3 - La sinfonía en el Siglo XX
La sinfonía en Brasil empieza prácticamente en la época del romanticismo, siguiendo la tradición europea pero con un desfase en el tiempo. Entre los que iniciaron el género en Brasil destacamos a Henrique Oswald (1852-1931) y Alberto Nepomuceno (1864-1920).
Villa-Lobos (1887-1959) es el compositor brasileño más admirado, autor de una docena de sinfonías. Estudió la música popular de los indios de su tierra, incorporándola en su obra. Su música, de un carácter muy personal, se caracteriza por la potencia rítmica, que une a las formas del posromanticismo europeo, produciendo una música de una fascinante belleza tímbrica.
Oscar Lorenzo Fernández (1897-1948) y Francisco Mignone (1897-1966), representan nuevas modalidades del nacionalismo brasileño por medio de una abundante producción musical. Ambos son talentos líricos, cuya escritura es de un colorido ardiente.
El más joven de este grupo de nuevos prestigios es Camargo Guarnieri (1907-1993), autor de media docena de sinfonías, cuyo brasileñismo musical trata con mayor decisión de rehuir los peligros del mero pintoresquismo. Mediante el uso sutil del trabajo polifónico, procura convertir los elementos folklóricos en sólida base constructiva, dinámica y ágil a la vez de su producción, De la misma generación que Camargo Guarnieri, Radamés Gnattali, es figura destacada en el campo de la música de concierto y en el de la popular.
Otro compositor notable es Claudio Santoro (1919-1989), compositor de 14 sinfonías, que después de haber escrito obras netamente dodecafónicas busca una manera de expresarse más espontánea y simple..