RUSIA

Como puede verse en el mapa superior, actualmente la República Federal de Rusia está formada por 89 componentes, que cada uno designa dos delegados para la cámara alta, el Concejo Federativo (Soviet Federatsii). Dentro de la federación existen 21 repúblicas que disfrutan de un alto grado de autonomía. El territorio restante se divide en 49 provincias (Oblast), varios distritos y territorios autónomos, además de las dos ciudades federales Moscú y San Petersburgo.

Es el estado con mayor extensión del mundo, comprendiendo parte del este de Europa y el norte de Asia, Siberia. La parte europea está formada por una vasta llanura, separada de Asia por los montes Urales. Los ríos que la recorren son largos y de curso lento, aprovechados como vías de comunicación, especialmente el sistema Neva, Volga, Don, interconectados mediante canales, comunicando el Mar Báltico con el Mar Negro.

Al tratarse de un territorio tan amplio la historia de Rusia es compleja, tanto su formación como su desarrollo. Empezamos por el origen etimológico del propio nombre Rusia, en cirílico PОССИЯ (Rossiia), que es objeto de controversia.

Formación de Rusia

Uno de los primitivos elementos en la formación de Rusia es el pueblo rus. La crónica franca Annales Bertiniani menciona al pueblo Rhos como una tribu germánica a la que se llamó suecos. La primera crónica rusa es la Crónica de Nestor compilada alrededor del año 1113. En ella se menciona la Rus de Kiev, un grupo de hombres del norte llamados por los bizantinos varegos, que crearon el estado medieval de Kiev, origen de la futura Rusia.

Los varegos eran un pueblo procedente de Escandinavia, conocidos como suecos. El origen del nombre del pueblo rus, según una de las hipótesis más aceptadas proviene de las lenguas finesas. El nombre de Suecia en finés es Ruotsi y en estonio Rootsi. Las zonas costeras de la provincia sueca de Uppland se denominan Roslagen.

Los habitantes de Escandinavia, conocidos como vikingos o varegos por los bizantinos, se dedicaban tanto a realizar expediciones comerciales como a la piratería. Remontaron los cursos de los ríos desde la desembocadura del Neva en el mar Báltico hasta, siguiendo el Volga, llegar al Mar Caspio y al Negro.

Rus de Kiev en el siglo XI

Hacia el año 860 un sueco llamado Rurik se estableció en la ciudad de Nóvgorod, llegando a liderar varias tribus eslavas y finesas. Pronto su poder se expandió por el valle del Dniéper, unas tierras habitadas por eslavos, el núcleo del que nacerían las tres naciones, Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

A finales de siglo, hacia el año 880, se habían trasladado hacia el sur estableciendo su capital en Kiev originando la Rus de Kiev. El llamado Principado de Kiev se considera como el más antiguo antecesor de la nación rusa.

Un viajero árabe, Ahmad Ibn Fadlan, que visitó la región en 922, realiza una sugerente descripción de los nórdicos conocidos como tribu rus. “Nunca he visto especímenes físicos más perfectos, altos como las palmas datileras, con el pelo rubio o colorado, otra de las acepciones del término rus, del latín russus o sea rojo. Las mujeres llevan collares de oro y plata. Son altas, de pelo largo y rubio, realmente hermosas.”

Estos suecos fueron absorbidos por las mayorías ugro-finesas del norte y eslavos del sur. Aunque la cultura eslava se impuso, continuaron siendo gobernados por hombres de raíces nórdicas. El Estado de Kiev controlaba las vías comerciales entre el Báltico y el mar Negro, lo cual aumentó su prosperidad.

La cultura eslava

Cuando se produce una interrelación entre dos culturas siempre termina dominando la más fuerte, aunque el poder sea otorgado al pueblo invasor. Esto ocurrió con las invasiones godas que terminaron romanizándose o con las invasiones de los mongoles, que como pasó con los varegos también se eslavizaron. Podríamos distinguir entre los cambios genéticos producidos por las invasiones y los cambios culturales. Estos últimos están siempre dominados por la raza que posee una cultura superior.

