8 – Comentarios
La idea inicial de esta sección era recoger la información aportada por diferentes colaboradores sobre la representación conjunta de la ópera y el ballet realizada por Dmitri Tcherniakov, que como indicamos es lo que ha inspirado la realización de esta obra y por ello se le da la debida importancia
Esta serie de colaboradores anónimos deberían haber intentando exponer sus propias conclusiones, tanto musicales como artísticas y especialmente psicoanalíticas. Para este estudio se habían elegido cinco hombres y cinco mujeres para obtener un resultado no discriminatorio.
Se han realizado una serie de audiciones conjuntas de la grabación objeto de este estudio con colaboradores voluntarios, pero el resultado ha sido en casi todos los casos francamente decepcionante. Se han valorado los valores musicales y artísticos pero las conclusiones psicoanalíticas sobre los temas que aborda esta obra han sido prácticamente inexistentes.
La audición tenía el objetivo primordial de conocer la opiniónlos de los colaboradores sobre los temas trascendentales que analizaremos en esta obra, la música, la homosexualidad, el amor y la muerte. Solamente comentaron las cuestiones musicales, pero los temas de interés general quedaron en silencio. Hemos observado una gran timidez al hablar sobre estos temas. Alguno de ellos ha insinuado que lo que le pedía era que se desnudara. Acaso tenía razón, era desnudar el alma y la mayoría no está dispuesta a realizarlo. Entre los temas propuestos el que causa una mayor repulsión es el de la muerte y opinar sobre la vida futura. Las creencias religiosas en parte coartan la libertad de pensamiento.
La conclusión es que el proyecto, con cierto carácter sociológico, se ha desestimado y solo conservamos los argumentos aportados especialmente por uno de nuestros colaboradores, que se exponen a continuación.
La persona invitada muestra un gran entusiasmo en relación a la unión de ambas obras, algo que crea expectación. Valora la intensidad dramática de la ópera y su interpretación. Respecto al ballet le parece un espectáculo ecléctico, porque hay danza clásica, danza contemporánea y momentos simplemente dramático – teatrales, como la escena en que la madre reprende a la chica.
Respecto a su interpretación de la filosofía que expresa la unión de las obras, destaca los siguientes aspectos. Paso de la inocencia a la madurez. Pasar de un estado de vida irreal e ideal a un nuevo estado real, donde encuentra momentáneamente la felicidad para luego descubrir toda la crueldad de la vida real, experimentando el terror, la pena y el dolor.
Llega a la conclusión de dudar si valía la pena recuperar la vista para descubrir la inhumanidad, intolerancia y carácter destructivo de la sociedad actual y real. Quizás Iolanta era más feliz en su estado de inocencia, escuchando los pajarillos, el rumor de los torrentes y el olor de las flores.
De hecho hay una premonición cuando el conde le dice que es ciega y él le argumenta que siendo ciega se está perdiendo el color y la belleza de las flores, el paisaje, etc. y ella le responde: ¿acaso tú puedes ver el canto de los pájaros? ¿El perfume de las flores?, etc. Es un momento de clímax del relato fantástico. Es el instante en que Iolanta descubre / asume que es ciega pero relativiza la pena porque hay cuatro sentidos más. Toma como referencia la conocida alegoría de Platón, el mito de la caverna.
Se trata de una explicación metafórica, realizada por el filósofo griego Platón al principio del libro VII de La República, sobre la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. En ella, Platón explica su teoría de cómo se puede captar la existencia de los dos mundos: el mundo sensible, conocido a través de los sentidos y el mundo inteligible, que es materia de puro conocimiento, sin intervención de los sentidos.
Platón describió en su alegoría de la caverna, un espacio cavernoso en el que se encuentran un grupo de hombres prisioneros desde su nacimiento, con cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos se encuentra un muro con un pasillo y seguidamente, y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.
Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.
Aquí se encontraría Iolanta, obligada durante toda su vida a pensar que el mundo se percibe sólo a través de cuatro sentidos.
Continúa la narración contando lo que ocurriría si uno de estos hombres fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, contemplando, de este modo, una nueva realidad. Del mismo modo podríamos imaginar a Iolanta descubriendo una nueva realidad al recuperar la vista.
