Antoni Català (1891-1978) nació en Sitges, en la barcelonesa comarca del Garraf, el 21 de noviembre de 1891. Su padre era organista y maestro de capilla de la iglesia parroquial de Sitges y director de la banda de música de la Societat El Retiro. De él aprendió los primeros fundamentos musicales. A los ocho años ingresó en la Escolanía de Montserrat, donde estudió órgano, armonía, contrapunto y fuga con el maestro Manuel María Guzmán. Abandonó el monasterio a los 16 años.
Cuando volvió a Sitges ejerció de profesor en el colegio de los Concepcionistas y en el de los Maristas. Dirigió la banda del Casino Prado y escribió sus primeras composiciones. Al mismo tiempo continuó sus estudios musicales en Barcelona con Enric Morera y de piano con Carles Pellicer.
Cuando en el año 1911 le ofrecen el cargo de maestro de capilla y organista del Santuario de Nuestra Señora de Pompeia de Barcelona, se traslada definitivamente a vivir a la ciudad condal. La iglesia perteneciente a la Orden de los Capuchinos, había sido construida entre los años 1907 y 1910 en estilo neogótico, localizada en la avenida Diagonal del distrito barcelonés de Gracia.
Acompaña sesiones de cine mudo en el cine Cataluña mediante el órgano, da clases de música a las Escoles Gratuïtes de Pompeia y en 1916 funda el Orfeó Pompeia. Más adelante la Coral Barcelona.
Después de la Guerra Civil en 1940 ocupa la cátedra de conjunto vocal e instrumentación del Conservatorio Municipal de Barcelona, hasta su jubilación. Crítico musical del Diario de Barcelona desde 1945.
“La Processó de Sant Bartomeu" una sardana para cobla compuesta en 1919 es su obra más conocida. Obtuvo el premio en un concurso celebrado en Girona en el mismo año. El propio compositor posteriormente hizo una versión para banda sinfónica que se estrenó en 1925 interpretada por la Banda Municipal de Barcelona dirigida por Joan Lamote de Grignon. Tuvo tanto éxito que hubo de repetirse tres veces. Añadimos el comentario del programa de mano del 1 de agosto de 1959 cuando fue interpretada por la Banda Municipal de Barcelona dirigida por Joan Pich Santasusana.
La Processó de Sant Bartomeu, aunque compuesta ateniéndose estrictamente a la forma tradicional de la Sardana larga, incluye intenciones descriptivas bien concretas. El autor traduce en esta obra el amor que siente por su tierra y exterioriza de una manera magnífica los sentimientos que despierta en su alma la tradicional procesión que la villa de Sitges celebra anualmente el día de su Fiesta Mayor, el 24 de agosto.
Así esta sardana empieza con la tonada popular dels gegants, que acompaña siempre a estos personajes populares y toda la primera parte, els curts, está basada en esta tonada. Una marcha religiosa, simbolizando el ambiente de la ceremonia, inicia los llarcs. Seguidamente viene la tonada del ball dels bastons, cuya comparsa asiste a la procesión. Sigue un pequeño episodio libre. El autor, sugestionado por el espectáculo que ofrece la llegada del cortejo a la Plaza de la Iglesia, momento en que suenan a la vez y en abigarrado conjunto los cantos religiosos, las tonadas populares y las músicas militares, todo junto entre el estallido de la pólvora, nos ofrece un espléndido final en el que se combinan de la manera más feliz los temas antes mencionados.
“Albada" fue compuesta en su versión original de sardana para cobla en 1925, dedicándola al Foment de la Sardana de Barcelona., que la estrenó en un concierto celebrado en el Palau de la Música de Barcelona. En el año 1931 el propio compositor realizó su transcripción para banda. Añadimos el comentario contenido en el programa de mano del 23 de febrero de 1964, cuando fue interpretada en primera audición por la Banda Municipal de Barcelona dirigida por el propio compositor.
Como indica su título, en esta obra se describen unas impresiones sentidas al amanecer de un día de agosto, caminando hacia una recluida ermita del Alto Vallés. Els llarcs describen la visión de un sol esplendoroso en la montaña. Tal como expresó Casas y Amigó en su inspirada poesía, Hermosas madrugadas las del Vallés.
Entre la obra de Català predomina la música religiosa, además de la música sinfónica, de cámara, teatral, música para el cine, lied y sardanas. Entre su música orquestal se encuentra "Triptic" y "La Moixiganga de Sitges", compuesta en 1927 y luego transcrita para banda. Es una danza tradicional que se acompaña de grallas y timbales, típica de Sitges. En las procesiones de Sant Bartomeu y Santa Tecla se coloca delante del Santo.
También compuso música teatral como "Crisàlida" de 1911 y "La xinel-la preciosa" en 1918 con texto de Josep María Folch y Torres, además de música para el cine.
Entre sus numerosas sardanas, además de las comentadas, destacan "Esclat" de 1925, "Sitges" de 1930, "A un nadó" de 1935 o "Íntima" de 1946.
Català muere el 13 de enero de 1978.