Lluís Albert (1923-) nació en Barcelona el 14 de junio de 1923, de padre procedente del pueblo ampurdanés de L'Escala, donde poseían su mansión familiar. Sobrino de la famosa escritora Caterina Albert conocida como Victor Català. Vive en la casa de su familia en L'Escala hasta la llegada de la Guerra Civil en 1936, donde el incendio de la iglesia local es suficiente para que su familia se traslade a Barcelona. Durante la guerra estudia en la escuela Blanquerna que aplicaba el famoso método Montesori de enseñanza.
Terminada la guerra estudió en la Escuela Pía de la calle Balmes de Barcelona, ingresando en su escolanía. Estudia piano de forma privada con el maestro Miguel Francolí. En 1940 decide que su vocación era el dedicarse profesionalmente a la música, enfrentándose a su padre.
Empieza sus estudios de armonía, contrapunto, fuga y orquestación con Casià Casademont y Francesc Montserrat. Revalidó sus conocimientos en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona, donde consigue en 1959 el diploma de Profesor de Composición.
En 1944 ingresó en el Orfeò Laudate de Barcelona donde conoció a su esposa Montserrat Puig Serra, que cantaba como soprano, con la que se caso en 1951 y de la que tuvo seis hijos.
En 1948 funda en L'Escala el Esbart Escalenc de Dansaires. En 1959 ingresa en la Orquesta Sinfónica Estela como instrumentista de oboe y más tarde de viola y subdirector.
El "Concierto en sol menor para piano y orquesta" (Concert de la Costa Brava) se estrenó el 25 de enero de 1959, interpretado por la Orquesta Municipal de Barcelona dirigida por Eduard Toldrà y con Juan Moll al piano. A continuación transcribimos unas notas del compositor contenidas en el programa de mano de su estreno.
Obra de fractura neorromántica, está escrita con una sinceridad ajena a toda preocupación derivada de tendencias musicales ultramodernistas y acusa una exuberancia melódica que puede sorprender en un compositor de las actuales promociones.
El autor se ciñe a los procedimientos armónicos adecuados para servir de ropaje armónico al contenido melódico, tratando la orquestación con la discreción y tacto propios del género concierto, al objeto de asegurar en todo momento la supremacía del instrumento solista.
A pesar del subtítulo de Concierto de la Costa Brava que figura en la partitura, por el hecho de haber tenido lugar su gestación en La Escala, frente al mar azul del Golfo de Rosas, no pretende ser una obra descriptiva, ni mucho menos.
El primer tiempo está construido en la forma clásica de sonata, a base de dos temas principales de características bien diferenciadas, enlazados por un episodio orquestal modulante y antecedidos de una corta introducción lenta, que da principio a la obra, con unas destacadas intervenciones de los timbales a solo.
Esta introducción es glosada en la parte central, o sea en el desarrollo, en forma de animado diálogo orquestal en el cual el tema, siempre en crescendo, va alternando entre el corno inglés, el clarinete, el fagot, el oboe y la trompa, hasta llegar al tutti orquestal que nos conduce a la reexposición. Al final de esta, como es tradicional, el piano a solo ejecuta una cadencia que es rematada por una coda orquestal, terminando el primer tiempo con unos pasajes del piano en octavas y con unas intervenciones de los timbales que rememoran el motivo rítmico inicial.
El segundo tiempo tiene forma de lied más o menos desarrollado en la parte central, de gran opulencia orquestal, entretejida por los arabescos del piano que va bordando el tema, terminando con un delicado diálogo entre el solista y el violín concertino, acompañados de la cuerda con sordina, diálogo que va languideciendo hasta terminar en un arpegio del piano que se pierde como un susurro.
El tercer tiempo está construido en la forma clásica de rondó, a base de un motivo principal que va alternando con otros dos. El tema principal, en realidad está integrado por otros temas complementarios en forma de lied y el tercer tema presenta la particularidad de estar ocupado aquí por un coral con variaciones, circunstancias que prestan a este tiempo un singular desarrollo.
Indudablemente es el tiempo de sabor más clásico de todo el concierto, dentro de las características autóctonas de cierto resabio popular netamente catalán, que se hacen quizás más patentes en el tema conclusivo final, que al ser repetido por la madera y la cuerda se contrapunta con el coral en el metal, terminando el concierto con unos brillantes pasajes del solista subrayados rítmicamente por unos acordes de la orquesta.
La "Rapsodia Empordanesa Nº 2" escrita para dos coblas se estrenó en 1959 en Torroella de Montgrí, Baix Empordà, siendo transcrita para pequeña orquesta. Adaptada para banda recibió su primera audición el 18 de marzo de 1962, interpretada por la Banda Municipal de Barcelona bajo la dirección del maestro Joan Pich Santasusana.
Según podemos leer en el programa de mano de su interpretación por la Banda, esta obra está inspirada libremente en olvidados motivos inéditos del folclore musical del Ampurdán, que el autor ha recogido a través de la tradición familiar, tales como la glosa de la canción de cuna La Dida, que entonada por la característica tenora constituye el tema central de la obra.
La “Suite clàssica catalana Nº 1 en la menor per a orquestra de corda", fue grabada en un LP de AudioVisuals de Sarrià, interpretada por la Orquesta de Cambra de Girona dirigida por el propio compositor, en la época en que ejercía como su director.
Está dividida en cinco movimientos que se basan en danzas clásicas del barroco. El primer movimiento, Allemanda, una danza barroca de origen alemán y de ritmo binario, que normalmente abría las suites. Música de baile que conserva todo su sabor cortesano.
El segundo movimiento, Sarabanda, se basa en la clásica danza lenta barroca, con su aire solemne. El tercer movimiento, Pavana, es una danza ceremonial también lenta, que se puso de moda durante el Renacimiento, manteniendo una cierta solemnidad.
El cuarto movimiento, Passepied, presenta una danza cortesana rápida de origen francés y el quinto movimiento, Corranda, es una danza popular en Cataluña, Andorra y en los Pirineos Orientales de Francia, que se solía bailar como final de una serie de bailes.
Música de características barrocas en forma de un ballet, respetando los ritmos de las antiguas danzas. La sección final se basa en una danza que presenta un sabor folclórico catalán, que nos recuerda las danzas de los típicos esbarts[1].
Otras obras de carácter sinfónico son el "Concerto Grosso" escrito en 1995, con flaviol, tiple y tenora como solistas. El "Concierto para violín en sol mayor" y la "Fantasía y Fuga" sobre dos motivos populares.
Albert se interesa por la cobla y los bailes tradicionales. Instrumentista de tenora en la Cobla Principal de Barcelona. En 1976 será fundador del Foment de la Sardana de Torroella de Montgrí. En 1982 es nombrado director de la Orquestra de Càmara de la Diputación de Girona, hasta su disolución.
En 1998 es declarado hijo adoptivo de L'Escala por su continuada labor en la divulgación de la música en todos sus aspectos, pero especialmente por su fidelidad a la tradición musical de la comarca.
Su obra en favor de la cobla es considerable, además de sus trabajos musicológicos sobre dicho tema, escribe un centenar de sardanas, entre las cuales podemos citar "Bella Costa Brava" compuesta en 2003 con una versión coral sobre una poesía de su tía Victor Català, "Cant a l'Escala" de 1976, "Garbinada" de 1949, "Garretiana" de 1950, "Placidesa" con versión coral con letra de Màrius Rabasseda o "Recordant en Morera" de 1951.
[1] Agrupaciones folclóricas que mantienen los bailes tradicionales catalanes.