25 - La Sinfonía en Bélgica
Después de las ocupaciones francesas derivadas de las guerras napoleónicas, Europa se configuró mediante el Congreso de Viena, durante los años 1814-1815. Se creó el Reino de los Países Bajos agrupando las exprovincias Unidas, los Países Bajos Austriacos y la región de Lieja. El Gran Ducado de Luxemburgo se administra como una provincia del reino. La Constitución admite la existencia de dos capitales, La Haya y Bruselas. Pero el poder político está centrado en el norte. Es en La Haya donde se toman las decisiones, de un modo poco liberal.
Las diferencias entre el norte y el sur están centradas en tres aspectos. En el religioso, el norte es protestante y el sur católico. La política del rey Guillermo I es anticlerical frente a los católicos. En el aspecto lingüístico, el norte es de idioma flamenco, al que llaman holandés y el sur es de lengua francesa, los valones. Para luchar contra la influencia francesa se impone el holandés o sea el flamenco en Bruselas, lo cual es mal visto por los valones. En el campo político una minoría burguesa flamenca del sur se opone al autoritarismo real.
El resultado de esta tensa situación no se hace esperar, naciendo un nacionalismo belga. Se producen contactos entre el influyente clero católico y los liberales flamencos del sur entre los años 1828 y 1830. La situación estalla en el mes de agosto de 1830, declarándose la guerra civil. Los holandeses infiltrados en el sur son empujados hacia el norte y surge Bélgica como una monarquía constitucional independiente. Recibe la ayuda de Francia y la pasividad de Inglaterra, que ve en el debilitamiento de Holanda una ayuda para lograr la hegemonía marítima. En el año 1839 Holanda reconoce a la nueva nación belga.
Con estos antecedentes se puede deducir, que la música belga propiamente dicha, nace en la segunda mitad del siglo XIX. El Conservatorio Real de Bruselas empieza su historia en 1813, pero su fundación oficial se realiza en el año 1832, a raíz de los hechos históricos anteriormente comentados. El primer director es François Joseph Fétis y entre sus mas importantes maestros se encuentran François Auguste Gevaert y Joseph Jongen.
Pierre Benoit (1834-1901) estudió en el Conservatorio de Bruselas y fue el creador de la escuela flamenca de composición. Es el responsable del desarrollo moderno de la música flamenca moderna. Convirtió la Escuela de Música de Amberes en el Koninklijk Vlaams Conservatorium Antwerpen, el Real Conservatorio de Flandes en 1898. Entre sus alumnos encontramos a Lodewijk Mortelmans.
El compositor más importante de Bélgica es sin duda César Franck, pero como veremos en el capítulo especialmente dedicado a su obra, no puede ser considerado totalmente como un compositor belga.
August de Boeck, discípulo y compañero de Paul Gilson (1865-1942), junto con su casi también contemporáneo Lodewijk Mortelmans, pueden ser considerados como los fundadores de la música flamenca del siglo XX. En este capítulo solo estudiaremos al primero de ellos, dado que su única sinfonía está compuesta dentro del siglo XIX.
August de Boeck (1865-1937) nació el 9 de mayo de 1865 en Merchtem, el la parte belga de la antigua región de Brabante. En 1880 se trasladó a Bruselas para estudiar en su Real Conservatorio, teniendo entre sus maestros a Alphonse Mailly en órgano, Joseph Dupont en armonía y Hubert Ferdinand Kufferath en contrapunto. Allí conoció a su compañero de estudios Paul Gilson, que a pesar de ser de la misma edad, le inculcó una serie importante de conocimientos musicales, convirtiéndose en su tutor en composición y orquestación.
Junto con su compañero Gilson, escuchó obras de Wagner en el Théâtre de la Monaie, asistiendo también a los Concerts Populaires de Bruselas, donde descubrió la coloración de la música rusa ofrecida por las obras del grupo de los cinco.
La “Sinfonía en sol” fue terminada en 1896, siendo su única sinfonía. No fue publicada y su estreno tuvo que esperar hasta 1921, cuando fue presentada en uno de los Concerts Populaires de Bruselas. Una obra con influencias de la escuela de César Franck y del grupo de los cinco.
El primer movimiento andante, allegro vivace e molto agitato, andante celeste, empieza con una introducción lenta, presentando los dos temas principales. El primero es interpretado por la cuerda baja y el segundo es presentado por el oboe, con una corta melodía ondulante que en su posterior desarrollo tomará una coloración inspirada en Borodin. Al final del desarrollo, después de una pausa, aparece un tercer tema que se usará también en otros movimientos.
El segundo movimiento corresponde al scherzo. El pizzicato de los violines y las entradas del viento le otorgan su carácter rítmico especial, al final remarcado por los timbales. En el trio aparece el tercer tema del movimiento anterior, un tema de la escuela rusa. Luego retorna la danza rítmica del scherzo.
En el andante vuelve el tema recurrente, aunque el principal tema es presentado por la cuerda y oboe. Un tema derivado del de la escuela rusa, que se expande llegando a su climax lírico, para terminar en la coda con una sección de una gran delicadeza orquestal.
Termina con un allegro giocoso en forma de rondó. El tema principal también deriva del tema recurrente. Un tema agitado realzado por la percusión. Es notable el cambio de coloración observado en sus variaciones. Las secciones intermedias también tienen un colorido oriental. Una determinante coda finaliza la obra.
De Boeck trabajó como organista y luego como profesor, primero en los Conservatorios de Bruselas y Amberes y más tarde como director del Conservatorio Municipal de Mechelen (Malinas), donde después de su retiro en 1930, su plaza fue ocupada por Godfried Devreese.
La obra sinfónica de De Bnoeck es reducida, dedicándose a la ópera, canciones y a la música de escena. El compositor se retiró a su pueblo natal, muriendo el 9 de octubre de 1937 en Merchtem.