oscilante en las cuerdas, los fagots añaden una nueva melodía buscando asentar su tonalidad, pero abandonan enfadados con un rápido dibujo descendente, al no conseguir su propósito. Siguen las trompas tomando el tema y con ecos de las flautas. Aparece un tema ondulante en el violín que será importante en la obra, acompañado por el resto de la cuerda. Los violoncelos añaden tétricas figuras.
La música parece moverse en un terreno lleno de incertidumbres tonales. El tema ondulante reaparece, tímidamente. El tambor militar o caja clara realiza su primera aparición. Acompaña a un ritmo ostinato marcado por los timbales y la cuerda grave. El tema del violín es acompañado por el ritmo en forma de siniestra marcha de timbales y tambor, que continúan con su ritmo persistente. El clarinete introduce sus propias notas ondulantes.
El tema inicial reaparece en las trompas y fagots, pero el tambor vuelve a intervenir con los violines, que reanudan el tema principal. El oboe interpreta el primer tema ondulante, acompañado misteriosamente por la celesta. La escena se va tranquilizando a pesar de los antagonismos.
La segunda parte del movimiento, adagio non troppo, empieza con un nuevo tema glorioso que se expande contrapuntísticamente, hasta alcanzar un gran clímax. La escena empieza a oscurecerse, hasta que el tema renace en los violines. La lucha empieza cuando la madera interpreta nuevamente su tema ondulante.
Trompas y trombones se esfuerzan en mantener el tema del adagio, mientras sufren ataques cada vez más fuertes del tema ondulante de la madera. El tambor militar regresa con fuertes golpes, intentando detener la música. En una lucha desesperada los metales intentan salir de la lucha, cada vez más intensa por los desesperados golpes del tambor y las ondulaciones de la madera. Finalmente trompetas y trompas logran salir victoriosas, levantando con orgullo en tema del adagio. Mientras el sonido vencedor va desapareciendo, se escuchan todavía redobles del tambor y un solo del clarinete interpretando una triste cadencia.
Nielsen daba mucha importancia a la lucha interpretada en este movimiento. Decía que el redoblante tenía que intentar hacer todo lo posible para detener el tema orquestal, realizando improvisaciones si era necesario. Una sinfonía que recordaba todavía la Gran Guerra, que a pesar de la cual el hombre salía triunfante.
El segundo movimiento, allegro, presto, andante un poco tranquillo, allegro, también se puede dividir en dos partes. La primera empieza con un allegro, con un primer tema agitado, antes de que el oboe introduzca un nuevo tema. Una pausa separa lo que diríamos el principio del desarrollo, si la obra siguiera la forma sonata, pero la música se va desarrollando continuamente, sin un requerimiento formal. La lucha entre las tonalidades continúa, especialmente entre la madera y los violines.
Se llega a un largo crescendo que termina en un clímax interrumpido, dejando solas a las cuerdas muy agitadas, empezando un decrescendo que continúa la lucha entre las tonalidades. Esto nos conduce a un presto en forma de fuga, con un tema saltarín introducido por los primeros violines, a los que se suman los segundos, las violas y luego los fagots, con una brusca interrupción de los timbales y los clarinetes. Después entra el resto de la orquesta en un clímax polifónico. El ritmo se detiene, dejando sola a una flauta con una melodía descendente.
La segunda parte empieza con el andante un poco tranquilo en forma de una nueva fuga, relacionada con la anterior, iniciada por los violines. Luego se añade la viola y los violoncelos. Un fagot y una trompa completan la polifonía, mientras el tema se vuelve más luminoso. Las flautas le dan un toque de dulzura. Luego regresan las cuerdas reiniciando la fuga, a las que se añade el viento, para conducirnos a la parte final.
Regresa el allegro en forma de reexposición libre del movimiento. La tonalidad se hace más firme, apareciendo de nuevo los dos temas del principio del movimiento de un modo muy concentrado, en las maderas escuchamos el tema compuesto por tres notas, antes de que golpes de los timbales nos conduzcan de modo positivo hacia la resolución del conflicto, lo cual nos conduce a una resplandeciente coda final.
En el otoño de 1921 Nielsen se puso en contacto con los miembros del Quinteto de Viento de Copenhague, flauta, oboe, clarinete, trompa y fagot. Para ellos compuso su “Quinteto para viento” Op.43 estrenado por los mismos el 30 de abril de 1922 en Göteborg, en una velada privada. Su estreno público en Copenhague se realizó el 9 de octubre.
Poco después de terminar el “Quinteto de viento” se vio afectado por una grave enfermedad coronaria. Los médicos le diagnosticaron una insuficiencia cardíaca que afectaría a los últimos años de su vida.
En 1923 se estrena en Inglaterra su “Concierto para violín” Op.33, interpretado por el yerno del compositor, Emil Telmányi, un violinista húngaro nacido en Arad (Rumanía), casado en 1918 con la hija de Nielsen, Anne Marie.
