La “Sinfonía Nº 11 en sol menor” Op.103 (El año 1905) empezada a finales de 1956, fue terminada en 1957 para la celebración del 40º aniversario de la Revolución de Octubre. Se estrenó el 30 de octubre de 1957 en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú, interpretada por la Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS dirigida por Nikolai Rachline. El acto fue un gran éxito para el compositor, que así se redimía de sus anteriores fracasos al presentar obras políticas. En 1958 recibió el Premio Lenin.
Con ocasión de su 50º aniversario Shostakovich escribe en 1956 un artículo para el periódico “Sovetskaya Muzyka” del cual sacamos las siguientes frases: Actualmente estoy trabajando en mi Onceava Sinfonía. El tema de esta sinfonía es la Revolución de 1905. Amo este periodo de la historia de nuestra Patria, de la cual encuentro una clara expresión en las canciones revolucionarias de los trabajadores. No se si realizaré extensas citas de estas canciones en mi sinfonía, pero su lenguaje musical, sin ninguna duda, será cercano en su carácter a la canción revolucionaria rusa.
Se trata de una obra programática relatando los acontecimientos revolucionarios del año 1905, en particular el domingo rojo, 9 de enero, cuando las tropas del Zar abrieron fuego sobre una muchedumbre de manifestantes desarmados delante del Palacio de Invierno en San Petersburgo. La fecha del 9 de enero corresponde al calendario Juliano vigente en Rusia en aquella época. Según nuestra notación sería el 22 de enero de 1905.
El primer movimiento, adagio, lleva el subtítulo La plaza del palacio. Introduce mediante los bajos de la cuerda uno de los temas principales de la obra, reflejando un ambiente amargo, pronto aumentado mediante la adición de siniestros motivos de los timbales. Llamadas de las trompetas lo interrumpen momentáneamente. Luego en la parte central emplea dos canciones patrióticas del siglo XIX, ¡Escuchad! y El Prisionero. Termina con una recapitulación presentando nuevamente el tema inicial y las llamadas de las trompetas, enlazando directamente con la parte siguiente.
El pueblo después de la desastrosa derrota contra el Japón combinada con los grandes problemas económicos, intenta expresar abiertamente su descontento al Zar Nicolás II. Los trabajadores junto a sus familias se concentran en la plaza situada enfrente al Palacio de Invierno en San Petersburgo. La música nos describe la plaza cubierta por la nieve en medio del invierno, con los miles de manifestantes protestando pacíficamente y desarmados. En la parte central escuchamos el canto del pueblo. Las llamadas de las trompetas y los golpes de la percusión recuerdan el poder de los dictadores.
El segundo movimiento, allegro, lleva el subtítulo, 9 de enero. Los bajos de la cuerda presentan un tema popular proveniente de la obra “Diez poemas corales sobre textos Revolucionarios” Op.88 de 1951. El tema se repite insistentemente hasta que una llamada de la trompeta, similar a la del primer movimiento, nos lleva hasta un dramático clímax, subrayado por las llamadas de la trompeta. Continúa con una sección que muestra una angustiosa calma, repitiendo nuevamente el tema popular. Después de presentar un segundo violento clímax, llegamos a una sección representando una glacial calma. La flauta y el piccolo presentan diversas melodías, escuchándose sonidos lejanos de la percusión.
De repente escuchamos el sonido de la caja como si fueran disparos, apareciendo violentos motivos fugados en la cuerda, marcando el momento en que las tropas irrumpen en la plaza. Continúa con una violenta escena con la cuerda lanzada infatigable, con glissandos de los trombones y tuba, representando el terror del pueblo ante el avance de las tropas. La caja, el bombo, los timbales y el tam-tam martillean repetidamente un ritmo mecánico. El metal presenta un tema reflejando la brutalidad de la acción militar. De repente la percusión se detiene continuando con una especie de recapitulación del primer movimiento con las llamadas de la trompeta y el amargo tema principal.
Este movimiento nos presenta la masacre del Domingo sangriento. El Zar está ausente y sus tropas disparan sobre el pueblo desarmado, matando a centenares de hombres, mujeres y niños. El movimiento puede considerarse dividido en dos partes. En la primera nos describe la manifestación dentro de un ambiente que se va enrareciendo. La segunda presenta de forma clara el ataque de las tropas zaristas, terminando con el trágico final con la plaza cubierta de cadáveres.
El tercer movimiento, adagio, lleva el subtítulo In Memoriam, el recuerdo eterno. Enlazando con el anterior movimiento, empieza con un lento pizzicato de la cuerda. Las violas introducen una amplia melodía en forma de una dignificada elegía. En la parte central aparece el himno revolucionario Habéis caído como víctimas. Esto nos lleva hasta un contrastado clímax, lleno de solemnidad remarcado por la percusión. El sonido se apaga llevándonos a la recapitulación del primer tema que se encadena con el siguiente movimiento.
Describe una especie de funeral por las víctimas de la masacre. El himno citado Habéis caído como víctimas, es el que acompañó al propio Lenin durante su entierro en 1924.
El último movimiento, allegro non troppo, lleva el subtítulo Alarma. Nos presenta una especie de marcha en forma de moto perpetuo. El tema principal está basado en otra canción revolucionaria, Enfureceros, tiranos. Un motivo más esperanzador nos muestra que el camino está abierto a la victoria final. Después de llegar a un grandioso clímax, en la sección central nos llega una sección de descanso. Un lento interludio, donde el corno inglés presenta un lamento basado en el tema principal. La parte final consiste en un gran clímax, en el cual el tutti orquestal nos conduce a una triunfal coda con los golpes de la caja y las campanas.
