Christian Cannabich (1731-1798) nació en Mannheim el 28 de diciembre de 1731, siendo alumno de Johann Stamitz. El propio Elector al comprobar sus cualidades artísticas le pagó los estudios en Roma con Jommelli. A la muerte de Stamitz en 1757, fue nombrado director de la orquesta de Mannheim. En 1766 se encontró con Mozart y su padre, con el que más tarde en 1774, pasó un tiempo en su casa. Consideraba a Cannabich como el más grande director de orquesta que había conocido, logrando espectaculares efectos con sus crescendos.
La figura de director de orquesta, Konzertmeister, era una función nueva. Antes este trabajo estaba atribuido al clavecinista encargado del bajo continuo. Al desaparecer éste, cambió el modo de dirección de los conjuntos instrumentales.
En 1774 fue nombrado director musical de Mannheim. Acompañó a la corte cuando se trasladó a Múnich. Para que nos demos cuenta del desarrollo de la orquesta en esta época, diremos que la orquesta de Múnich en su pleno, estaba formada por 34 violines, 7 violas, 8 violonchelos, 6 contrabajos, 7 flautas, 5 oboes, 4 clarinetes, 5 fagots y 8 trompas. También se podían agregar trompetas y timbales.
Además de su faceta de director, con la que alcanzó la fama, fue un brillante compositor. Entre sus obras se encuentran unas 70 sinfonías, muchas de ellas publicadas en París.
La “Sinfonía Nº 67 en sol mayor” además de los dos oboes, dos trompas y cuerda, utiliza una flauta. Está compuesta en los tres movimientos clásicos.
El primer movimiento, allegro, escrito en forma sonata, emplea la flauta en la repetición del primer tema al que añade color y luego en el segundo tema cobra una mayor importancia. En el desarrollo podemos observar la importancia que toman los instrumentos de viento.
El segundo movimiento, andante con moto, nos presenta su melódico tema principal confiado a la cuerda en modo mayor. En la segunda mitad del movimiento reaparecen los vientos, presentando un nuevo tema en modo menor. Después de una breve pausa regresa el tema principal en la cuerda, pasando otra vez mediante la entrada del viento a modo menor, para terminar con el tema inicial.
El tercer movimiento, presto, nos presenta un tema rítmico animado, que se desarrolla pasando por tonalidades remotas. Utiliza potentes contrastes dinámicos y momentos de pizzicato en la cuerda.
Sus sinfonías fueron criticadas por Leopold Mozart por estar demasiado afectadas por el estilo de Mannheim. Su hijo Wolfgang decía que todas empezaban de la misma forma, al unísono con notas largas y amplios saltos, a pesar de que admitía una elegante instrumentación. Pero Mozart empleó un buen número de recursos del antiguo compositor, para sus propias obras, como se puede comprobar en su “Sinfonía Paris” y en la “Sinfonía Concertante” KV 364.
Dio gran importancia a los instrumentos de viento, que se pudieron liberar del poder de las cuerdas. Se puede constatar que muchas melodías se dejan para los instrumentos de viento. La escuela de Mannheim estaba preparando el terreno al esplendor de la música clásica. Christian Cannabich murió el 20 de enero de 1798.