La “Sinfonía concertante para violoncello y orquesta” Op.125 tiene una larga historia que empieza en Francia en el año 1934. A su regreso a Rusia termina una obra como su “Concierto para violoncello en mi menor” Op.58, que se estrena en Moscú el 26 de noviembre de 1938. La obra no tiene éxito y es olvidada. En el año 1947 un joven violoncelista llamado Mstislav Rostropovich posee una reducción al piano de la obra y la interpreta en el Conservatorio de Moscú en una versión para violoncello y piano. Al escucharla Prokofiev se da cuenta que ha olvidado injustamente esta obra y junto con Rostropovich promete hacer una revisión de la misma. Pero las críticas citadas del partido comunista se lo impiden.
En el año 1950 empieza la revisión de la obra, pero cambia su forma convirtiéndola en una Sinfonía Concertante. La termina en 1952 estrenándose el 18 de febrero del mismo año en Moscú, interpretado por Mstislav Rostropovich y con la orquesta dirigida por Sviatoslav Richter.
Está orquestada para violoncello solista, dos flautas, piccolo, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales, pandereta, triángulo, caja, platillos, bombo, celesta y cuerda.
El primer movimiento, andante, empieza con una pequeña introducción orquestal. Luego el violoncelo solista presenta un amplio tema lírico que es tomado y amplificado por la cuerda. La exposición del segundo tema por el solista es más compleja. Continúa con un amplio desarrollo donde Prokofiev se deja guiar por su fantasía. En la recapitulación el tema principal es llevado a su culminación. Termina mediante un tranquilo episodio con murmullos del violoncello.
El segundo movimiento, allegro giusto, empieza de forma dinámica con la intervención del solista presentando un tema lleno de energía. El segundo tema de la forma sonata también es presentado por el violoncello, un expresivo tema de carácter ruso. El desarrollo está construido con estos temas, teniendo gran carácter virtuosístico.
El tercer movimiento, andante con moto, allegretto, allegro marcato, está construido sobre dos temas. El primero aparece en el violoncello al principio, siendo de carácter lírico. Continúa con una serie de variaciones. En la parte central aparece un nuevo tema de carácter serio. Pero está poco desarrollado. Continúan las variaciones sobre el tema principal. La dinámica coda final está basada en material del segundo movimiento.
Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya
Salvador Mas 23-24-25/11/2018 Truts Mork, violoncelo