La “Sinfonía Nº 6” (Sinfonia Semplice) escrita entre los años 1924 y 1925, fue terminada el 5 de diciembre de 1925, siendo estrenada el 11 de diciembre en un concierto dado en su honor por la Orquesta Real Danesa.
Orquestada para dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro trompas, tres trombones, tuba, timbales, glockenspiel, triángulo y la cuerda habitual. La sinfonía está dividida en cuatro movimientos e intenta expresar la sencillez, en la búsqueda de un estado infantil de alegría.
El primer movimiento, tempo giusto, empieza con cuatro notas re del glockenspiel a las que se añaden los violines. Clarinetes y fagots interpretan una melodía ondulante característica de Nielsen. Los violines presentan el primer tema, una alegre melodía, que pronto da paso a una sección de difícil polifonía. La melodía de los violines reaparece varias veces durante el desarrollo. Aparece una nueva sección presentando un tema melódico de carácter coral, que pronto es seguido por el sonido del triángulo y entradas de las maderas.
La entrada de la cuerda nos conduce a un fuerte clímax con interjecciones airadas de los metales y la percusión. El clímax desemboca en una melancólica melodía en las cuerdas bajas, que nos conduce a la recapitulación, con los elementos del principio del movimiento, ahora interpretados por las cuerdas en sordina. Continúa con una nueva violenta sección, con golpes de los timbales que nos conducirá a tranquilo final, sereno, pero teñido de melancolía.
La idea básica manifestada por su autor, es la pérdida del estado de alegría infantil y su infructuosa recuperación, expresado con una gran fuerza.
El segundo movimiento, humoreske, allegretto, está escrito para viento y percusión. Forma una especie de libre scherzo basado casi solamente en el ritmo. Diversos motivos rítmicos son injeridos por redobles de la percusión y aullidos de la madera en forma de glissandos.
Nielsen hace una especie de nota crítica sobre el nuevo derrotero que por aquella época tomaba la música. Los instrumentos de la percusión luchan entre ellos defendiendo sus gustos, mostrando una época de cambios estéticos.
El tercer movimiento, Proposta seria, allegretto, es un adagio interpretado por las cuerdas solas. La música es profundamente sentimental. En la parte intermedia el viento introduce elementos contrapuntísticos sobre un continuado ondular de la cuerda. La última parte posee una tranquilidad casi impresionista.
El último movimiento, tema con variazioni, continúa sin interrupción. El tema es presentado por el fagot. Contiene las doce notas de la escala temperada, pero sin salirse de la tonalidad. Continúa con nueve variaciones claramente distinguibles. La primera es tranquila, con intervenciones de la madera. La segunda posee diversos cambios de ritmo. La tercera misteriosa. La cuarta rebosante de energía vital. La quinta variación está en forma de vals. La sexta es lírica y lánguida. La séptima rítmica, interpretada por la madera. La octava dramática, con gran predominio de la percusión, terminando con la novena que empieza con momentos de solemnidad, antes de que la tuba, fagots y percusión participen con fuerza en la misma, conduciendo a una alegre coda.
Nielsen a pesar de los problemas por los que pasaba su vida, termina su obra de un modo alegre y vivaz. Una obra que puede tomarse como autobiográfica expresando sus éxitos como compositor y el dolor por sus ataques de corazón.
Carl Nielsen deseaba escribir cinco conciertos dedicados a cada uno de los miembros del Quinteto de viento danés, que habían interpretado su propio quinteto en 1922. Así el primero de ellos “Concierto para flauta” se estrenó en París el 21 de octubre de 1926 en un concierto dedicado a Nielsen. La Orquesta del Conservatorio de París fue dirigida en parte por Emil Telmányi.
El segundo y último concierto que pudo componer Nielsen fue el “Concierto para clarinete” Op.57, terminado en 1928. Lo estrenó el miembro del Quinteto de viento danés, a quién estaba dedicado, Aage Oxenvad, con la Orquesta Real Danesa dirigida por Emil Telmányi en el mes de septiembre de 1928.
La última obra importante compuesta por Nielsen fue “Commotio” Op.58, escrita para órgano, terminada en 1931, una gran obra que tiene 511 compases, síntesis del barroco y el modernismo. Su interés para el órgano había empezado en 1929 con una serie de Preludios.
Durante la noche del 3 de octubre de 1931, Nielsen fallece de un ataque al corazón. La casa donde transcurrió su juventud, en Nørre Lyndelse, se transformó en un pequeño museo en 1956. Su hija Anne Marie se convirtió en una famosa pintora. Después de su muerte, ocurrida en 1983, se construyó un museo en Odense con parte de la colección de las obras de Anne Marie y de las de su padre Carl Nielsen, inaugurado en 1988.