MEJIA

Adolfo Mejía (1905-1973) nació en San Luis de Sincé en el departamento de Sucre el 5 de febrero de 1905, hijo de un tiplista o sea de un instrumentista de tiple, una especie de guitarra colombiana proveniente de la vihuela española. A la edad de once años la familia se traslada a Cartagena de Indias, ciudad de la que pronto se enamora y lo expresará en muchas de sus obras.

Empezó a descubrir su talento para la composición musical. Ingresó a la Escuela Normal de instructores. Posteriormente participó en el coro de San Pedro Claver y en el año 1918 inició sus estudios profesionales en la Universidad de Cartagena en la facultad de filosofía y letras. Perteneció inicialmente a la Estudiantina Revollo con Victor Turpín, luego tocó en la Orquesta Eureka, y luego perteneció a la denominada primera orquesta de jazz colombiana, la Jazz Band Lorduy Orchestra.

Muy culto hablaba muchas lenguas, árabe, griego, alemán, francés, italiano e inglés, además de su lengua materna, el español. Adolfo Mejía fue un hombre bohemio. En sus ratos de ocio le gustaba reunirse en un café popular de Cartagena donde se hablaba de filosofía, artes y se recitaban poemas. Uno de los lugares que más frecuentó fue el Patio de Candita Rojas, a quien le compuso un bello pasillo de nombre homónimo años después. Su instrumento favorito era la guitarra, pero su instrumento profesional fue el piano Su mayor pasión era la composición.

En 1930 se casa con Rosita Franco y unos meses después viaja a Nueva York junto con el músico Ladislao Orozco. Allí permanece cerca de tres años, formando parte del el Trío Albéniz junto a los músicos Terig Tucci y Antonio Francés. En 1933 regresa a Cartagena, para posteriormente viajar a Bogotá por un largo periodo. A partir del año 1936 estudia en el Conservatorio de la Universidad Nacional y trabaja como bibliotecario en la Orquesta Sinfónica Nacional por invitación del músico y director Guillermo Espinoza Grau.

En el año 1938, compone la que será una de sus obras más conocidas, la "Pequeña Suite", con la cual gana el premio de composición Ezequiel Bernal. Esta es una obra considerada por los especialistas dentro del estilo nacionalista sinfónico.​ Ganó una beca de estudios en la Escuela Normal Superior de Francia, dedicada a la preparación de pedagogos musicales, donde toma clases con Nadia Boulanger y otros profesores.

Debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, debe refugiarse primero al sur de Francia y luego en Italia. Estando allí toma un barco para regresar a América, llegando a Brasil. Allí se encuentra al director polaco Leopoldo Stokovsky dirigiendo la American Youth Orchestra, junto con el cual viaja de nuevo a la ciudad de Nueva York. Permanece allí hasta 1945, año en que regresa a la ciudad de Cartagena, donde establece junto a otros intelectuales la Sociedad Pro-Arte Musical.

En el año 1970 le fue otorgado el Premio Nacional de Música de Colcultura y el Doctorado Honoris Causa en Humanidades por parte de la Universidad de Cartagena. Adolfo Mejía es mencionado en todos los libros en los que se narran las más grandes composiciones de la música colombiana. Víctima de trombosis cerebral, estuvo casi tres años recluido en su casa en Cartagena, hasta la noche del 6 de julio de 1973, en la cual fallece a causa de un infarto.

Adolfo Mejía es uno de los mayores exponentes de la música de la Costa Atlántica Colombiana. Compuso alrededor de 80 obras, entre ellas diez para orquesta sinfónica. Junto a la famosa "Pequeña Suite" de 1938 se encuentran los poemas sinfónicos "Intima" compuesto en 1941, expresando una profunda relación sentimental, "Homenaje a Antonio Gómez Restrepo"  de 1941, "Homenaje a Luis López de Mesa" de 1957 y "América" de 1948, además del pasillo "Acuarela" de 1941 e "Improvisación" del mismo año.

Se sabe también que escribió muchas otras obras de las que apenas sobreviven apuntes o fragmentos, como el segundo movimiento, largo de una sinfonía.

Se conocen dos obras concertantes de Mejía. La primera es el "Concierto para piano y orquesta", compuesto en París entre el 19 de abril de 1940 y el 18 de febrero de 1941, lo que sugiere que la pieza fue escrita seguramente para cumplir algún requisito académico y que quizás no fue concluido, en su formato completo de tres movimientos, porque Mejía tuvo que abandonar la capital francesa, huyendo de las tropas alemanas. Por mucho tiempo, el manuscrito de la obra permaneció casi oculto en los archivos del compositor y luego en el Patronato Colombiano de Artes y Ciencias en Bogotá, donde fue copiado hace pocos años.

La otra obra es el "Capricho español con arpa solista" compuesto en 1944. Para la escena compuso el preludio a “La Tercera Salida de Don Quijote” en 1938, una obra con resonancias españolas para la obra teatral de Aurelio Martínez Mutis, y "Finita", música incidental para el ballet “Remanacuaca el condenillo” en 1956.

Además compuso nueve obras corales, 24 para piano, pasillos, bambucos, con transcripciones para guitarra como en famoso "Bambuco en mi" de 1967, nueve obras de música de cámara, destacando la suite "Acuarelas Colombianas" para cuarteto de cuerda, himnos y otras piezas. Es imperdonable que no existan grabaciones internacionales de sus obras, de un estilo romántico con influencias del folclore de su país, que seguramente serían apreciadas por los melómanos.