Carles Suriñach (1915-1997) nació en Barcelona el 4 de marzo de 1915. Su nombre completo es Carles Suriñach i Wrokona, pero en la bibliografía americana normalmente aparece como Carlos Surinach.
Después de recibir las primeras lecciones de su madre que era pianista aficionada, estudió en el Conservatorio Municipal de Barcelona, teoría de la música y piano con Josep Caminals y composición con Enric Morera. Luego en Madrid con Emilio Vega.
El director alemán Hugo Balzer que actuaba en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en 1929, le aconsejó que fuera a Alemania para ampliar sus estudios, consiguiendo que se le concediese una beca Alexander von Humbolt, para la Meisterklasse de la Preussische Akademie der Künste en Berlín.
A partir de 1940 realizó estudios de composición con Eugen Papst en la Hochschule de Colonia, dirección de orquesta con Hugo Balzer en el Conservatorio Robert Schuman de Düsseldorf, recibiendo además entre 1941 y 1943 clases de composición de Max Trapp en la Preussische Akademie der Künste en Berlín. En Berlín asistió a los seminarios de composición y dirección de orquesta de Richard Strauss.
Entre sus primeras obras se encuentra el "Cuarteto para piano" compuesto en 1942, en el que aparece una melodía de García Lorca, las tres hojas, al principio de su movimiento final. Este recuerdo de la música andaluza no le abandonará durante toda su producción.
La “Sinfonía Nº 1” (Sinfonía Passacaglia) fue escrita durante la época de sus estudios en Berlín. Recibió un encargo para la composición de la música para un ballet sinfónico de carácter español. Cuando casi tenía terminada la obra, en plena Segunda Guerra Mundial, los bombardeos aliados destruyeron tres de los teatros de ópera, con lo cual no pudo estrenarse el ballet.
Decidió realizar con esta música una obra sinfónica, completando los tres movimientos acabados y añadiendo una fuga de grandes proporciones como movimiento final. La sinfonía se estrenó en Dresden a principios de 1943, interpretada por la Orquesta Municipal de Dresden dirigida por Herbert Albert.
Actualmente no se encuentra ningún registro de esta obra, por lo cual no podemos hacer un correcto comentario. Solamente sabemos que tiene un motivo conductor que se va repitiendo durante los tres primeros movimientos, lo que justifica su denominación como Passacaglia.
Suriñach regresó a Cataluña en el año 1943, fijando su residencia en Barcelona. Comienza una carrera como compositor, director de la Orquesta Filarmónica de Barcelona y entre 1944 y 1948 de la Orquesta del Gran Teatro del Liceo. En 1948 se estrena su ópera en un acto "El mozo que casó con mujer brava".
Se traslada en 1947 a París desde donde dará a conocer sus obras a través de Europa. Trabaja como director de orquesta, dirigiendo entre otras la Orquesta Nacional del Conservatorio de Lieja, la Orquesta Nacional de la Radiodifusión de Francia, la Orquesta Lamoreux y la Orquesta Filarmónica de Lisboa.
La “Sinfonía Nº 2" fue compuesta entre 1949 y 1950. Se realizó una grabación de la misma en 1957 interpretada por la Orquesta Philharmonia de Hamburgo dirigida por Arthur Winograd.
El primer movimiento, allegro con brio, desde su principio nos habla de su relación con la música andaluza con un tema tomado de un canto de García Lorca, los cuatro muleros.
El segundo movimiento, andantino grazioso, continúa con su carácter andaluz con un tema característico. En la parte central se encuentra un solo de violín. En la parte final el tema es interpretado por la cuerda en pizzicato.
El tercer movimiento, vivace scherzando, empieza con un tema rítmico sin abandonar su estilo andaluz.
El cuarto movimiento, finale – allegretto maestoso; allegro feroce, empieza con un tema de carácter solemne que da paso al allegro final mediante un tema rítmico. El tema lorquiano inicial vuelve a aparecer en el inicio de la recapitulación. Este tema desfigurado reaparece en la coda.
En 1950 durante una breve escala en New York, cuando se dirigía hacia Quito en Ecuador para dirigir un concierto, representantes de su casa editora francesa lo persuadieron para que se trasladara a los Estados Unidos. Convencido, Suriñach fija su residencia en New York en 1951, viviendo al principio de la composición de música comercial para la televisión.
