BIARENT

Adolphe Biarent (1871-1916) nació el 16 de octubre de 1871 en Frasnes-les-Gosselies en la región de Charleroi en Valonia. Estudió en el Conservatorio de Bruselas con Gustave Huberti, Joseph Dupont, Ferdinand Kufferath y Alphonse Mailly entre otros. Termina sus estudios en el Conservatorio de Gante con Adolphe Samuel y Emile Mathieu. También estudió con Martin Lunssens a título privado.

En 1901 consigue en su primer intento el Premio de Roma belga con su cantata "Oedipe à Colone". Esto le permite una estancia en Italia, además en Alemania y Austria siguiendo las huellas de sus maestros preferidos, Beethoven y Wagner.

Decide regresar a su tierra natal instalándose en Charleroi donde se dedicará a la composición, a la dirección orquestal y a la enseñanza, escribiendo además textos didácticos. Decide convertir Charleroi una ciudad industrial que vive del carbón en un centro musical. Convertirá la Academia de Música de la ciudad en una de las mejores de Valonia.

"Tremmor" compuesto en 1905 es su primer poema sinfónico. Está basado en una leyenda atribuida al poeta irlandés Ossian, sobre el guerrero Tremmor y la virgen de los bosques Inibacca, representando el triunfo del amor. Los elementos necesarios para una obra brillante.

Su segundo poema sinfónico fue el "Poème héroïque" compuesto en 1907 con el nombre de "Le Coeur de Hialmar" según el poema de Leconte de Lisle publicado en 1964. En 1911 lo corrigió cambiándole el título. La historia representada es desgarradora. Un guerrero escandinavo muriendo en el campo de batalla pide a un cuervo que lleve su corazón a su amada.

La “Sinfonía en re menor" fue compuesta en 1908, siendo su única sinfonía. Realizó algunas modificaciones en 1911 y 1912, pero no se estrenó hasta febrero de 1926 en conmemoración a los diez años de su muerte, dirigida por su mejor alumno Fernand Quinet.

En su orquestación añade a los instrumentos habituales el flautín, corneta, tuba, clarinete bajo, glockenspiel y dos arpas. Las cuerdas llegan a estar divididas hasta en trece partes.

El primer movimiento, allegro assai ed agitato, empieza con un motivo agitado bastante sombrío seguido de un austero coral y de un tema cromático descendente. Constituyen los motivos temáticos en los que se basa el movimiento. El ambiente atormentado continúa hasta la coda final.

El segundo movimiento, adagio non troppo, es muy corto para los criterios de la época. Presenta un tema lírico de carácter melancólico de intensa gravedad.

El tercer movimiento, vivace leggierissimo, corresponde al scherzo y también es de breve duración. Su tema rítmico contrasta con el del trío más melódico y con solos de la madera.

El cuarto movimiento, allegro con fuoco, empieza con un motivo decidido de gran potencia al que se le añadirán los principales elementos tanto rítmicos como temáticos de precedentes movimientos. Unos elementos sonoros que nos conducirán desde las tinieblas a la luz, reflejada en el radiante re mayor de la coda.

Una sinfonía de forma cíclica heredada de la escuela de César Franck. A pesar de tratarse de música pura no oculta un fondo programático, la lucha entre el mal y el bien, entre la luz y la obscuridad. Terminando, como era de esperar en aquellos tiempos, con un final feliz.

Su estreno en una época en que la música había cambiado totalmente impidió que se convirtiera en una obra de repertorio, permaneciendo en la obscuridad, como prácticamente toda su obra.

Los "Contes d'Orient" escritos durante el verano de 1909 fueron estrenados en Charleroi el 2 de enero de 1910. Una extensa suite en doce partes, un viaje musical que recorre todo el oriente, desde el Penjab a Ucrania, recorriendo la India y el Japón.

En 1910 compone la "Rapsodia valona para piano y orquesta" basada en temas folclóricos de su patria. El título original completo es "Rapsodie wallonne sur des thèmes populaires du Pays de Liège et de l'Entre-Sambre-et-Meuse".

Escribe dos obras concertantes de gran dificultad inspiradas en sonetos de José María de Heredia, "Deux sonnets pour violoncelle et orchestre", el primero titulado "Le Réveil d'un Dieu" en 1909 y el segundo "Floridum Mare" en 1913. Dedicados a su alumno Fernand Quinet.

Aunque poco conocido en la actualidad, Biarent compuso música que combina con éxito la solidez estructural de César Franck y Vincent d'Indy, con algo de la brillantez orquestal y la claridad de Emmanuel Chabrier.

Adolphe Biarent muere el 4 de febrero de 1916 en Mont-sur-Marchienne en Valonia.