En el caso que estamos analizando, vemos que los varegos o suecos o en su caso los mongoles dejaron sus imprentas genéticas en la población rusa. Si describimos a los suecos diremos que son rubios, altos y de ojos claros. Si imaginamos el prototipo de los rusos veremos que también presentan estas características. La diferencia esencial es su cultura, la cultura eslava.

Es difícil saber cómo eran los eslavos primitivos, pues en el curso de los años se han producido muchas interacciones genéticas. Se trata de una opinión personal, pero las diferencias fundamentales entre los normandos o sea los nórdicos y los eslavos eran las siguientes. Los eslavos eran más bajos, más morenos y con el rostro más redondeado.

La influencia de los pueblos vecinos dividió a los eslavos en tres grupos diferenciados étnicamente. Los eslavos occidentales, Polonia, República Checa, con unas características más germánicas, los eslavos del sur, antigua Yugoslavia, Bulgaria, con influencias mediterráneas y turcas y los eslavos del este, como los rusos, con influencias normandas, ugrofinesas y mongólicas, que se presentan como más altos, más rubios pero con rostros más redondeados, tanto por provenir de los verdaderos eslavos como por raíces ligeramente mongólicas.

Los eslavos recibieron la influencia del Imperio Romano de Oriente cuando fueron evangelizados por los bizantinos. La tradición nos cuenta que los misioneros procedentes de Bizancio, Cirilo y Metodio además de introducir el cristianismo de rito oriental, crearon una nueva escritura, llamada escritura cirílica, en honor a Cirilo.

Los hermanos Cirilo y Metodio provenían de la griega Tesalónica. Al ser hijos de madre eslava dominaban las dos lenguas. Evangelizaron Bulgaria hacia el año 862. Tradujeron la Biblia a la lengua eslava. Para ello desarrollaron la escritura glagolítica, empleando un alfabeto derivado del griego y del hebreo, usando nuevas letras para describir los sonidos peculiares de las lenguas eslavas.

El alfabeto cirílico usado en Rusia se empleó a partir del siglo X, siendo derivado del anterior glagolítico junto con caracteres del griego. El empleo de estos peculiares caracteres en los nombres propios, hace crear un cierto confusionismo al traducirlos a las lenguas que emplean el alfabeto romano. Repitiendo lo señalado en el prólogo, al realizar la transliteración a partir de los sonidos representados, cada lengua hace una traducción diferente. Para evitar confusiones, en los nombres de los compositores y en el caso de la mayoría de los geográficos, usaremos la grafía inglesa, exceptuando los términos más conocidos en nuestra lengua.

Vladimir el Grande

Continuando con el relato histórico, la Rus o Principado de Kiev continuó su expansión, llegando al apogeo de su poder durante el reinado del príncipe Vladimir el Grande, 980-1015. En esta época empezó la cristianización del Principado. Hasta entonces la religión era el paganismo idólatra eslavo. Vladimir realizó un análisis de las tres religiones monoteístas de la época, la católica romana, la musulmana y la judía. Pero la influencia de los bizantinos, cuyos misioneros predicaban en el Principado, hizo que el propio Vladimir visitara Constantinopla, donde finalmente se casaría con la princesa Ana, hermana del emperador bizantino Basilio II.

La opción estaba muy clara. Vladimir se convirtió a la Iglesia Ortodoxa, no solo por su boda sino por las relaciones comerciales que a través de la ruta por el río Dniéper mantenía con el Imperio Bizantino.

La Iglesia

Debido a la importancia de la Iglesia, tanto en la historia del pueblo ruso como en su música, consideramos que es necesario hacer unas aclaraciones sobre el uso y significado de los términos empleados, los cuales en algunas ocasiones pueden dar lugar a confusión.

En este caso nos limitaremos a las iglesias cristianas existentes en la Edad Media. Sus nombres completos son los de Iglesia católica apostólica ortodoxa e Iglesia católica apostólica romana.

La palabra Iglesia proviene del griego y significa convocatoria. Era el nombre utilizado para designar a las asambleas del pueblo de carácter religioso. Dios convoca a su pueblo, formando la primitiva comunidad cristiana o sea de seguidores de la doctrina de Cristo.