Una realidad más profunda y completa, ya que esta es causa y fundamento de la primera que está compuesta solo de apariencias sensibles. Una vez que ha asumido el hombre esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna a través de una áspera y escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior (hombres, árboles, lagos, astros, etc. identificados con el mundo inteligible) fundamento de las anteriores realidades, para que a continuación vuelva a ser obligado a ver directamente "el Sol y lo que le es propio", metáfora que encarna la idea de Bien. Ahora Iolanta es capaz de vislumbrar el mundo en todas sus dimensiones, lo cual tendrá un resultado terrible al hacerse consciente del efecto de dichas dimensiones.
La alegoría acaba al hacer entrar, de nuevo, al prisionero al interior de la caverna para "liberar" a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él. El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse ahora cegado por el paso de la claridad del sol a la oscuridad de la cueva. Cuando este prisionero intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que estos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad, con lo que se entrevé una alusión al esfuerzo de Sócrates por ayudar a los hombres a llegar a la verdad y a su fracaso al ser condenado a muerte.
Nada más terminar la narración de la alegoría nos cuenta Platón, por boca de Sócrates, qué representa cada una de las imágenes que se exponen en él. Corresponde a las sombras y a los hombres que las producen en el mundo que percibimos por los sentidos o mundo sensible; y la hoguera al Sol que todo lo ilumina y nos permite ver. La ascensión al exterior de la cueva significa el ascenso al mundo inteligible, mundo en el que se encuentra la idea de Bien representada por el Sol.
Ambos mundos son reales, pero el inteligible posee más entidad siendo fundamento de todo lo sensible. Pertenecen a este mundo las esencias o ideas y de entre ellas, la idea de Bien es fundamento de todas las demás ideas y por ende de lo sensible. Y claro, en cuanto a Iolanta, ocurre algo similar. No es que fuese falso el mundo que percibía, pero sólo podía generar una idea incompleta del mismo: las rosas son solo rosas, independientemente de sí son blancas o rojas. De este modo se pierde el sentido simbólico que se suele atribuir a dichos colores, la pureza del blanco frente a la pasión del rojo.
Pero, con todo, esta explicación que nos da Platón no es más que una nota al margen de lo que esta alegoría pretende dar a entender. Eso sí, es necesaria para entender el camino del alma hacia el mundo inteligible.[1]
Continumos con algunas observaciones de otros colaboradores invitados. Uno de ellos se centra en la acción dramática presentada por la ópera, que demuestra el estado anímico del compositor mediante su descripción melodramática. Algo que continúa con la versión del ballet. Observa el parecido de alguna danza con el estilo americano de “Una novia para siete hermanos”. No termina de decidirse en el aspecto filosófico, solo observa la gran amargura y sentido trágico del compositor al escribir estas páginas.
Otra de las personas invitadas valora mucho el argumento de la ópera, que se presta a ser discutida en debates públicos. En el caso del ballet su visión es totalmente negativa. Además de no observar ninguna conexión con la ópera, cree que es una interpretación arbitraria y descabellada de estos modernistas directores de escena, que no respetan la tradición, buscando solamente una falsa originalidad.
Tampoco valora el trabajo coreográfico, opinando que sus conexiones con el ballet contemporáneo y la comedia musical americana son totalmente absurdas. Defiende la versión original, la clásica representación coreográfica.
Finalmente otro colaborador valora la música y la ópera, pero encuentra que la coreografía del ballet enmascara la música, no pudiéndose concentrar en la misma. Lo encuentra largo y parcialmente aburrido. Desearía escuchar la música sola. Valora más la música que cualquier interpretación psicoanalítica, sobre la cual prefiere no opinar. Las dos grandes explosiones que ocurren en el ballet, la primera representa el hundimiento del mundo personal de Iolanta / Maria y la segunda el final de la humanidad.
Tanto por parte de la crítica, como se podrá comprobar en uno de los anexos, como de los colaboradores observamos unas valoraciones muy subjetivas, mostrando una gran disparidad en sus conclusiones.