En 1952 le piden que escriba una obra para percusión destinada a una exposición en el Museo de Arte Moderno. Para ello compone "Ritmo Jondo" para trompeta, clarinete, percusión y palmadas o sea golpes con las manos. Entre los espectadores se encontraba Bethsabee de Rothschild que le pide que amplíe la obra para convertirla en música para un ballet.
Con ello empieza a ser conocido como compositor de música de ballet. Recibe encargos de los empresarios más importantes del género, para los cuales compondrá la música de catorce ballets, desde "Ritmo Jondo" estrenado en 1953 hasta "Quimera" estrenado en Ginebra en 1989.
Compone música para los ballets de la famosa Martha Graham. Entre ellos en 1960 el ballet "Acrobats of God", del cual realizó una suite para piano dedicada a Alicia de Larrocha. Con la Joffrey Ballet Company en 1963 alcanza un gran éxito con su ballet "Feast of Ashes", alcanzando las quinientas representaciones. Es una obra dramática inspirada en La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca.
Recibe además una pensión de la Rothschild Foundation for Arts and Sciencies y de la Rockfeller Foundation a través de la Louisville Philharmonic Society, para la cual compondrá diversas piezas sinfónicas.
En su lenguaje musical destaca el elemento rítmico, usando el llamado sonido flamenco o sea el modo frigio descendente, compuesto por las notas la, sol, fa, mi. Emplea ritmos robustos, el ostinato o sea continua repetición de las notas y una rica orquestación muy colorista.
La “Sinfonietta Flamenca" fue compuesta en 1953 siendo estrenada el 9 de enero de 1954 en Louisville, Kentucky, interpretada por The Louisville Orchestra dirigida por Robert Whitney. En el mismo año se presentó durante los Conciertos de Cuaresma en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, dirigida por el propio compositor. Está formada por cuatro breves movimientos estructurando esta pequeña sinfonía.
El propio Suriñach le dedica las siguientes frases en la presentación del LP original de su grabación. El sur de España ha sido siempre la fuente de la mayor riqueza de la música nativa. Esta riqueza se concentra en su mayoría en el estilo flamenco con su formidable intensidad y profunda meditación. Pero los compositores españoles no han penetrado mucho en su interior, por su refinamiento no han hecho concesión a la extravagancia del estilo flamenco español cuando interfería las reglas académicas. Esta Sinfonietta Flamenca tiene un máximo de estilo flamenco y un mínimo de convencionalismo.
El primer movimiento, vivo grazioso, tiene un carácter fuertemente rítmico. Está construido en la forma de allegro de sonata. Empieza con una ráfaga del metal y atronadores timbales que identifican claramente su fuente de inspiración. La música es poderosa aunque rápida y llena de fuerza.
El segundo movimiento, andantino, empieza de un modo más delicado, con la madera tocando sobre una figura en ostinato del arpa. La orquesta toma pronto el tema de una manera más agresiva. Después de un interludio presentando un material nuevo más contenido vuelve el tema inicial, esta vez sin la intromisión ruidosa orquestal.
El tercer movimiento, allegro ma non troppo, tiene una forma breve pero beligerante, con el cual retorna el estilo flamenco anterior.
El cuarto movimiento, presto agitato, tiene un carácter más rápido, con acentuaciones más fuertes. Lleno de esta tremenda intensidad como lo describe el compositor. Termina con un torbellino de taconeo flamenco.
En 1954 compone el "Doppio Concertino para violín, piano y conjunto de cámara" de estilo neoclásico con influencias de Stravinsky. En su último movimiento, de potente carácter rítmico, utiliza el modo frigio característico de la música flamenca.
Isaac Albéniz compone la suite "Iberia" para piano entre 1905 y 1906. Aunque tenía la intención de realizar una orquestación de la misma la muerte se lo impidió. El genial compositor francés Maurice Ravel fue el primero que deseo realizarla, pero los herederos de Albéniz habían cedido los derechos a Enrique Fernández Arbós.
El maestro Arbós realizó solamente la orquestación de cinco piezas de la suite. Carlos Suriñach decidió en 1954 completar el trabajo iniciado por Arbós y arreglar los siete números restantes de la suite pianística con el objetivo de ofrecer en versión orquestal el ciclo completo.