La Iglesia cristiana está formada por el conjunto de fieles que siguen la doctrina cristiana, escrita en el Nuevo Testamento de la Biblia. La palabra católico también proviene del griego y significa universal. La Iglesia primitiva uso el término católico para distinguirse de las doctrinas que diferían de la aceptada en los concilios.

La denominación apostólica nos indica que sigue la doctrina predicada por los apóstoles. Durante la expansión del cristianismo fue necesaria su división territorial, colocando a un obispo al frente de cada diócesis, termino proveniente de la división territorial del Imperio Romano. Estos primeros obispos descendientes de los apóstoles fueron denominados como Padres de la Iglesia.

Durante el primer concilio de Nicea, año 325, se establecieron cuatro diócesis metropolitanas descendientes directamente de los apóstoles, que se denominaron Patriarcados. Son el obispado fundado por San Pedro, Patriarcado de Occidente, cargo ocupado por el obispo de Roma. El Patriarcado de Constantinopla, proveniente del obispado fundado por San Andrés. El Patriarcado de Alejandría cuyo obispado fue fundado por San Marcos y el Patriarcado de Antioquia fundado por San Pedro y San Pablo.

Por orden de importancia, el Patriarcado de Occidente era designado como superior a los otros y el obispo de Roma recibió el tratamiento de Papa o sea padre de los cristianos. Se trataba de un tratamiento similar al empleado entre los señores feudales que elegían a un rey como primus inter pares. El más importante entre caballeros de la misma jerarquía.

En el primer concilio de Constantinopla, año 381, se declara que después del Papa de Roma el Patriarca de Constantinopla tendría primacía de honor, puesto que entonces la ciudad estaba considerada como la Nueva Roma. El Patriarcado de Jerusalén, proveniente del obispado fundado por el apóstol Santiago el Menor, fue creado por el concilio de Calcedonia, en el año 451.

La historia de la Iglesia sigue los caminos de la política. Así establece su capitalidad en Roma por ser entonces la capital del Imperio Romano. Al dividirse el Imperio la capital de la parte oriental era Constantinopla. Con la desaparición del Imperio Bizantino la capital de Rusia se considera su heredera, llamando a Moscú la Tercera Roma.

Durante los diversos concilios que se celebraron en Oriente fueron apareciendo diferencias importantes entre los dos Patriarcados principales, pero sin llegar a separarse. El Cisma apareció en el siglo XI.

El Papa León IX amenazado por los normandos buscaba una alianza con Bizancio. Envió emisarios para hablar con el Patriarca Miguel I Cerulario, al que negaron su título de ecuménico. Al no querer recibirlos fue excomulgado. El Patriarca respondió excomulgando al cardenal enviado por Roma y a su séquito. Este acto fue el principio del Gran Cisma.

La razón principal de la división de la Iglesia Católica fue el tema de la suprema autoridad. Las dos partes se habían declarado ecuménicas o sea con autoridad universal. El Cisma entre Oriente y Occidente se produjo el 16 de julio de 1054. A partir de esta fecha los concilios se realizan por separado, no aceptando cada parte las resoluciones de la otra.

La Iglesia Ortodoxa

Tenemos que distinguir entre la Iglesia Católica Ortodoxa y la Iglesia Católica Romana de rito oriental, esta última dependiendo del Papa y aceptando sus resoluciones. La única diferencia es la conservación del primitivo rito oriental.

Brevemente resumiremos las principales diferencias entre ambas Iglesias, no entrando en las teológicas y concentrándonos especialmente en las que tienen relación con la historia de Rusia y de su música.

La Iglesia Ortodoxa está formada por un conjunto de iglesias acéfalas o sea que cada iglesia nacional posee su propio Patriarca independiente. Así en la iglesia rusa la máxima autoridad es el Patriarca de Moscú, que puede nombrar sus propios obispos. Esto es muy importante para las relaciones entre la Iglesia y el Estado.