Exponer nuestras propias conclusiones, es el verdadero objetivo de este estudio psicológico musical. Algo que probablemente será bastante laborioso y complicado.
Comentarios personales sobre la ópera “Iolanta”
Magnífica música en un estilo moderno combinando arias y recitativos. El libreto escrito por su hermano Modest no posee un estilo brillante, pero es suficiente para poder comprender la acción dramática, en combinación con una música de estilo romántico que muestra el sentimiento altamente expresivo del compositor.
A lo largo del relato se nos muestra claramente los dos tipos de amor, el idealista, romántico, que podemos asimilar al amor platónico, frente al realista de tipo carnal y materialista. Las dos visiones del mundo, el ideal y el descubrimiento del mundo real, que no desarrolla al terminar la ópera.
Otro aspecto a destacar es la autoridad paterna para decidir el futuro de su hija. Matrimonio concertado y ocultación de la verdad. Ello está en consonancia con la mentalidad de una época, no tan distante de la actual, en que los hombres decidían sobre las vidas de las mujeres. Finalmente se resuelve con la conquista de la libertad, tal vez aparente.
Por otro lado observamos el comportamiento entre amos y siervos en una época defensora de la servidumbre por los poderosos. El relato muestra una buena relación de los dueños con la servidumbre, al parecer de origen hispánico y también con personas del mundo musulmán, como el médico y la guardia personal. Recordemos que históricamente uno de sus protagonistas era conocido como el buen Rey René.
En las conclusiones intentaremos relacionar la obra con la vida del compositor. En estas líneas solo mostramos comentarios generales sobre las obras estudiadas.
Comentarios personales sobre el ballet “Cascanueces”
Como ya hemos apuntado en el apartado correspondiente, el libreto está basado en el cuento escrito por E.T.A.Hoffmann, destacando que al contrario de los relatos de la época, en que el Príncipe salva a la Princesa, en este caso ocurre al revés. Es la niña que salva al Cascanueces de morir a manos de los ratones. Podríamos decir que es una historia feminista.
Como se ha comentado anteriormente la coreografía original de Marius Petipa, usa parcialmente la historia, con lo cual gran parte de su sentido de lección moral se pierde. Cuando la princesa Pirlipata recobra su estado normal no lo agradece al Cascanueces, porque lo encuentra muy feo, horrible y lo desprecia. En cambio la pequeña María lo cuida y finalmente es espléndidamente recompensada.
En el ballet original se pierde la historia de la nuez Krakatuk y se convierte en un espectáculo coreográfico para celebrar las festividades de la Navidad, sin tener ninguna relación con las nueces ni con la historia original, el rompedor de nueces.
Tchaikovsky compuso una música de encargo, ajustándose a las rígidas especificaciones del coreógrafo, para proporcionar brillantez a un espectáculo coreográfico, que consiste especialmente en una suite de danzas, lo más conocido de su música. Pero como podremos comprobar la misma música se adapta a otras historias y a libretos totalmente diferentes.
Comentarios personales sobre la “Sinfonía Nº 6” (Patética)
Se puede considerar como una de las obras más importantes del autor, así como de toda la música romántica. No añadiremos nada más a lo comentado sobre su carácter descriptivo. Música que expresa especialmente sentimientos, algo determinante y esencia del Romanticismo.
Estamos ante una obra de difícil interpretación musicalmente hablando, al prestarse fácilmente a realizar versiones demasiado edulcoradas o de un dramatismo exagerado. Por ello nos encontramos con una variedad de interpretaciones, que usando las mismas notas musicales ofrecen versiones diferentes. En parte es debido a que en una partitura es difícil escribir realmente lo que desea el compositor. Por ello gran parte de la interpretación dependerá del director y de su momento emocional.
Se puede encontrar correlación con la intensa y dramática vida del propio compositor, que por ser el guión de carácter íntimo y personal, no quiso escribir ningún comentario descriptivo. Dada las circunstancias de la época no podía decir lo que realmente pensaba. Una sinfonía que es un resumen y final de una vida creativa. No sabemos si tuvo el presentimiento de que su vida se estaba acabando, pero lo expresa.