En el último movimiento Shostakovich nos presenta la victoria final alcanzada por los revolucionarios. En las canciones citadas anuncia el castigo de los culpables y el triunfo del pueblo.
La crítica occidental acusó a la obra de ser demasiado cinematográfica y menos concentrada que su anterior sinfonía. Entre los soviéticos constituyó un gran éxito recibiendo por ella un Premio Lenin. Se trata de una obra que emplea sencillas melodías y en sus diferentes tiempos cita nueve canciones revolucionarias. Según escribe su autor poco tiempo después de terminar la obra, muestra su intención de dirigirse a las masas, enviándoles un mensaje escondido en la historia narrada. Reproducimos seguidamente sus frases.
La actividad creadora es infructuosa si el escritor, el artista o el compositor no posee una estrecha relación con la vida del pueblo. Únicamente quien siente los latidos de su corazón y el espíritu de la época puede expresar realmente los pensamientos del pueblo. Ninguna gran obra del realismo es posible en otras condiciones.
En el mes de febrero de 1956, el famoso discurso secreto de Nikita Kruschev contra Stalin despertó nuevas esperanzas en el movimiento mundial comunista, viendo muchos indicios de una posible era democrática. En Hungría veían la nueva subida al poder de Imre Nagy como una premisa de los cambios. En el otoño de 1956 estaba emergiendo en Hungría un movimiento democrático de masas. En la noche del 23 de octubre estalla una revuelta popular en las calles de Budapest que acabó derribando al estado estalinista. El 28 de octubre Imre Nagy decreta el alto el fuego, aceptando gran parte de las reindivicaciones revolucionarias. Se inician una serie de decretos como la retirada de las fuerzas de ocupación soviéticas, un sistema pluripartidista, intentando crear un sistema socialista de tipo democrático. El 1 de noviembre de 1956 se retira del Pacto de Varsovia, declarando a su país neutral entre los dos grandes grupos en que se dividía el mundo en aquellos años dominados por la llamada guerra fría.
Aquella situación disgustaba a los estalinistas húngaros, entre ellos su máximo dirigente János Kádár, que se dirige a Moscú para negociar. La cúpula soviética que no podía aceptar las decisiones tomadas en Budapest da su máximo apoyo a János Kádár, que asume el poder el 4 de noviembre, con la fuerza del ejército soviético que lanza un masivo ataque contra Budapest. La lucha heroica de la resistencia contra los carros de combate enviados por Moscú duro tres días con miles de víctimas. La revolución húngara, como la rusa del año 1905, había sido derrotada.
Como siempre en la obra de Shostakovich se esconde una oculta interpretación. No se trata solamente de una obra apoteósica, relatando la primera revolución comunista. Poco antes de escribir esta obra, como se ha comentado en los anteriores párrafos, Nikita Kruschev, reafirmaba brutalmente el poder soviético sobre el intento de democracia popular que había aparecido en Hungría. Irina, la viuda de Shostakovich relata que su marido tenía en mente la masacre de Budapest en 1956 mientras componía esta obra. Por todo ello la obra trasciende los límites de la historia contada, convirtiéndose en un lienzo más abstracto, donde refleja la brutalidad de las dictaduras y el esfuerzo del pueblo para liberarse de los tiranos.
Terminamos citando las palabras que Boris Schwarz escribe sobre esta obra. La undécima sinfonía de Shostakovich es más una reflexión sobre un tema que la descripción de un tema.
En 1958 Shostakovich compone una opereta en tres actos titulada “Moscú, Cheryomushki” Op.105. Escrita en la época llamada de deshielo del tiempo de Kruschev, una breve época de alrededor media docena de años, en que las artes aparentemente gozaban de una mayor libertad, en la cual se podía realizar una limitada crítica política. Pronto terminaría al ser destituido Kruschev ocupando su puesto Breznev.
La obra trata de los problemas de la vida cuotidiana en la capital. El tema tratado se basa en la campaña iniciada por Kruschev para vaciar los barrios superpoblados y decrépitos del centro de Moscú y enviar a su población a las nuevas zonas residenciales construidas en el extrarradio. Cheryomushki es realmente uno de ellos, una zona donde construyeron enormes bloques de pisos. La trama de la comedia musical se basa en la corrupción ejercida durante el reparto de llaves. Como es natural los malos son desenmascarados, terminando felizmente la obra, todo ello teñido por la ironía tan peculiar en el estilo de Shostakovich.
Se estrenó el 24 de enero de 1959 en el Teatro de Opereta de Moscú. Más tarde se realizó una versión filmada de la misma, añadiendo nuevas partes musicales que se estrenó en 1962, un éxito que se repitió numerosos años a través de la televisión.
El “Concierto Nº 1 en mi bemol mayor para violoncelo y orquesta” Op.107 fue escrito durante el verano de 1959 para Mstislav Rostropovich. Lo estrenó el 4 de octubre de 1959 con la Orquesta Filarmónica de Leningrado dirigida por Evgeny Mravinsky. En su primer movimiento contiene una variante de su personal tema DSCH, comentado anteriormente en su décima sinfonía.
En 1960 compone su “Cuarteto de cuerda Nº 7 en fa sostenido menor” Op.108, el más corto de toda su producción. Está dedicado a la memoria de la primera esposa del compositor, Nina, fallecida en 1954. Se trata de una obra eminentemente rítmica.