La liturgia ortodoxa no utiliza instrumentos musicales, solamente la voz humana. El canto gregoriano es usado exclusivamente por la Iglesia Católica Romana, como consecuencia de no aprobar sus Concilios. Esto también se puede aplicar a la reforma del calendario.

Los ortodoxos no admiten imágenes tridimensionales de los santos para su veneración. Deben ser bidimensionales, los llamados iconos, en forma de pinturas o mosaicos. Nunca predicaron la Guerra Santa, ni participaron en las cruzadas, siendo sin embargo agredidos por los cruzados romanos. Nunca vendieron indulgencias.

Los intelectuales rusos aprendieron el griego, su filosofía e historiografía, del mismo modo que los occidentales habían aprendido el latín. Por ello aparece una literatura y unas formas artísticas, incluida la música, diferenciadas de las occidentales.

Destrucción del Principado de Kiev

El Principado de Kiev no fue capaz de mantener mucho tiempo su apogeo y primacía. Las luchas internas entre sus príncipes facilitaron las guerras civiles. En el año 1204 los cruzados saquearon Constantinopla, lo cual cerró la vía comercial con el mar Negro. El Principado de Kiev se dividió en diversos principados independientes, lo que marcó la primera evolución hacia tres diferentes nacionalidades, Bielorrusia, Ucrania y Rusia.

En la división territorial destaca la República de Nóvgorod fundada en 1136 y el Principado de Vladimir-Suzdal en 1155, cuyo ejército devastó la ciudad de Kiev en 1169. El centro religioso instalado en Kiev, saqueado por los mongoles en 1240 se desplazó a la ciudad de Vladimir, situada al norte, en el año 1299.

Alexander Nevski

La invasión de los mongoles, también llamados tártaros, terminó con los restos de la Rus de Kiev. Los que se pudieron escapar se trasladaron hacia el norte. Allí una nueva entidad empezó a crecer, Moscovia. Los mongoles, conocidos también como la Horda Dorada, dominaron los principados rusos desde su capital occidental situada en Sarai, en las orillas del Volga. Sin embargo la ciudad de Nóvgorod siguió prosperando. Allí nació el gran héroe nacional ruso Alexander Nevski en el año 1220.

Alexander fue nombrado Príncipe de Nóvgorod en 1236. Para combatir a los finlandeses, que se habían rebelado contra el poder de Roma y también convertir a los ortodoxos rusos, el Papa Inocencio IV convocó la Cruzada del Norte en 1240.

Se formó un gran ejército sueco dirigido por Birger Jarl, desembarcando en el río Neva. Allí fueron derrotados por Alexander de Nóvgorod en la famosa batalla del Neva. En memoria de esta victoria recibió el título de Alexander Nevsky o sea Alejandro, el del Neva.

Años después, siguiendo el carácter de la misma Bula papal, los caballeros de la orden religiosa Teutónica, invadieron la ciudad de Pskov, perteneciente al Principado de Nóvgorod. Después de liberar la ciudad, Alexander Nevsky derrotó a los Caballeros Teutónicos en la famosa batalla del hielo sobre el lago Peipus. Prokofiev realizó la banda sonora del film que inmortalizó el hecho.

Alexander se convierte en Príncipe de Kiev en 1246 y de Vladimir-Súzdal en 1252, hasta su muerte en 1263. Además de sus luchas contra los enemigos del norte, hubo de soportar las invasiones mongólicas. Conservó los territorios del norte convirtiéndolos en vasallos del Imperio Mongol, pero guardando la suficiente autonomía para conservar la cultura eslava.

Principado de Moscovia

Su hijo Daniil Alexandrovich fundó el Principado de Moscovia, cuyo centro era la ciudad de Moscú. Su prestigio aumentó al trasladarse el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa a Moscú. Tributario de los mongoles cooperó con ellos logrando el título de Gran Príncipe de Rusia.

El poder de los tártaros se fue debilitando en el transcurso del siglo XIV. En el año 1380 el Kan mongol fue derrotado por las tropas rusas en Kulikovo, cerca del río Don. El territorio de Moscovia empezó un período de gran expansión.