Sus orquestaciones muestran una discrepancia estilística bastante acusada con respecto a las de Arbós. Este último busca una escritura brillante, tomando como modelo el lenguaje tímbrico de las obras de inspiración española de Lalo y Rimsky Korsakov.
Suriñach, en cambio, emplea unos efectivos más reducidos, con timbres más secos y contundentes. Estos rasgos se aprecian claramente en la orquestación de Lavapiés, donde el músico redimensiona el carácter de alegre bullicio de la pieza para dar paso a la nítida definición de los planos sonoros, caracterizados por cierto grado de contención e incluso de acidez, perceptible en las intervenciones de los metales y de la trompeta en concreto, que adquiere en algunos pasajes una coloración grotesca.
El "Concertino para piano, cuerda y platillos" compuesto en 1956 se caracteriza por su estilo romántico español, sus ritmos y el peculiar uso de los platillos. La obertura "Feria Mágica" fue compuesta en 1956 para la Louisville Orchestra. Representa la feria de Sevilla con todo su sabor español.
La “Sinfonía Nº 3" (Sinfonía Chica) compuesta en 1957 fue encargada por La Jolla Musical Arts Society. Se estrenó el 6 de agosto de 1957, interpretada por la orquesta de dicha sociedad dirigida por el propio compositor. La Jolla es un barrio de la ciudad de San Diego en California.
Según una nota escrita por el propio compositor en la partitura, su título proviene del llamado género chico, representado por las tonadillas españolas, las primitivas zarzuelas.
Está orquestada para una pequeña orquesta con madera por duplicado, trompas, trompeta, percusión y cuerda.
El primer movimiento, allegretto, empieza con un animado motivo de raíz flamenca que se va elevando, hasta que aparece una vistosa figura sincopada interpretada por dos piccolos, trompeta y castañuelas. Estas dos ideas se desarrollan a lo largo de todo el movimiento, elevándose mediante cascadas de escalas y una nueva melodía contrapuntística.
El segundo movimiento, adagio, nos presenta un ceremonioso recitativo de la cuerda, con comentarios de las maderas agudas y finalmente golpes de los timbales. Un calmado ritmo de paseo añade un aire de misterio, mientras la figuraciones de la orquesta nos conducen a una cierta espera expectante, que acaba con una breve explosión sonora, que señala el retorno del recitativo inicial.
El tercer movimiento, frenético, posee el ritmo de una danza flamenca con sus explosivos acordes. Los estallidos de la percusión rompen la calma del anterior movimiento, con el que enlaza sin pausa. Una danza con recuerdos de la música de Falla. En la sección central los punteados acordes van incrementando su frecuencia. El ritmo frenético inicial retorna en la sección final hasta llegar a su clímax, que nos lleva a una determinante coda.
''Paeans and Dances of Heathen Iberia'' compuesta en 1959 para banda sinfónica, es una suite de temas y danzas paganas inspiradas en ritmos primitivos ibéricos, con influencias de Stravinsky.
Las "Variaciones Sinfónicas" compuestas en 1962 y estrenadas en Louisville, parten de un tema original escrito en estilo flamenco y se desarrollan de un modo libre , como en una pieza teatral de carácter abstracto, sin ninguna representación real.
Suriñach en 1966 tiene el cargo de catedrático de composición en el Carnegie Institute of Technology, actualmente la Carnegie Mellon University de Pittsburg, precediendo al también catalán Leonardo Balada en dicha cátedra.
"Melorhythmic Dramas" compuesta en 1966 es otra página sinfónica de carácter abstracto también estrenada en Louisville. Expresa situaciones dramáticas utilizando solamente técnicas orquestales.
En 1967 compone una curiosa obra para violín y piano denominada "Flamenco Cyclothymia" y en 1972 la "Soleriana" para banda sinfónica, sobre la música del clavecinista español Antonio Soler.
El "Concierto para piano y orquesta" compuesto en 1973 alcanzó popularidad al ser interpretado por Alicia de Larrocha, a quién está dedicado. Todo el concierto está basado en el uso de la escala flamenca o sea la escala frigia.
