La“Sinfonía Nº 7 en la mayor” Op.92 fue compuesta entre el otoño de 1811 y el 13 de mayo de 1812, fecha del manuscrito. Se estrenó el 8 de diciembre 1813 en la Universitätsaal de Viena, dirigida por el propio autor, en un concierto benéfico destinado a los soldados austríacos y bávaros heridos en la batalla napoleónica de Hanau del 30 de octubre. El concierto fue muy bien acogido por el público y la interpretación fue excelente al contar con grandes profesionales como instrumentistas.
Su orquestación comprende dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, dos trompas, dos trompetas, timbales y la cuerda habitual.
Wagner la llamó “apoteosis de la danza”, debido al dominio de la estructura rítmica, especialmente en los movimientos extremos. Después de una introducción lenta, con acentos secos de la orquesta, que contiene una bucólica frase del oboe, repetida por los violines, se presenta el primer tema del vivace de modo rítmico e impetuoso. Al final del movimiento en forma sonata, en la reexposición, el tema principal se transforma en una variación serena y hermosa. La coda concluye el movimiento solemnemente.
Sigue un allegretto con estructura de marcha, en forma ternaria. Un motivo triste que contrasta con la alegría del primer movimiento, va recorriendo los distintos grupos instrumentales hasta llegar a un vibrante tutti de la orquesta. La parte central consiste en un tranquilo diálogo de los vientos. Llegamos a la repetición de la primera parte. Se producen unos momentos de inquietud cuando se desarrolla un fugato sobre el tema principal.
El ritmo reaparece al iniciarse el tercer movimiento, presto en forma de scherzo. Aquí Beethoven emplea la técnica de la repetición. El tema inicial es brusco y brioso, jugando con la repetición de las notas. El trío usa un tema de raíz popular sobre un pedal (nota larga sin interrupción) de los violines. Este tema se repite dos veces de forma grandiosa y solemne por el tutti de la orquesta. Luego se vuelve, como era de esperar, al primer tema del scherzo, pero la repetición continúa al escucharse de nuevo completamente el trío y volver al scherzo. Cuando todo parece indicar que se va a repetir el trío por tercera vez, es abreviado drásticamente en forma de coda.
La sinfonía termina con un frenético allegro con brio, con el ritmo de una danza húngara. En la parte del desarrollo, el tema principal se presenta quebrado por la inserción de acordes graves y oscuros, pero pronto vuelve a presentarse de modo limpio. Antes de la repetición, la flauta nos anticipa el primer tema. La sinfonía acaba con una coda brillante de una gran fuerza rítmica.
Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya
Constantin Trinks 21-22-23 Octubre 2016