BRUCKNER 7

La “Sinfonía Nº 7 en mi  mayor” fue empezada el 23 de septiembre 1881 y terminada el 5 de septiembre de 1883. Se estrenó el 30 de diciembre de 1884 en Leipzig por la Orquesta de la Gewandhaus dirigida por Arthur Nikisch, obteniendo un enorme éxito. Bruckner revisó la obra, antes de su estreno en Viena en el mes de enero de 1885, por la Orquesta Filarmónica bajo la dirección de Hans Richter. A pesar del miedo de Bruckner a la crítica feroz de Hanslick, el éxito se repitió entre el público. La versión publicada en 1885 por Schalk contiene algunas alteraciones sobre el original. Haas restauró en 1944 parcialmente la obra sobre el original de 1883 no publicado, que contiene también alteraciones escritas por el propio autor. Nowak publicó su versión en 1954 con muy pocas variaciones. Entre ellas dejó la posibilidad del fuerte golpe de platillos que aparece en el momento del climax del adagio. Bruckner lo añadió para la interpretación de 1885 y más tarde lo borró.

Bruckner amplió la orquesta en esta obra, adoptando las tubas wagnerianas. Comprende dos flautas, tres oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, dos tubas tenores, dos tubas bajas, una tuba contrabajo, timbales, triángulo, platillos y la cuerda habitual.

El primer movimiento es un allegro moderato, cuyo primer tema surge de un trémolo de la cuerda, interpretado por los violoncelos, reforzado después por los clarinetes. Luego pasa a la orquesta. El segundo tema es melódico y más rápido, interpretado por los oboes y clarinetes. Seguidamente se observa un desarrollo polifónico de dicho tema. El tercer tema aparece con un potente crescendo. La sección de desarrollo emplea el contrapunto y las técnicas de variación cromática que tanto usa Wagner. Sigue la recapitulación variada de todos los temas de la exposición. Termina con una coda que emplea fragmentos del primer tema acabando con fuertes toques del metal.

El adagio está también escrito en una forma breve de sonata sin la sección de desarrollo. El primer tema es un sombrío himno presentado por la cuerda. El segundo tema también es presentado por la cuerda. Se trata de una conmovedora melodía de carácter nostálgico. En la reexposición los temas son desarrollados empleando extensamente las técnicas contrapuntísticas. Después de llegar a un poderoso climax, al repetirse por tercera vez el primer tema, empieza la última sección, añadida por Bruckner al conocer la muerte de Wagner. En una especie de homenaje, el coro de tubas entona una marcha fúnebre parecida a la de Sigfrid. La muerte de Wagner se conoció en Viena en el mes de febrero de 1883, cuando Bruckner estaba terminando el adagio. El movimiento finaliza suavemente con las cuerdas interpretando el tema principal.

El scherzo tiene una gran fuerza. Sobre el ostinato de las cuerdas la trompeta expone un corto motivo que se convertirá en el dominante, con su peculiar y sencillo ritmo, que podemos especificar como ta ta, ta ta ta ta. El tema del scherzo se repite tres veces antes de aparecer el trio que introduce una atmósfera distendida, con un simple tema melódico. Luego se repite íntegramente el scherzo.

Termina con un bewegt, doch nicht schnell, movido pero no rápido, cuyo primer tema es una variación con gran fuerza del tema interpretado al principio de la sinfonía. En contraste el segundo tema, presentado por los violines es apacible y misterioso. Sigue un tercer tema, una melodía descendente expuesta por el viento. Continúa con un corto desarrollo mediante una solemne repetición del primer tema y luego la reexposición, que no se limita a volver a exponer los temas, sino que los elabora contrastándolos con maestría. Finalmente reaparece de nuevo el primer tema en su forma original, que después de un crescendo da paso a la coda final. Una melodía que empieza en las trompas se repite reiteradamente en forma creciente llegando a un potente final.

Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya

Salvador Mas          04-05 Marzo  2017

Artículo sobre Bruckner