Suriñach termina en 1978 el "Concierto para cuerdas" una adaptación de un anterior cuarteto de cuerda, que en su último movimiento cita la canción Café de Chinitas de Federico García Lorca.
En 1990 compone el "Doble Concierto para flauta, contrabajo y orquesta de cámara", que se estrenará en Miami. Los solistas desarrollan melodías melismáticas, como en la mayoría de sus obras de raíz andaluza.
Una de sus últimas obra "Melismas sinfónicos", escrita en 1993, está inspirada por su interés en los melismas medievales, las melódicas ornamentaciones del canto gregoriano. En las manos del compositor se convierte en una fantasía llena de ritmo y pasión, aunque conservando los melismas interpretados por solistas, como en un concierto para orquesta.
Suriñach que había conseguido la nacionalidad norteamericana en 1959, murió en New Haven, Connecticut, el 12 de noviembre de 1997. Catalán de nacimiento, apasionado por el flamenco, francés y alemán de formación, y norteamericano de adopción. Español universal, su música influida por todos estos aspectos es ecléctica, pero siempre conservando una potente raigambre de la música flamenca andaluza.
El Gobierno español lo nombró en 1972 Caballero de la Orden de Isabel de Castilla. La música de Andalucía, el canto flamenco, impregna casi toda su obra. Terminamos con sus propias palabras justificando su obra.
Deseaba poner el flamenco a nivel de concierto, para tamizar su energía natural mediante las mejores maneras de la música clásica. Sin embargo, rara vez uso canciones populares o ritmos del flamenco actual. Me puede inspirar, pero la forma proviene de mi imaginación. Una vez he escuchado un tema, lo digiero y lo trituro. De este modo cuando retorna a mi memoria se ha convertido en otra cosa. Espero que el fondo todavía se conserve, pero con muy pocas excepciones, mi música es completamente original.
No me gusta mucho la musicología. Los musicólogos buscan autenticidad, pero si haces lo que dicen la música puede convertirse en extremadamente aburrida, por eso yo escribo lo que tengo en la mente e intento realizar una obra de entretenimiento. Puede provocar una ilusión de autenticidad pero nada más. Por ejemplo mi obra "Ritmo Jondo" está obviamente inspirada en danzas flamencas y esto suena muy español, pero no tiene ningún vestigio de la música gitana actual. Esto no me gusta, se supone que no es el objeto real, es más como pensar sobre la música gitana. Es interesante.
Doris Humphrey, Martha Graham y José Limón han usado mi música para sus ballets, no porque sonara español, sino porque posee un cierto dramatismo teatral. Por cierto, en el ballet, el compositor es generalmente ignorado por el coreógrafo, pero aun así, muchas de mis partituras han dado la vuelta al mundo. Me gusta ser un poco modesto si puedo, así que diría que el milagro se ha realizado, aunque haya sido hecho por el diablo.
¿Porqué fui a Alemania?. Como dije deseaba hacer las formas populares españolas apropiadas para la sala de conciertos y para ello Alemania fue muy útil, pues escriben música de un modo muy serio. Debe recordarse que los alemanes ayudaron a Franco durante la Guerra Civil Española, y en 1939 habían ocupado Francia, por ello era imposible estudiar allí. Pero con una recomendación de mi profesor de Barcelona para Richard Strauss, pude llegar a ser alumno suyo. Llegué a Alemania en 1940, estudié primero en Düsseldorf, luego durante tres años en la Academia Prusiana de las Artes en Berlín. En un principio la vida en Berlín era muy buena. La vida musical era muy rica. Allí se encontraba Wilhelm Furtwängler, el pianista Wilhelm Kempff, y muchos músicos extranjeros que también realizaban actividades allí. Precisamente estreché la mano de Richard Strauss.
Es difícil de explicar, pero como español no tenía ninguna conexión con los nazis. Recuerden que Franco no era demasiado diferente de ellos. Había sido un soldado con los liberales en contra de Franco, pero ocupó Barcelona y esto fue el final de la guerra civil. El sentimiento era que los falangistas y los nazis intentaban hacer lo mismo. La mayor diferencia era que los españoles no entraron en la guerra, mientras que Alemania estaba devorando Europa. Estábamos muy trastornados por todo lo que estaba pasando y cuando los Estados Unidos entraron en guerra y empezaron a bombardear Berlín decidí volver a España.