Manuel Benavides (1931-) nació en 1931 realizando estudios de viola en Popayán, la capital del departamento de Cauca, en el Conservatorio de Música de la Universidad del Cauca y luego en el Real Conservatorio de Madrid.
Estudió composición en el Conservatorio de Música de la Universidad Nacional de Colombia donde después trabajó como docente de solfeo y teoría de la música. Al mismo tiempo se desempeñó como violinista en la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.
Realizó una especialización en etnomusicología y folclore en el Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore, INIDEF, en Caracas. Luego escribe una monografía sobre los Koguis, fruto de un trabajo de campo en 2003.
Los Kogui que en su lengua significa jaguar, son un grupo étnico indígena que vive en la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia. Son más de quince mil personas que hablan su propia lengua, perteneciente a la familia de lenguas chibchas. Su civilización ha continuado desde la era precolombina. La mayoría reside en el departamento del Magdalena, situado en la región Caribe al noreste del país.
Benavides compuso en Popayán el poema sinfónico "Yagé" para orquesta de cuerdas y timbales en 1964. El compositor comentó que la obra fue compuesta después del regreso de sus estudios en Madrid, en donde tuvo contacto con la música modernista de compositores europeos. Por este motivo se pueden reconocer rasgos armónicos propias del impresionismo y modernismo, como acordes con notas agregadas, pero siempre dentro de un plan tonal básico claro..
En sus composiciones la inclusión de elementos musicales indígenas es asimismo aparente. Este espejismo indigenista es notorio en su obra Yagé, compuesta con mucha anterioridad a su época de estudios en Caracas, pues no incorpora ningún elemento musical indígena como tal, sino que desarrolla un discurso alrededor de este tema.
La obra fue grabada en Rusia, interpretada por la Camerata San Petersburgo dirigida por Germán Céspedes en 2007, un disco denominado Desde Rusia, notas sinfónicas de Colombia.
Se puede observar una disimilitud entre contenido musical y extra musical. En esta obra, la idea externa que aporta el carácter programático está ligada al nombre y a los textos que le asocia el compositor. Este texto se halla en dos fuentes, en el cuadernillo interno del CD y en el programa de mano. En el primero se puede leer el siguiente fragmento: La obra Yagé recrea diferentes estados de ánimo originados por el alucinógeno del mismo nombre en los indígenas del Putumayo[1].
Por otra parte, el autor escribió para el programa de mano lo siguiente: Por su temática, la obra hace alusión a los ritos del Yagé, la corteza de una planta sagrada utilizada por las comunidades indígenas de la Orinoquía y la Amazonía. En el repertorio sinfónico nacional es esta la única partitura que se refiere de manera directa al simbolismo ritual del Yagé.
Estas frases permiten distinguir en la obra un contenido programático concreto. Este tipo de contenidos programáticos suelen estar presentes en los poemas sinfónicos orquestales.
Yagé está estructurada de manera similar al modelo de poema sinfónico de Liszt, con un único movimiento que contiene cuatro secciones contrastantes, representando movimientos sucesivos, allegro de sonata, moderato, andante un movimiento lento cantábile, allegro final, que se corresponden a la exposición, transición, movimiento en forma de danza con alusión al pasillo, reexposición y final de la forma sonata.
Benavides relató lo siguiente sobre el nombre de la obra: Y si supiera usted cómo conseguí el nombre. Yo la hice escuchar a Luis Carlos Espinosa, el director del Conservatorio de Popayán en esa época; al hermano de él, pintor, Jesús; y no recuerdo quienes más escucharon la obra. Y quien sugirió el título fue Jesús María Espinosa, el pintor. Yo lo acepté, sin problemas, y tomó riendas, tomó vida con ese nombre, y la interpretaron indefinidamente, Medellín, Bogotá, Cali, mi tierra Popayán, y después salió. Esas cosas no se pueden frenar, hay que dejar que lleguen, que lleguen como tomarse un vaso de café.
Con ello se puede comprobar la artificiosa relación con la temática indígena. En especial sobre la elección del título el compositor añadió. Pues, lo de Yagé era porque el título que tenía no era el más indicado, entonces ellos, al oírlo, al oír la obra, a Jesús María Espinosa se le ocurrió que era un carácter indígena, y que, de ser, sería Yagé, referente a los indígenas del sur. Hasta ahí llegamos
Esto demuestra que la selección final del título y la relación del contenido externo con el interno son totalmente arbitrarios. Por este motivo, no es de extrañar que surgieran comentarios del compositor en este sentido como el siguiente: En todo caso, se oye más moderna que indígena.
Como conclusión podemos decir que el título de una obra no es suficiente para que esté basada en temas musicales indígenas. Se trata de una abstracción musical cuyo fin es llevar al público la temática indígena en forma de meditación sinfónica. El relato no se encuentra en la música, lo genera su audición. Con ello se demuestra que la interpretación de la música descriptiva es un acto totalmente subjetivo.
[1] Putumayo es uno de los departamentos de Colombia. Su capital es Mocoa y su ciudad más poblada Puerto Asís. Está ubicado al suroeste del país, en la región amazónica.