La “Sinfonía Española para violín y orquesta” Op.21 fue compuesta en 1873 dedicada al violinista Pablo Sarasate que la estrenó el 7 de febrero de 1875 en los Conciertos Populares de París, recibiendo un gran éxito por parte del público.
No se trata de una sinfonía pura, es una sinfonía concertante. Su forma se encuentra entre la suite y el concierto. Consta de cinco movimientos, de los cuales suele omitirse el tercero, el Intermezzo.
El primer movimiento allegro non troppo se inicia con una introducción orquestal luego imitada por el solista. El violín presenta el primer tema de carácter hispánico. Luego la orquesta repite la introducción. El tema principal es repetido por el violín para luego pasar a una variación en forma de habanera. La orquesta repite el tema hasta que aparece una cadencia del solista con un carácter popular español. Después de una sección intermedia, el tema es presentado de nuevo por el solista, seguido por un pasaje rapsódico de fuerte sabor folclórico. En la sección final el violín presenta su carácter virtuosístico.
El segundo movimiento es un scherzo. Empieza con las cuerdas en pizzicato. El tema principal es presentado por el violín en un ambiente de tipo flamenco. La parte que corresponde al trio es melódica con raíces del cante andaluz con un rasgueo melódico que acompaña al fagot. Luego regresa la primera parte del scherzo y el solista repite la melodía, terminando de forma algo melancólica.
El Intermezzo, escrito en forma ternaria, empieza con la orquesta marcando un ritmo de bolero. El violín entra con una especie de habanera que luego pasa a la orquesta. El violín realiza una variación antes de aparecer el tema central con un carácter menos folclórico. Luego se repite el tema inicial con variaciones. El solista sigue hacia los registros agudos antes de terminar con retazos del tema desdibujados.
El andante comienza con un himno de aire solemne interpretado por el viento. El violín entra con un expresivo tema que va aumentando en dramatismo cada vez que se repite. El solista hace alarde de su virtuosismo en una cadencia sobre las notas agudas para pasar a las graves, volviendo al tema lento del principio, terminando de modo nostálgico sobre las notas agudas sostenidas del violín.
El último movimiento es un allegro en forma de rondó. Comienza con un ritmo mecánico, sobre el cual el violín interpreta un tema juguetón de carácter pastoril que actuará como estribillo. La orquesta introduce un nuevo tema en forma de fanfarria. El violín presenta una nueva habanera que repite de un modo más expresivo. La orquesta interpreta el tema principal y el solista una serie de trinos. La cadencia final la realiza el violín con un pasaje virtuosístico, antes de que la orquesta añada las últimas notas.
Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya
Ramon Tébar 3/10/2015
Joshua Bell violín