Ivan III, el Grande, 1462-1505, impuso su autoridad en todo su territorio, derrotando a los divididos mongoles de la Horda de Oro. En su expansión triplicó su territorio, transformándose en un líder poderoso y autocrático, un carácter que ya lo podía definir como un futuro Zar.

El Zar

Ivan IV, el Terrible, 1547-1584, fue el primer gobernante moscovita que empleó el título de Zar, palabra derivada de César. Tras la caída de Constantinopla en poder de los turcos, el Patriarca Ortodoxo de Moscú se había convertido en el más importante de la Iglesia Ortodoxa. Por ello se dijo que Moscú era la Tercera Roma. En consecuencia, como herencia del Imperio Romano, su Príncipe se convirtió en César, Zar en ruso.

El nuevo Zar continuó combatiendo a los tártaros en Crimea, para asegurarse el control de las rutas comerciales y buscando infructuosamente por otra parte una salida al mar Báltico, dominado por los letones, suecos y territorios germánicos.

La política interior evolucionó hacia un autoritarismo estatal, suscitando la oposición de la antigua nobleza y convirtiendo a los campesinos en siervos.

A su muerte empezó un período tumultuoso de luchas internas y externas, que no terminó hasta la instauración de la Dinastía Románov.

Dinastía Románov

Miguel Románov ascendió al trono de Rusia en el año 1613. Relacionado por matrimonio con la Dinastía de Rurik empezó la suya propia, que duraría hasta la Revolución de 1917. Con el apoyo de los boyardos o grandes nobles, dominó totalmente al pueblo, realizando una feudalización de los campesinos.

Los siervos eran tratados como esclavos, llegando a ser comprados y vendidos por los terratenientes. Los impuestos insoportables que tenía que pagar una población esclavizada provocaron grandes disturbios entre los campesinos, que eran duramente reprimidos. La revuelta de los cosacos capitaneados por Stenka Razin terminó en 1670 en un baño de sangre, siendo su líder decapitado.

Pedro I, el Grande

Pedro I, el Grande, 1672-1725, convirtió Rusia en la nación más grande del mundo en su tiempo. Su territorio se extendía entre el mar Báltico y el Océano Pacífico, un territorio escasamente poblado. En el año 1721 el territorio empezó a llamarse oficialmente Imperio Ruso.

El Zar desea la occidentalización de Rusia. Por ello busca una salida al mar Báltico, convertido en aquella época en un mar dominado por Suecia. La costa rusa se encontraba bloqueada por dominios suecos. Pedro I realiza una alianza bélica con Polonia y Dinamarca contra Suecia. Es la llamada Gran Guerra del Norte, desarrollada entre los años 1700 y 1721, cuando una Suecia exhausta pidió la paz a Rusia, que se apodera de la zona costera entre Finlandia y Lituania.

En la desembocadura del Neva los suecos habían construido una estratégica fortaleza, que el Zar derribó, empezando en 1703 la construcción de una gran ciudad, para rivalizar con las de las cortes imperiales, que había visto durante su visita a la Europa Occidental. Sería la nueva capital de Rusia y se llamaría San Petersburgo en honor a San Pedro cuyo nombre ostentaba. Convertida en una ventana abierta a Europa, ayudaría a la modernización de su atrasado pueblo campesino.

Pedro I destituye al Patriarca de Moscú para poder controlar a la Iglesia. En su lugar coloca el Sínodo Sagrado que forma parte del cuerpo administrativo del estado. Su afán de modernizar el país afecta hasta al modo de vestir, que se occidentaliza. Pero a diferencia de otros estados europeos Rusia continúa siendo un estado autocrático.

Catalina II

Catalina II, la Grande, una princesa alemana casada con el heredero del Zar, llegó al poder en 1762 después del asesinato de su incompetente marido. Siguiendo a la corte francesa instaura el despotismo ilustrado en Rusia.

El país continúa su expansión, anexionándose los territorios de la comunidad Polaco-Lituana hasta llegar a la Europa Central, recuperando todas las tierras del antiguo Principado de Kiev. Luchó contra el Imperio Otomano ya en decadencia, llegando hasta el mar Negro, donde fundó Sebastopol en la península de Crimea en 1784.