Comentarios personales sobre la versión conjunta “Iolanta - Cascanueces”
En primer lugar opino que el título no es el apropiado, al no tener ninguna relación con el libreto original del ballet, ni con el cuento. Solo emplea la música, pero por ello no puede ser llamado en parte Cascanueces. Sería por tanto un título que se presta a confusión.
Se podría haber titulado algo así como, “Iolanta ópera-ballet en tres actos” con música de Tchaikovsky. Un espectáculo que combina ópera y ballet empleando la música original de la ópera Iolanta y la del ballet Cascanueces.
Si la examinamos como un conjunto integrado, vemos que se trata de una ópera-ballet en tres actos. Algo que se había usado en siglos anteriores. El primer acto es dramático, pero terminando felizmente, como expresa todo el segundo acto, con la música para un feliz cumpleaños y entrada en la edad adulta. El tercer acto recupera el estilo dramático inicial, expresando la realidad de la época romántica, durante la cual el idealismo original se transforma en realidad, al estilo de las grandes tragedias.
Más que realizar una crítica musical y coreográfica, que no es el objetivo de esta obra, intentaremos buscar una interpretación de carácter totalmente subjetivo, de lo que el conjunto de autores de la misma han querido formular o sea lo que intentan decirnos.
El primer acto no es demasiado difícil de interpretar, pues tenemos el libreto literario de la ópera. Pero podemos buscar una explicación de mayor alcance. La ceguera de Iolanta, siguiendo a Platón en su alegoría de la cueva, nos mostraría una Iolanta como los prisioneros que solo ven sombras, una realidad distorsionada. El amo de la cueva es su padre, que por todos los medios a su alcance intenta ocultarle la verdad. Por otro lado se puede relacionar con la homosexualidad del compositor como veremos en las conclusiones.
Más adelante, al recuperar la vista Iolanta se encuentra frente a la verdad. Descubre el mundo real. Un mundo que en principio la hace feliz. Descubre el amor y esta felicidad se refleja en el segundo acto de la obra. Presenta el paraíso descrito también en el final del ballet en su versión original.
En el tercer acto descubre la realidad de la vida. El drama real en que sus relaciones con los conocidos y sus anteriores seres queridos han cambiado radicalmente.
Un mundo que se hunde con la explosión y destrucción de su casa. Sola y con su amado medio muerto empieza la etapa trágica de su vida. Descubre la soledad, el miedo, el frío, el camino hacia la destrucción del planeta.
Es memorable la escena coreográfica del famoso vals de las flores. En un ambiente melancólico, que se adapta perfectamente a la música romántica expresando una gran nostalgia, representa el inexorable paso del tiempo. Los jóvenes se hacen adultos, tienen hijos, envejecen y las parejas se van rompiendo, quedando solos sus miembros. Un camino que nos conduce a la muerte.
Otro gran momento es el baile final de la pareja protagonista. La música nos transmite una de las representaciones del amor romántico mejor salidas de la mano de Tchaikovsky. Se adapta perfectamente, expresando el amor sin futuro de la pareja.
En el ballet con coreografía de Petipa es danzado por una pareja invitada, que no refleja la profundidad de esta música. Era una pena que no se aprovechara esta gran partitura para ser bailada expresando el profundo amor de los protagonistas.
En el ballet original la figura de María está totalmente desdibujada, lo cual fue también criticado en el día de su estreno en Rusia, por no ofrecer el suficiente protagonismo a la primera bailarina.
Una segunda explosión, motivada por un meteorito que destruye la tierra, expresa el camino de destrucción que parece seguir el hombre, mediante las guerras fratricidas, el problema de la emigración y el cambio climático, aspectos que de forma indirecta nos presenta este tercer acto de la obra.
En las conclusiones analizaremos la posible relación de la música con la vida del compositor, uno de los objetivos finales de esta obra. También se intentará relacionar e interpretar el mito de la caverna de Platón, tanto con la obra comentada como con la vida actual. Un camino hacia la búsqueda del llamado Bien o sea la Verdad frente al Mal o la Mentira.
[1] Para información complementaria sobre la alegoría de la caverna de Platón véase el correspondiente anexo, pág. 129 de esta misma obra.