Lodewijk Mortelmans (1868-1952) nació el 5 de febrero de 1868 en Amberes. Estudió música en el Conservatorio Real de Flandes en Amberes con Peter Benoit, Joseph Tilborghs y Jan Blockx entre sus maestros. También estudió piano con Arthur De Greef y contrapunto con Hubert Ferdinand Kufferath.
En 1893 ganó el Premio de Roma belga con su cantata "Lady Macbeth". Usó el dinero del premio para viajar por Alemania e Italia para aumentar su experiencia cultural.
Entre sus primeras obras orquestales se encuentra el poema sinfónico de carácter romántico "Idilio de Primavera" escrito en 1894. "Mythe der lente", mito de primavera, compuesto en 1895 es otro poema sinfónico basado en las antiguas leyendas de los Edda.
La “Homerische symphonie" fue terminada en 1898. Una sinfonía en cuatro movimientos de carácter programático con un título asignado para cada uno de ellos. Sobre la misma el compositor escribe las siguientes frases.
El título puede dar la impresión de que esta obra está escrita en un estilo homérico. Pero esto no es absolutamente el caso. Los cantos de Homero de la Ilíada y de la Odisea han sido para el compositor un material de lectura favorito durante mucho tiempo y las impresiones creadas por estos cantos, bajo la influencia del propio temperamento del compositor, cristalizaron en atmósferas y sentimientos que fueron expresados de un modo lírico en esta sinfonía.
El primer movimiento, statig, lleva el título van de helden, de los héroes. El compositor lo describe con estas palabras. En esta sección los sentimientos se expresan con relación a todo lo que es heroico, coraje, combate, victoria, pero igualmente sentimientos de naturaleza más tierna.
Empieza mediante un coral de victoria que sirve de base melódica a todo el movimiento. Expresa unos sentimientos de un modo abstracto sin seguir ningún guión argumental durante el movimiento. La música se va iluminando a lo largo del movimiento que posee claras influencias wagnerianas.
El segundo movimiento, langzaam, met dramatische uitdrukking, se titula herinneringen aan Patroklos' dood, memorias de la muerte de Patroklos. Según explica el compositor, Patroklos fue uno de los héroes griegos que murieron en las afueras de Troya. Su muerte fue un duro golpe para Aquiles, que llora amargamente sobre el cuerpo sin vida de su amigo y se emociona por los recuerdos de su mutuo afecto. La ceremonia de los funerales que sigue se celebró con el esplendor ritual.
Después de una introducción wagneriana presenta una marcha fúnebre grave sobre un pizzicato descendente de los bajos. En la parte central se encuentra un tema afectuoso, como un dulce recuerdo a su amigo, hasta que nuevamente se reemprende la marcha fúnebre continuando con renovada fuerza.
El tercer movimiento, zeer snel en luchtig, llega el título sirenengespeel en gezang, sirenas jugando y cantando. Según comenta el compositor, el movimiento nos transporta al doceavo canto de la Odisea, cuando las sirenas ponen en peligro la vida del marino. A pesar de que ha sido advertido repetidas veces del peligro que le amenaza, se lanza a los brazos de las sirenas, sucumbiendo a su destino y siendo presa de las olas. Las sirenas continúan sus vivas cabriolas y juegos honrando a su víctima solamente con su desprecio.
Corresponde al scherzo de la sinfonía. Nos presenta un tema rítmico moderado, pero es difícil poder asociarlo a una pintura de las sirenas como narra su autor. La sección del trío es más interesante con características de Sibelius. Termina con la reanudación del inicial scherzo.
El cuarto movimiento, matige beweging, statig en triomfantelijk, se titula de genius van Hellas, el genio de Hellas. Se puede apreciar como un canto lírico de alabanza al espíritu de los antiguos helenos. Su visión sana y liberal de la vida solo está ligeramente obstaculizada por los misterios de la religión y del oráculo.
Empieza con un tema victorioso recobrando el espíritu del primer movimiento. Pero también incluye un pasaje más dramático y sombrío, convirtiendo el homenaje a los griegos en un homenaje a Wagner. Finalmente recobra la alegría y solemnidad, que nos conduce a una coda triunfal.
Después de esta sinfonía decidió abandonar la música sinfónica. No sabemos si fue al darse cuenta de su incapacidad de poder convertir sus textos argumentales en música. Durante veinte años solo compuso para el piano y canciones.
Desde 1901 enseñó contrapunto y fuga en el Conservatorio Real de Flandes, del que fue su director el 6 de septiembre de 1924. Se retiró de este cargo en 1933. Entre sus alumnos se encuentran Lodewijk De Vocht, Marinus De Jong y Flor Peeters.
Con el soporte financiero de François Franck en 1903 Mortelmans funda en Amberes la Maatschappij der Nieuwe Concerten, la Sociedad de Nuevos Conciertos. Esta sociedad atrajo a grandes directores de orquesta y artistas como Gustav Mahler, Siegfried Wagner, Hans Richter, Richard Strauss, Sergei Rachmaninoff, Pablo de Sarasate, Jacques Thibaud, Pablo Casals, y Fritz Kreisler.
Mortelmans también fue uno de los fundadores de la organización NAVEA, actualmente SABAM, la Sociedad de Autores Belgas. Además ayudó en la fundación del Concurso de violín Eugène Ysaÿe, que más tarde se convertiría en la Queen Elisabeth Music Competition.
Su ópera "De Kinderen der Zee", los niños del mar, terminada en 1918 le mantuvo ocupado durante diez años. Una obra dramática con influencias wagnerianas. En el próximo mes de noviembre de 2020 se celebrará el centenario de su estreno, con nuevas interpretaciones en el Teatre de la Monnaie de Bruselas. Se estrenó en 1920 en la Vlaamse Opera, la Ópera de Flandes.
El año 1917 fue especialmente trágico para el compositor al perder a su mujer y dos de sus hijos. Esta tragedia familiar la refleja en sus cuatro elegías para piano. Las dos primeras fueron orquestadas en forma de música sinfónica pura, la única que compuso durante estos años. La primera, "In Memoriam" está dedicada a su mujer.
El compositor se casó dos veces. Primero con Gabriella Mortelmans que murió el 3 de mayo de 1917. Habían tenido siete hijos, dos de los cuales también murieron en el mismo año. Su segunda esposa fue la pianista y profesora Gabrielle Radoux.
Su retorno a la música sinfónica fue con el poema sinfónico "Morgenstemming", atmósfera matinal, escrito en 1922. Otra de sus últimas obras sinfónicas es el "Evangelical Diptych" compuesto en 1933, que termina con una solemne procesión en Getsemaní.
Lodewijk Mortelmans murió el 24 de junio de 1952 en Amberes. Conocido en su día como el Brahms flamenco, es recordado especialmente por sus canciones.