En su política interna contentó a los boyardos otorgándoles más poder. La legalización de la esclavitud o sea la venta de siervos separadamente de sus tierras, provocó una revuelta en 1773 inspirada por el cosaco Pugachov con el lema de ¡Colguemos a todos los señores!, una revolución sangrientamente sofocada, que pronosticaba lo que sucedería bastantes años más tarde.

Alejandro I

A la muerte de Catalina II en 1796 el Imperio Ruso se había convertido en una gran potencia europea, que continuó durante el reinado del Zar Alejandro I, con la anexión del Gran Ducado de Finlandia en 1809, dependiente hasta entonces de una debilitada Suecia.

Napoleón cometió un gran error al invadir Rusia en 1812. La Grand Armée que llegó a las puertas de Moscú fue aniquilada por los patriotas rusos unidos a las fuerzas de la naturaleza, durante el terrible invierno ruso.

Revueltas liberales

Las ideas liberales inspiradas en la revolución francesa influyen a un grupo de militares en el mes de diciembre de 1825. El Zar Nicolás I, 1825-1855, sofoca con rapidez una revuelta conocida como la Revuelta Decembrista. La represión aumenta en el país, siendo enviados miles de sospechosos a los campos de trabajo en Siberia. Entre ellos se encuentra Mijail Bakunin, conocido como padre del anarquismo. Logra escapar a centroeuropa donde colabora con Karl Marx.

El reinado de Alejandro II de 1855 a 1881 empieza con aires de reformismo. Rusia se había alejado de las corrientes europeas y caído en una nueva Edad Media. Los siervos son emancipados en 1861, lo cual estimuló a la industria y apareció una nueva clase media. En 1867 Alaska, colonizada por los rusos a finales del siglo XVIII, es vendida a los Estados Unidos.

Las reformas no son suficientes para aplacar las rebeliones de un pueblo todavía sometido, empezando una serie de atentados que culminan con el asesinato del Zar en 1881.

Su hijo Alejandro III, 1881-1894, es un reaccionario que defiende la autocracia parcialmente perdida. Se separa nuevamente de las corrientes europeas defendiendo el eslavismo. Aumentan los movimientos socialistas, anarquistas y antisemitas.

Nicolás II, 1894-1917, debe afrontar los problemas surgidos a causa de la revolución industrial. Capitalistas y nobles desean un gobierno liberal. Los socialistas piden que la tierra sea para quien la trabaje. La clase obrera apoya a los representantes del marxismo. Los bolcheviques, marxistas radicales, actúan con eficacia dominando al proletariado.

Levantamiento popular

El desastre de la guerra ruso-japonesa entre 1904 y 1905, enfurece al pueblo. En el mes de enero de 1905, un día conocido como Domingo Sangriento, un numeroso grupo de gente se presenta frente al Palacio de Invierno en San Petersburgo para realizar una petición al Zar. Los cosacos, guardia personal del Zar, dispararon contra la multitud originando centenares de muertos.

Para contener la revolución el Zar hubo de ceder y crear la Duma nacional, una legislatura para la cual se generalizó el derecho al voto. Esto contentó a los grupos moderados liberales, pero no logró calmar a los socialistas radicales.

La entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial en defensa del pueblo serbio provocó la ruina del país. El pueblo cada vez estaba más descontento con su gobierno. La influencia de Rasputín como consejero del Zar provocó una gran reacción en su contra, que terminó con su asesinato en 1916.

Fin del Zarismo

El fin del zarismo empezó en el mes de marzo de 1917 con una huelga en su capital, llamada desde 1914 Petrogrado, rusificación del anterior nombre germánico. El Zar disolvió la Duma, que se puso al lado de los obreros obligando a dimitir a Nicolás II.

Se crea un Gobierno Provisional limitado por el Consejo de diputados, trabajadores y soldados, conocido como Soviet. En el mes de abril Vladimir Lenin regresa del exilio a Petrogrado inspirando una revolución marxista.

En el mes de noviembre, el 25 de octubre según el antiguo calendario, los Soviets se hacen con el poder asaltando el Palacio de Invierno en Petrogrado, en la conocida como Revolución de Octubre.

Lenin al mando de los bolcheviques, firma un tratado de paz con Alemania para salir de una guerra totalmente antipopular. El Partido Comunista Ruso creado por Lenin domina el país, volviendo a prácticas policiales semejantes a las utilizadas por los zares. Surge un movimiento contrarrevolucionario, el Movimiento Blanco, que lleva al país a una sangrienta guerra civil. La resistencia blanca es aplastada en 1920, empezando Rusia una nueva etapa autocrática. Los Soviets pierden su poder político terminando la democracia.

La URSS

En 1922 nace la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la URSS. La constitución establecida en 1924 establece un sistema federal controlado absolutamente por el Partido Comunista, dependiente del Politburó desde Moscú, la nueva capital de la Unión Soviética.

Stalin sucede a Lenin en 1928 imponiendo la más brutal socialización de la economía y la colectivización de la agricultura. El sistema es totalmente totalitario, imponiendo sus ideas en todos los campos, incluidos los artísticos. Este tema se desarrollará durante la exposición de la obra de Shostakovich.

La URSS interviene en la Segunda Guerra Mundial en 1941, cuando los alemanes empiezan su invasión. A finales de 1943 el Ejército Rojo rompe el asedio de Leningrado, nuevo nombre de Petrogrado. A finales de 1944 se adentran en centroeuropa, capturando Berlín en mayo de 1945. Todo ello a cambio de millones de vidas y una economía devastada.

El resultado de la guerra ocasionó un conflicto entre sus vencedores, especialmente entre los Estados Unidos y la URSS, conocido como Guerra Fría. Europa se dividió en dos bloques, dominados por la americana OTAN creada en 1949 y el soviético Pacto de Varsovia, establecido en 1955.

La muerte de Stalin en 1953 provoca un nuevo cambio en la URSS. Empieza un período en el cual Moscú cada vez más va cediendo su poder. En febrero de 1956 se presenta el informe Kruschov denunciando el culto a la personalidad y los crímenes del anterior dictador.

La llegada de Gorbachov al poder en 1985 marca una ruptura que lleva al país a su fin. Las palabras que definen este cambio son perestroika, reestructuración y glasnost, transparencia.

La Federación Rusa

La caída del Muro de Berlín en 1989 supone el final de las dictaduras comunistas europeas, incluyendo a la Unión Soviética. El golpe dado por los comunistas conservadores en 1991 fracasa, precipitando su final.

La URSS muere el 8 de diciembre de 1991, cuando los presidentes ruso, ucraniano y bielorruso anuncian la creación de la Comunidad de Estados Independientes, CEI.

El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov se rindió a lo inevitable y renunció como presidente de la URSS, declarando su disolución. Transfirió los poderes, que pasaron desde entonces a Boris Yeltsin, el presidente de Rusia. Al día siguiente, el Soviet Supremo de la URSS, el cuerpo gubernamental más alto de la Unión Soviética, reconoció el desplome de la Unión Soviética y se disolvió. Nace la Federación Rusa.

Después de una profunda crisis financiera, Yeltsin dimite al final de 1999, dejando el gobierno en manos de su primer ministro Vládimir Putin, quien después de ganar las elecciones de 2000 es reelegido en 2004. Desde el 9 de mayo de 2008 es el Primer Ministro de Rusia o sea el Presidente del Gobierno de Rusia, mientras que Dmitri Anatólievich Medvédev es el Presidente de la Federación Rusa.

Putin logra conservar el poder ejecutando una astuta rotación de cargos. En las últimas elecciones, realizadas el 4 de marzo de 2012, volvió a ganar Vládimir Putin, candidato del partido Rusia Unida, asumiendo el cargo de Presidente de la Federación Rusa el 7 de mayo por un período de seis años, pasando su predecesor Medvédev a Presidente del Gobierno de Rusia, puesto equivalente al de primer ministro.